La nueva vida de Esteban 4
El protagonista prueba nuevas sensaciones con los dos tíos que lo tienen controlado
Agradezco todos los comentarios y valoraciones que me habéis mandado. Aquí dejo la cuarta parte. Espero que guste.
Estoy bajo la ducha de la casa de aquellos dos tíos que me habían desvirgado el culo sin compasión. El agua templada cae sobre mi cabeza, dejándome relajado. No quiero salir de allí. Si salgo debo enfrentarme a aquellos dos. Y me encuentro bien allí. El vaho inunda el baño y el sonido del agua cayendo aleja mi mente. Con mis manos enjuago mi cuerpo, quitándome el sudor con el que Felipe y Miguel me habían impregnado. Cojo el gel de aquellos cabrones y me limpio con él: pecho, espalda, abdominales, huevos… y el culo. Noto cierta molestia, pero nada equiparable con lo que sentía mientras que tenía sus pollas dentro. Pero no sé cómo debo limpiarme, porque Felipe se había corrido dentro.
Primero limpio la raja, quitando los restos de la lefa de Felipe que salieron de mi culo. Después me dedico al agujero. Echo el culo hacia atrás y con la mano izquierda separo una nalga para llegar mejor. Al tocarlo lo noto caliente y algo irritado, pero sobre todo me sorprende sentirlo abierto. “ Aunque con los pollones de esos subnormales no me extraña ”. Extiendo el jabón, palpándolo con los dedos, y sin a penas pensarlo decido hundir uno de mis dedos para llevar el jabón allí donde no es fácil llegar. La resistencia es nula y noto los restos del semen de Felipe en mi interior. Saco y meto mi dedo para eliminar cualquier rastro con el agua y el jabón, que hacen de perfecto lubricante, pues entra sin problema alguno.
Apoyo la cabeza en la pared de la ducha y doblo la espalda, cayendo el agua como un torrente hasta mi culo abierto por mi dedo. Estoy un rato así cuando me doy cuenta de que ya no me duele, quizás por la follada de antes o por la lubricación del agua y del gel, o quizás porque estoy muy relajado bajo la ducha. Entonces mi polla empieza a ponerse gorda. Está morcillona, aparto la mano de mi nalga, porque al fin y al cabo el dedo ya entra sin necesidad de que le facilite el acceso, y empiezo a pajearme. La situación es realmente horrible, pero me siento en la gloria. Me dedeo el culo y me pajeo, y me gusta. “ No es tan horrible, dicen que el culo es un punto erógeno. No es malo disfrutar con esto ”. Pero siento una voz lejana en mi cabeza que dice que no es tan normal, especialmente con lo que ha pasado.
Sólo oigo mis jadeos y el sonido del agua cayendo desde mi cuerpo. Pero entonces siento un movimiento y con el rabillo del ojo veo como una camiseta ha caído sobre el lavabo. Me doy la vuelta rápidamente y veo que Felipe está ahí, observando desde fuera de la ducha. Tiene el pecho descubierto otra vez, y sobre sus calzonas sobresale su nabo, de nuevo gordo. Con una mano se pajea y con la otra se pellizca uno de sus pezones. Yo me cubro mi entrepierna, pero mi polla empalmada no es fácil de esconder.
- Como tardabas tanto vine para ver si te habías caído por el desagüe. Pero viéndote así era mejor no molestarte.
Se quita las calzonas y entra en la ducha y yo me quedo arrinconado sin saber si salir corriendo o qué hacer. Entonces Felipe se echa hacia mí y quedo arrinconado entre la pared y su musculoso cuerpo. Me agarra de la cabeza y me besa, intento oponerme mínimamente para mantener mi honra intacta, pero no supone un problema para él. Siento que sus manos recorren todo mi cuerpo, pellizcan mis pezones, cogen mi polla y mis huevos, la espalda y al fin llegan a mis nalgas y buscan mi agujero. Sus dedazos lo encuentran y presionan, y rápidamente uno de ellos penetra dentro de mi ano, repitiendo el movimiento una y otra vez. La lengua entra dentro de mi boca y roza la mía, apagando mis jadeos cuando noto la entrada de un segundo dedo en mi culo.
