La nueva asistenta de Don Ramón (3)

Y Eduardo José todo sofocado por la reprimenda, empezó a lamer la parte visible (que era casi toda) de la teta derecha de Anabella, que ya caliente como una burra empezaba a retorcerse inútilmente sobre la cama de la señora Esmeralda, que impasible continuaba sacando fotos.

La nueva asistenta de Don Ramón

Parte Tres.

Anabella Franchini, era una chica de las que cuando pasan por tu lado tienes que darte la vuelta para verla con detalle.

Nunca hubiera ganado un concurso de mises, pero era lo que vulgarmente se dice un pedazo de mujer.

23 años, alta 1,73 cms. unos 75 kilos de carne maciza y bien distribuida, es decir 102-84-108, esto significa algo muy parecido a una criatura de Dios que se llama… bueno olvidemos como se llama y que es la reina de las modelos talla XL, desde luego ni tan guapa ni tan famosa, ni tan rica, pero tampoco era nada fea, pelo negro muy corto, casi a lo "garçon" unas modernas gafas de Afflelou, corregían una miopía que la afectaba prácticamente solo para conducir, que es lo que en aquellos momentos estaba haciendo, aunque las gafas no desdibujaban en absoluto sus ojos almendrados, sus gruesos pero bien perfilados labios ni su ascendencia italiana.

Sus bisabuelos habían emigrado desde Italia a la Argentina ya hacía muchos años, sus abuelos habían vivido allí con tranquilidad, pero a su padre en una huelga brutal que ya nadie recordaba del porque ni de quien la hizo, le habían matado, y su madre embarazada de ella decidió volver a Italia a empezar una nueva vida.

Pero cosas del destino, pasaron por España, a su madre le gustó el ambiente festivo y turístico que se vivía en unas islas españolas en el centro del mediterráneo, y que además hablaban su mismo idioma ya que el italiano apenas lo champurraba y decidió quedarse, era la época en que todo iba de maravilla, encontró un buen trabajo y allí nació, creció y se educó Anabella.

Pero…siempre hay un pero, hacía cosa de un año las cosas se fueron desmoronando, a su madre la prejubilaron, aunque con la paga que recibía, ella podía vivir dignamente, la cosa ya no era lo mismo, ni horas, ni extras de producción; en fin, pero…si solo hubiera sido esto la cosa habría seguido mas o menos…pero

Hacía exactamente siete meses y veintiocho días que había encontrado a su novio en casa, ( que era la de su madre claro ) en su cama, en la que tantas veces habían follado juntos, retozando con su mas íntima amiga. Los echó a los dos fuera y se quedo como vulgarmente se dice "compuesta y sin novio" .

Aunque si se tomo su pequeña venganza, con la complicidad de Esmeralda amiga íntima de su madre y vecina del mismo rellano de toda la vida y con la que ahora mismo estaba viajado hacia el chalet de don Ramón. Todavía le hacía gracia el recordarlo.

.- Esmeralda. ¿estás dormida? (se habían tenido que levantar bastante temprano para llegar a las 8 a su destino)

.- No que va, estaba pensando, dime cariño

.- ¿Te acuerdas de la lección que le dimos a mi novio?

.- ¿Qué si me acuerdo? Cada vez que pienso en ello me entra la risa

.- El hijo p…… creía que solo él podía hacer marranadas.

.- Desde luego las fotos que hicimos con mi marido sobre tú cuerpo como si te estuviera follando, quedaron geniales.

.- ¿Y que me dices de la leche condensada en mis tetas?

.- Ja, ja, ja, ja. Todavía debe estar mordiéndose los puños de rabia.

.- Aunque al final nos calentamos de verdad.-

.- Pues si, y menuda comida de conejito nos dimos las dos, sabiamente fotografiadas por mi querido Eduardo José.

Y Anabella recordó aquel memorable día.

Después de echar a la calle a su ex novio y la cerda de su amiga, ahora la llamaba así, estuvo llorando sola mas de una hora, llego su madre que había ido con unas amigas e intento consolarla. Pero nada ella seguía llorando, hasta que la señora Franchini decidió llamar a su amiga y vecina Esmeralda para que le ayudara.

Esmeralda cuando vio el cuadro, comprendió el disgusto de Anabella y decidió ayudarla. Era casi como una hija. Pidió a su amiga que las dejara a solas un rato, y la señora Franchini para disimular se fue a comprar unos descuidos en el " 24 horas". Anabella seguía llorando.

.- Niñaaaaaaaa ¡!!!!!!!!. Zas…y le soltó un cachete en plena mejilla.

