La novia de mi hermano
No era lo que se dice un mal estudiante, pero la vagancia, las revistas guarras y las pelis codificadas del Plus ocupaban mi mente calenturienta con bastante mas facilidad que las mates o el ingles, evidentemente no podía ser de otra manera, suspendí. No fui el único, varios de mis compañeros también se vieron condenados al infierno de estudiar en verano. Y es precisamente ahí donde arranca la historia.
LA NOVIA DE MI HERMANO
Hola a todos, mi nombre es Fer tengo 24 años y soy de un pueblo de Lugo. La historia que me ocupa ocurrió hace casi 10 años, por aquel entonces tenia 15 primaveras y las hormonas apunto de salir volando. No era lo que se dice un mal estudiante, pero la vagancia, las revistas guarras y las pelis codificadas del Plus ocupaban mi mente calenturienta con bastante mas facilidad que las "mates" o el ingles, evidentemente no podía ser de otra manera, suspendí. No fui el único, varios de mis compañeros también se vieron condenados al infierno de estudiar en verano. Y es precisamente ahí donde arranca la historia.
Mis padres decidieron que iría a una academia de Lugo para poder recuperar las asignaturas pendientes (que no eran pocas ) Esto suponía tener que quedarme en casa de mi hermano Juan, 12 años mayor que yo. Juan vivía con su novia Sonia de 25 años (tranquilos que la describo con detalle mas abajo), la verdad, si os soy sincero, la tal Sonia en un principio no me llamo la atención, la conocía de algún fin de semana que nos reuníamos todos en el pueblo para hacer la comilona, pero la veía tan Diosa, tan inalcanzable que ni me atreví ni a fantasear con ella, además claro esta, por ser la novia de mi hermano.
Los primeros días fueron una quimera, me levantaba a las 9, iba a la academia y a las 2 me volvía a casa para comer yo solo los macarrones rancios que me dejaban hechos ya que ellos comían fuera debido a sus trabajos. Os juro que aquellos macarrones parecían parte del castigo, eran infumables.
Los días fueron pasando, yo apenas coincidía con alguno de los dos, mi hermano trabaja de segurata, y Sonia en un almacén de ropa. Las tardes eran todas iguales, veía la tele hasta las 6, hora a la que llegaba ella, entonces me metía en mi cuarto a escuchar música o dar rienda suelta a mis masturbaciones.
Una tarde recibí un llamada de mi madre, y la noticia que me dio no pudo alegrarme mas, al parecer hablo con los padres de algunos de mis colegas y estos decidieron mandar a sus hijos a la misma academia, no podía estar mas contento, al día siguiente me reuní con mis amigos en la estación de buses,
Allí aparecieron los cuatro, Miguel, Juanca, Nacho y Sebas, todos tenían 15 años a excepción de Sebas que era dos años mayor.
A partir de entonces los días eran un ir y venir recorriendo la ciudad, buscando un buen par de tetas en donde posar nuestros calenturientos ojos. Y el primer par lo encontramos en la propia academia, una de las profesoras, sin ser guapa; si poseía un par de melones dignos de nuestra admiración, aquella degustación de melón duro poco, el tiempo justo que tardo la pobre en darse cuenta de que atendíamos mas al vaivén de sus pechos que a los logaritmos neperianos. En la academia también hicimos amistad con un chaval bastante simpático llamado Dani. No nos costo demasiado aceptarlo sobretodo después de la ración de de pelis porno que nos dimos en su casa, el cabron tenia una estantería completa de pelis guarras.
Una tarde, tras salir de cine, la lluvia era bastante fuerte así que nos refugiamos en el piso de mi hermano, que estaba prácticamente encima de los cines. Al entrar Sonia apareció tras la puerta de la cocina y se sorprendió al ver tanto crío.
-Ah, hola Fer. Veo que traes a tus amigos.
-Si, pero estaremos poco rato, hasta que pare de llover
-Ok, dentro de media hora estará la cena lista, ven cuando quieras.
Asentí con la cabeza y me dirigí hacia mi cuarto, cuando me di cuenta de que mis colegas se avían quedado atrás
-¿Venís o que?
Los cinco estaban mirando hacia el interior de la cocina con cara de bobos viendo como Sonia preparaba la cena.