Me da la vuelta y me pone de cara a la pared. Me come la oreja y el cuello y siento su polla sobre mis nalgas. La agarra y presiona mi agujero, dándole unas cuantas puntadas. A continuación se agacha y vuelvo a notar su barba incipiente en mi culo, abriéndolo con su lengua. Como me pasó antes, siento que lo disfruto y se me pasa la confusión de antes. Su lengua pasa una y otra vez por mi agujero y al momento vuelvo a sentir la presión de uno de sus dedos. Entra rápidamente, sin ningún tipo de impedimento, y al momento mete de nuevo un segundo. Al contrario de lo que yo mismo podría creer, todo esto no me desagrada, al contrario, siento como la sangre llega a mi polla y la pone gorda. Me flipa como Felipe me come el culo y siento mi agujero vacío cada vez que saca sus dedos, pero no dura mucho sin ellos invadiéndolo, lo suficiente para una cachetada. También noto que muerde mis nalgas y las besa, produciéndome un escalofrío que me recorre por todo el cuerpo.
Me da la vuelta, coge mi polla y se la mete en la boca. Entonces termina de empalmarse y yo me siento a mil por hora. “ El tío sabe chuparla ”. Al momento lleva una de sus manos hacia atrás y me mete de nuevo sus dedos en el culo. Mientras me la chupa y me dedea, y el agua caliente me resbala por todo el cuerpo, siento que estoy en las estrellas. Lo agarro de la cabeza para metérsela a mi ritmo.
- ¿Qué haces?- Dice, escupiendo mi polla de su boca.
- Nada… sólo que me gusta…
- ¡Yo lo hago a mi manera!- Me interrumpe, y la mirada que me echa no da pie a réplica.
Lo dejo hacer. Me come los huevos y pasa la lengua por mi capullo, todo sin dejar de pajearse su rabo, que vuelve a tener unas buenas dimensiones. Veo bajo él sus huevos grandes y que se mueven como un péndulo según los movimientos de su paja.
- Te toca- Se levanta y me empuja hacia abajo.
Caigo sobre mis rodillas en el plato de la ducha y su rabo roza mi mejilla. Felipe no me da tiempo a pensarlo y lo mete en mi boca, pero yo no opongo resistencia. “ Lo va a hacer de todos modos ”. Se la como a mi manera, rozándole con la lengua su capullo y mamando despacito, pero al momento me hunde su polla hasta la campanilla con un movimiento de cadera y presionando mi nuca con sus manazas. Su rabo llena mi boca y soy incapaz de respirar, él sigue presionando y yo procuro librarme clavando mis dedos en sus duros muslos. Tras unos segundos me suelta y llega el aire a mis pulmones, pero no me da tregua y vuelve a meterme su polla. Ahora me folla la boca con todo su potencial, las babas salen de mis labios y se mezclan con el agua que cae por mi cabeza. Agarrándome del pelo me la hace chupar como él quiere. Yo intento apartarlo para imitarlo y apartar sus manos, pero se aferra con fuerza y su cipote se hunde en mi boca en un vaivén brutal con un ritmo que él marca.
Lleva un rato doliéndome la mandíbula, cuando me aparta, se agacha y se sienta en la ducha, sin dejar de pajearse.
- ¡Levántate!- Obedezco- Date la vuelta y ponte en pompa.
Doblo la espalda y apoyo mis manos en mis rodillas, para que mi culo vuelva aquedar a la altura de su cara.
- Uf. Que culazo tienes cabrón- Tras varias cachetadas bastante sonoras, vuelve a meter su cara en mi raja y lame mi ano como si fuera un coño.
Al momento vuelvo a sentir que mi polla crece. Tengo ganas de pajearme y siento que los huevos me duelen. Felipe se esmera en su comidita y esta vez me mete directamente los dos dedos. Doy un brinco, pero no de dolor. Me ralla el pensar que no me duele, pero “ es que me gusta lo que me hace ”. Juguetea con su lengua y se turna con sus dedos para lamer mi agujero. “ Es demasiado ”. Cojo mi polla y me hago una paja.
- ¿Te gusta verdad, cabrón? Mmmmm. ¡Cómo te gusta que te mamen el culito!
