La novia de mi amiga: Gemma
La novia de mi amiga se llama Gemma y su cuerpo es una tentación andante, con su 1.52 es difícil que sus curvas no sobresalgan, sus pechos grandes y su trasero gordo solo se ven más redondos es su pequeño cuerpo.
Todo este tiempo he envidiado y codiciado a la novia de mi amiga Gloria, su nombre es Gemma y su cuerpo es una tentación andante, con su 1.52 es difícil que sus curvas no sobresalgan, sus pechos grandes y su trasero gordo solo se ven más redondos es su pequeño cuerpo, además tiene una piel muy pálida y solo resalta más con su cabello rubio. Gloria y Raquel tienen una relación estable y se que soy egoísta, pues yo solo quiero acostarme con Gemma, quizás esté no sea el mejor momento, pues Gemma está vulnerable por la partida de Gloria, pero aunque eso me hago una mala persona no pienso desaprovechar esta oportunidad.
Fue un viernes en la noche cuando mi momento llego, después de tomar unas copas ella me confesó que últimamente se siente muy sola y que extraña estar con alguien, que aunque lo intenta ella sola no más no puede llegar al orgasmo. He de confesar que con solo escucharla hablar yo ya me había empezado a mojar, y sabía por dónde iba a terminar esta conversación. No fue difícil convenserla para que se dejara querer , sin perder más el tiempo y antes de que pudiera cambiar de decisión la lleve a mi habitación.
Gemma está nerviosa por mi cercanía y aunque sé que soy una mala persona eso no detiene mi excitación. El verla completamente desnuda y temblorosa en mi gran cama solo me moja más. Ante su mirada y actitud veo que está decidida a no reaccionar ante mis avances. Sin poder seguir conteniendome agarro sus grandes pechos que con trabajo dan en mis manos y los estrujó fuertemente, siempre he querido hacer eso, ante esto Gemma suelta un leve quejido. Sin dudarlo mi boca va directo a uno de sus pezones rojos, sentándome en la cama la pongo a horcajadas en mi regazo abrazándola me dedico a chupar sus pechos. Gemma es suave por todas partes y mis manos se dedican a explorar esa suavidad, ante mis caricias y atención a sus pechos va gimiendo suavemente, mis manos llegan a su trasero gordo y me pierdo en masajear esas nalgas que me vuelven loca, mis dedos llegan a su húmedo centro y se van deslizando suavemente en su interior, viéndola directamente a su cara sonrojada acercó mis labios a los de ella y mordisqueó su boca. Compartimos un beso húmedo y duro. Teniéndola ya en este punto excitada, se que está lista para que la reclamé. Separandonos la hago recostar y le hago que se ponga a acariciar sus pechos en lo que me sujeto el arnés a mis caderas. Una vez hecho esto dirijo la polla de plástico entre sus labios vaginales y observó cómo la punta gorda va separando sus húmedos labios. Una vez dentro todo el consolador, llevo una de sus piernas a mi cadera y me recuesto sobre ella. Entonces empiezo a mover mi cuerpo, tratando de llegar a lo más profundo de ella. Mis boca otra vez va a uno de sus pezones para ponerla más húmeda, ella sujeta mi cabeza entre sus pechos. Después de un tiempo sujeto sus muslos gruesos y embisto más y más duro, Gemma gime y se retuerce , está apunto de correrse y yo también quiero venirme junto con ella. Sin esperar más le doy la vuelta y clavando otra vez la gruesa polla en su coño, abofeteó su blanco trasero gordo, sus nalgas enrojecen y retumban ante mis nalgadas, eso me enciende y hace que mis caderas pisteen contra las de ellas, pegándome a su espalda agarro sus pechos gordos y los estrujó , sus pezones juegan entre mis dedos y yo me dedico a esparcir besos y lamer entre su cuello.
Estuvimos moviendo frenéticamente nuestras caderas hasta que juntas alcanzamos el clímax.
Bajando de nuestro orgasmo compartido, me dedico a abrazar a Gemma y acariciar su suave espalda. Mientras le doy un beso en su frente le prometo que jamás le diré a Gloria lo que acabamos de hacer, ella solo logra asentir antes de quedarse dormida