La nueva Eva (versión completa)
Una cena entre amigos me descubre que no conocia a mi mujer tanto como yo creia.
- Ve poniendo tú la mesa que si no al final nos va a pillar el toro.
Las palabras de mi mujer sonaron por el pasillo, era sábado noche y después de bastante tiempo íbamos a tener visita para cenar en casa.
Nuestra vida siempre había sido muy social, pero cuando fuimos papas todo cambió, el hecho de tener a la pequeñina fue haciendo q poco a poco las reuniones con los amigos fueran siendo mas inusuales y esa era una de las razones por las que Eva, mi mujer, andará algo estresada esa noche. A sus 34 años conservaba todo el atractivo que había hecho que muchos años atrás me fijara en ella. Es una mujer con curvas, como a mi me gusta, bastante pecho y un culo de los que dejan sin respiración.
Hoy estaba especialmente guapa, se había puesto un vestido crema algo vaporoso que marcaba profusamente su escote. Varias veces me había acercado esa noche tras ella y le había acariciado las piernas esperando calentarla para echar " uno rapidito " antes de la llegada de nuestros amigos, pero un " no seas tonto que están a punto de llegar " había cortado todas mis esperanzas.
El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos.
- Son ellos ve a abrir. Me dijo Eva.
Al abrir la puerta me encofre con Carol y Miguel. Carol es compañera de trabajo de mi mujer. Es rubia, delgada, con poco pecho para mi gusto pero con una carita de niña buena que siempre me ha dado mucho morbo. Miguel, su marido, es un tío algo callado, moreno y bastante bien formado gracias al deporte. Gracias a esa afición q compartimos habíamos hecho buenas migas. Ellos eran algo más jóvenes que nosotros, Carol 28 y Miguel 31.
Al llegar a la cocina, mientras saludaban a Eva, el timbre sonó de nuevo.
Esos deben ser Lorena y Carlos.- le dije a todos.
Lorena es compañera mía de trabajo. Es lo que llamo una tía cañón, morena de ojos marrones, y con una delantera que ya querría el Real Madrid. A diferencia de mi mujer, que no es muy atrevida a la hora de vestir, Lorena sabe cuales son sus armas y no tiene ningún reparo en lucirlas constantemente. Todos sus vestido son muy escotados y usa sujetadores de esos q te las ponen bien puestas. Carlos, su novio, es el típico tío q anima todas las fiestas. A mucha distancia es el mas lanzado de todos, de cuerpo es algo normal, pero hacia unos meses en un Pub fuimos al aseo y entendí por que Lorena se había fijado en el, entre las piernas tenia un instrumento que envidiaría mas de un actor porno. Ellos eran los más jóvenes de todos ya que Lorena tiene 22 añitos y el 23.
La cena fue muy agradable, y las botellas de vino iban cayendo a buen ritmo. Una vez acabada la cena pasamos al salón. Ahí estábamos tomando unas copas cuando Carlos se levanto para ir al servicio, un rato después apareció por la puerta sonriendo.
Bueno, vamos a ver si con esto voy animando un poco la fiesta- diciendo esto le paso algo a Lorena la cual se puso a reír algo acalorada.
Mira lo que tenían estos guardado en la habitación- dijo Carlos.
Cuando me fije, cosa q me costo por las copas de mas, vi. q Lorena tenia en las manos una de las pelis porno q Eva y yo tenemos en la habitación. Carol y Miguel empezaron a reír también.
Pasa q la vea- dijo Carol.- míralos q calladitos se lo tenían, con la cara de formalitos q tienen los dos- dijo Carlos.
A ver si somos los únicos hache q vemos porno- dije yo con sorna.
Mire a Eva ella estaba callada, con una media sonrisa de compromiso en la cara, pero yo sabia q estaba algo sofocada, ya q ella no es una persona q le guste hablar de las cosas privadas.
Pues ya q la has sacado podías ponerla- dijo Miguel.
Eso, vamos a ponerla -dijo Carol
No seáis tontos - dijo Eva
Nosotros seremos tontos, pero seguro q tu te la sabes de memoria - dijo Carlos riendo mientras se acercaba al DVD.
