La nueva putita en la celda (II)

Me condenan a prisión donde comparto celda con el hombre que convierte en su putita en menos de 24h y con el chico con el que voy a compartir el puesto de putita sumisa. Ahora toca mi segundo día donde mi compañero, Jimy, tiene mucho rabo que dar.

(Recomiendo leer primero la primera parte que es una pequeña introducción a la historia.)

Después de que Jimy, mi compañero de celda, me dejara claro a su manera que iba ser su esclavo sexual junto con mi otro compañero de celda David, su apetito sexual estaba por las nubes.

Salimos de la celda para ir a desayunar. En el comedor Jimy se sentó con sus amigos y David me explicó que debíamos sentarnos los dos juntos en la mesa de al lado. Nadie se sentó con nosotros y David me dijo que Jimy era uno de los más influentes de la prisión. Él era líder de una de las bandas más importantes, a lo que supuse que debían ser las otras personas que  se sentaban con él. David siguió diciéndome que Jimy era bastante territorial y no quería que nadie hablase con sus zorras. Así que David siempre comía solo a no ser que Jimy le diera permiso para sentarse con ellos.

Yo empecé a hacer todo tipo de preguntas a David y él me contó que el supervisor le debía un favor a Jimy. Él quería que la próxima persona con “actitudes” que ingresase en prisión se le enviara a su celda. Claramente, el supervisor me vio con ganas de rabo y yo supongo que en parte acertó.

David antes estaba alojado en otra celda hasta que empezó a acostarse con Jimy, el cual consiguió que lo trasladase a su celda. David me explico lo mucho que le gustaba que Jimy se lo follara de mil formas diferentes pero que a veces era demasiado autoritario y territorial. Un ejemplo era que no podía sentarse nadie con nosotros a comer.

Me aconsejó que simplemente me mostrase sumiso y devoto por su polla y que todo iría bien, pero yo no estaba seguro de todo esto. David había tenido, en parte, la libertad de decidir si quería relacionarse con Jimy pero yo no. A todo esto, David me dijo que negarme sería fatal. Decía que iba a vivir mejor así y que Jimy me iba a proteger y a mimar su manera. Terminó diciéndome que lo mejor de todo es que una polla como la Jimy no se encuentra todos los días.

El día trascurrió, ya entendiendo como David le encantaba ser usado por la polla de Jimy y como llegue a esa celda.

Por la noche, antes de dormir, era el turno que teníamos David y yo para las duchas. Fuimos juntos y dijo que debíamos prepararnos para estar bien limpitos para la noche. Así que sin pensarlo mucho me prepare para una noche entretenida. Vi como David, además, se metía algunos dedos por el culo como entrenamiento, así que hice lo mismo.

Cuando llegamos a la celda, Jimy nos estaba ya esperando allí con una sonrisa en la cara. Era la primera vez que veía sonreír a Jimy. Justo cuando el guardia se fue después de cerrar nuestra celda, nos ordenó a David a y mi que nos desnudásemos. Un segundo más tarde ya estábamos desnudos delante de Jimy, los dos ya con una semiereción. En parte me molesto que me pusiera cachondo solo con desnudarme delante de él.

Para empezar, no ordenó que hiciésemos David y yo un 69 comiéndonos el culo, a lo que yo me quede a cuadros. No me esperaba que nos obligase a hacer eso y me quede paralizado. Jimy tardo poco en reaccionar y se levantó de la cama desde la que nos estaba mirando y me dio una bofetada diciéndome:

-        ¡No tenemos todo el día!

Entendí perfectamente que negarme a hacer lo que él quisiera no era una opción. David intentó ayudar y se acercó rápidamente a mí para besarme y guiarme para hacer la postura del 69. Tenía en frente de mi cara el culo de David, que a decir verdad era precioso. Era un pequeño culito respingón blanquito con un agujerito pequeñito y que se le notaba que tenía experiencia. David no tenía ni un pelo, era bajito, muy fibrado y lapiño.

No me lo pensé dos veces y empecé a darle la mejor comida de culo que podía a David y Él hizo lo suyo. El cabrón me lo estaba comiendo de escándalo. Empecé a gemir como una perra mientras le comía su precioso culito y Jimy se acercó respondiendo a mis gemidos diciéndome que por mi mucho que gimiera le iba a dar su pedazo de rabo primero a su blanquita, refiriéndose a David porque él es mucho más blanquito de piel que yo.

Así que Jimy se sacó la polla de los pantalones, mientras que David y yo seguíamos haciendo el 69, y la restregó con el culo de David y mi cara mientras se lo comía a David. Tenía que estar en la gloria al sentir mi lengua y polla jugando con su culo. Jimy me llamó zorra y me ordenó que se la chupase un poco a modo de lubricación y me la metió en la boca. Era la primera vez que sentía la polla de Jimy en mi boca y lo hizo de una forma bruta, haciéndome que casi me ahogase. Me lleno la boca por completo y todavía no la tenía entera dentro. La verdad es que me encantó. Tenía un sabor a rabo de macho que me volvió loco y se la chupe intentando dejarla lubricada para el culito de David.

Al poco tiempo después me la saco de la boca y empezó con David. Veía en primer plano como le empezó a meter un centímetro tras otro y el culo de David dejaba poco a poco entrar el pedazo polla de Jimy. Se abría para recibir polla de par en par.

Cuando ya la tenía entera dentro sus huevos estaban justo en mi cara, así que me ordenó que le comiese los huevos. Jimy empezó a follarse al culito de David, dándole un pollazo tras otro mientras que yo jugaba con los huevos de Jimy con mi lengua y de vez en cuando le daba algún lametón al ojete de David todo lleno de polla.

David daba gemidos ahogados de placer para no montar mucho escandalo mientras que Jimy se lo follaba sin parar y yo tenía la boca llega con sus huevos. No paraba de follarse sin piedad el pobre culito de David hasta que al rato dijo que no podía aguantar más y se corrió dentro. Veía como la lefa que ya no le entraba en el culo se escurría por la polla de Jimy y me dijo:

-        Pobrecita, mi pequeña zorra nueva que no le he podido estrenar el culito. No aguantaba más y joder, juntas hacéis buen equipo. Pero de premio puedes comer un poco de mi lefa.

Sacó la polla del culo de David para metérmela en la boca. Se la deje bien limpia de los restos de lefa y cuando termine me indico que en el culo de David tenía más. Me acercó la cara al ojete de David y empecé a comérselo y saborear esa lefa por la que ahora estoy loco.

David, que estaba a punto, esa última comida de culo hizo que se corriese encima de mí. No necesito tocarse. Solo con el roce con mi pecho contra su polla y todo lo que se había jugado con su culito hizo que se corriese al segundo lengüetazo que le di a su culo buscando lefa.

Al poco todos nos fuimos a sus respectivas camas y terminó mi segundo día en prisión. Me sentía un poco mal, solo había sido un juguete, ni siquiera me corrí. Pero debía dormir para el día siguiente que seguro que esperaba otro día igual o más intenso que aquel segundo día, así que me dispuse a dormir rápidamente con todavía el sabor de la lefa de Jimy en mi boca.

Continuará…