-Eh capullos!
Se dieron la vuelta y me siguieron a la habitación, al entrar todos los comentarios fueron sobre el mismos tema:
-Joder ¿quien coño es esa??!- dijo Sebas
-Es mi cuñada.
-Madre mía tienes ese pibon en casa y te pasas las tardes con nosotros por ahí haciendo el jilipollas!-dijo Nacho
A todos nos entro la risa con ese comentario, como ya he dicho, nunca me atreví a mirar a Sonia de ese modo.
Pero aquella noche durante la cena me di cuenta de que mis amigos llevaban razón.
Mi cuñada era alta (1.80) morena de pelo largo, ojazos negros, aquellas piernas y aquel culo no eran de este mundo las horas de gimnasio eran evidentes, estaba claro que se cuidaba, pero el plato fuerte sin duda eran las tetas, no entiendo de tallas pero eran bastante grandes necesitabas las dos manos para amasarlas bien.
Mi hermano interrumpió mis húmedos pensamientos de golpe.
-¿Qué tal las clases?, espero que las aproveches, a tus padres les están costando un pastón!
-Buf! La verdad es que no se, son demasiadas asignaturas, quizás me centre en las mas fáciles para pasar de curso y ya el año que viene recupero las que me queden
-No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!- dijo Sonia riéndose.
"Eso mismo pienso yo " pensé mientras miraba sus tetas.
El resto de la cena trascurrió normalmente, ellos se contaban sus chismes, bueno, prácticamente solo hablaba mi hermano y ella se limitaba a asentir con la cabeza o soltar un tímido "¿si?" intentando mostrar interés.
A media noche salí de mi habitación, para ir al lavabo. Al pasar por el salón Sonia estaba sola viendo la tele
me imagine que mi hermano se abría acostado ya, pues al día siguiente trabajaba por la mañana temprano.
Sonia no se percato de mi presencia, tenia las piernas tapadas con una manta pero lo que me llamo la intención fue su prenda superior, una camiseta con un escote bastante pronunciado joder si era pronunciado me quede petrificado al ver aquellos senos, lo poco que se veía fue suficiente para que mi polla actuara como un resorte
eran perfectos y punto! Suerte que ella no le dio tiempo a mi miembro para emocionarse mas ya que se volteo y me dijo:
-¿Aun estas así?, mañana tienes que levantarte a las 8, te lo recuerdo.
-Tranquila, enseguida me acuesto, pero tengo que ir al baño.
Joder si tenia que ir al baño!!! Santa paja que me casque allí!!!. Os puede resultar chocante que con solo ver
o mejor dicho intuir unas tetas, aunque estuvieran embutidas bajo la ropa, para un crío de 15 años era la ostia en verso. Pero aquella noche me deparaba mas sorpresas, me pase un par de horas dando vueltas en la cama, no podia quitarme de la cabeza a mi cuñada, volví a levantarme, necesitaba beber algo, tanta paja es lo que tiene, que deshidrata!. De nuevo en el salón recordé la visión que me avía perturbado hacia escasas un par de horas, entonces empecé a oír un sonido sordo proveniente del cuarto de mi hermano, mil ideas absurdas pasaron por mi cabeza hasta que di con la respuesta ¡Estaban follando!. Me acerque con una mezcla de miedo y excitación la puerta estaba entreabierta me asome y pude ver las piernas de Sonia en medio estaba el culo de mi hermano,
se la follaba rápido como con prisa, me saque la polla y empecé a machacármela otra vez , me corrí a los 10 segundos pero estaba contento, en una sola noche avía tenido más ración de carne y además vi mi primer polvo en directo, dormí toda la noche de un tirón, por fin aquel verano empezaba a prometer.
Los días transcurrían y el centro de atención en las conversaciones de nuestra pequeña pandilla era siempre Sonia, sobretodo después de contar a mis amigos las peripecias de aquella noche, ellos también querían ver aquellas tetas o incluso como follaba con mi hermano. Un millón de planes surcaron nuestras cabezas, pero con 15 años todo son fantasías y en el fondo sabíamos que nada de aquello sucedería.