Puso la película y todos nos acomodamos para verla. Lorena y Carlos en un sofá, Carol y Miguel y Eva en otro y yo en el sillón.
Al principio de la película todos soltábamos tonterías y hacíamos comentarios sobre lo q veíamos, pero poco a poco, cuando la cosa iba avanzado nos fuimos callando hasta quedar en un total silencio. En el ambiente se notaba q estábamos bastante calientes y entre las copas y la peli la cosa se empezaba a poner interesante. Solo se oían los gemidos de la tía de la película cuando Carlos se levanto:
- tanta luz me molesta, si no os importa la apago.- nadie contesto, cuando paso por delante mía puede ver el pedazo de erección q tenia el tío.
Apago la luz y se volvió a su sitio, el reflejo de la tele iluminaba levemente la sala,
La Peli seguía y yo pensaba q el paquete me iba a estallar, aunque miraba la peli también estaba pendiente de las caras de las chicas, me ponía muy cachondo estar ahí viéndolas, sabiendo q ellas estaban mojadas, y de repente paso algo q me dejo helado.
- Bueno tíos, yo no se vosotros, pero yo no puedo estar tanto rato viendo una porno sin hacer nada, joder q me va a estallar, así q con permiso...- y el muy cabrón de Carlos se saco la polla delante nuestro y se empezó a hacer una paja. Movía la mano muy despacio arriba y abajo mientras seguía mirando la película. Yo instintivamente mire a Eva, ella estaba ahí quieta, sentada junto a Carol, pero ya no miraba la película, estaba embobada mirando la pedazo de polla de Carlos. Volví a mirar la peli haciendo verdaderos esfuerzos para no sacármela ahí mismo y acompañar a Carlos en un ritual Onanístico. Cuando volví a mirarle vi.
Que Lorena se había subido la falda y había mentido la mano dentro de sus bragas y se estaba haciendo un dedo. Desde mi posición, justo delante de ellos, podía ver como su mano se movía frenéticamente bajo su ropa interior, vi. Su cara y estaba a punto de estallar, ella miraba la película mientra se mordía el labio inferior con los ojos entornados. Mire a los demás y ahí fue cuando me di cuenta q la cosa se había desmadrado definitivamente. Miguel estaba con la polla fuera, mientras Carol se había inclinado sobre el y le hacia una mamada tremenda, y lo q aun me sorprendió mas, Eva, mi querida esposa, esa persona vergonzosa q guardaba todo lo sexual para los momento íntimos, estaba mirando como Carol se la chupaba a Miguel mientras se metía un dedo dentro de su coño. Eso fue la gota q colmo el vaso, saque mi polla y me deje llevar. Nunca había sentido un placer semejante, había contado fantasías con Eva mientras hacíamos el amor, pero nunca había imaginado q iba a asistir a sexo de otras parejas en directo, y mucho menos lo q paso a continuación.
Visto lo visto Lorena y Carlos comenzaron a desnudarse, Eva al verlos dejo de masturbarse y se saco las bragas, yo para no ser menos también me desnude. Los únicos q quedaban vestidos eran Carol Miguel y Eva ( aunque. Eva se había remangado toda la falda del vestido y una de sus tetas ya había salido por su escote). En ese momento Carol y Miguel pasaron a ser nuestra peli porno en vivo. Todos los miramos mientras nos masturbábamos cuando Carol se giro mientras sujetaba la polla de miguel y mirando a Eva dijo:
- Quieres probar?
El corazón me salto del pecho, fue una mezcla entre nerviosismo y excitación como nunca había sentido. Eva se giro hacia mi y lo que vi. lo recordare toda mi vida. Me estaba mirando, y sus ojos SUPLICABAN QUE LE DIERA PERMISO . No me lo podía creer, mi fiel mujer , esa mujer con la que había compartido mi vida, me estaba pidiendo permiso para comerse la polla de otro tío. Quede totalmente petrificado y ella se quedo ahí un momento mirándome esperando una contestación, mire a los demás, todos me miraban y estaba claro q todos querían q dijera si. En ese momento no se si fue el alcohol, la excitación o simplemente q era una cosa q siempre había deseado en mi subconsciente, asentí con la cabeza.