.- Esmeraldaaaa. ¿Qué haces?, me has hecho daño.

.- Vale, lo se, pero has dejado de llorar.

.- Si, pero se me va a hinchar la mejilla.

.- Da lo mismo, ¿ que ha pasado? Y sin lloros que te suelto otra.

.- ¿Serías capaz?. La señora Esmeralda, ya no pudo reprimir una maternal sonrisa y la abrazó con fuerza.

.- Sabes que no, mi amor, pero cuéntame por favor que te ocurre. Y ya mas tranquila Anabella le contó lo sucedido.

Aquel día tenía turno de noche en el hotel y su madre había quedado con unas amigas para cenar, total que su novio que tenía las llaves del piso, sabía positivamente que no llegaría hasta bien entrada la noche, y su madre igual. Ya debían estar compinchados los dos para echar un buen polvete a la salud de la tontina de Anabella usando su propia cama, sin ninguna necesidad de pagar una habitación.

Pero… como decimos siempre hay un pero, a última hora se cambiaron los turnos de guardia por enfermedad de uno de los empleados y Anabella regreso a su casa antes de lo previsto.

Abrió la puerta de la calle y cuando iba hacía la cocina oyó unos gemidos en su habitación. Vaya pensó, el caliente de su novio estaba viendo otra película porno para después practicar con ella las últimas posturas de moda.

Abrió lentamente y el mundo se le vino encima, quedó petrificada, Marga, su mejor amiga de correrías estaba practicando un tremendo sesenta y nueve con su querido novio.

Él estaba debajo comiéndole el chocho y ella aplastando las tetas sobre su vientre le practicaba una mamada sensacional .

Entró en el momento justo. Un gutural gemido masculino que ella conocía muy bien y una bocanada de semen que se escapaba de los labios de Marga y se iba deslizando a lo largo de la verga de su novio hasta su rizado vello púbico.

Al fin pudo articular un:

.- Pero, ¿que coño estáis haciendo?

Su amiga, espantada al verla en el dintel de la puerta intentó tragar el semen que le quedaba en la boca atragantándose y empezando a toser.

Su novio levantándose y con la polla todavía bien empalmada, intentó decirle:

.- Verás Anabella, esto tiene una explicación….

.- ¿Explicación?, no necesito ninguna explicación, ya la tengo y bien clara…FUERA DE MI CASA, FUERA…, NO QUIERO VOLVER A VEROS NUNCA MAS, NUNCA.

.- Pero deja que cojamos la ropa.

.- ¿Ropa? ¿ para que necesitáis ropa? Así estáis de lo mas original, fuera he dicho, ya os la mandare por correo, mejor, os lo tiro por el balcón. Fuera he dicho….y empezó a gritar desde la puerta SOCORRO , SOCORRO, me quieren asaltar, y claro empezaron a asomarse los vecinos, los dos ya ex…empezaron a bajar las escaleras desnudos y corriendo con el regocijo de la vecindad, que de hecho los conocía por haberles visto muchas veces por allí y saber quienes eran, pero el que mas y el que menos adivinó la situación.

Anabella cerró de un portazo y cogiendo toda la ropa de sus ex…, la echo por el balcón con toda su fuerza, zapatos, tangas, sujetadores calzoncillos…todo salió volando hacia la calle…y estaba empezando a llover.

Después se relajó y empezó a llorar...

Cuando hubo terminado el relato, y ya mucho mas tranquilizada la señora Esmeralda le comentó:

.- Mejor que haya pasado antes de casaros, ¿verdad, mi amor?

.- Si tú lo dices...

.- Ya me dirás, imagínate que esto hubiera pasado después de la boda ( porque son reincidentes) y él es bastante celoso, ¿no?

.- Ufffff, no me dejaba ni llevar blusas de tirantes

.- Pues vamos a por él, sufrirá como un condenado.

.- Esta noche te pones un vestido de tirantes y después de cenar vienes a casa.

.- ¿ Que piensas hacer?

.- No preguntes, pero nos vamos a divertir.

Y tal como habían quedado, Anabella se presento a las diez y media de la noche en la vivienda de la Señora Esmeralda, con un vestido verde muy cortito y unos tirantes que apenas podían sujetar la presión de aquellos espectaculares pechos, que sin otra protección que el sedoso vestido pugnaban por asomarse a la intemperie ambiental.

