La nueva vida de un vicioso reprimido. Prólogo

Vicio y maldad. Espero no herir sensibilidades. Es ficción pura y dura

Para la elaboración de este nuevo relato, el cual es el primero de los que escribo compuesto en su totalidad por personajes (casi todos) y situaciones ficticias, he contado con el consentimiento de mi amiga Susana (leer la serie Un fin de semana con mi zorra infiel), ya que es un personaje clave. Al ser tan morbosa como yo y evidentemente no ser Susana su nombre real no ha tenido problemas en ser incluida en esta historia que contará cuantos capítulos me apetezcan, ya veré sobre la marcha cuando lo concluyo, quizás cuando encuentre un buen desenlace, quizás cuando se me acaben las historias para los capítulos o quizás cuando me salga de los huevos jajajajaja...es broma.

Intentaré que termine de la forma más coherente y viciosa posible jeje, no como alguna serie que he leído por ahí que se quedó a la mitad más o menos. Sé que esto es una página donde los contenidos son subidos exclusivamente por sus lectores sin ánimo de lucro, pero vaya, da lástima que haya series sin terminar. Yo sé a cuál me refiero y mi relato tiene o tendrá elementos comunes con la serie a la que me refiero.

El que quiera saber de qué serie hablo que me lo diga por privado o en algún comentario, a ver si entre todos sabemos qué pasó con ese autor y ese relato. Ya aviso que mi historia no tendrá tantos capítulos (uffff, se me cansa la mano de pensar en cuanto tendría que escribir). Simplemente me encantaba aquella historia y no quería que acabase. Eso sí, sólo seguirá en función de los comentarios. Si no tiene comentarios positivos (o si los comentarios no son positivos) evidentemente no continuaré algo que no gusta. Todo aquel que hace algo necesita saber si lo hace bien.

En fin, espero que lo disfrutéis tanto como mis anteriores relatos. Me apetecía volver a la categoría hetero-bisex. Un abrazo, muchas gracias a todos y todas los que los leéis, y muchas gracias más a los que los comentáis.

Prólogo

Me llamo Germán. Mido 1,83 y peso 78 kg. Tengo un cuerpo para el deseo, producto del tiempo libre y el dinero que tengo, invertidas ambas cosas en mi cuerpo. No me hace falta realmente, ya que follo con quién quiero, cuando quiero y las veces que quiero, sea hombre o mujer. Nadie se atreve a negarme (a mí o a mi mujer Susana) nuestros deseos y caprichos, porque la gente con la que follamos suele ser inferior a nosotros, y podemos ordenar su muerte en cualquier momento. Sólo tratamos de tú a tú a empresarios, políticos y gente que se dedica a lo mismo que yo. He aquí mis principios: que no os engañen con todos esos rollos y mierdas de que el dinero no da la felicidad pero ayuda a conseguirla, de que no importa si no tienes dinero mientras tengas salud, etc…EL DINERO SÍ DA LA FELICIDAD, ni te la pone a huevo ni ostias, te la da. Lo de que no te la da lo dicen los fracasados y los envidiosos. Tengo 30 años y hace prácticamente 3 y un mes era un mierda, un fracasado, un don nadie, mientras ahora estoy en una suite del lujosísimo Belle Mare de las Islas Mauricio, completamente desnudo, tumbado en la cama viendo la final de la Champions League entre mi equipo (el Real Madrid) y el Barcelona.

De momento faltan 20 minutos para la prórroga y el resultado es 1-1, y estoy prestando exactamente la misma atención (muchísima) al partido que la que ponen mis 3 sirvientes en darme placer. Digamos que cuando he entrado en la habitación me ha venido a la mente la escena de la conocida película El señor de la guerra, con Nicolas Cage, en la que éste entra en su habitación de hotel (nada que ver con la mía) y tiene a dos negritas esperando ser sus esclavas. Evidentemente, el resultado de MI escena es totalmente distinto al de la escena de la película, jejeje.

