La nueva asistenta de don Ramón. Parte 10 final
.- Buenos días don Ramón. Allí estaba su jefe, puntual como un reloj y con su atuendo diario, es decir, sin atuendo. Annabella logró reprimir el cosquilleo que empezó a socavar sus partes íntimas tan solo con ver aquel maduro caballero y su descomunal verga aun estando en reposo.
LA NUEVA ASISTENTA DE DON RAMON
PARTE DIEZ.- FINAL
Annabella estaba en la cocina preparando el desayuno a don Ramón, todavía estaba un poco resacosa después del alocado fin de semana en el que tantas cosas le habían sucedido. Y analizando mentalmente la situación creía haber estado a la altura de las circunstancias y que su estancia en aquella particular casa estaba asegurada por mucho tiempo vistas las muestras de afecto de las que fue objeto por parte de todos los invitados.
.- Buenos días Annabella.
.- Buenos días don Ramón. Allí estaba su jefe, puntual como un reloj y con su atuendo diario, es decir, sin atuendo. Annabella logró reprimir el cosquilleo que empezó a socavar sus partes íntimas tan solo con ver aquel maduro caballero y su descomunal verga aun estando en reposo.
.- Que, Annabella, ¿se encontró muy violenta este fin de semana atendiendo a mis invitados?
.- ¿ Violenta ?, por favor don Ramón no diga esto, al contrario todos estuvieron muy amables conmigo y procuraron que en ningún momento me sintiera desplazada o cohibida, de hecho me integraron en el grupo desde el primer momento y me siento muy agradecida por las atenciones de todos ustedes.
.- Ya me di cuenta ya… sobre todo mi sobrino la colmó de muchas atenciones. Annabella totalmente ruborizada intento balbucear alguna excusa
.- Yo..don Ramón… perdone, pero es que una no es de piedra y las situaciones que se vivieron… bueno no se que decir…¿cree usted que me excedí? Si es así dígamelo y le prometo que no volverá a ocurrir.
.- Annabella, Annabella, no se excedió en absoluto, al contrario se portó maravillosamente bien, como si fuera una auténtica veterana…ja,ja,ja,ja, se nota que nuestra común amiga Esmeralda la aleccionó cuidadosamente, es difícil adaptarse a nuestra forma de vida solamente con unos días de estar con nosotros.
.- Hice lo que estaba en mi mano para que la fiesta fuera agradable a todos los presentes.
.- Lo bordó Annabella, lo bordó… y hablando de Esmeralda, ¿le dijo que los lunes tengo una sesión de masaje?.
.- Si, claro que sí, a las nueve llega la señora Farung, la acompaño al gimnasio y al cerrar la puerta tras ella me dijo que salvo que la casa se incendiara no estaba para nadie, sin excepciones.
.- Exacto, cuando estamos allá dentro no quiero ser molestado para NADA, hasta que ella vuelva a salir ¿ok?,
.- Comprendido don Ramón, no se preocupe.
.- Cuando pase por la cocina le entrega 100 euros sin preguntar nada y hasta la próxima semana. Por favor no me falle.
.- Tranquilo don Ramón, puede usted relajarse y disfrutar del masaje.
.- Pues, veamos que tiene hoy para desayunar, huele bien.
Don Ramón dio buena cuenta del desayuno y a las nueve menos cinco se metió en el gimnasio.
Annabella retiro los servicios y las 9 y un minuto tocaron a la puerta. Salió al jardín y abrió la verja de la calle preparada para recibir a una madura asiática especialista en masajes.
Una pequeña criatura de aparentemente de unos 14 o 15 años, con unos tremendos ojos rasgados negros como el azabache al igual que la melena que le caía hasta la cintura la observaba con una ligera sonrisa.
.- Hola, soy la chica de los masajes, ¿me dejas pasar? llego un poco tarde. Y se coló rápido hacia el interior de la casa
.- ¿Tú eres la que…? Para, para, para, esto no me cuadra. Yo esperaba a la señora Farung, según me dijeron una mujer de unos 40 años.
.- Exacto, yo soy la señorita Farung y vengo para dar un masaje a don Ramón, mi madre tuvo un accidente , la atropellaron y está inmovilizada en el hospital con una pierna y un brazo escayolados.
