La novia de mi amigo (2)
Es la continuación de un relato anterior... Una noche increible que repetí varias veces con Mónica.
LA NOVIA DE MI AMIGO (II)
Después de la tremenda felación la noche de sexo desenfrenado no termino. Descansamos unos cinco o diez minutos y antes de darme cuenta Mónica me propuso que nos fuésemos a la cama que aún no habíamos terminado que quedaba mucho por hacer y la verdad si quedaban muchas cosas por hacer.
Mientras me llevaba a la habitación, ella quiso que me pusiese detrás pegado a ella y yo por supuesto no puse ningún problema, me pegué tanto que no creo que pudiera pasar el aire entre nosotros, tardé poco tiempo si lo que tardé se le puede llamar tiempo en volver a ponerme como una moto, el paso del salón a la habitación son apenas cinco o diez segundos, pero me encantó ir detrás de ella con mi pene entre sus piernas y mis manos tocando sus pechos y su vajina, aun no se si estaba húmeda de nuevo o mantenía la humedad de antes. Ya en al habitación Mónica seguía delante de mi y no me dejó que la diera la vuelta, empezó a mover sinuosamente su culo que mantenía pegado a mi miembro consiguiendo que aumentase aún mas su rigidez si eso era posible aún todavía.
Después de estar unos cinco minutos moviendo su precioso culo y dejando de la tocara sus pechos y si linda vajina se dio la vuelta cogió las manos y las llevo a su entrepierna, Mónica me agarró a mí del pene y tirando de el suavemente me acercó a la cama sentándose en el borde sin dejar de mirarme a la cara y con la boca entre abierta me dijo que me tumbara a su lado, así lo hice, ella se colocó a mi lado de rodillas y sin hacer ninguna maniobra mas se la insertó hasta el fondo sin ningún tipo de vacilación, solo la vi hacer una pequeña mueca como de gusta al tener mi pene dentro de ella. Empezó a moverse suavemente sentada sobre mí, con movimientos cadenciosos y con sus ojos cerrados sin hacer mas ruido que el que producía su flujo al rozar con mi pelvis, esto duró como unos cinco minutos sin aumentar ni disminuir el ritmo, después de este tiempo empezó a cambiar de ritmo aumentando también la fuerza en sus envestidas, me gustaba mirar la cara que tenía y el movimiento de sus pechos, yo solo la cogía de las caderas, mas que otra cosa para tener las manos ocupadas en algo.
Con el aumento de ritmo, también empacó a cambiar el rictus de su cara, se la notaba que estaba obteniendo bastante placer de mí, de nuevo noté un aumento en su ritmo y la dejé mantenerlo un minuto mas o menos y cuando noté que estaba llegando al orgasmo, le propuse que según estábamos se diese la vuelta y según estábamos se la insertase de nuevo dentro, no había probado nunca esa postura y por lo que me han comentado algunos amigos e incluso alguna amiga, se da bastante mas placer que mirándose las parejas, Mónica no puso ningún problema y lo hizo bastante rápido como para no perder esa sensación de desazón maravillosa que se produce cuando esta siendo penetrada.
Cuando ya tubo mi miembro de nuevo dentro de ella, empezó a moverse de nuevo lentamente como para acoplarse bien a la nueva postura, pero en esta ocasión no tardo mucho tiempo en cambiar su ritmo, yo estaba tremendamente cachondo y notaba que mí esperma no iba a aguantar mucho tiempo dentro de los huevos, yo intentaba aguantar lo máximo posible para intentar llegar juntos a los orgasmos. Mientras yo intentaba concentrarme para aguantar hasta que Mónica llegase al orgasmo conmigo notaba que su ritmo encima de mi ya era desenfreno y descontrol total, ella en esta ocasión la escuchaba decir cosas como Dios!!, Me encanta, oh que gustazo y repetía mas o menos estas palabras una y otra vez mientras se movía alocadamente sobre mí.
Yo no aguantaba mas la cogí de las caderas y al ayudaba a moverse, Mónica se echó ligeramente hacía atrás y continuaba con su cadencia elevada de movimientos, un instante después yo solo podía decirla con voz entre cortada que no "aguantaba mas" mientras decía esto no pude mas y empecé a correrme dentro de su coño, cuando de repente ella empezó a nombrar al altísimo y a decir ya, ya,ya y a jadear con un volumen un poco elevado. Yo sentía como empezó a humedecerse mi pelvis con su flujo y creo que con algo de mi esperma. Mónica se retiró y como un acto de glorificación al falo lo lamió hasta retirar los restos de semen y flujos vaginales que había en él, después de este grandioso polvazo por lo que a mí respecta por lo que recibí de Mónica esa noche, nos quedamos tendidos los dos en la cama abrazados, sudorosos y agotados, pero yo por lo menos satisfecho como nunca había quedado después de follar con una mujer así.
A la mañana siguiente Mónica se levantó antes para ir a su casa a cambiarse y a vernos en la oficina.
Mas adelanta les contaré lo que hacíamos en la oficina mi querida Mónica yo.