Eva se levanto del sofá, bordeo a Carol para colocarse frente a Miguel, se arrodillo, Carol copio la polla de su novio y la apunto a hacia la cara de mi mujer. Eva copio su pelo con la mano , haciendo un giro suave con la cabeza lo coloco sobre su hombro derecho , lo que me daba una visión perfecta del su cuello, su cara y como no , de la polla de Miguel. Con la mano agarro la polla junto a la de Carol y agacho la cabeza comenzando a lamer la base de la polla de Miguel, el se hecho hacia atrás cerro los ojos y se dejo llevar.
Ahora estaban las dos, Carol y Eva chupando la polla de Miguel cada una por un lado y poco a poco iban subiendo hasta juntarse en la punta. Sus dos lenguas se entrelazaban jugando con esa verga. Eva tomo el control y se la introdujo entera en la boca y comenzó un sube y baja rápido q hizo estremecer a Miguel , mientras mi mujer le daba placer, Carol de chupaba los huevos con verdadero fervor.
Estaba tan absorto en ese espectáculo q no me di cuenta q Carlos se había levantado, le mire, el se coloco detrás de Eva, le levanto la falda dejando su precioso culo al aire, me miro y me dijo:
- Con permiso. - y sin esperar a mi contestación ensarto a mi mujer de un solo golpe con esa tremenda polla. Eva debía estar súper mojada, por q la polla le entro de golpe sin ningún esfuerzo, solo dio un pequeño gemido , se volvió , vio a Carlos y siguió con su faena. Carlos comenzó con sus embestidas y las tetas de Eva quedaron libres de su cautiverio y comenzaron a bambolearse hacia alante y atrás en cada arremetida de Carlos.
Por un momento me di cuenta q había parado de masturbarme, simplemente estaba ahí, totalmente quieto, viendo a mi mujer como era usada por dos hombres, como disfrutaba de ello y en ese mismo instante fui consciente de que yo estaba disfrutando tanto o mas q ella .
Algo me saco de mi letargo, mire hacia el frente y vi. Como Lorena se acercaba a mí gateando totalmente desnuda , como una gata q acecha a su presa. Sus tremendas tetas colgaban de ella con un balanceo casi hipnótico, cuando llego a mis pies se arrodillo frente a mi.
- No vamos a dejar que sean ellos los que disfruten solos , no?- dijo mirándome fijamente con una sonrisa picarona en la cara. Y acto seguido comenzó a chapármela como nunca me lo habían hecho . Yo tenia que hacer verdaderos esfuerzos para no corredme, ya q quería disfrutar de ese momento todo lo posible. Seguía mirando como me la comía cuando una mano me acaricio la cara y suavemente me la giro, era Carol , nos fundimos en un beso , su lengua jugo con la mía como si de una pelea de sumo se tratara, violentamente aparto su cara y me puso una de sus pequeñas tetas delante de mi cara. Yo comencé a chuparle el pezón con avidez, pero ella seguía subiendo , mi lengua recorrió su barriga, su ombligo, hasta llegar a su depilado coño. Carol se había subido al sofá, había puesto una pierna en el asiento y la otra en la parte superior del respaldo dejando su coño a la altura de mi boca, así q yo no me hice de rogar y comencé a chuparlo como si fuera la ultima cosa q me quedara q hacer en la vida.
Ahí estaba yo, en la situación que todo hombre siempre ha soñado, dejándome llevar por el fervor sexual de dos bellezas.
Lorena se incorporo y saco mi polla de su boca, acaricio la espalda de Carol y le hizo una señal para que bajara. Las dos me cogieron de la mano y me llevaron al suelo, yo, como hipnotizado, me deje llevar. Eva, al ver movimiento, interrumpió la delación de Miguel y me miro fijamente a los ojos. Nunca, en todos los años que llevamos juntos, la había visto con una cara de vicio como la que me mostraba en ese momento.