Tengo a una negrita preciosa de unos 20 años, de pelo liso y largo, y con unas tetas de escándalo, seguramente secuestrada y esclavizada, lamiéndome mis pezones, alternando de uno a otro. Un poco más abajo, un chico delgadito, también negro como el tizón y completamente rapado, y la hermana de la que me está lamiendo los pezones (un poco más mayor que ella, a la vista salta, y menos atractiva, con muchísimas pecas, digamos que da un aire a estas prostitutas africanas que vemos en cada gran ciudad de nuestra España cualquier noche por polígonos alejados del centro de la ciudad) se alternan mi polla de 18 cm, gorda, morena y descapullada, mis cojones y mi ano. No sabría deciros quién mama mejor qué, pero es una gozada tener a 3 sirvientes dándome ese placer. Es el morbo de la humillación, la sumisión y la obediencia.

Mientras me dan todo este placer, degusto un gintonic Sapphire azul con Fever Tree, flojito (como a mí me gusta) e insultantemente frío y refrescante, para apaciguar el intenso calor del continente africano (aunque evidentemente estoy con el aire acondicionado puesto) y también disfruto con el aroma y el sabor de un cigarro Gran Metropolitan de 45€ la unidad, con el que he inaugurado la caja de 50 unidades. También hay sobre la mesita un espejo con varias rayas de coca preparadas, aunque hoy no me apetece mucho, la verdad. Ya disfrutaré con Susana en casa la bolsa valorada en 60000€ con la he sido obsequiado. Bueno, a medias, porque me la ha dejado al 50% jejeje. Susana, por cierto, sí que está preparándose para una de sus noches locas: estoy hablando con ella por videoconferencia desde mi Retina Mac Book Pro y cada dos por tres la veo encenderse un cigarro y agachar la cabeza, para al segundo escuchar el sonido característico de esnifar coca.

“Así que somos un poco más ricos cari??” me pregunta.

“Sí, nena, de momento seguimos igual, es lo más discreto y seguro, vamos a seguir ganando pasta por un tubo” le respondo

“Genial, no te fumes todos los puros eh cabronazo que sabes que esa marca me encanta, déjame alguno jajaja”

“No te preocupes guapa que me estoy fumando uno pero el resto los compartiremos cuando llegue a casa en el jacuzzi mientras me follas y te como las tetas”

“Jajajaj, te tomo la palabra. Qué bien te lo pasas no?” Susana debió ver las cabezas de los tres sirvientes negros subiendo y bajando por mi pecho y mi entrepierna.

“Ya ves, me están matando estos cabrones. Obsequio de Yuri. Me ha dado recuerdos para ti y ha lamentado que no hayas venido, tenía ganas de verte y también tenía alguna sorpresita para ti sabes? Me ha hecho prometerle que la próxima vez que nos viéramos, sea donde sea ,estarías presente”

“Ufff, solo de pensar en la sorpresita que me tendría preparada me pongo mala jajajaja. Vale, la próxima vez que quedéis iré contigo” respondió.

He de decir que la sorpresita eran un par esbeltas, de pechos grandes y rubísimas bellezas, antiguas misses de varias regiones de Ucrania, a las cuales había secuestrado y asesinado a sus familias hace un par de meses, y adiestrado para servirle. Se las había traído en el jet privado para ser las esclavas de Susana durante el tiempo en que nosotros estuviéramos reunidos. Al no traerla se ha llevado una decepción y me las ha ofrecido a mí, pero me ha recomendado que en la habitación del hotel tendría una sorpresa aún mejor (el cabrón sabía de mis gustos, tanto exóticos como bisexuales jajajaja) así que he aceptado su propuesta y aquí estoy tumbado mientras me comen todo tres hijos del África más negra y primitiva.