Una tarde los padres de Dani estaban en casa ya no teníamos ni pelis porno ni video para degustarlas, así que no vimos obligados a improvisar, hicimos bote entre todos y fuimos a un chino a compramos un par de cintas. La idea era verlas en mi casa, teníamos un par de horas hasta que Sonia regresase de trabajar. Pero cometimos dos errores, uno era un tremendo gripazo que la avía dejado fuera de juego, evidentemente aquella mañana no fue a trabajar. Llegamos al piso, metimos la cinta y nos sentamos todos alrededor de la tele, cada uno con su respectivo paquete de kleenex, la peli comenzó y ese fue el segundo error, la condenada de la china, japonesa o de donde demonios fuese, pegaba unos gritos enormes a la par que agudos cada vez que se la metían , evidentemente mi cuñada escucho semejante jaleo de gritos, creo que todo el bloque los escucho, lo cierto es que nunca supimos cuanto tiempo estuvo mirándonos, pero cuando nos percatamos todos pegamos un salto introduciendo nuestros respectivos miembros en el pantalón, ella no dijo nada tenia la cara roja de furia o de la fiebre, no se, el caso es que con solo una mirada asesina cada uno de mis colegas supo que tenia que irse a su respectiva casa y por supuesto los muy cabrones ni se molestaron en quitar la cinta, la pobre china seguía gritando como una posesa mientras Sonia me mando una mirada que casi me parte en dos, quite la cinta y cuando me di la vuelta ya no estaba. Me quede toda la tarde en mi cuarto con una mezcla en el estomago de excitación y miedo, excitación por el echo de que ella nos viese allí meneándonos las pollas como monos en celo, y miedo porque sabia que mi hermano me mataría. Y así fue, ya de noche apareció mi hermano en el cuarto gritando como un descosido intente no hacerle mucho caso simplemente asentía con la cabeza gacha.
Desde entonces apenas me hablaban, cada vez que la miraba ella me contestaba con aquella mirada asesina.
Aquello nos desanimo bastante, ya no fantaseábamos con nuestra musa como antes, lo cierto es que después de aquel incidente comenzamos a tomarnos enserio el tema del estudio y pasaron días en los que apenas quedábamos después de las clases.
Un día durante una de las clases Nacho tuvo una gran idea, ir a la piscina municipal, allí seguro que encontraríamos a otra dulce sirena con la que distraer nuestra calenturienta mentes. Ataviados con nuestros bañadores nos dedicamos a dar vueltas al rededor del recinto, paseando nuestras lorzas y mirando posibles presas para nuestros ojos, pero la sorpresa fue mayúscula cuando Juanca exclamo:
-¡Ostias! ¡Que esta tu cuñada justo ahí tío!.
-Joder que esta en bikini.
-¡Mirad que culo!.
Sonia estaba boca abajo tomando el sol encima de su toalla, estaba acompañada por un par de amigas, pero ellas no merecían nuestra atención, mi cuñada llevaba puesto un bikini negro y una modernas gafas de sol, su culo brillaba debido a la crema protectora, era espectacular pero el desmedido entusiasmos de mis colegas no paso desapercibido para el grupo de chicas que la acompañaban, ella se dio la vuelta y alzo la vista en nuestra dirección, fue entonces cuando pudimos ver sus pechos, claramente eran grandes, brillaban como su culo estaba claro que en crema no avía escatimado, se dirigió a sus amigas y tras decirles algo que no alcanzamos a escuchas las 3 se levantaron con intención de irse. El verla de pie en todo su esplendor junto con aquellos graciosos botes que pegaban sus tetas al sacudir su toalla nos devolvió las ilusión, las ganas de ver mas, la necesidad de poder contemplar aquellos melones libres sin ninguna barrera que los atase, aquellos pensamientos nos mantuvieron embobados el resto del día, y estoy seguro que al igual que mis amigos, aquella noche me hice una soberbia paja a salud de aquel cuerpo.
Una mañana me levanté bastante temprano para pode estudiar algo, teníamos examen de control en la academia; pase por delante de la habitación de mi hermano, las luz estaba encendida, pude ver a mi hermano ponerse los pantalones iba a continuar pero entonces la vi a ella de espaldas poniéndose el sujetador al darse la vuela se percato de mi presencia y rápidamente cerro la puerta con bastante brusquedad.