.- Madre mía ¿ y tú vienes en su lugar? ¿ y ya sabes dar masajes?
.- Claro, mi madre me enseña cada día cuando salgo del "insti", además llevo estas notas que detallan minuciosamente todo el proceso del masajeado.
.- ¿Y hoy no vas al..."insti"? Annabella todavía no había reaccionado y la niña seguía hacia el gimnasio.
.- No, hoy no.
.- Quieto parao, de aquí no pasas, esto son causas de fuerza mayor y esto lo tengo que consultar, siéntate en la cocina.
.- Pero… ya sabes que don Ramón se impacienta si nos retrasamos.
.- Si, si, lo se y a lo peor me tira algún objeto a la cabeza, pero tú no entrarás ahí hasta que yo lo consulte. ¿capisco?
.- Vaaaaaaaale. Me espero, pero no me hago responsable de los daños.
.- Me parece justo, pero siéntate y espera. Salió al jardín y llamo a la puerta del gimnasio.
.- Adelante. Oyó la grave y potente voz de don Ramón. Se santiguo y abrió la puerta. Maldita sea, pensó, ¿Por qué me habrá tocado a mí el primer lunes de trabajo?
.- Pase señora Farung ¿ venía el bus con retraso?. Don Ramón no soportaba la impuntualidad.
.- Perdón, don Ramón soy yo, Annabella. Dijo admirando el moreno y desnudo cuerpo que tendido boca abajo, sobre una amplia camilla en la que una hora antes ella había vestido con una impoluta y blanca sábana de fino algodón, y que parecía esperar que las morenas manos femeninas de la señora Farung relajasen los tensos músculos.
.- ¿Annabella? ¿usted? ¿Qué le dije hace unos minutos? NADIE ES NADIE.
.- La señora Farung esta en el hospital, la atropello un coche y está escayolada no puede moverse, lo siento mucho, pero tenía que decírselo, esta aquí su hija, una niña de unos quince años y dice que ella le dará el masaje, lleva un memorándum con las instrucciones ¿la hago pasar?. Soltó de carretilla nuestra joven asistenta.
.- ¿Qué hará que…? ¿Qué la haga pasar? ¿ que ella lleva un que...? Don Ramón se había levantado de la camilla de un brinco repitiendo las frases de Annabella auto preguntándose las mismas frases.
.- ¿La digo que pase, pues?
.- NOOO, de ninguna manera, aunque no tiene 15 años tiene 17 lo sé porque le hice un regalo para su diez y siete cumpleaños que fue en febrero y estamos en agosto, pero estas chicas orientales parecen mucho mas jóvenes de lo que son en realidad. De todas formas es muy joven para dar masajes, la conozco, su madre ha venido con ella algunas veces y se quedaba en el salón viendo la tele o jugando son su maquinita, realmente parece una niña.
.- Entonces ¿le digo que se marche?. Pregunto Annabella con la cabeza baja.
.- Si, por favor y le da los 100 euros que le dije, no quiero que su madre salga perjudicada, y por favor le ruego me perdone por haberle gritado hace unos momentos, usted no tiene ninguna culpa de la situación, me he puesto un poco violento y antes debía haberla escuchado.
.- No se preocupe don Ramón. Le comprendo y no le dé más importancia.
.- Me sabe muy mal, pero es que me ha contrariado mucho, estoy acostumbrado a recibir este masaje los lunes y me relaja mucho.
.- Si usted quiere don Ramón y no tiene que sentirse incomodo, yo puedo darle el masaje.
.- ¿Usted? ¿Sabe dar masajes?
.- Bueno, yo diría que sí. Antes de ir al hotel estuve trabajando cuatro años en un salón de belleza y estética solo para señoras, la Jefa que era una esteticienne muy afamada, me enseño personalmente sobre el terreno el oficio de masajista, los puntos nerviosos, los músculos apropiados, los tendones en tensión, las contracturas musculares, todo, en fin lo domino bastante bien, y aunque el cuerpo de una mujer no es exactamente igual que el de un hombre creo que quedará satisfecho.
.- Es usted una caja de sorpresas Annabella, probaremos, necesito este masaje.
.- Bien, voy a despachar a la niña y que vuelva a su casa, usted tiéndase en la camilla y relájese, cojo el memorandun y vengo enseguida.