Yo me niego a responder. Es obvio que me está gustando, pero no voy a reconocerlo. Pero entonces un tercer dedo entra en mi culo. Vuelvo la cabeza y me mira sonriendo con esa sonrisa suya de hijo de puta, pero me quedo callado. Pasado el primer dolor, ese nuevo dedo se ha acoplado perfectamente y mi culo no lo rechaza.
- Ven, ya verás que bien te entra ahora. Siéntate encima de mí, así te entra más. De frente, quiero verte la cara cuando te la meta.
Hago lo que me dice y me agacho, quedando sentado sobre su regazo, con su rabo rozando mis nalgas. Me besa y dejo que su lengua entre en mi boca, muerde mis pezones y golpea mi polla aun emplamada en su estómago, duro y musculoso.
- Levántate un poquito- Levanto mi culo, y él empuja de mis caderas para abajo.
Entonces el capullo de su polla entra en las puertas de mi culo, y un segundo después siento que ha entrado sin mucho problema gran parte de su miembro.
- Mamón que abierto estás, que culito más rico y delicioso. Me encanta petarlo.
Noto mi culo lleno y es como si tuviera ganas de cagar, pero no duele, de hecho “ es hiriente que no me duela ”.
- Mmmmmmm. Espera a que se amolde. Me dice con un suspiro.
- Despacio, por favor.
- Claro tío, estoy deseando follarme este culo con tranquilidad. Me encanta que te dejes.
Empieza a empujarme hacia abajo, metiéndome su polla centímetro a centímetro, lentamente pero sin tregua. Yo cojo aire y procuro relajarme, recordando que eso precisamente es lo que yo le digo a una tía mientras le peto el culo.
- Va por la mitad. Ahora muévete.
- No. Espera, me duele.
- Hazlo despacito, en círculos, verás que te acaba gustando.
Hago lo que me dice y efectivamente al momento siento que cuando acelera el ritmo no siento gran molestia. Me agarra por la espalda, como si fuera a irme y me impulsa hacia abajo para hundirme su nabo una y otra vez en mi culo, hasta que noto que lo ha logrado y que mis nalgas tocan su pubis . “¡Su polla está toda dentro de mi culo! ”. Con sus caderas hace movimientos en círculo, cada vez más rápidos.
- Cómo me gusta mi rey. Desde el primer momento en que te vi tenía ganas de follarte. Y mira ahora cómo mi pinga entra todita en este culito que tienes.
Felipe bombea cada vez más fuerte y chupa mis pezones y me besa el cuello, las orejas, la boca…
- Que rico besas también. Me vuelves loco.
Yo sólo echo la cabeza hacia atrás y me dejo hacer, pero no puedo dejar de sentir cierto placer cuando su lengua recorre estas partes erógenas de mi cuerpo.
- ¿Te estás dando cuenta?- Jadea
- ¿De qué?
- De que te estás moviendo. Tu culo se mueve buscando mi polla.
- ¿Qué dices?
- Que tu culo quiere polla.
- Si tu cuerpo viene hacia mí cada vez que me retiro. Mmmmmmmm. Me encanta que te guste. Resultaste un putito después de todo.
Felipe saca su polla y la hunde de sopetón en mi culo, haciéndome dar un brinco y ahogando un grito.
- ¿Ves? Tu culo lo pide. Quiere rabo. Y mira tu polla, está parada.
- Ahhhh. Despacio.
- Claro rey, mientras te dejes voy a darte suavecito y rico. Que delicioso estás. Anda jaléatela tú, pero no te vengas.
Aunque es verdad que tengo la polla a tope y que tengo ganas de hacerlo, me aguanto porque creo que sería asumir lo que no quiero. Dejo que Felipe me siga petando a su antojo, me cuelgo de sus hombros y mis piernas se flexionan cada vez que él levanta sus caderas para que entre más su cipote.
- Ven, vamos a cambiar- Nos levantamos, cierra el grifo y me pone de cara al lavabo, de espaldas a él.- Apóyate aquí las manos y dame tu culito.
