La noche total de mi novia (3)

En esta ocasión una apuesta por el morbo...

Hacía ya unos días que no intentaba alguna situación sexual con mi novia, aquello de los mirones me excitó sobremanera pero fueron pasando los días, y el trabajo hacía que esa tensión morbosa disminuyera un poquito.

De todas formas seguía pensando situaciones, el fin de semana estaba cerca y el sábado era un buen día para hacer algo especial...; también estaba Luis, el hombre que me proporcionaba el frasquito con la droga, sabía que cualquier día me llamaría para "cobrarse" sus servicios pidiéndome a mi novia para tenerla a su disposición, sin embargo sabía que se había ido fuera de la ciudad unos días, así que de momento todo el morbo correría a costa de mi imaginación y de lo que pudiera inventar para ella...

Ella actuaba como siempre, no se daba cuenta de que en los últimos días había estado a merced de tantos hombres, no sabía que sus parte más íntima había sido penetrada tantas y tantas veces por desconocidos... Con sólo unas gotitas de droga seguía actuando con normalidad pero se desentendía de muchas cosas, su aspecto físico, el contacto carnal con otras personas..., la verdad es que no podía estar más contento por poder disfrutar así de mis fantasías.

Así pues llegó el día que tenía ganas de acción y me propuse una buena dosis de morbo..., no tenía nada pensado especialmente, las cosas irían sobre la marcha, le di unas gotitas de esa "poción mágica" y para salir a la calle la vestí con una camiseta de tirantes sin nada debajo y con una faldita corta veraniega con un tanga debajo. Fuimos paseando por las calles y me divertía ver la cara de los tíos que no disimulaban nada en mirarla al pasar junto a ella, la verdad es que estaba muy guapa y dejaba entrever un cuerpo desnudo que daban ganas de comérselo.

Estuvimos en una terraza tomando algo y más de un tipo de allí seguía mirándola, fue cuando pensé en ir de compras y buscar alguna situación morbosa, tampoco sabía muy bien que buscar, simplemente sería lo que surgiese y sin renunciar a nada...

Entramos en una tienda y se puso a mirar camisetas y tops, me preguntaba que me parecían, en fin, esas cosas... Me dijo que se quería probar alguno y ahí ya empecé a dejar volar la imaginación porque me había fijado que en la tienda no había mucha gente y, quien sabe, igual podría forzar algo de morbo con un dependiente en el que me fijé nada más entrar. Así pues entré con ella en el probador y vi como se probaba una camiseta de tirantes parecida a la que llevaba de un color azul claro muy bonita; ella actuaba con naturalidad pero sabía que estaba bajo los efectos de la droga así que me dispuse a aprovecharlo.

Me salí y le dije al dependiente aquel que entrara a echarnos una mano si podía, a lo que accedió gustoso... Le empecé a preguntar si pensaba que le sentaba bien y como buen vendedor decía que sí, además de aprovechar para colocar un poquito la camiseta por los lados tocando levemente a Sandra. Yo quería más y fue cuando me lancé...

-Verás, es que a mi particularmente me gustan las camisetas que sean algo finas para que se le marquen los pezones, ya que ella no suele llevar sujetador, me entiendes, ¿no?. (Y mientras terminaba la frase pasé mis dedos suavemente a la altura de sus pezones, que aparecían levemente marcados sobre la tela)

Él se quedó sorprendido con lo que le dije y, sin cortarse, fue disimulando a hacer lo mismo que yo y pasó un par de dedos muy cerca de los pezones de mi novia. Quería parecer "muy profesional", quizás estaba empezando a darse cuenta que estaba ante una pareja o muy cachonda o muy inocente..., con una chica con la que podría intentar algo...

Decía que estaba de acuerdo y que iba a buscar otras camisetas a ver que tal le iban... Al rato volvió con tres y con esas "ganas" de ayudar en lo más posible... Ella se quitó entonces la que llevaba puesta con toda la naturalidad del mundo y al tío se le iban los ojos al verle tan de cerca las tetas a mi novia en todo su esplendor; no las tiene grandes pero suelen despertar unos enormes deseos de retornar a la primera infancia por lo de querer chupar y chupar esos pezones...

Se puso la nueva camiseta, muy parecida a la anterior y apenas había diferencia aunque a ella esta vez no le gustaba demasiado por lo que cogió otra más para ponérsela (con el consiguiente despelote para mayor disfrute nuestro...). En ese momento el tío parece que se empezó a embalar queriendo aprovechar la situación y me dijo que habría que marcar más esos pezones para dejarlos a mi gusto; apenas me miró y tras hacerle un gesto de aprobación se fue directamente sobre ella a empezar a tocárselos primero suavemente y luego a pellizcárselos de forma más descarada..., eso me puso a cien, y el tío en su actitud "profesional" estaba poniéndose morado... Suavemente le empezó a pasar los dedos alrededor de sus pechos y al tocar sus pezones ella daba algún respingo al notarlo; mientras lo hacía me hablaba de cosas de la tienda, de prendas de este tipo..., en fin, para disimular que se estaba poniendo a cien... La cosa surtió el efecto previsible y enseguida sus botoncitos se pusieron bien erectos, por lo que al ponerse la camiseta quedaban bien marcados dándole un aspecto de lo más erótico. Con el magreo yo ya me empecé a calentar y fue cuando le dije que nos trajese algún bikini, que igual comprábamos también alguno...