.- Aquí la espero Annabella, no sé que dirá este papel, pero no hace falta lo siga al pie de la letra, puede ir a su aire.
.- Prefiero seguir las instrucciones de una buena profesional, además si usted cierra los ojos casi no notara la diferencia. Annabella se dirigió a la cocina .
.- Señorita Farung?
.- Si, aquí estoy.
.- Don Ramón me ha dicho que de momento suspende la sesión de masaje hasta que hable con tu madre, hoy se lo daré yo, también me ha dicho que le lleves estos cien euros y que siente mucho lo que le ha pasado, la ira a visitar al hospital, y ahora por favor déjame el " memorandum" y lárgate al " Insti".
.- Aquí lo tiene, pero no creo que entienda nada, mi madre lo ha escrito en tailandés habla español muy bien pero no lo escribe, además el masaje es bastante especial.
.- Maldita sea, ¿es que no va a salir nada bien esta mañana? , y ahora qué hago?, no quiero volver a molestar a mi jefe.
.- Muy fácil, entramos las dos, yo te voy traduciendo y tú llevas a cabo el trabajo de campo, yo ni siquiera tocaré a don Ramón al parecer esto es lo que os molesta.
.- No es que nos moleste, es que eres un poco joven para esto.
.- Ja!!!!, en mi país a los 14 años ya damos masajes....
.- En fin... vamos a entrar y que sea lo que Dios quiera, peeeeeero no solo no tocarás a don Ramón, tampoco le verás, te voy a meter detrás de un biombo y leerás en voz alta ¿vale? y yo iré siguiendo tus instrucciones.
.- Perfecto, la cuestión es cumplir con nuestro trabajo.
.- Miiiii trabajo, tú detrás del biombo y a leer lo que te ha escrito tú mami, además no creo que la cosa sea tan complicada, he dado masajes muchos años.
.- Jaaa!!!!, como estos lo dudo.
.- No me digas que ya te has leído el memorandum.
.- Pues sí, cuando venía en el autobús.
.- Esto es la leche...bueno, vamos ya dentro.
Annabella cogió a la chica del brazo y sin hacer mucho ruido ambas se metieron en el gimnasio, nuestra asistenta había visto el día anterior un pequeño biombo de bambú y cogiendo una silla hizo sentarse a la asiática de espaldas a la camilla, era imposible que viera a don Ramón.
.- No te muevas para nada ¿me oyes? musitó al oído de la chiquilla.
Ella levantó la mano con el pulgar hacia arriba dando a entender que la cosa estaba clara.
.- Venga empecemos. Siguió Annabella.
.- Empecemos, yo lo leo tal como está escrito va dirigido a mí ¿OK? esta vez fue Annabella la que levantó el pulgar.
Vete al armario marcado con la letra "A", abres las puertas y en el tercer cajón de la derecha empezando por arriba encontrarás unos bodys blancos, busca uno de tu talla aproximadamente, quítate tu ropa, incluso las bragas y el sujetador y te pones el body.
.- Queeeeeeeeeeee?
.- Eso dice aquí, que quieres que te diga.
.- ¿Y tu madre hacia esto? ¿ y tú lo hubieras hecho?
.- Cada lunes, incluidos los que eran festivos, y eran los que yo venía a la casa, y si, lo habría hecho, don Ramón está muy bueno, ja,ja,ja,ja,
.- Annabella ¿ qué está pasando? ¿con quién está hablando? Pregunto don Ramón desde debajo de la toalla.
.- Nada, don Ramón, usted tranquilo, no se mueva que enseguida estoy con usted y se lo cuento.
Después de esto Annabella, se dijo mentalmente que ya no la sorprendería nada mas en aquella casa, se dirigió al armario "A" y saco un body del cajón de la talla más grande y empezó a desnudarse, de todas formas poco había que quitar ya que solo llevaba la batita de cocina de color rosa y un tanga blanco con un lacito azul celeste justo encima de su abultado pubis, ninguno de los dos podía verla así que con rápidos movimientos se deshizo de la poca ropa que llevaba y se embutió en la ligera tela sintética, era una especie de licra prácticamente transparente y se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel, sus pechos lucían en todo su esplendor y los pezones aplastados totalmente por la elástica tela apenas desdibujaban el perfil de las voluptuosas tetas de Annabella.