Sin esperar un segundo deja ir su rabo en mi culo de un empujón. Pego un grito, pero mucho más apagado, más por la impresión que por dolor, ya que cada vez me doy más cuenta de que “ no es desagradable ”. Apoyo mis manos en el lavabo y Felipe me agarra de las caderas, embistiendo una y otra vez mi dilatado culo. No puedo evitar algún que otro jadeo cuando no me muerdo los labios. Por el espejo que está sobre el lavabo veo que Felipe me mira y que se da cuenta de esto. Profundiza sus embestidas sin dejar de mirar mi cara en el espejo, y yo aparto la mirada.
- Fffffff. Me encanta tu culo y me lo voy a coger cuando me dé la gana. Está tan rico, putito. ¡Tómala! ¡Tómala!, así. Entera para ti.
Entonces la puerta se abre y aparece Miguel. Está desnudo y su rabazo parece que va a estallar entre sus manos. Intento apartarme, pero Felipe me agarra por las caderas y se echa hacia delante, dejándome arrinconado entre el lavabo y sus músculos. En ningún momento deja de bombear mi culo.
- Estáis para haceros una foto.
- A que adivino qué quieres.
- Jajajaja. Os escuche y vine a preguntarte si me dabas una parte.
- Claro hombre. Este puto tiene de sobra para varios. ¿Verdad?- Me pregunta, a la vez que me besa en la nuca y el cuello, acelerando sus embestidas, y produciéndome un escalofrío de placer.
- Eso me pareció al verlo tan entregado.
- Si es que ahora ya le gusta, y se deja joder. ¿Dejamos que Miguel se una a nosotros?
- Noooo.
- Vamos. Si él es discreto no va a decir nada- Se vuelve hacia Miguel- Acércate y dale verga que la chupa de escándalo.
- Estoy deseando sentir esa boquita tan deliciosa.
Miguel se coloca a mi lado, y con una de sus enormes manos me coge de la nuca y me besa, pellizca mis pezones y aprieta mis pectorales como si fueran las tetas de una tía.
- Que pezoncitos más ricos.
- El cabrón está como quiere.
- Has tenido buen ojo.
Se dobla y me chupa los pezones. Entre eso y las embestidas de Felipe en mi culo, no puedo evitar gemir.
- Como me encanta este “menino”. Métete mi pica en la boca.
Miguel me hace doblar mi espalda y me mete su pollón en la boca. Siento que tengo que abrirla en exceso y al poco comienza a dolerme la mandíbula. Pero él me tiene cogida la nuca y me folla la boca.
- Es un goloso. No quería y mira como mama- Dice Felipe- Que te la ponga bien dura para que te lo puedas follar.
- Ffffff. Qué maravilla. A ver papi, saca la lengüíta y pásala por mi capullo.
Eso supone un descanso para mi mandíbula y me apresuro a hacerlo. Lamo la punta de su polla y también paso mi lengua a lo largo de ese enorme pollón.
- No quiero sacar mi verga de este culo.
- Jajajaja. No jodas.
- Es bien rico. Es un culazo lo que tiene el tío este. Ahora lo estoy disfrutando de verdad. No veas que bien entra, es el mejor culo que me he tirado.
- Esas nalgas redondas prometen. Jajaja- Dice Miguel, y me da una cachetada en mi culo, mientras Felipe sigue bombeando.
Me saca su polla de mi boca y la agarra con la mano. Su tamaño es considerable, no entiendo cómo antes pudo metérmela.
- Mira bien lo que te voy a meter- Entonces comienza a pegarme pollazos en la cara. Siento sus golpes secos como si me diera con algo de goma bastante duro.
- Jajaja. Que le vas a romper la cara como le des mucho.
- Noooo. Jajaja. No rompería jamás esta carita linda.
Se agacha a la altura de mi cara y me besa, llegando su lengua hasta el fondo.
- Me está volviendo loco. Déjame que me lo folle de una vez.
- Está bien. Pero no le cojas mucho gusto que aún no he terminado.
Felipe saca su polla y Miguel ocupa su posición. Abre mis nalgas con su mano y mete su lengua en mi agujero. Doy un brinco y me muerdo los labios con fuerza.
- Este es el culo que a mí me gusta, duro y gordo- Dice Miguel sacando su lengua de mi ano para volver a meterla al momento.
