La novia de mi amigo

La zorra de la novia de mi amigo aprovecha el alcohol y la noche para conseguir lo que quiere.

Principio de Otoño: No paraba de darle vueltas a la cabeza, el verano se había esfumado y apenas tenia algo caliente que recordar de esos meses…realmente me estaba jodiendo la idea de pensar que quedaba tanto para el siguiente. Intenté pensar en otra cosa mientras abría una cerveza y miraba el reloj ansioso.

No es que tuviera en mente un gran plan para esa noche…más bien todo lo contrario, Tamara, la novia de mi amigo Nacho, había insistido durante toda la semana en quedar "a solas" conmigo; yo sabia perfectamente que no estaban bien…no había que ser un lince para darse cuenta y menos aun cuando ella me tenía como su confidente

  • Genial…todos mis colegas de fin de semana y yo tengo que tragarme el rollo de esta tía sólo por no quedarme en casa y encima llega tarde…- me dije mientras acababa la cerveza y volvía a mirar el reloj. Quizá era lo que me merecía, pero lo que menos me apetecía era irme de viaje con ellos viendo como estaban las cosas entre nosotros últimamente.

Mientras me quejaba llamaron al timbre, Tamara estaba con otra amiga

-Vaya Carlos…esto se supera por momentos – me dije mientras bajaba a la calle- ahora no tendrás que aguantar un rollazo…sino dos

Mi extraña noche no había empezado y ya tenia ganas de acabarla.

Tras suspirar mientras me miraba en el espejo del portal salí a la calle, donde me esperaban Tamara y Ángela. Intenté poner mi mejor sonrisa para ‘Angy’, una niña pija con un novio oficial y muchos otros…"no oficiales" digamos.

Me acerque despacio a ellas, mirándolas de arriba a abajo, iban conjuntadas: Tamara llevaba una faldita negra y una camisola roja apretando sus grandes pechos, dejando caer por sus hombros su melena rubia y Angy llevaba el mismo conjunto pero en blanco. A primera vista la diferencia entre quien llenaba mas la camisola era notable…Tamara ganaba por goleada, aunque los morritos de chupapollas que tiene su amiga acompañados de ese carácter que oscila entre estrecho y putón hacen que recupere bastantes posiciones en cuanto se habla un rato con ellas.

Nos dirigimos a un bar de copas del barrio, la idea parecia clara: charla y alcohol. Encendí un cigarro y pedimos las primeras copas; mientras ellas hablaban yo intentaba estar allí…al menos físicamente lo conseguía, pero mentalmente estaba demasiado lejos; Angy pareció darse cuenta la primera y dejaron de hacerse las interesantes entre ellas para centrarse en mi.

La noche continuaba y también las copas, mientras levantaba mi vaso miraba a Angy de reojo y pensaba como una morenaza como ella podía ser tan estúpida…no hizo falta ni que yo mismo intentase buscar una respuesta: su picardía superaba cualquier cosa y antes de que posase mi vaso comenzó a lanzar indirectas sobre algo que me venia rondando la cabeza hacia cosa de un mes: Tamara quería algo mas que un confesor de mi.

Quizá fuera por el número de copas que llevábamos tomadas, pero no podía creer lo que estaba oyendo de las bocas de aquellas mujeres

La puerta del bar se abrió y entró un chico buscando con la mirada, Tamara me dio un toque por debajo de la mesa y en seguida le reconocí, era uno de los "novios no oficiales" de Angy.

Pensé que con él delante se cortarían…nada más lejos de la realidad, las indirectas se convirtieron en flechazos cargados de intención

-¿Entonces qué tia? – Preguntaba Angy con cara de morbosa- , ¿te liarías con Carlos o qué?

Aquello me parecia cada vez mas surrealista, pensé que Tamara no diría nada, pero su cara de zorrón borracho sólo supo mirarme mientras decía – Bueno…si él quiere

El chico que venia buscando a Angy me miraba con los ojos como platos…no parecia entender como no me había tirado encima de ella…su mirada parecia querer decirme…tío menudas tetas

Angy sabía bien por donde llevar la conversación para seguir intentando calentarnos, intentaba explotar la mala relación de alguno de mis colegas con el novio de Tamara para justificar lo que tenia que pasar. El ambiente en el bar estaba muy cargado y señalando el móvil como excusa, salí fuera lo más rápido que pude: necesitaba aire fresco.

