La nueva conserje de la biblioteca

Una madurita de unos 45 años cubre la baja del conserje de la biblioteca a la que voy a estudiar...

Abril, la fecha del examen de oposiciones se acercaba cada vez más y tocaba apurar con los estudios. En mi casa hay demasiado ruido así que decidí empezar a ir a la biblioteca del barrio, buscando un lugar silencioso y un cambio en la rutina, quizás estando en un espacio distinto, la motivación y los resultados de estudio mejorarían.

Así lo hice, desde esa semana comencé a ir habitualmente a la biblioteca. Los primeros días todo fue normal, llegaba a primera hora, saludaba al conserje del centro social (porque además de biblioteca, el local realizaba las funciones de centro social y de barrio, con diversas actividades destinadas a la gente mayor principalmente). Así continuó todo hasta que un día, al llegar por la mañana, el conserje había cambiado, ya no estaba el viejo que estaba habitualmente…ahora había una tía de unos 45, morena, 1,70 más o menos, una mujer en toda regla vamos…no sé si sería la tía más buena del barrio, lo que sí sé es que me dio un morbo increíble desde el primer momento que la vi. Vestía la típica indumentaria de secretaria, pantalones y chaqueta de traje, nada morboso en principio…aunque esta tía sabía llevarlo.

Pasé en dirección a la biblioteca frente al mostrador de entrada, ella estaba de espaldas a mí, buscando algo en la sala que tiene junto a recepción. Evidentemente no pude evitar clavar los ojos en su culo, esos pantalones chinos de tela fina, ajustados, marcaban perfectamente sus nalgas; el hecho de pasar mucho tiempo sentada frente al ordenador había provocado que se le metiera la braga por el culo, marcando aún más ese culazo tan apetecible. Por supuesto me quedé mirándolo y esperando a que se girase para decirle algo. Para disimular cogí uno de los panfletos de actividades culturales que tenía en el mostrador y le pregunté cualquier chorrada al respecto, no me interesaba una mierda, sólo quería flirtear un poco.

Al girarse pude observar que le gustó lo que vio, habitualmente sólo viene gente mayor a hacer gimnasia, echar la partida, etc. así que cuando me miró me pasó un escáner completo, lentamente, no disimuló en ningún momento que me estaba analizando. Eso me gustó, me demostró que no era una tía de andarse con rodeos, me miró a los ojos y me dio los buenos días…aunque sin palabras me dijo algo más que eso… Le pregunté por el otro conserje  y me comentó que estaba de baja, que durante unos meses estaría ella por aquí. Un poco entre risas aproveché para dejarle caer alguna, diciéndole que mucho mejor el cambio, que lo sentía mucho por el otro conserje pero que si por mi fuera podía cogerse la baja permanente. Ella no sonrió de primeras sino que se quedó observándome, escaneándome de nuevo pero esta vez de un modo más inquisitivo, recorriéndome sin pestañear de pies a cabeza, lentamente hasta cruzar su mirada con la mía. Su actitud era tranquila, demostrando que no iba a asustarse  ni ponerse nerviosa con nada. Me miró a los ojos, sonrió ligeramente, le devolví la mirada y así, sin separarla, me fui alejando lentamente hacia la biblioteca al tiempo que los dos nos dedicábamos una sonrisa…llamémosla cómplice.

Comencé a estudiar pero la imagen de la nueva conserje se me cruzaba una y otra vez por la mente. Sin poder evitarlo empecé a fantasear con ella, con el morbo que me daba imaginarla a cuatro patas, con todas las guarradas que me gustaría hacerle…..uuufmmmmm me empezaba a temer que esto no tenía vuelta atrás, me estaba empezando a obsesionar con follarme a esa tía!...Tenía los apuntes delante, miraba para ellos pero no los veía, mi mente iba por delante de mí y sólo pensaba en quitarle el traje, arrancarle las bragas y hundirle la lengua en el coño….mmmff sí, definitivamente no había vuelta atrás.

Entre tanto darle vueltas a tirarme a esa madurita tan jodidamente morbosa se me pasó el tiempo y llegó la hora de cierre, recogí y salí de allí, confiaba en cruzármela de nuevo al marchar pero no fue así, justamente en ese momento estaba dentro del almacén y no nos pudimos decir nada.

Al día siguiente me presenté de nuevo en el centro, no vi a nadie en la entrada así que, ligeramente decepcionado, entré a la biblioteca. Me puse a estudiar y al cabo de una hora entró la conserje. No tardamos ni cinco segundos en vernos el uno al otro, no hubo saludo, solo un par de miradas rápidas. Ella fue junto a una compañera de trabajo, limpiadora del centro, que estaba buscando algo en el ordenador, quedándose de pie junto a ella. Desde mi posición tenía de espaldas a su compañera y a ella de perfil, pudiendo observarla perfectamente. No pude ni quise cortarme así que empecé a mirarla con todo el descaro posible. Miraba como un cerdo su culo bien marcado con esos pantalones de lino que dejaban ver ligeramente sus bragas al tiempo que me quedaba absorto mirando para su escote cada vez que se inclinaba para mirar el ordenador. Llevaba dos botones de la camisa desabrochados que me permitían intuir la curva de sus tetas, enseñando un sujetador granate que estaba empezando a ponerme enfermo.