“Además, yo esta noche también voy a pegarme una fiesta. Ese político que invitamos a la fiesta del mes pasado me ha invitado a un mitin de su partido, aunque realmente me ha invitado a la fiestecita privada de después en el hotel. Me ha prometido por Whatsapp que no me voy a arrepentir, que va a haber tías y tíos para elegir. Para agradecérselo le llevaré 5 o 6 gramos de coca, que sabes que no me gusta ir de campo y playa a los sitios jajajaja”

Joder qué golfa eres, pásatelo de puta madre y ya me cuentas cuando vuelva mañana por la tarde” le dije

“Tú también revienta a esos tres que tienes ahí, ya montaremos algo con negros que me estás poniendo los dientes largos jaja. Un beso cariño te quiero”

“Yo también, hasta mañana. Muak” cerré la videoconferencia y di otra calada a mi puro, mientras pensaba en lo afortunado que era de tener  a Susana, todo un bellezón (leer descripción en Un fin de semana con mi zorra infiel (parte 1) a mi lado y de ser tan malvada, cabrona, cachonda y morbosa como yo. Siempre habíamos sido amigos, y una semana antes de mi golpe de suerte con el cual me hice inmensamente rico, le confesé todos mis sentimientos y descubrí que ella estaba enamorada de mí y que no me había dicho nada por miedo a mis padres, sus padres y el conservadurismo de ambos. Sus padres querían un novio mejor para su niñita y yo, parado y sin ambiciones en la vida, no era suficiente para ella. Empezamos a salir y, tras hacerme rico, bueno…lo contaré en el Capítulo I.

En fin, como iba diciendo, darle una buena calada y absolutamente después sorber un poco del gintonic mientras sientes tres lenguas trabajándote la polla, los huevos, el ojete y los pezones es sólo un placer al alcance de cabrones indeseables con una insultante cantidad de dinero como yo…lo siento, pero es así, SOY UN CABRÓN.

Los tengo chupándome todo desde que ha empezado el partido, y van a estar así hasta que termine. Evidentemente antes todos me han comido todo, para evaluar quién comía mejor qué y tenerlos así el rato que estimara oportuno. Cuando acabe, y dependiendo de quién gane, me follaré a mis tres sirvientes con una mayor o menor mala ostia, haciéndoles un mayor o un menor daño. Los tres han pasado un riguroso control sanitario antes de ser entregados a mí, así que no hay necesidad de ponerme condón, pese al alto nivel de VIH que hay por estas tierras. Mi intención es, tras el partido, meterme en uno de los dos jacuzzis (el del baño o el algo más grande la terraza), ponerme el puro en la boca, sentarme y que se vayan alternando, primero una de ellas, de frente a mí, sentándose a horcajadas y follándome ella a mí, luego el negrito zumbón, se sentará sobre mí también pero de espaldas, clavándose mi rabo en el culo, y finalmente la otra chica repetirá el proceso de la primera. No se lo he dicho, pero el que consiga que me corra, por aguafiestas, será devuelto inmediatamente a su amo (enseguida explicaré quién es) para que reciba su castigo. La primera chica, en la segunda tanda de folleteo (cada uno tenía 2 minutos para intentar que me corriese) fue la que hizo que derramara toda mi leche en su interior. Inmediatamente, me levanté del jacuzzi, hice una llamada y en dos minutos estaban en la puerta de la suite dos negros de más de dos metros y aproximadamente 150 kilos cada uno, con metralletas. Sin decirle nada a la chica, me acerqué, le sonreí, le acaricié la cara, etc… la pobre ingenua me sonreía, pero de pronto mi rostro cambió y empecé a darle tortazos y a arrastrarla por la habitación del pelo hasta la puerta, donde la esperaban los dos negratas.