Las chicas me tumbaron en el suelo boca arriba, Carol copio mi polla y, pasando la pierna por encima de mí la coloco en su coño preparada para cabalgarme. Mientras tanto Lorena se sentó sobre mi cara de frente a Carol. Yo comencé a besarle la parte interior de sus muslos, lamiendo suavemente cada centímetro de su piel, bordeando su coño y haciéndola estremecer. Notaba su piel erizada a cada paso de mi lengua. Ella intentaba con movimientos suaves acercar su coño a mi boca, pero yo quería hacerla esperar algo mas, y cada vez que se movía yo giraba la cabeza para seguir lamiendo por otro lado.
Carol comenzó a descender suavemente, y yo note como mi polla se iba abriendo paso poco a poco en su estrecho coño. El placer era indescriptible. Cuando la introdujo completamente comenzó a follarme lentamente, instintivamente se tiro hacia delante amarrándose a los hombros de Lorena, la cual la recibió con un abrazo. Yo decidí que ya era el momento de hacer gozar plenamente a Lorena, dirigí mi boca hacia su coño y con movimientos circulares comencé a chupar su delicioso clítoris. Toda la energía acumulada hasta el momento afloro en un instante, note como un escalofrío recorrió todo su cuerpo y fluidos comenzaron a brotar de su dulce coño derramándose por mis mejillas.
Las dos, extasiadas, se miraban fijamente, agarradas, notando la respiración entrecortada de la otra en la cara cuando inesperadamente Lorena se acerco besando en la boca a Carol. Esta, algo sorprendida, se quedo quieta un momento mientras la lengua de Lorena recorría cada rincón de su boca. Cuando fue consciente de lo que estaba pasando hizo su cabeza hacia atrás sin dejar de cabalgarme. Nunca lo había hecho con una mujer y ni siquiera le atraían, pero Lorena en semejante momento de excitación no iba a dejar escapar a su presa tan fácilmente. Llevo su mano a su nuca y con fuerza la atrajo de nuevo hacia ella fundiéndose en un apasionado beso. Como había ocurrido antes, Lorena volvió a introducir su lengua sin recibir respuesta alguna, pero obstinada no cejo en su empeño y se dedico a saborear las mieles de su amiga. La resistencia no duro mucho, y a los pocos segundos noto como la lengua de Carol comenzó a corresponderla. Con sus movimientos acompasados rozaban sus pezones la una con la otra, lo cual no hacia más que incrementar la excitación de ambas. Después de saborear durante un rato su clítoris puse la lengua todo lo dura que pude y me dedique a penetrarla con ella. Note que su placer aumentaba por que empezó a subir y bajar usando mi lengua como un consolador cualquiera. Y ahí estaba yo, en el suelo, tumbado boca arriba, penetrando a dos mujeres, gozando como nunca había gozado hasta ahora, pero algo me faltaba, no veía lo que hacia mi querida mujercita, intentaba desesperadamente moverme para ver, pero las piernas de Lorena me lo impedían. Así que finalmente decidí tomar yo las riendas de la situación. Con un movimiento firme me zafe de las dos y me incorpore. Ellas no estaban para descansos, así q Lorena empujo bruscamente a Carol y tumbándola boca arriba hundió su cabeza entre sus piernas. Carol ya hacia rato que había perdido la voluntad y se dejo hacer.
Dicen una mujer sabe dar mas placer oral a otra que un hombre por que conoce mejor su cuerpo. Yo no se si eso será verdad, pero por la cara de placer y por los movimientos convulsivos de Carol tenia toda la pinta de ser cierto.
Ahora estaba libre, mire a mi mujer. Eva estaba montada encima de Miguel, cabalgaba como una posesa, subía y bajaba con frenetismo nunca visto. Carlos, sentado en el respaldo del sofá estaba recibiendo una mamada antológica. Así, con una polla en su coño y otra en la boca, Eva estaba siendo catapultada al séptimo cielo.