Se dirigió a uno de los numerosos espejos murales que forraban las paredes del gimnasio y admiró su espectacular figura, las mangas eran muy cortitas, casi inexistentes y el tremendo escote dejaba buena parte de sus pechos al descubierto, bueno de todas formas daba lo mismo ya que la parte cubierta casi se veía igual que la descubierta.
Fue bajando la mirada y al llegar a su vientre casi se cae de espaldas al ver la tremenda abertura en forma de "U" que tenía el trajecito justo encima de su coño, se dio la vuelta y observo que la abertura, en la parte de la espalda seguía casi hasta la cintura, dejando al descubierto toda la raja de su culo y buena parte de las nalgas.
Se agacho con las piernas un poco abiertas y se miró al espejo a través de ellas .
Tremendo, todas sus intimidades estaban a la vista. Vaya a la vista, al tacto y al gusto
Como una fiera se dirigió hacia el biombo y señalándose los labios vaginales le espeto a la joven tailandesa:
.- ¿Y esto?
.- A mi no me mires, yo no sé nada de nada, los bodys se los mandan a don Ramón de una tienda especializada.
.- Ya, especializada, maldita sea, ¿y ahora?
.- Annabella ¿viene o que? Gritó don Ramón un poco mosca
.- ¿Seguimos? musitó la joven tailandesa.
.- uuuuuuufff, que remedio, quiero conservar el trabajo.
.- Ja,ja,ja, el trabajo, no me digas. Annabella levantó el codo como si fuera a darle un tortazo.
La chica le hizo un gesto con el dedo anular y siguió... Coge un frasco de la estantería que hay en el mismo armario, el que va señalado con el numero 6 y un juguete sexual marcado con el número 8, dirígete a la camilla, y vierte un poco de aceite en la pierna derecha de don Ramón y lo vas esparciendo a todo lo largo de la pierna y del mismo pié , y después puedes empezar el masaje tal como te he enseñado en casa, empiezas por los dedos de los pies, el musculo plantar después le levantas la pierna y te la apoyas en la teta, bueno tú casi no tienes tetas pero da lo mismo te la apoyas en el hombro y le masajeas ambos gemelos, interior y exterior, triceps, etc. etc., también dice que tienes que impregnar el body de aceite todo lo que puedas.
.- No importa sigas, esto ya se como se hace. ¿por cierto como te llamas? Se dirigió a la estantería recogió los objetos señalados y andando muy sensualmente si dirigió a la camilla.
.- Me llamo Malai,
.- Mire don Ramón, resulta que la señora Farung, ha escrito las instrucciones en su idioma, como es natural yo no entiendo ni papa y su hija, Malai, muy gustosamente se ha ofrecido a ir leyendo en voz alta las indicaciones de su madre, está detrás del biombo y no puede ver nada. Y mientras decía esto saco un poco el pié de don Ramón por un lateral de la camilla apoyándoselo justo encima de los labios vaginales que con la configuración especial de aquel body quedaban totalmente expuestos a lo que fuera, derramando sobre el tobillo un buen chorro de aceite.
Don Ramón que iba a protestar furiosamente cambió de opinión al notar como los dedos de su pie derecho entraban en contacto con una parte de la anatomía femenina que conocía a la perfección.
.- ¿Pero que demon.....?
.- ¿Decía don Ramón?. y cogiendo el tobillo de su jefe se lo restregó ya todo empapado de aceite por toda su zona genital.
.- No nada, nada, siga con su trabajo Annabella.
.- En ello estoy, en ello estoy.
A partir de aquí Annabella ya conocía todos los pasos a dar a la perfección, tobillos, tendón de Aquiles, dedos del pie uno a uno, planta, talón, etc, todos los músculos y tendones de ambas extremidades inferiores fueron tratadas con fuerza pero al mismo tiempo con cierto cariño que sorprendió gratamente a su jefe.
Cuando hubo terminado con ambos pies, roció un poco mas de aceite en la pierna y doblándole la rodilla se la apoyó en la teta derecha, y a continuación comenzó a majasear ambos gemelos, el anterior y el posterior con lentas y largas pasadas. En aquel momento don Ramón emitió un suspiro un poco mas profundo de lo normal.