Fuera no mejoraba mucho la situación, estaba bastante mareado al ponerme de pie por todo el alcohol y la niebla que se había levantado no ayudaba, intenté buscar en la agenda del teléfono el número de Nacho: Tenía que aclarar eso ¿Cómo iba a hacer algo así?

Mientras el móvil sonaba baje unas escaleras a la derecha del bar, rodeadas por algunos arbustos

Al menos aquí estaré tranquilo, pensé justo antes de notar que unas manos me agarraban por la cintura al mismo tiempo que Nacho descolgaba el teléfono

-¿Sí?

-¿Sí? – repitieron-

No pude contestar, Tamara cortó la llamada mientras seguía agarrada a mi cintura, me miraba con lujuria, sus ojos pedían guerra a gritos; se acercó aún más y mordió despacio mi cuello mientras yo seguía paralizado.

Sin dejar de mirarme a los ojos cogió la hebilla de mi cinturón y empezó a desabrocharlo, siguió con el botón de mi vaquero y bajó la cremallera

Tamara parecia poseída, pasó su mano por mi paquete y pareció gustarle lo que tenia ahí, se pasó la lengua por los labios dejando ver su piercing

Sólo pude decir: -Uf

Mientras ella se agachaba sacando mi polla, me volví a dar cuenta de que tenia el móvil en la mano: "Nacho llamando"

Cogí la llamada en un acto reflejo

-Carlos, ¿para que me llamas y cuelgas?, ¿querías algo? – me decía Nacho por teléfono mientras Tamara jugaba con su piercing en mi capullo

-Eh…uf

-Supongo que llamas para arreglar las cosas – seguía diciendo – entiendo que no hayas querido venir con nosotros sabiendo los problemas que hay últimamente y […]

Nacho seguía hablando y yo no era capaz de contestarle..Sólo podía sujetar el teléfono mientras veía como Tamara me miraba con cara de puta tragándose mi rabo, lo miraba como hipnotizada, moviendo la piel despacio y pasando la punta de su lengua por la rajita de mi capullo

-Joder…-dije con la voz quebrada -

-Oye Carlos entiendo que no quieras hablar pero que hayas llamado es un paso…pero deja de lamentarte, no es culpa tuya que las cosas estén así porque […]

Mi amigo seguía intentando salvar nuestro grupo mediante llamada telefónica mientras Tamara restregaba mi polla por sus tetas, veía mi capullo aparecer y desaparecer entre aquellos pechos perfectos mientras Nacho seguía hablando solo.

Casi no podía aguantar los gemidos y la cara de la viciosa mamona que tenía delante de mí de rodillas no ayudaba; Tamara notó como mis huevos se contrarían y se metió de nuevo mi polla en la boca moviendo su piercing en círculos muy despacio.

-Ohh….mmm – pude decir mientras se me caía el móvil de las manos al escalón de abajo y sentía como un chorro de leche llenaba la boca de Tamara.

Todavía paralizado y con los pantalones bajados, Tamara se levantó, relamió con su lengua la comisura de sus labios manchada de semen y recogió el teléfono

-¿Nacho? Si, no…no, no te preocupes Carlos está bien, le sacamos de casa Angy y yo para tomar algo; que nooo no te preocupes que esta bien cuidado, vosotros pasarlo bien por ahí y ya cuando volváis y habléis todo veréis como estáis como antes.

Me subí los pantalones mientras escuchaba su conversación sin dar crédito

-Jo amor en serio no te preocupes mas por Carlos, estaba fuera del bar y salimos a ver si estaba bien y supusimos que estaba hablando con alguno de vosotros porque estaba algo…tenso – dijo Tamara guiñándome un ojo –

-Que siii, que nosotras le cuidamos… venga pesado, un besito– terminó diciendo mientras colgaba –

Todo solucionado, me dijo Tamara mientras me devolvía el móvil y me cogia del brazo para subir los escalones que llevaban hacia la entrada del bar.

Antes de entrar, mire nuestro reflejo en el espejo de la puerta, aún estaba pasmado por lo ocurrido, pero… no pude evitar pensar que quizá no seria tan malo seguir siendo su confesor sentimental a partir de ahora.