Aquella misma tarde volvimos a la piscina, pero esta vez intentamos pasar desapercibidos cosa que nos facilito un puesto de helados que permanecía cerrado en ese momento, estaba justo enfrente de mi Sonia los 6 nos metimos dentro y levantamos con cuidado la ventana lo justo para verla a ella. Durante mas de una hora no ocurrió nada, hablaba con sus amigas se sentaba para ponerse mas crema pero nada mas. Entonces cuando estábamos apunto de abandonar nuestro puesto de observación, algo ocurrió, permaneciendo boca abajo se desabrocho la parte de arriba del bikini, todos nos quedamos expectantes, podíamos ver el borde de su teta derecha, Sebas y Dani no aguantaron mas y se sacaron las pollas para empezar a machacársela apto seguido todos comenzamos con la misma faena, en mitad de la paja un balón de playa impacto en la espalda de Sonia
esta sobresaltada de volteo para ver, pero los que vimos fuimos nosotros, por fin teníamos aquellas tetas libres
ante nuestros ojos, la reacción fue unánime, todos nos corrimos a la vez como si fuese una coreografía, demasiada tensión juvenil acumulada. Ella al darse cuenta se tapo enseguida con los brazos, el chaval que avía tirado la pelota le pidió disculpas con una picara sonrisa, también avía tenido su racion de melón. Salimos intentando no llamas la atención del socorrista, salimos de la piscina seguíamos algo inquietos por lo que aviamos visto estábamos tan extasiados que no nos dimos cuenta de la enorme mancha que tenia Miguel en el pantalón se había corrido encima, nos reímos bastante con aquello.
Esa misma noche me acerque a la habitación de mi hermano para espiarles de nuevo, pero al llegar a la altura de la puerta escuche como los dos discutían acaloradamente, no preste atención a lo que decían, estaba jodido, aquello significaba que no follarian o lo que es lo mismo, que me quedaba sin paja.
Nos pasamos el resto de la semana planeando alguna forma de espiarla, pues sus visitas a la piscina avían cesado. Entonces se me ocurrió una idea, el la habitación ambos tenia su propio armario, pero el de Jose era bastante mas grande, un armario empotrado con puertas correderas y espejos en estas, calcule que podríamos meternos al menos 5 de nosotros allí, eso si no tenia muy claro como nos colocaríamos para poder mirar, la idea nos entusiasmo a todos, pero nunca nos atrevíamos a dar el ultimo paso.
Un jueves de madrugada me despertó el portero automático, eran dos tías, hablaban de una forma confusa claramente estaban como una cuba, me pidieron que bajase para ayudarlas. Al llegar al portar vi a Sonia sujetada pos las dos tías, eran las mismas que estaban en la piscina con ella, las tres estaban borrachas pero mi cuñada se llevaba la palma, no reaccionaba no podía ni andar, la subimos como pedimos en el ascensor y entre los tres la recostamos en el sofá del salón, una de las amigas aprovecho para ir al baño y vomitar, las dos se fueron dando eses, cerré la puerta tras ellas, en ese momento el corazón me dio un vuelco, tenia a Sonia tirada en el sofá completamente fuera de combate. Me puse delante del sofá muy nervioso me arrodille a escaso un metro de ella, estaba de lado frente a mi los brazos en cruz por encima de la cabeza ya que fue por donde la cogieron sus amigas, tenia puesto el mismo uniforme que usaba para ir al trabajo, camisa blanca y una falda un poco por encima de las rodillas, pero en aquella posición la falda le quedaba casi a la altura de la cadera, podía ver el comienzo del tanga tras las medias. Mi corazón latía a mil por hora, mi polla también, comencé a tocármela por encima del pantalón del pijama pero aquello no era suficiente, con mucho cuidado comencé a desabrochar los botones de la camisa, cuando por fin acabe me di cuenta que otra barrera mas se interponía entre mis ojos y su objetivo, un top blanco, con aquella mezcla de miedo y excitación comencé a subir el top hasta que sus tetas quedaron libres, dentro del sujetador esos si, no me atreví a rozar siquiera aquellos pechos, mucho menos a quitarle el sujetador así que saque mi polla y comencé a cascarmela lo mas rápido que podía mientras con la otra mano seguía sujetando aquella prenda, como venia siendo habitual me corrí a los pocos segundos el chorro de lefa fue sin miedo a equivocarme el mas gordo u largo que escupió mi polla hasta entonces gran parte se estrello contra el sofá pero un grumote se quedo varado en la mejilla izquierda de Sonia, aquella visión me excito sobre manera, agarre con las dos manos mi polla y comencé de nuevo a machacármela durando esta vez algo mas eso si los chorros acabaron de nuevo en el mismo sitio su cara ahora tenia dos ríos de lefa, uno corría desde su mejilla asta su boca el otro bajaba por su parpado y se derramaba en el sofá. Tras acabar me caí de espaldas, así estuve un rato descansando, después cogi un trapo de la cocina y limpie todo lo mejor que pude, ella al sentir la humedad del trapo de dio la vuelta dándome la espalda, por suerte ya le avía limpiado la cara y ahora me afanaba en quitar aquellos pegotes del sofá. Me fui a mi habitación mas contento que unas castañuelas.