.- ¿ Le hago daño don Ramón? Pregunto a su jefe Annabella al percibir el suspiro.
.- No, que va, de ninguna manera, al contrario me alivia mucho, es que con la bicicleta estos músculos ya no están tan agiles como antes, este masaje les viene muy bien.
.- Que dice don Ramón, si tiene usted unas piernas que ya quisieran muchos jóvenes para si.
.- No me adule, tanto Annabella que tengo ya muchos años.
.- No le adulo, a mi no me van estas hipocresías, siempre digo la verdad o no digo nada, me callo. La verdad es que don Ramón se conservaba estupendamente y Annabella estaba empezando a disfrutar de masajear aquel musculoso y maduro cuerpo masculino.
Estuvo mas de ocho minutos con una pierna y después empezó la misma operación con la otra y como es natural apoyada en la otra teta, ocho minutos mas, después apoyo ambas piernas sobre la camilla y se desplazó unos pasos hasta el biombo.
.- ¿Que sigue ahora Malai?
.- Aqui dice:... debes apartarle la toalla del culo y verter aceite en sus muslos y nalgas a fin de que el líquido le penetre hasta el ano, después le das un masaje completo a los muslos incluidas las nalgas llegando hasta su ojete, estará bien lubricado pero tienes que abrirle bien los cachetes y verter aceite en el mismo, después coges el juguete que has retirado del armario, el nº 8, y con mucha suavidad se lo vas ensartando en el trasero, muy despacio, el te irá indicando hasta donde, no vayas a hacerle daño, y no te preocupes que don Ramón siempre comporta una higiene absoluta. Al mismo tiempo él irá separando un poco las piernas y le vas masajeando el perineo hasta los huevos ,vuelves a subir y repite la operación diez o doce veces...
.- No puede ser... es imposible que tú madre cada lunes le hiciera esto, me estas tomando el pelo.
.- Sabía que dirías esto, por si acaso... toma mi madre está al teléfono.
.- ¿ Que ? chiquilla tú estás loca.
.- ¿ Mama?... si te paso a la nueva asistenta de don Ramón...toma, toma
.- ¿Sra. Farung?... verá es que don Ramón no ha querido que le diera el masaje su hija...
.- ¿el dinero?.... no se preocupe ya se lo he dado a su hija.
.- Vera, yo fui masajista,...si, si, de señoras, hace varios años...si yo le estoy dando el masaje
.- ¿las instrucciones?... si de esto quería hablarle, las ha escrito en su idioma y yo no lo entiendo y su hija me lo traduce.
.- No, no está delante de nosotros, está detrás de un biombo.
.- Pero me preocupa que la traducción que me hace su hija,...la desfigure un poquito a propósito, ya sabe travesuras de adolescentes y don Ramón se enfade, ya sabe como es...
.- ¿Que ella no suele mentir?... bueno dígame, allí donde dice lo del juguete nº 8 ¿hay que introducirlo en el ...?
.- ¿ Si ?, ¿hasta el tope?.... joder..
.-... ¿ Y que todavía habrá cosas mas fuertes?.... y que no me preocupe y siga las instrucciones de su hija... vale, vale.
.- En fin señora Farung, lamento haberla molestado, ha sido un placer hablar con usted, deseo se mejore cuanto antes.
.- Joooooder.
.- ¿Ves? ya te lo dije, lo leo tal cual está escrito. ¿seguimos?
.- Ufffff, sigamos.
.- ... notarás que él se pone cachondo porque respira lenta y profundamente, aquí llega el momento donde tienes que empezar a meter y sacar el juguete nº 8, muy despacio, lo vas sacando y lo vuelves a meter, al mismo tiempo que le das al pulsador para que se retuerza un poco en su interior hasta que llegará un momento en que te dará una señal para que pares, entonces lo sacas lentamente sin dejar de masajearle las nalgas y lo dejas en el recipiente que hay al efecto debajo de la camilla. Lo dejas que repose unos minutos y luego seguimos.
.- ¿Y ya está?. Pregunto Annabella
.- Por ahora sí, luego viene la segunda parte. Contesto la Malai.
.- Pues vamos allá. Y dirigiéndose a la camilla, apartó la toalla y dejo al descubierto el culo de don Ramón.