En determinado momento ella, inclinada en esa posición, giró su mirada hacia mí y me encontró clavando mis ojos en su cuerpo. Sin evitarla, seguí mirándole, diciéndole con los ojos que quería follármela. Ella tampoco hizo ningún amago por disimular, ignoró a su compañera y me miraba a la vez que fingía prestar atención a lo que su compañera le decía. Al ver que ella entraba en el juego no quise esperar más, me agarré la polla por encima del vaquero asegurándome de que ella pudiera verlo desde su ángulo. A estas alturas ya tenía la polla como una piedra y sin duda ella lo apreció. Ya no me miraba a la cara, sus ojos estaban centrados en el bulto de mi pantalón y en cómo me frotaba la polla mientras le miraba a la cara, observando cómo inconscientemente se mordía el labio inferior.

En ese instante su compañera solicitó su atención  parar mirar algo de Amazon por lo que no le quedó más remedio   que atenderle. Siguió con ella, no sin echarme alguna que otra mirada furtiva más, hasta que tuvo que salir de la biblioteca y volver a su puesto. Pero no marcho sin más , al salir de la biblioteca se quedó mirándome a través de la puerta de cristal, permaneció allí  durante un minuto, clavándome la mirada y diciéndomelo todo…

Dejé que pasaran unos minutos y salí a echar un cigarro. Pasé delante de la recepción, ella estaba ocupada atendiendo a unos viejos que estaban discutiendo por quién había pedido la baraja…al ver que estaba liada le pedí que se acercara un segundo al fondo del mostrador. No dudó en acercarse ya que desde que me vio salir no me quitaba ojo. Cuando la tuve al lado le agarré el dedo corazón, apretándoselo mientras le susurraba: voy a fumar este cigarro, en cuanto vuelva quiero que te hayas librado de estos putos viejos y que me esperes en el baño de minusválidos, voy a follarte hasta que tu coño se vacíe sobre mi polla!!! Se quedó sin aire, pude apreciar cómo se le secó la garganta, teniendo que tragar saliva antes de intentar contestarme. No le di opción, le apreté duro el dedo, retirando lentamente mi mano, simulando que era mi polla saliendo de su coño… y así, sin dejar de mirarle a los ojos, me di media vuelta y salí a fumar. Al salir por la puerta miré en el reflejo del cristal y vi cómo ella tomaba aire y se volvía apresurada a hablar con los viejos que ya estaban nerviosos replicando su atención.

Fumé, más o menos rápido, y volví a la biblioteca. Cuando entré ya no estaban los viejos, parecía que se había dado prisa en despacharlos. Directamente me dirigí hacia los servicios, eché un ojo para asegurarme de que no había nadie y abrí la puerta del de minusválidos. Allí estaba esperándome, con la luz apagada y claramente nerviosa. Entré, cerré la puerta, encendí la luz, me acerqué a ella y le agarré del cuello, apretándole con la fuerza justa para provocar que su coño empezase a encharcarse sin ni siquiera tocarle mientras le susurraba al oído:

-No, no voy a follarte con la luz apagada, quiero ver tu cara mientras te corres en mi boca, zorra!!

-Espera, espera, no puedo hacer esto, estoy trabajando….

Le corté metiéndole la lengua hasta el fondo de la garganta, le agarré de los pelos, echando su cabeza hacia atrás y recorriendo su cuello con mis labios hasta llegar a su oreja, la cual empecé a lamer como un cerdo! Jugaba con su lóbulo, mordisqueándolo y hundiendo mi lengua en su oreja, sorbiéndola, lamiéndola por completo, jadeando sobre ella a la vez que le decía:

-Me pones muy cerdo puta, cada vez que te veo aparecer me pones la polla muy dura, voy a romperte el coño!!!

Ella respiraba muy entrecortada, le faltaba el aire, resoplaba cada vez que hundía mi lengua en su oreja y con cada palabra que le decía. Aún así insistía:

-No, no…..pero no puedo, si me ve alguien me pueden ech……..

Antes de que pudiera terminar la frase metí mi mano bajo sus bragas, le metí dos dedos y empecé a moverlos lentamente adelante y atrás, no costó ningún esfuerzo entrarle, a esas alturas su coño ya estaba más que lubricado.