Le abrió la puerta su madura amiga, que cubría su cuerpo única y exclusivamente con unas bragas rojas casi transparentes bordadas con unas flores imposibles. De la braga arrancaban unos elásticos que sujetaban unas medias que le llegaban hasta medio muslo y la tela de la prenda justo allí donde su querida amiga tenia el chochito ostentaba una abertura que dejaba vello y vagina al descubierto.

.- Pero, pero, Esmeralda, ¿que estas haciendo?

.- Pues anda que tú, no enseñas nada, pero venga calla y entra no te quedes en el portal no sea que baje alguien y nos vean de zorritas.

.- Bueno, algo enseño. Dijo Anabella mirándose el par de tetas que a cada paso que daba se movían con un gracioso tembleque.

.- Pasa a la habitación y ponte un máscara que te dará Eduardo José y no te asustes que él también va desnudo.

.- ¿ Que también va queeee?

.- Ayyyy mujer, desnudo, en pelotas, enseñando el pito, bueno el pitito, o como quieras llamarlo. ¿quieres vengarte de tú novio o no?.

.- Si, pero.....

.- Pues de la única forma que le vas ha hacer bastante daño moral es mandarle unas fotografías en las que estas participando en una orgía.

.- Esmeralda, por favor, y a ti quién demonios te ha enseñado todas estas cosas?, si yo creía que eras medio monja.

.- ¿Medio monja?, y tu que crees, que en la selva no follamos?

.- Tú no viniste de la selva.

.- No, vine de un pueblo que estaba a ocho kilómetros de la selva.

.- Pero seguro que allí no hacíais esto.

.- No, esto lo he ido aprendiendo en otros sitios que no vienen al caso.

.- Que sorpresa, Esmeralda, nunca me lo hubiera pensado.

.- Venga, pasa a ver a Eduardo José que yo voy a la cocina a por la leche.

.- ¿Leche? ¿qué leche?.

.- Condensada, un poco disuelta con agua, ya sabes que Eduardo José no tiene esperma, y hay que dar el pego.

.- No entiendo nada.

.- Ya lo entenderás, ahora te lo explico, vete a la habitación.

Anabella se dirigió hacia la habitación, y efectivamente allí estaba Eduardo José, alargándole una máscara similar a la que él ya llevaba puesta, muy parecida a la que lucía el Zorro en sus películas, negra, abertura para los ojos y tapando la nariz con un nudo en la nuca.

.- Hola, Anabella. Exclamó el hombrecillo todo sonrojado. Sobre la cama una Canon abierta esperaba a punto de ser usada

.- Hola Eduardo, ¿puedo saber que estáis tramando tú y tú esposa? Y Anabella, instintivamente dirigió la mirada a la entrepierna de Eduardo José, no vió nada, él tenía los muslos muy juntos, aquel pubis parecía de mujer, ella ya sabía por su amiga del tamaño de la pichita de su marido, pero siempre había creído que ella exageraba un poco, pues no, no exageraba.

.- Exactamente no lo se, pero creo que está relacionado con tu ex novio, me ha pedido que preparara todo esto y creo que quiere hacer unas fotos en las que saldremos los tres para mandárselas

La luz empezó a brillar en su cerebro, vaya, vaya, vaya con su modosita amiga Esmeralda. Su cara se iluminó, empezó a sonreír y acabó en una carcajada.

.- Será zorra tu esposa, ya adivino lo que piensa hacer.

.- ¿Si?, pues yo todavía no me enterado.

.- Ya verás Eduardito, nos vamos a divertir, ayúdame con la máscara.

Se acercó a la cama, se plantó el pañuelo sobre los ojos y dándose la vuelta ofreció su nuca a Eduardo José para que se la anudara. Este tuvo que subirse a la cama para llegar con tranquilidad a la cabeza de Anabella, hizo un doble nudo a las puntas de la máscara y le dio una palmadita en el culo.

.- Hala, ya está, esto no se mueve para nada.

.- Hola, ya estoy aquiiii, Eduardo José, ya has puesto a la niña al corriente? Depositó sobre la mesilla una jarra de cristal con un liquido bastante espeso, de color blanco.

.- A medias, mejor dicho poca cosa.

.- La verdad es que me empiezo a imaginar que es lo que pretendes.

.- ¿De veras?, creo que te quedarás corta. Y nos divertiremos un montón a costa de tú ex novio, por cierto este vestido te lo regalo él ¿verdad?

.- Si él me lo regaló pero solo quería que lo llevara a solas con él. ¿Y como se te ocurren estas cosas?

.- En casa de don Ramón he visto muchas cosas Anabella, Eduardo José, ponte el arnés de goma color carne y tápate con estos boxers, son lo suficientemente grandes para taparlo todo.