Mire a las chicas, Lorena estaba a cuatro patas comiéndole el coño a Carol, y su culo me estaba llamando a gritos, y yo, como es normal, no lo hice esperar. Me coloque detrás de ella, la agarre fuertemente por la cintura y de un solo golpe la ensarte. Ella ni se inmuto, se notaba que su coño había recibido frecuentemente cosas mas grandes que mi miembro, el cual entraba si salía sin dificultad. A cada embestida mía sus tetas se movían alante y atrás de manera exagerada y, por la reacción de Carol, su lengua entraba y salía de su coño.
Durante un buen rato me dedique a disfrutar de esa postura. Siempre ha sido mi postura favorita, no hay nada como tener a una mujer en condiciones, de esas de cuerpo de guitarra, cogida por detrás, con las manos en la cintura haciendo tope con sus caderas y atrayéndola hacia tu expectante polla.
Estaba a punto de estallar, ya no iba a poder aguantar mucho más y aun me quedaba una cosa más por hacer. Deje a Lorena y me dirigí hacia mi mujer. Iba a cumplir una de sus fantasías privadas. Me coloque detrás de ella, escupí sobre mis dedos y lubrique su precioso culito. Ella al notar mis dedos, se giro y me miro expectante. Enseguida adivino mis intenciones y, con un simple movimiento de cabeza, asintió y volvió a darle placer a Carlos. Una vez bien lubricado, coloque mi polla en su agujerito y me dispuse a penetrarla suavemente. Costaba mucho, ella pocas veces hasta ahora me había dejado poseerla por detrás por lo que su culito era casi virgen. Deje caer un hilillo de saliva sobre la punta de mi polla y volví a intentarlo. Esta vez mi verga empezó a abrirse paso poco a poco. Ella se quedo quieta un instante gimiendo de dolor, pero cuando mi polla entro completamente volvió a moverse con soltura, y sus gemidos de dolor dejaron paso a verdaderos gritos de placer.
Tres pollas dentro de ella, cuantas veces habíamos fantaseado con una situación similar y la verdad es que jamás habría imaginado que alguna vez llegaría a hacerse realidad.
Me gire para ver lo que hacían las chicas. Desde luego no habían estado perdiendo el tiempo, ahí estaban las dos en el suelo haciendo un precioso 69. Claramente Carol había perdido todo su recelo hacia su mismo sexo por que estaba comiéndose el coño de Lorena como si fuera su fantasía mas deseada.
Estaba a punto del éxtasis cuando Carlos dijo:
Chicos voy a correrme.
Yo también- conteste yo
Esperar un momento, quiero q os corráis los tres a la vez- dijo Eva. No me lo podía creer, mi querida Eva se había convertido en una verdadera puta. Yo aminore el ritmo y ella hizo lo propio con Carlos. Poco rato después Miguel dijo con la voz entrecortada:
Voy a llegar ya..
Nunca , y ya tengo unos años , tuve un orgasmo como ese. Note un escalofrío que recorrió mi espina dorsal y estuve a punto de desfallecer. Toda esa energía que recorrió mi cuerpo se acumulo en mi polla y de ahí mi esperma broto a borbotones. Los cuatro nos tensamos al mismo tiempo. Eva al correrse contrajo los músculos de su coño y de su culo, lo que hizo que el placer se multiplicara por diez. Yo note como la estaba llenando y me pareció sentir las embestidas de Miguel y como mi polla y la suya se unían dentro de ella. Al mismo tiempo veía como Eva hacia verdaderos esfuerzos para tragarse toda la leche con la que Carlos estaba inundando su boca.
Finalmente caímos los cuatro exhaustos. Yo quede sentado en el suelo, Eva se quedo abrazada a sus amantes en el sofá.
Pasamos un rato callados observando el espectáculo que nos regalaban Carol y Lorena, las cuales se habían tumbado boca arriba haciendo la tijera, uniendo sus coños y rozándose frenéticamente.
El espectáculo no duro mucho, ya que al minuto de haber acabado nosotros, ellas dos se corrieron entre gritos y gemidos. Al acabar se tumbaron abrazadas en el suelo, se fundieron en un apasionado beso, Lorena nos miro y sonriente dijo:
- A estas cenas invitarme cuantas veces queráis.