Fue como un rayo..., al instante lo teníamos en el probador con 4 o 5 bikinis al cual más bonito. Se quedó un poco parado por un momento porque no sabía si irse o seguir allí aprovechando la situación, al verle así le dije que nos ayudase también a elegirlos y allí se quedó esbozando una sonrisa nerviosa... Fue entonces cuando ella sin ningún recato, fruto de su estado, se quitó la faldita y luego el tanga para quedar allí completamente desnuda ante aquel extraño... se probaba bikinis y el tío se la comía con la mirada para mayor disfrute mío.

En ocasiones trataba de aprovechar "ayudándola" estirando un poco la tela de los bikinis para ajustarla mejor a su cuerpo, yo me estaba poniendo a cien al verle tocarle disimuladamente el culo con el pretexto de ajustarle la braguita de los bikinis... Se los colocaba una y otra vez y la ponía ante el espejo, ella en su estado sonreía y asentía casi a todo y de nuevo él aprovechaba para retocar las braguitas y ajustarlas a su gusto ,en especial una vez que la ajustó por delante y le rozó descaradamente el coño... Pasó un rato de intensa calentura y fue cuando el tío se lanzó a tope intentando echar el resto y aprovechando nuestra ingenuidad..., una ingenuidad que me encantaba aparentar, me excitaba ver como él "trataba de convencerme" de cosas en su pensamiento de que iba a poder conseguir lo que quisiera... Ella seguía probándose los bikinis y él se acercó a mi...

  • Ya que te gusta que se le marquen los pezones ¿no te gustaría unas braguitas ajustadas y que se le marcase bien el coño?

  • Sí, no estaría mal la idea –le dije aparentando interés

  • ¿Te imaginas un piercing en el clítoris como se le marcaría?

  • Bueno, no sé muy bien como va eso, nunca he visto uno ahí colocado... –mi "ingenuidad" iba en aumento a marchas forzadas...

Si quieres te explico como iría colocado, o lo simulamos, y así vemos como se vería con las braguitas, de todos modos con excitarla ya se le hincha un poco el botoncito y quedaría bonito igual... tú déjame a mí...

Yo estaba expectante a ver qué iba a hacer, se acercó a ella y le bajó las braguitas de un bikini rosa que se acababa de probar, mi polla estaba a punto de reventar y ella me sonreía en ese estado ausente en el que se encontraba.. La sentó en el taburete y me dijo que me acercase..., fue entonces cuando, sin dudarlo siquiera, fue "a saco", le separó los labios vaginales (un poco húmedos ya) y empezó a acariciar el botoncito.

Verás –me decía- habría que excitarlo un poco para que se marcase, si no te importa lo toco un poquito...

Seguía en su tarea "profesional" y yo le dejaba hacer, cada poco le pasaba la tela de las braguitas para ver si se le marcaba ya bien el clítoris como para disimular..., el tío se estaba poniendo morao tocándole el coño a mi novia y encima lo hacía aparentando que me estaba haciendo un favor...

Mira, ya está empezando a lubricársele la zona... (como si yo no supiera de qué iba eso...), ¿verdad que es bonito así brillante?, ya ves como tiene el clítoris un poco hinchadito.

Mientras la tocaba ella empezaba a soltar pequeños gemidos, estaba disfrutando con esta "explicación" ¿con algún sentido?, que me estaba dando aquel chico sobre como excitarla para que se le marcase (?) bien el coño en las braguitas...

No paraba de masajearle el clítoris y ya empezaba a meterle un dedo en su rajita, primero un poco de refilón y luego, al ver que seguía mirando sin decir nada, ya de forma descarada. Se lo metía y se lo sacaba muy despacito mientras me decía cosas sin sentido..., yo casi ni le oía, estaba superexcitado viendo como otro desconocido estaba follando con los dedos a mi novia. Yo le separaba los labios vaginales como para ver los efectos en su clítoris y él seguía con sus palabras mientras acariciaba toda su rajita metiendo un poquito los dedos cuando pasaba por el agujero.

Fue ese momento cuando averigüe lo que quería de verdad, entre las tonterías que me decía llegó la más inverosímil...