-Continúa hablando zorra-le dije mientras aceleraba el ritmo de mis dedos…ella trató de responderme pero cada vez que iba a abrir la boca yo acrecentaba la fuerza en su coño, lo escuchaba encharcarse, chapotear más y más a cada segundo…la palma de mi mano estaba totalmente encharcada cubierta de sus fluidos…delicioso. Ya no se resistía, ahora jadeaba como una perra, esa sensación de rendición ante el placer es algo que me pone muy salvaje.  Saqué la mano de sus bragas, lamí la palma de mi mano y le metí los dedos en la boca mientras le decía: --Bájate las bragas zorra!! ahora quiero probarte.

No dijo nada, simplemente obedeció, sin dejar de lamerme los dedos se desabrochó el pantalón  y dejó caer las bragas hasta los tobillos. Me arrodillé lentamente frente a ella y empecé a lamer un reguero de flujo que bajaba de su coño por el interior de sus muslos hasta la altura de las rodillas. Subí por sus muslos, saboreando bien a esa madurita que ya no decía no a nada, a juzgar por su cara ya no le importaba que alguien pudiera enterarse..

Llegué a su coño, lo abrí suavemente con mis dedos, lo observé…..uuummff siii, lo tenía empapado, bien hinchado y latente esperando ser lamido hasta explotar. Pasé la punta de mi lengua por toda su raja abierta y encharcada, recorriéndola entera de abajo a arriba, bebiéndome todo su flujo, presionándole duro hasta llegar a su clítoris y deteniéndome ahí, chupándole como un perro, sacando la lengua al máximo y lamiéndoselo duro únicamente con la punta de mi lengua….uuffmmm siii joder, la miraba a los ojos y la veía jadeando como una vulgar puta, dejándose hacer lo que yo quisiera, gimiendo irremediablemente con cada movimiento de mi lengua…sometida. Mmmmmm sí, jugaba con su clítoris sin parar, lamiéndolo en círculos, de lado a lado, de arriba abajo…sí, cuánto más gemía más le lamía, con mi cara bien apretada contra su coño, ahogándome con él, chupándolo hasta quedar sin aire. Sin dejar de jugar con su clítoris le meti tres dedos al tiempo que le dije:

-Vamos, quiero que te corras en mi boca, empápame la cara, salpícame y córrete sobre mí, zorra!!

Y comencé a mover duro mis dedos, adelante y atrás, sin separar mis labios de su clítoris, el cual tenía atrapado en mi boca, jugando a succionárselo sin parar, sorbiendo como un perro, hinchándoselo más y más con cada lamida.

-Uuuffff joder, cabrón, me tienes cerdísimaa, voy a corrermeee!!!

-Sí, eso es lo que quiero zorra, quiero que te vacíes sobre mí, salpícame toda la cara putita!!!!

Ella gemía como una loca, ya no se acordaba ni de su trabajo, ni de dónde estaba ni de si cualquiera podía escucharle, solamente acertaba a agarrarme de los pelos y apretar mi cara contra su coño.

-Sigue hijo de puta sigueee, estoy a punto de reventar joderrrr!!!!

Apreté fuerte su coño y me dispuse a darle la follada final. Moví duro mi mano, hundiéndole ahora cuatro dedos y lamiéndole el clítoris como una animal!!...No tardó nada, en cuestión de segundos un chorro me cubrió la boca entera, chorreándome por toda la cara, deslizándose por mi mentón y dejando su corrida enredada en mi perilla.

-Uuufmmm siii joder, esto es lo que quería puta- le decía mientras le palmeaba el coño  a mano abierta, abofeteándoselo y apretándolo duro ,provocando que se retorciera de placer con las piernas aún temblorosas.

Ella estaba apoyada contra la pared, con una pierna sobre mi hombro y jadeando como una perra. Me levanté, le restregué mi mano empapada de sus fluidos por toda la cara, le abofeteé dos veces mientras le decía:

-Esto ha sido sólo el calentamiento zorra, el día que te dé polla te voy a destrozar el coño, tuya es la decisión, putita. Voy a seguir viniendo a estudiar todos los días, cuando necesites que te folle de verdad déjame una nota escondida en mis apuntes en algún momento que salga a fumar, del resto me ocuparé yo…quiero verte a cuatro patas zorra….

Cogí sus bragas, las lamí y le dije:

-Esto me lo quedo yo, mañana antes de venir me pajearé con ellas, me correré encima y te las devolveré para que te las pongas mientras trabajas.

-Haz lo que quieras conmigo, mañana vendré sin bragas y haré lo que tú digas con tal de que me folles…necesito tu polla!!

Le miré ,dando mi aprobación, me di media vuelta y salí del baño viendo cómo se apuraba a subirse los pantalones y a peinarse antes de seguir atendiendo viejos…de seguro que lo que le quedaba de tarde se le hacía más ameno…

Continuará…