La novia de mi hermano

Odiaba a la novia de mi hermano y aquí os cuento como me vengué de ella.

LA NOVIA DE MI HERMANO

La historia que os cuento es real.

Tengo una compañera de clase que me quito el novio y ahora resulta que está saliendo con mi hermano. ¡Como los detesto a los dos!. A ella porque todos los chicos dicen que es la mas sexy y bonita y al tonto de mi hermano por picar el anzuelo e ir con ella. Yo soy alta, morena, con un bonito cuerpo. Ella se llama Maria, es rubia, realmente bonita, con sus ojos azules. Modestamente creo que aún así resulto ser más atractiva y simpática.

Una tarde estaban los dos acostados en mi propia casa. Se les oía lo bien que lo estaban pasando. ¡No estaban mis padres claro!.

Se la oía gozar sobre todo a ella. ¡Como era normal!. Es una calientapollas que se aprovecha de todos los hombres que caen en sus manos. Ella a ellos ni los toca siquiera y los otros se pasan la tarde entera haciéndole un oral, comiéndole el coño. Los hombre son tontos y no se enteran.

Un fin de semana que mis padres se habían ido al chalet de la sierra, vinieron los dos "tortolitos", la puta y el calzonazos. Ardía de deseos de vengarme. Haría lo que fuese. Estaba dispuesta a todo.

A eso de las diez de la noche se fueron a la cama y me quedé viendo una película de video.

Pasada una hora oí que la puerta de su dormitorio se abría y alguien entraba en el servicio. Me levante y asome mi cabeza en la habitación. Vi el torso desnudo de mi hermano. Y su polla al aire. Al verme se tapó con la sábana.

  • ¿Qué haces ahí, márchate?- me dijo.

  • Curioseaba.

  • Pues no curiosees tanto, anda.

  • ¿A que no te comes una rosca?.

No contesto.

  • Si la conozco,- proseguí- es una típica calientapollas. Pide mucho y no da nada.

Hubo unos instantes de silencio.

  • Tienes razón- dijo mi hermano.

  • Y ahora te das cuenta.

Se oyó el ruido de la cisterna.

Me tumbe a su lado.

  • Comeme el coño- le dije- para que nos vea y rabie de celos.

Y se puso a lamerme.

En ese momento apareció Maria. Oí sus pasos y su entrada en la habitación. Se quedo quieta respirando silenciosamente.

  • ¡Que par de guarros!- dijo con mucha maldad.- Pues ahí os quedáis.

Y se marcho rápidamente taconeando con fuerza.

Era una completa malvada. No le afecta nada.

La lamida que me estaba haciendo mi hermano era fenomenal y estaba muy húmeda. Su lengua llegaba hasta el ano y la metía dentro.

De pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo, y de que su chica le acababa de abandonar. Me cogió de los hombre y me zarandeo.

  • ¿Pero que me has obligado a hacer?- me dijo.

No respondí.

Se levanto y me quedé tumbada en esa cama unos diez minutos. Mi hermano volvió fuera de si. Con el control perdido. Se tiró a por mí. A follarme.

No me gustaba lo que me quería hacer pero me sentía culpable.

  • Espera- le dije.

Me levante y me fui al servicio. Me puse un enema y regresé.

Intentaba follarme de nuevo.

  • No. Ahí no- le dije.

Cogí su polla y me la fui metiendo por el culo. Me agache todo lo que pude. El consiguió metérmela hasta la mitad. A los dos nos dolía. Me unté de aceite y volvimos a probar de nuevo. Hasta que consiguió moverla dentro de mi culo. Me acaricié el clítoris para ver si conseguía excitarme y correrme. Pero me dolía y a él también. Pese a todo noté que me mojaba por dentro. Se había corrido. Fue muy sucio.

Desde luego no se quienes somos más perversos si las mujeres o los hombres.