Y tal como le había indicado la joven Malai, le masajeó los musculosos muslos, fue subiendo hasta los huevos , los envolvió suavemente con ambas manos y jugueteo con ellos un buen rato sin dejar de verter aceite, notó como don Ramón abría lentamente las piernas, dejando entrever un hermoso pedazo de tranca al que casi se la veía palpitar, a continuación vertió un copioso chorro del perfumado aceite sobre la raja que formaban las nalgas de don Ramón, suavemente le entreabrió los cachetes y el perfumado líquido se resbalo suavemente hasta el ojete, puso la mano sobre el perineo y dejo que el aceite se encharcara entre su mano y el ano de Don Ramón, cuando consideró que el charquito era suficiente, agarro el juguete nº 8 y mojándolo totalmente en aceite muy despacio, tal como le había indicado Malai, se lo ensarto a don Ramón hasta el mismíso aro del tope, después lo fue sacando y metiendo y a continuación lo puso en marcha, con un suave ronroneo el artilugio empezó a revolverse en las interioridades del jefe de Annabella y el hombre empezó a respirar lenta y profundamente, se notaba que aquel artefacto le proporcionaba un intenso placer.
Annabella estaba ansiosa por ver la enhiesta polla de su jefe en todo su esplendor, cosa que por el momento no era posible, así que disimuladamente agarro una almohada de plástico que había a los pies de la camilla y como si quisiera que su jefe estuviera mas cómodo, lo agarró por la cintura y lo levanto lo suficiente para intercalar la almohada entre su estómago y la camilla, el cipote quedo libre de la presión del cuerpo de don Ramón y Annabella sin dejar de meter y sacar el oscuro dildo de silicona, sujeto la verga de su jefe y con suavidad fue tirando de ella hacia los muslos, aquella hermosura quedo a la vista de nuestra heroína y ella como si fuera lo mas natural del mundo empezó a masajearla cual si de otro músculo se tratara.
.- ¿Que esta haciendo Annabella?
.- Perdone don Ramón, pero he pensado que estaría usted mas cómodo en esta postura.
.- Si, realmente estoy mas cómodo, pero, es que me esta usted masturbando ¿no se ha dado cuenta?
.- Huy, perdone don Ramón pero se me ha ido un poco la mano, lo siento pero no lo he podido evitar discúlpeme, vamos a seguir con el masaje.
.- S,i podemos seguir, ya puede usted sacarme el aparato.
.- Como usted mande don Ramón. Y Annabella siguiendo las instrucciones de Malai soltó la polla de don Ramón saco el juguetito de su ano y lo depositó en el recipiente que le había señalado la chica. Se dirigió hacia ella y pidió el resto de instrucciones, notaba como algo liquido se deslizaba por sus muslos, intentó ignorarlo y seguir el juego normalmente, no quería saber si era aceite o fluidos de su vagina, que estaba caliente como el tubo de escape de una Harley.
.- Vamos Malai, ¿que viene ahora?
.- Pues esto es lo que sigue ..." Justo allí donde has dejado el juguete, junto al recipiente, verás dos pulsadores, dale al botón verde y la camilla bajará hasta que la tengas a una buena medida para subir en ella, te arrodillas con una pierna en cada lado de don Ramón a la altura de los tobillos, te agachas hasta que tu pecho toque las piernas y con fuerza vas restregando tus tetas ¿? sobre su cuerpo de abajo arriba y de arriba abajo"... Aquí, mi madre claro ponía en duda que yo pudiera realizar este ejercicio, porque ¿ves? ( y se llevó las manos a las tetas con gesto significativo), casi no tengo, pero tú querida, vas a poner a don Ramón como una moto, y soltando el papel de las instrucciones magreó descaradamente las mamas de Annabella, que debido al aceite se le escurrían de las manos como si fueran anguillas embarazadas.
.- Pero niña..¿que estas haciendo?
.- Joder, estoy caliente como una burra solo de veros y tus tetas me encantan, que suerte tienes.
Y bajándose los tirantes del top se sobó sus pechitos con las manos llenas de aceite, consiguiendo que los oscuros pezones multiplicaran por tres su volumen.