- Está como quiere el chaval. No me extraña que en el gym estén todos como locos con él. El otro día, el monitor, Mateo, me confesó que cada vez que le pide ayuda con sus ejercicios le da un vuelco la verga. Jajaja.
- Ese tiene también un peligro.
Lo que me faltaba por oír. “ También le molo a Mateo. Con confesiones de cama con Felipe. Vya pandilla de maricones ”.
- Ven papi. Voy a petarte otra vez el orto
Miguel deja de comerme el culo y me atrae hasta el wc. Se sienta en la tapa y hace que me siente encima suya, de espaldas a él. Siento la punta de su rabo en mis nalgas, al tiempo que él me atrae cogiéndome de las caderas.
- Toma ponte esto, aunque ya lo tiene suficientemente abierto.
Felipe pone sobre la palma de la mano de Miguel un chorreón de gel de baño, que esparce por su polla y después por mi agujero, metiéndome uno de sus dedos para que el gel pringue más.
- Ahora. Vamos, siéntate en mi pica.
Siento que las piernas me tiemblan a medida que la cabeza de la polla de Miguel entra por mi ano. Me está costando bastante. Felipe se coloca delante de mí y me empuja para abajo por los hombros para dejarme ensartado en el cipote de su amigo.
- Ahhhhh. Despacio.
- Tranquilo Esteban. Déjatela así un momento para que se amolde y ya verás que bien- Dice Felipe.
- Ayyyyy. Duele.
- Miguel no le empujes mucho, no vayas a romperlo que quiero seguir usándolo. Jajajaja.
- Jajajaja. Pero si antes ya le entró.
- Está tenso. Ven papi, cómete mientras mi verga.
Felipe mete su polla en mi boca y la bombea. Acto seguido coge mis huevos y los aprieta, pero no puedo gritar con su nabo llegándome hasta la garganta. Eso es aprovechado por Miguel que de un tirón de mis caderas me hunde su rabazo en mi culo. Quiero gritar pero no puedo.
- Ya está toda dentro. Delicia. Como aprieta el cabrón. Así papi, deja que entre. Qué bueno estás.
- Que rico se ve- Felipe saca su polla de mi boca y me besa.
- Es buenísimo, parece que quiere arrancarme la verga. Sigue papi, muérdemela. Delicia.
- Vamos putito, trágate las dos vergas- Y vuelve a meterme su rabo en la boca.- Mira como le gusta, la tiene parada.
- Fffffff. Tiene un buen tamaño. Qué lástima que no la use. Jajaja.
- Jajajaja. Sería tamaño desperdicio.- Felipe se pone de rodillas frente al wc y se come mi polla.- Mmmmm. Que rica polla tienes.
Felipe de nuevo me demuestra su pericia mamando. Se mete mi polla en la boca mientras Miguel mueve me hace clavarme la suya.
- Felipe, sigue comiéndosela. No veas como está apretando. Es riquísimo.
Miguel me coge de las caderas y me mueve en círculos sobre él.
- Así, nene, mas, mas. Deja que te la clave hasta el fondo.
- Despacio, por favor.
- Es que me vuelves loco, putito. Estás tan rico. Mmmmm ¿Te gusta cómo te la comen?- Me pregunta Miguel.
- Claro que le gusta.- Dice Felipe escupiendo mi polla, y dejándome con ganas de más- y que lo jodan también. Mira cómo vota sobre tu verga. Jajaja.
- Ven cariño, échate hacia atrás, que quiero comerte esa orejita.
Sin dejar de petarme el culo, Miguel agarra mi torso con sus brazos y me empuja hacia él, sintiendo sus pectorales duros en mi espalda. Mete su lengua en mi oreja y la lleva por mi cuello y mis hombros. Felipe levanta mis piernas y coloca mis pies sobre las rodillas de Miguel, y contempla con vicio mi culo ensartado por el pollón de su amigo.
- Ffffff. Menuda verga tienes, cabrón. Y este maricón se la traga entera.
- Es que este culo es mejor que un coño.