“No se preocupe, recibirá su merecido castigo” me dijo uno de los dos mientras la negrita me miraba con ojos llorosos. Se la llevaron por el pasillo hasta el ascensor. Seguramente sería torturada cruelmente, y quién sabe si asesinada, depende de lo que hiciera enfadar a su amo (y  mi socio). Incluso no descarto una llamada suya para preguntarme si deseo que sea asesinada o no. Quién sabe si la vida de esa pobre zorra que hace unos minutos se esmeraba en darme placer en mis pezones escupiéndoles, mordiéndolos dulcemente, ensalivándolos y lamiéndolos iba a estar en mis manos…

Por cierto, no os he contado que el benefactor de todo este hedonismo y lujo, amo de estos cuerpos que tengo en mi habitación dispuestos a satisfacerme, y el que me ha regalado esta coca y esta caja de puros, es mi amigo y socio (lo sé, son términos excluyentes, pero es cierto que hemos desarrollado una cierta amistad con el paso de los años y los negocios) Yuri, hijo de un supermagnate ucraniano del petróleo que, como yo, decidió ser un avaro y dedicar, mediante el crimen, a aumentar una ya de por sí considerable fortuna.  Tiene mi misma edad, aunque empezó en esto del tráfico de drogas y armas algo antes que yo. Vive a las afueras de Odessa, así que cada uno hemos cogido nuestro jet privado esta mañana (yo desde Madrid) y nos hemos reunido en un restaurante en el centro de Port Louis para renovar y ampliar nuestro trato. Ha sido un encuentro cordial, en el que hemos acordado seguir abasteciendo a los países actualmente en guerra con armas, y también vamos a mantener la cantidad de droga que metemos a Europa (nos hemos dado cuenta de que no por invertir más sacamos más beneficio del que ya sacamos) de modo que, durante los 5 próximos años mi cuenta corriente aumentará en unos cientos de millones de euros más (empecé con    “sólo” 180, actualmente son 784) los que he amasado gracias a mi golpe de suerte (que ya explicaré en el capítulo I) y todas las fechorías y cabronadas que he hecho a lo largo de estos 3 años.

A la mañana siguiente, tras recibir en la cama un majestuoso desayuno por parte del servicio del hotel, me tumbé, levanté las piernas y obligué a los dos negritos (los cuales habían dormido en el suelo) a chuparme el ojete por turnos, para poco después poner a ambos a cuatro patas y alternar el coño de ella con el culo de él. La polla del negrito no era digna de mención, así que sólo usé su culo. Tras correrme en el coño de ella, llamé a Yuri para agradecerle los regalos y pedir que se llevaran ya al negro y a la negra, que iba a ducharme y a volver a Madrid. Me preguntó si todo había estado a mi gusto y le respondí que todo había sido bárvaro, que ya le devolvería el detalle cuando venga  a España y que se hinchara a usar a los dos negros hasta que se cansara de ellos y entonces que hiciera lo que saliera de los huevos con ellos. Me dijo que a la negra que me había jodido el polvo la noche anterior le habían dado un buen escarmiento, pero que en un par de semanas estaría disponible otra vez.

Cuando salí de la ducha ya no estaban los dos negros. De modo que hice el equipaje y un empleado de Yuri me llevó directamente en un Audi Q8 blanco a mi jet privado en el aeropuerto donde pasé el día en el avión leyendo la prensa y comiendo delicatessens hasta que llegué a Barajas. En el avión llamé a Susana para saber donde estaba, si en nuestro ático de 350 metros cuadrados en pleno Barrio de Salamanca o si se había ido a pasar el día a nuestro chalet de La Finca. Por suerte, y ya que me apetecía salir a cenar con ella por la ciudad, se encontraba en nuestro piso de la ciudad. En una media hora desde que aterricé, entraba por la puerta y comía la lengua de Susana, la cual me esperaba fumando, con cara de resaca y completamente desnuda, seguramente se acababa de levantar la muy perra jajajaja.

Debería contaros cómo llegué a esta situación no? No es nada del otro mundo, pero supongo que sentiréis curiosidad verdad?

Espero ver esa curiosidad en comentarios y lecturas! Un saludo a todos