Al día siguiente tras contárselo a mis colegas estos se quedaron embobados con el relato que yo les ofrecía
aunque Sebas no se lo creía del todo, aun así todos querían repetir mi experiencia, cascarsela delante de ella y correrse en su dulce cara, fue entonces cunado nos decidimos a poner en practica el numerito del armario, pero uno de nosotros tendría que sacrificarse, yo no estaba dispuesto, que coño era mi cuñada y la idea fue mía, tras sortearlos le toco quedarse fuera a Dani
-Tu ya tienes tu colección de pelis porno
Le solté en todo de broma, el cabizbajo volvió a su casa. Los demás nos metimos en mi piso, tendríamos que escondernos en el armario y esperar allí hasta que ella decidiese pegarse un baño o cambiarse, al abrir el armario vimos las porras de mi hermano colgadas en el fondo eso me dio bastante miedo, si mi hermano se enterase de aquella locura nos mataría.
Tras una media hora esperando por fin llego nuestra musa a casa, supuse que iría a la cocina y después se metería en el baño de la habitación para tomar una ducha, así fue, entro tiro el bolso sobre la cama y tras quitarse la camisa se metió en el baño, nosotros nos colocamos en posición dos mirarían por el lado derecho entreabriendo un poco la puerta y los otros tres por el lado izquierdo ya que avía mas espacio, yo estaba de pie y debajo mía agachados Juanca y Nacho. Cuando por fin salio envuelta en la toalla todos estábamos preparados con nuestras herramientas buen duras, Nacho comenzó a machacarse en ese mismo momento, Sonia se quito la toalla del cuerpo y se la envolvió en la cabeza, allí estaba completamente desnuda ante nuestros ojos
Sus tetas libres se balanceaban mientras ella se secaba el pelo con la toalla, su bello púbico brillaba a causa de las pequeñas gotitas que todavía permanecían en el y su culo parecía tan perfecto y brillante como aquel día en la piscina, todos nos afanábamos en machacárnosla yo procuraba hacerlo despacio disfrutando del contorneo de aquel cuerpo, entonces Miguel que estaba de pie en mi misma posición comenzó a correrse con tan mala puntería que la mayoría de los lechazos acabaron el pelo de Sebas que permanecía agachado, este muerto de asco se levanto bruscamente haciendo bastante ruido, Sonia asustada se tapo como pudo con la toalla y decidida se encamino hacia el armario, al abrir la puerta pudo ver a Sebas y a Miguel con la polla fuera ambos muertos de miedo, acto seguido abrió cada una de las puertas hasta dar con nosotros cuando me vio aquellos ojos negros se clavaron en mi sien como espadas, menos mal que tuvimos oportunidad de guardarnos la polla
Ella no dijo nada cogió sus cosas y salio de la habitación, salimos del armario con cara de cordero degollado, era el fin nos mataría mi hermano estábamos seguros de eso, nos fuimos del piso yo incluido, aquella noche la pase en el rocho del piso de Dani al que fuimos a ver en cuanto nos marchamos.
Los seis teníamos una sensación de derrota, ya no podríamos disfrutar mas del cuerpo de Sonia y aquello nos consumía por dentro, necesitábamos aquellas curvas eran nuestra droga por ellas aviamos hecho mil y una locuras pero lo ocurrido aquella tarde suponía el fin o no.
.continuara