.- Lo que tú digas mi amor.

.- Anabella, túmbate en la cama y abre las piernas, te voy a atar

.- ¿Me vas a atar?

.- Siiiiiiiii, ¿me vas a obedecer, por favor?

.- Vale, vale, tú mandas. Y Anabella se tumbó, y abrió sus extremidades, al ser el vestido tan corto su tanga verde con lacitos quedo bastante a la vista.

.- Huy, que preciosa estas Anabella. Murmuro Eduardo José ya con el artilugio montado en su cintura, parecía que el buen hombre debajo de los negros y ajustados calzoncillos, tenía una erección de caballo. Mientras tanto la señora Esmeralda ataba a las patas de la cama con unas cuerdas de algodón las muñecas y los tobillos de la asombrada chica.

.- Perfecto, se te ve el tatuaje del tobillo a la perfección, solo tú novio sabrá que eres tú ya que según me dijiste él lo eligió y a nadie podrá enseñar las fotos diciendo que la persona de las fotos es su ex novia, ya que no se te ve la cara ¿ vas pillando el juego bonita?.

.-Ohhhhhhhh, si y me encanta, vamos a continuar ¿ que hago?

.- Tu nada de momento, solo pon cara de placer o asombro.

.- Ya, y yo solo soy la victima.

.- Eduardo José, aaaaacccción. Eduardo José se tenía el papel bien aprendido, sin dejar de tocarse la postiza polla por encima del boxer se sentó sobre el cuerpo de Anabella, una rodilla a cada lado y dándole la espalda y moviendo la lengua con el característico lameteo de una buena comida de coño se fue agachando hasta rozar con la achatada nariz el verde tanga de Anabella. La Canon no paraba, clic zuuuum, clic zummmm, clic zuuuuum.

.- Muy Bien Eduardo José, sigue, mas cerca, mas cerca. Asiiiiií, clic zuuuuum, clic zummmm.

.- Intenta apartarle la tira del tanga de entre los labios vaginales con los dientes asssssiiiiiii, muy bien, bravo, perfecto, otra, bién.

.- Esmeraldaaaaaaaaaa.

.- Vaaaale, Eduardo José déjala ya, sigamos con la otra escena, baja de la cama. La señora Esmeralda fue hacia la mesilla y de uno de los cajones sacó un embolo para nata, lo rellenó con el líquido de la jarra y acercándose a Anabella, con un rápido movimiento le estampó seis o siete chorreadas desde la máscara negra hasta las bragas.

.- Pero, ¿qué estas haciendo? Me has empapado. Los goterones de la leche condensada diluida, empezaban a manchar el verde esmeralda del vestido y destacaba como una mosca en un vaso de leche.

.- Tú calla y colabora; Eduardo José, tú turno ( Edu, volvió a subirse a la cama, esta vez en pié), ábrete un poco el boxer y saca la puntita de tú falsa verga, asiiiiiií, agárratela como si te estuvieras masturbando, bien ahora un chorrito de leche, y lazó otro goterón a la polla de plástico que apenas se veía entre las manos de Eduardo José, la leche al no tener soporte empezó a resbalar suavemente, momento que aprovechó la señora Esmeralda para sacar otra instantánea.

.- Perfecto, me ha salido de profesional. Anabella no paraba de reírse, el cuadro realmente y visto desde su perspectiva era extraordinariamente cómico, pero seguro que viendo solo las fotos en su ángulo adecuado harían rabiar a matar a su ex....que todavía la llamaba y pedía para volver a verla.

.- Tú no te rías, que esto es serio, y ahora una pregunta ¿seguimos?

.- Claro que sí, faltaría mas, me estoy empezando a divertir de lo lindo.

.- Pues espera y veras, ahora viene una parte bastante delicada, Eduardo José tiene que lamerte todas las manchas de leche, desde la máscara hasta el tanga ¿ quieres continuar?

.- Si a ti no te importa, es tú marido.

.- ¿Y si te besa con lengua, tampoco te importa? Tienes leche en los labios.

.- Serás guarrindonga, no conocía esta faceta tuya, seguro que te vas a mojar mientras nos estas fotografiando.

.- De momento yo solo hago las fotos... pero es casi seguro que si, aunque debemos darnos prisa, la leche se esta impregnando en el vestido.

.- Pues, ¿a que estas esperando Eduardo José?, empieza a comerme toda...ya.

