La nueva jefa
Llego a la agencia la hija del jefe que ademas era la esposa del gerente y la pusieron de jefa mia.
En la oficina donde yo trabajo trajeron una nueva directora creativa, Graciela además de ser la directora creativa era la hija del dueño y la esposa del gerente de la agencia.
Como verán en esta foto Graciela era toda una hermosura, alta morena ojos claros y un cuerpo capaz de hacer levantar a un muerto.
Lo primero que hizo cuando llego a la agencia fue desalojarme de la oficina que yo tenia para ocuparla ella.
Esa actitud genero mi total antipatía hacia la nueva jefa. Encima no fue ella misma la que me pidió el cambio de oficina me lo mando a decir con una de las secretarias. Yo no podía decir nada pero tenia una bronca que ni les cuento.
Por mi cargo y antigüedad en la agencia había cosas que no hacia como hacer guardia después de hora por si llegaba algún aviso que teníamos que darle salida urgente.
El primer viernes con ella en la oficina me llega un memorando a mi mail con el cronograma de guardias, y saben que, ese viernes era mi turno.
Ahí nomás llame por teléfono al dueño de la agencia para decirle lo que estaba pasando, el viejo me pidió que me tranquilizara que su hija sabia porque hacia eso, y que por favor no cuestionara la autoridad de Graciela.
Como a las 22.30 de ese viernes estaba aburrido en la nueva oficina, decido ir a tomar un café al piso de arriba donde esta la maquina expendedora, al subir las escaleras y veo que la luz de la oficina que antes era mía estaba prendida. Me acerco y veo que Graciela estaba sentada tras el escritorio. Al verme me hace una seña para que me acerque.
Ella: No tenemos por que ser enemigos.
Yo: ¿No entiendo a que te refieres?
Ella: Sé que no te gusta hacer guardia y que menos te gusto que yo me quedara con la que fue tu oficina.
Yo: No tengo por que negarte que ninguna de las dos cosas me simpatiza demasiado pero vos sos la jefa y yo obedezco todo lo que mandes.
Ella: ¿TODO?
Yo no entendí el énfasis que le puso al "todo" pero igual le di a entender que ella era la jefa y yo un simple empleado.
Entonces ella me mira y se acomodo en el sillón con los pies sobre el asiento dejándome ver a través del vidrio del escritorio que la jefecita no llevaba ropa interior.
Ante su postura y su mirada le pregunte que ahora como seguía esto. Ella se limita a pararse y rodear el escritorio hasta ubicarse frente a mí con una cara muy sexy, me limite a pasar mi mano por su pecho mientras la miraba fijo a los ojos, ella cerro los ojos y entreabrió la boca para dejar escapar un gemido.
La empecé a besar y le baje los breteles del vestido que llevaba, quedaron ante mi un rico par de tetas que me invitaban a chuparlas, me tire sobre esos montes que eran sabrosos y con un perfume que los hacían más excitantes todavía.
Hasta ese momento nunca me había dado cuenta de lo rica que estaba Graciela pero ahora la tenia para mí, ahora a mi manera le iba ha cobrar la humillación que me había hecho pasar, ahora era yo el que tenia el mando por mas directora que ella fuera, por mas hija del jefe que ella fuera, por mas esposa del gerente que ella fuera.
Realmente pronto me olvide de todas esas cosas al ver la mujer que medio desnuda estaba frente a mí, solo tenia en la mente lo bien que la íbamos a pasar, el gran polvo que ya era inminente. Baje por su vientre hasta su cueva y me detuve saboreando sus jugos. Graciela se retorcía de placer y pronto me regalo un orgasmo que casi me ahora de la cantidad de liquido que le salió. Se acomodo tomo mi pija y se la trago de un golpe hasta los huevos, se entretuvo jugando con mi miembro durante un buen rato hasta que no agente mas y le descargue mi carga en su boca, no dejo escapar ni una sola gota.
La acomode contra el escritorio y la penetre desde atrás, me costo metersela toda porque estaba bastante estrecha, ella gemía de placer y decía una cantidad de groserías que uno no imagina que van a salir de la boca de una mujer como ella.
Mientras le daba por la concha le metí un dedo y después dos por el culo ella me decía que ni a su marido le había permitido entrar por allí, a mi poco me importo y seguí con mi trabajo. Cuando la puerta de atrás cedió a mis dedos se la saque de donde estaba y de un golpe se la metí por atrás, ella trata de escaparse pero tenia el escritorio adelante y yo atrás así que no tenia escapatoria, a los pocos segundos ella se acostumbra a mi miembro y empezó a gemir cada vez mas fuerte hasta que tuvo una seguidilla de orgasmo que creí que iba a desmayarse. Cuando yo acabe me retire hasta el frigobar que había en la oficina, saque una botella de champagne que siempre había allí y brindamos por el inicio de una nueva relación.
Estuve dos años mas en esa agencia y las guardias se sucedieron hasta tres por semana, cada vez que tenia una guardia tenia un polvo con Graciela, además en varias oportunidades tuvimos que viajar para entrevistarnos con algún potencial cliente, y en otras oportunidades simplemente nos citábamos en algún hotel para coger como adolescentes.