- Jajaja. Y es que ya estoy deseando cogérmelo otra vez. Es que este culito tragón está buenísimo. Mmmmm. Y que cuerpo tienes…
Felipe me chupa los pezones y con su mano me soba los huevos, mientras que Miguel vuelve a pasarme su lengua por mi oreja sin dejar de follarme. Entonces Felipe me besa en los labios. “ Realmente me están calentando ”. Pero siento como algo está rozando mi culo al tiempo que la polla de Miguel entra en él. Me doy cuenta de que es Felipe, que quiere hundirme también su polla, sin que la que tengo dentro salga.
- Nooooooooo
Bajo mis piernas de las rodillas de Miguel para intentar incorporarme, pero él me mantiene abrazado. Aunque con el movimiento el rabo de mi petador ha salido, haciéndome sentir un gran vacío. Felipe se ha quedado sin ese acceso privilegiado.
- ¿Qué hacías tío? ¿Estás loco?- Pregunta Miguel a su amigo- Lo hemos petado por primera vez ¡hoy! Le ibas a romper el culo- Entonces dejo de resistirme y no puedo evitar sentir agradecimiento.
- Noooo. Os habéis asustado sin necesidad. Sólo quería sentirlo un poco.
- Tío pues no lo vuelvas a hacer. Tranquilo papi- Y me da un beso en el hombro.
- Joder, que no se la iba a meter. Sólo era un roce. Ya sé que no tiene experiencia. Ya más adelante habrá oportunidad. Jajajaja.
- ¡¡¿¿Qué dices, hijo de puta??!! Ni de coña- Por fin soy capaz de defenderme, de ese cabronazo.
- ¿Quién te hubiera dicho ayer que ibas a tener una verga en el culo? Pues mira ahora. ¿Quién te dice que no podrás tener dos?
- Jajaja. Buen razonamiento, men- Reconoce Miguel- Pero ahora no. Lo quiero sólo para mí. Jajaja.
- Me toca a mi otra vez. No puedo aguantar las ganas de petarlo.
- Está bien. Ya me tocará otra vez.
Felipe me levanta y de pie me pone de espaldas a él. Siento su polla trayándome el culo, y hunde dos dedos dentro.
- Ahhhh- Grito más por la sorpresa.
- Que rico estás mariconcito. Cómo deseaba esto.
- Fóllatelo, que no quiero esperar mucho.
- OK.
Me vuelve a dar la vuelta y me abraza, besándome y bajando sus manos hasta mi culo, apretando mis nalgas. Siento como Miguel está detrás de mí también y lleva sus manos hasta mis pezones, que pellizca. Su polla es la que ahora está trayándome el culo. Me hacen el sándwich.
- Cógelo- Dice Felipe a Miguel.
Él sonríe y parece comprender. Me coge por debajo de mis brazos, mientras Felipe hace lo mismo cogiéndome de las piernas, levantándome. Felipe se mete entre mis piernas. Entonces soy yo el que comprende. Me la mete de un empujón y llega hasta el fondo.
- Ahhhhhh
- Ufffff. Como me gusta esto. Así, gime.
- Felipe que imaginación, le echas. Jajaja.
- Jajaja. Como en las películas- Se vuelve a dirigir a mí- Siéntela. Toda para ti. Me encanta estrenar a un puto y que se convierta en un tragón.
Así está durante un rato. Y es que Felipe parece que está en el cielo teniéndome ensartado y bombeándome en el aire, sostenido por él mismo y su amigo.
- Eso es, putito. Traga verga, traga. Que delicioso estás. Ninguna tía tiene el culo que tu tienes.
- Eso es. Fóllatelo. Métesela entera. Que la sienta- Lo anima Miguel.
- Eso hago. Y vaya que si la siente. Uffff. Mira como gime la muy puta- Me embiste con fuerza- ¿Verdad? ¿Verdad? Que te encanta- Cada vez es más rápido- Aprieta. Aprieta. Toma verga cabrón.
- Dale.
- Siiiii. Hay va. Hay te va mi lecheeeeee.
En ese momento siento de nuevo como algo caliente llena mi interior, pero Felipe tarda en sacar su polla, hasta que las fuerzas lo abandonan. Deja caer mis piernas y por fin mis pies tocan el suelo, soltándome Miguel a continuación. La lefa de Felipe resbala por mi culo y cae desde mi ano abierto al suelo.
- Cómo aprietas. Pensaba que Miguel te lo había dejado abierto, pero tu culo absorbe mi verga. Jajaja.