.- ¿ Eres lesbiana? .Y Annabella volvió a subirle los tirantes.
.- Que va, pero con una mujer como tú en la cama haría cualquier cosa.
.- Vaya con la niña, no eres tan niña como parece, venga sigamos con don Ramón que ya debe de estar impaciente.
.- Bueno pues esto está llegando al final ..." estas un buen rato con este tratamiento, después le haces dar la vuelta y empiezas de nuevo, pero ahora desde la cabeza a los pies, cada vez cuando llegues a la polla, (que si lo has hecho bien estará dura como una roca) aprietas los dos senos ¿? contra ella y sigues deslizándote hasta abajo, procurando que tus labios vaginales abracen la tranca de nuestro hombre, cuando vuelvas a subir notarás como el glande intenta penetrarte a cada pasada, pero claro con el chochito que tienes va a ser imposible, a mi me ha penetrado bastantes veces, pero tú agujero y el mío son totalmente distintos. A veces me folla y a veces no, la cosa tiene que parecer natural, pero después lo que mas le excita es que te desnudes delante de él frente al espejo, tiras el body al cesto de la ropa sucia y mirándolo lascivamente te sientas en una silla y te masturbas con los dedos hasta que te corras y tienes que gritar como una loca, él, viéndote, también se masturbara y cuando sienta que la leche esta a punto de brotar de sus enormes huevos se acercará a ti y te soltará unos seis o siete chorros de leche espesa y tibia sobre las tetas y la boca, con lo cual quedaras totalmente cubierta de semen, parece imposible lo que puede largar este hombre a su edad. Después te embadurnas el cuerpo con su lefa y esperas que él se vaya a la ducha, a continuación te metes en el otro baño y te aseas, cuando salgas le das un beso en cada mejilla y hasta el próximo lunes..."
Annabella había quedado paralizada, con la boca abierta y los ojos como platos, la voz de don Ramón la saco de la inopia. Vaya con la señora Farung, quien lo hubiera dicho.
.- Annabella ¿desea usted que continuemos o lo dejamos así? yo ya estoy relajado, sus manos son un portento no quiero obligarla a nada que no sea de su agrado, ya le he dicho que no se tomara el "memorandum" al pie de la letra.
.- Venga no seas tonta y fóllatelo. Le susurró Malai al oído.
.- Joder Malai con tú madre, menuda zorra
.- Esto es según como se mire, mi madre le da placer y él se lo agradece, en realidad solo le cobra la tarifa del masaje, el resto lo hace por gusto.
.- Ya, ya y yo lo haré como si estuviera incluido en mis obligaciones de asistenta.
.- Ja, ja, ja y también lo harás por gusto. Annabella le lanzo una almohada que Malai esquivó.
.- Ya voy don Ramón. Y deslizándose felinamente se dirigió a la camilla.
.- ¿ Esta ya al corriente de toda la temática del masaje Annabella?
.- Lo estoy don Ramón.
.- ¿Continuamos? Ya sabe pues sin lugar a dudas que la voy a follar
.- Continuemos, estoy a su entera disposición y creo que lo deseo con ansia.
.- Así sea pues, todo el fin de semana he sentido envidia de todos los chicos que la han montado. Ahora es mi turno.
.- Ahora y siempre que me desee don Ramón, venga póngase boca abajo y empecemos.
.- Mas que empezar podríamos decir continuar, mire como tengo la verga.
.- Es preciosa don Ramón, cuidado no se lastime. que voy a apretar fuerte.
.- Apriete fuerte, deseo sentir sus pechos en mi carne.
.- Y mire, como tengo yo el potorro, toque, toque...
.- Ufffff, está usted rezumando como una fuente
.- Y que lo diga, ya no se que es aceite o que son fluidos. Allá voy.
Y Annabella. bajando la camilla se subió a lomos de don Ramón y empezó la segunda parte del tratamiento... ( esto le levo sus buenos diez minutos)
.- Dese la vuelta don Ramón, vamos a ver si puede ensartarme.
.- Lo intentare, querida, lo intentaré.