A Eduardo José le encantaba la leche condensada y que estuviera impregnando el monumental cuerpo que tenía debajo le hacía experimentar un enorme placer mental, aunque no pudiera traducirse a sus genitales y actuar como a él le gustaría, pero en fin lo que había es lo que tenía y arrodillándose empezó a lamer.

Primero, la máscara que cubría la frente, después el ojo derecho que era el que estaba mojado del dulce líquido, a continuación la mejilla, la señora Esmeralda no paraba de sacar fotos en primer plano; llegó al labio superior, Eduardo José estaba tembloroso, empezó a pasar la lengua por la comisura siguiendo el reguero de leche, intentaba pasar de largo sobre el labio superior cuando noto como una lengua que no era la suya se introducía en su boca por debajo de su lengua.

Wwwwuawwww, aquello era el cielo, en su pene prácticamente no tenía tacto pero en su lengua se acumulaban todas las terminaciones nerviosas del placer. Correspondió al beso. Anabella, al estar atada, dificultosamente podía levantar la cabeza para corresponder a la caricia pero Edu, pasando el brazo por detrás de la nuca la ayudó en este menester, el enlace de lenguas y el trasvase de salivas empezó a prolongarse, treinta segundos, un minuto...

.- Chicoooooos, tampoco hay que pasarse, ya están las fotos, venga venga, que quedan mas escenas, tienes que seguir con el vestido Eduardo José.

.- Joooooder, Esmeralda, tu marido no tendrá verga, pero la lengua la maneja como Dios, uffffffffffff.

Y Eduardo José todo sofocado por la reprimenda, empezó a lamer la parte visible (que era casi toda) de la teta derecha de Anabella, que ya caliente como una burra empezaba a retorcerse inútilmente sobre la cama de la señora Esmeralda, que impasible continuaba sacando fotos.

Su marido ya había limpiado el pecho de Anabella y seguía deleitándose con las gotas casi ya desaparecidas del verde vestido que cubría el espectacular cuerpo de su vecina, que dicho sea de paso, también quería cual si fuera hija suya, ya que como quien dice la había visto nacer, aunque en aquellos instantes el cariño paterno se había esfumado por completo y su mente y lengua disfrutaban del voluptuoso bombón que se retorcía inútilmente entre sus rodillas.

Eduardo José llego a los muslos que también estaban embadurnados con el pegajoso líquido y no dejó ni una gota, y finalmente le tocaba el turno al tanga de la doncella, pero... oh decepción, la tela se había impregnado totalmente de la leche condensada y no había nada que chupar. Intentó morderlo pero ni aun así notaba el dulzor del alimento.

.- Ya está Eduardo José, no sigas, no hay mas, coge el cuchillo.

.- ¿Qué coja, el queeeeee?. Y empezó a forzar con fuerza las cuerdas que la ataban

.- El cuchillo, la navaja, como quieras llamarlo, no te preocupes aunque haya vivido en una selva no matábamos a nuestros prisioneros, lo único que hacíamos era pasar hambre ¿quieres guardar este vestido para algo?.

.- No lo voy a tirar para que no me queden recuerdos de este cabr... al igual que todas las fotos.

Eduardo José ya blandía el arma con decisión.

.- Empieza ya Edu, primero el tanga. Y Eduardo con dos tajos totalmente seguros corto la tela por dos partes, una, la cintita que se introducía en la raja de Anabella y la otra junto al lacito que adornaba la cadera, después apartó el cuchillo y fue tirando de la prenda lentamente, el nylon fue deslizándose por el la raja del culo de la chica, después la parte mas ancha se introdujo en sus labios vaginales rozándolos con fuerza, esta sensación que duró solo un minuto o menos fue suficiente para que Anabella experimentara el primer orgasmo de la noche.

.- Ahaaaaagggggg, ¿que me estáis haciendo? Sois muy malos, ohhhh Dios mío, otra vez Edu, pásame otra vez la braga por el culo por favor.

Había dejado de retorcerse para disfrutar de la corrida. Eduardo José miró a su mujer que no paraba de sacar fotos, esta negó con la cabeza y con un gesto le indico otra vez el cuchillo.

Eduardo José que ya se sabía la lección, empuño el arma y con mucho cuidado para no herirla, corto los dos tirantes, después metió el cuchillo entre las dos tetas y muy lentamente fue partiendo el elegante vestido en dos trozos mojados de leche condensada y saliva.

Anabella ya estaba totalmente desnuda y dulcemente pegajosa atada a la cama de sus vecinos....

Y COMO ME PASA SIEMPRE ESTO SE HA ALARGADO DEMASIADO. SUPONGO QUE DEBERIA CONTINUAR