- Mira como se lo has dejado, men. No me gusta follarme un culo lefado.
- Pues que se lo limpie.
- Anda ven. Métete en la ducha otra vez.
Miguel me mete en la ducha y enciende de nuevo el agua caliente.
- Límpiate el culo a fondo.
Yo me echo gel en la mano y limpio mi raja, dándome con los dedos en el agujero. Sólo presionando un poco, logro meterme un dedo, siento vergüenza por estar tan dilatado. Felipe y Miguel me miran, me dan tortas en el culo y me animan a meterme más dedos. Yo sigue con mi trabajo ajeno a lo que dicen.
- Es suficiente- Dice Miguel con vicio en su mirada.
Cierra la ducha y me agarra del brazo, sacándome del cuarto de baño. Dejo un reguero de agua por toda la casa hasta que llegamos a una habitación, supongo que es la suya. Felipe nos sigue y para mi total horror veo que se está meneando su polla, que aunque no empalmada, da imagen de querer volver a usar.
De un empujón Miguel me tira en su cama y se tira sobre mí, besándome en la boca, la oreja, el cuello, los pezones, mi ombligo… hasta llegar a mi polla. Me la chupa con ganas y al momento vuelvo a estar empalmado. Realmente no lo entiendo porque me siento muy cansado, aunque ya me he empalmado varias veces en el día de hoy y ninguna me he corrido, así que supongo que soy muy susceptible.
Miguel la chupa tan bien como su amigo y se la traga entera. Noto como mi rabo repasa su campanilla y el placer es enorme. Entonces entran en mi culo dos dedos, que él mueve en mi interior sin dejar de mamar.
- ¿Te gusta lo que te hace?- Pregunta Felipe, que está a mi lado, de rodillas sobre la cama, observando, y sobándose esa polla que ya está morcillona.
- Mmmmmm
- Vamos tío, si está claro que estás cachondo.
- Mmmmmm
- Claro que le gusta. Dentro de poquito se corre. Jajaja.- Dice Miguel sacándose mi polla de su boca.- Y mira su culito, está todo abierto. Uffff. Ya hay que darle su ración de “pica”.
Miguel se coloca entre mis piernas, colocándolas sobre sus anchos hombros, y de un empujón me mete su cipote hasta el fondo.
- Ahhhhhhhhhhhh. Despacio.
- Si nene. Despacito. No quiero que te duela. Quiero que te guste.
- Mira si le gusta la tiene parada.
- Ufffff. Que delicia de “garoto”. Dale por la boca mientras me lo follo.
- Sí que ya la vuelvo a tener parada ¡Mámame!
Felipe se acerca y me mete su polla en la boca aprovechando mis jadeos.
- Es la tercera vez que me la pone así en poco tiempo. Me tienes ganado papi. Jajaja.
- ¿La vas a hacer tu consentida?
- Ya lo esssss. Que rico. Que bien la chupas. Que rápido aprendes.
- Y como traga verga… Siente mi verga, papito. Mira que bien te entra en ese culo.
- Así tío, quiero que me la mames, asiiiiii. Que boquita tienes. Quiero que seas mío y de nadie más.
- Jajaja. ¿Sólo tuyo?
- Jajajaja. Yo descubrí lo putito que puede ser y es mío. Pero que lo comparto con quien quiera. Y él se dejará. ¿Verdad, Esteban?- Yo no respondo y sólo chupo- ¿Verdad que se la vas a mamar a quien yo te diga?
Felipe acaricia mi cuerpo y pellizca con fuerza uno de mis pezones.
- Ahmnnn- Intento chillar, pero Felipe no me deja sacar su polla de mi boca.
- Dime que te vas a dejar.
- Ahmmmmmnnnnn.
- ¿Qué?
- Uhhmmjjjjiix
- ¿Qué has dicho?- Me dice mientras la saca, sintiendo sólo la punta de su cabezona entre mis labios.
- Siiii
Con su mano libre agarra su rabo y me lo hunde más en la boca, llegándome hasta la garganta. Y cogiendo mi cabeza para comenzar a follarme la boca.
- La traga como un campeón. Jajaja.- Dice Miguel, que sigue bombeándome.
- Por el culo y por la boca.