Annabella empezó desde arriba, arriba, restregó con fuerza todo el coño por la cara de don Ramón notando un lengüetazo en su vagina y empezó a bajar, pecho, vientre, polla, a la que metió entre ambos pechos dándole una tremenda movida, muslos y rodillas, y marcha atrás, subiendo... el glande intento meterse.... pero el aceite lo deslizo a un lado..no entró, vuelta a empezar, hasta que al tercer intento y con ayuda de Annabella que se abrió todo lo que pudo con ambas manos, el enorme ariete la penetró.
.- Aaaaaahhhhhggggg, don Ramón, que horror, como me llena usted
.- Como deseaba este momento, querida ¿ la estoy lastimando?
.- No, No, por dios, estoy toda llena de su carne Don Ramón, no se mueva, no se canse, yo le cabalgare.
Y nuestra amiga empezó un tremendo baile de sube y baja al mismo tiempo que su culo describía amplios círculos sobre los genitales de don Ramón. Annabella dirigió la mirada al biombo y lo que vio la excito mas aun si ello era posible. La tailandesa se había despojado de toda su ropa y se estaba machacando el coño con el juguete nº 8, el mismo que don Ramón hacía pocos minutos tenía metido dentro el culo, Annabella, dedujo unos cuantos segundos antes de llegar a un devastador orgasmo que Malai lo habría limpiado con el líquido del recipiente donde ella lo había depositado, pero al fin y a la postre aquello le importaba un pimiento, ella lo que deseaba era follar con don Ramón, una y otra vez.
Después de tres orgasmos intensísimos, Annabella se bajo tambaleante de la camilla, don Ramón todavía no se había corrido, cogió una silla, se arrancó el body de dos manotazos y sentándose junto a la joven tailandesa, empezó a masturbarse furiosamente mirando con lujuria mal contenida a su jefe, este levantándose de la camilla y sin dejar de masturbarse la enorme polla totalmente empapada de aceite y fluidos de Annabella ya blanquecinos por el roce de ambos sexos se dirigió hacia las dos mujeres, ellas sabían lo que venía a continuación y se empeñaban en lograr el orgasmo al mismo tiempo que la leche de don Ramón las inundara todo el cuerpo, pero aquello era casi imposible. La primera en llegar al climax fue Malai gritando como una posesa se quito el dildo del lampiño y morenito coño y un fuerte chorro de fluidos vaginales se escaparon con tremenda fuerza del pequeño agujerito estrellándose contra los pies y piernas de don Ramón, el tacto de aquel tibio fluido, fue el detonante que impulso la corrida de don Ramón, con un tremendo bramido salido de lo mas profundo de su ser empezaron a brotar chorros de espeso semen de aquel manantial sin fondo que eran sus huevos y su polla, hasta ocho trallazos impactaron en los cuerpos de las dos mujeres, tetas y rostro fueron los perceptores del copioso y espeso semen que derramo el bueno de don Ramón que como ya se ha dicho en capítulos anteriores era un fuera de serie en estos menesteres, finalmente y mientras sus manos esparcían la semilla de su jefe por las tetas y su lengua relamía todo lo que podía alcanzar de su rostro la alcanzó el orgasmo, sus ojos se pusieron en blanco, su cuerpo perdió toda la fuerza y se desmayó.
Don Ramón que ya conocía los síntomas de su asistenta por haberlos visto el día anterior, se planto de un salto hasta ella y cogiéndola en brazos impidió que tocara el suelo.
.- Trae agua, por favor grito a la tailandesa que había quedado muda de asombro.
Poco a poco, nuestra heroína fue recuperándose y tomando noción de las cosas.
.- ¿ Que ha pasado?
.- Se ha desmayado Annabella
.- Oh Dios, que vergüenza.
.- No se preocupe, vive usted sus orgasmos de una forma muy intensa. Beba un poquito de agua
.- No se que me pasa, el placer se apodera de mí tan intensamente que no lo resisto.
.- Ja, ja, ja. en el futuro tendremos que tomar precauciones.
.- ¿En el futuro? ¿quiere usted decir que repetiremos esto, don Ramón?
.- Claro que si, y muy a menudo, espero y Malai nos va a ayudar ¿ verdad que si?
.- Claro don Ramón, yo estoy aquí para lo que haga falta, faltaría mas.
Y los tres abrazados y sonrientes se dirigieron a las duchas.
FINAL de la serie La nueva asistenta de don Ramón.
Pido disculpas por los retrasos.