- Es un tragoncito.
Entonces me la saca de golpe, sonando como si descorchasen una botella. Pero sólo me da tiempo a coger un poco de aire y al momento me la vuelve a meter.
- Así, así. Chúpala. Saborea. Me encanta esa boca de puta tragona que tienes, cariño.
Me la vuelve a sacar, para darme un morreo, metiéndome su lengua, que invade mi boca. Me lame los pezones y a continuación vuelve a comerse mi polla de forma magistral. Se coloca encima de mí y me la mete de nuevo en mi boca, haciendo un 69.
- Siiii. Cómesela tío. Ahhhhh No veas cómo aprieta.
Miguel me bombea mi culo sin parar, y Felipe me la chupa. Está claro que me está gustando todo aquello, el enorme cipote de miguel entra y sale de mi culo de forma fuerte y rápida, pero sin ningún tipo de impedimento por parte del anillo de mi ano. Me siento lleno. Pero también mi boca está llena con la polla de Felipe, que chupo lo mejor que puedo sin querer pensar en nada. Sólo siento que debo hacerlo por lo bien que me lo está haciendo pasar. Siento sus succiones y las lamidas y quiero responder a ello de la misma manera para que no deje de hacerlo. Llevo mis manos a sus nalgas y las empujo, hundiendo yo mismo su rabazo en mi boca.
La calentura de estos días es grande y las ganas de correrme cada vez mayores. Felipe chupa mi polla y masajea mis huevos, mientras que las embestidas de Felipe me convencen de esa idea que antes rechazaba de que en el culo está el punto G de los hombres. Al placer que me están dando no había llegado con ninguna mujer.
Tengo la polla a reventar y siento cómo se pone gorda. Felipe se incorpora en ese momento, sacándosela de su boca y dejando también mi boca bacía.
- Así papi. Vente. Quiero ver tu leche- Dice mientras me pajea.
- Ahhhhhhhhhhhhhh.
En ese momento, mi polla comienza a escupir leche, pringándome los abdominales y el pecho, e incluso llega a mi cara.
- Ufffff. Cómo aprieta- Dice Miguel, que embiste con más fuerza- Córrete “garoto”. Aprieta mi “pica” con tu culo tragón. Asíiiii. Deliciaaaa.
- Joder, si que estabas lleno, papi. Menuda corrida.- Dice Felipe, que se coloca a la altura de mi cara y se pajea a pocos centímetros de ella.
- Toma rabo, cabrón. Cómetela por tu culo.
- Así men. Préñalo. Llénalo de leche.
- Ufffff. Siiiiiii. Ahí vaaaaa.
Mientras que Miguel llega a sus embestidas más brutales, como si quisiera atravesar mi cuerpo, siento cómo el interior de mi culo vuelve a llenarse de un líquido caliente. Cuando su polla termina de escupir lefa, se tira hacia atrás y su rabo sale de mi culo aun empalmado.
- Jodeeeeer. Que culazo me acabo de follar. Jajajaja
- Aun falto yo, men- Dice Felipe que aumenta la velocidad de su paja.
- ¿Te vas a correr otra vez?
- Uffff. Síiii. Este mariconazo me tiene cachondo.
Yo ni siquiera me aparto. No tengo fuerzas, pero además no me importa. Y al momento, Felipe también se corre. A pesar de ser la tercera vez, se nota el tamaño de sus grandes huevos, porque su corrida es considerable. Me pringa los labios, la barbilla y la nariz.
- Ahhhhhhh. Joderrrrr.
Acabo todo pringado con mi leche y la de Felipe, y la de Miguel saliendo a borbotones de mi culo.
- Esto hay que repetirlo, Felipe. Porque este culo sin abrir es un desperdicio.- Dice Miguel.
- Sí. Y lo haremos. Y él también lo disfruta. Jajaja. Ven, dame un beso.
Felipe me vuelve a meter la lengua en la boca, haciéndome sentir el sabor de su semen que me llenaba los labios.
Cuando salgo de esa casa es ya de madrugada. Me vuelvo a la mía sintiendo el culo abierto, cómo si aún tuviera algo dentro, y con la cabeza dando vueltas sin parar. “ ¿Ahora que pasará? ”.