  • Bueno, ya ves que así está mucho mejor pero bueno, ya sabes que hay otra forma con la que se excitaría más y se le marcaría aún más el coño, estaría preciosa...

Yo en mi "ingenuidad" me lo quedé mirando como si no entendiera nada de lo que me decía a la vez que estaba más y más excitado.

Sí, ya sabes, ¿por qué no te la follas y luego le probamos más braguitas de estas a ver que tal?

Bueno, no sé, ahora mismo y aquí no sé si estaría bien..., además quizás me tendría que excitar mucho más para hacerlo... –me parecía increíble decirle esto pero lo que de verdad quería era que se inventase algo nuevo, a ver por donde salía esta vez...

Pues no sé chico –dijo de nuevo- creo que sería bueno porque al estar en la tienda podrías verla con muchos bikinis y aprovecharías.

Sí, la verdad es que esto me gustaría –¿parecía ingenuo o idiota...?- pero no sé...

Fue cuando ya se llegó a lo que esperaba, con lo caliente que estaba no dudó en decirme lo siguiente...

Mira, yo podría ayudarte, de todos modos lo importante para que se excite la chica es sentir la polla tocándole sus partes –seguía la labor didáctica...-, así que no haría falta follarla, con rozarla ya bastaría y en eso puedo ayudarte si quieres, no tengo ningún problema, y además no estaría mal porque realmente no me la follaría y sería sólo para ayudarte...

Después de la propuesta más ridícula que había oído en mi vida me lo quedé mirando como si fuera algo importante y le dije que podríamos probar a ver. El tío debía alucinar al verme que casi le daba las gracias por follarse a mi novia...

En fin, que allí estábamos..., en un probador de una tienda, esperando que el dependiente procediese a desnudarse para acercar su polla al coño de mi novia... Mi excitación iba en aumento y la de él no digamos, se bajó el pantalón y pronto apareció una polla en erección fruto de su calentura...

Me decía que no me preocupara, que sólo se la iba a acercar, y que podríamos probarle todas las braguitas que quisiera, que iba a estar preciosa..., seguía con el juego... ¿de verdad alguien puede ser tan ingenuo para aceptar esas cosas...?

Ella estaba sentada en el taburete y procedí a abrirle las piernas, no decía nada, sólo tenía esa sonrisa permanente, pero se estaba excitando con el jueguecito... Fue cuando él se empezó a acercar y arrimó su polla primero por su vello púbico para ir bajando poco a poco e ir buscando su clítoris. Era muy excitante para mí.

Arrimaba y separaba la polla muy suavemente, lo justo para tocarla, así una y otra vez..., mientras lo hacía me miraba como dándome a entender que lo estaba haciendo bien y que me estaba ayudando..., yo no dejaba de mirar para esa polla que se acercaba a su coño, rozaba sus labios, me daba un morbo tremendo. Ella gemía muy débilmente, estaba disfrutando.

Tras dos minutos así ocurrió lo que yo ya estaba deseando, el chico en cada toqueteo iba bajando un poquito, en ocasiones ya dejaba de ver la cabeza de su polla porque se empezaba a perder entre los labios vaginales de mi chica..., se la estaba empezando a follar allí delante de mí.

No me decía nada, me miraba y veía como lo estaba consintiendo, ante eso aprovechaba y se daba cuenta de que tenía vía libre... y al rato... ya no lo dudó, buscó ya definitivamente la entrada de su cueva y empezó a hundirle la polla dentro. Ella gimió dando un suave gritito, su polla entraba ya hasta los huevos en su coño, se la estaba follando.

Yo le daba vía libre totalmente y estaba a mil, él empezó el vaivén cada vez con más rapidez y la agarraba de las caderas para metérsela cada vez más adentro. La situación era muy erótica, me gustaba ver como se follaban a mi novia en unos probadores de una conocida tienda de ropa. El chico ya ni me miraba, estaba absorto en meter y sacar, en tocarle las tetas, en inclinarse para besarla en los labios..., ella se dejaba hacer de todo y estaba disfrutando en su estado ya tan habitual en esos días...

Fue cuando sentí unos jadeos más fuertes por su parte y comprendí que se iba a correr en ese momento, tras unos espasmos allí se quedó, tumbado sobre ella, abrazado. Casi al instante se empezó a separar y pude ver como nada más sacar la polla de su cueva empezó a derramarse el semen que salía de allí, es una visión que me encanta.

Sólo me dijo que si quería seguir probándole más ropa, yo le dije que pensaba que ya valía por ese día... la puso de pie y agarrándola por el culo le dio un beso, luego se fue y ya no lo volvimos a ver cuando salimos de la tienda.

Fue un día dedicado al morbo, ya llegaría la noche o los días siguientes para las emociones más fuertes, ella... siempre estaría a mi merced...

Espero que os haya gustado el relato, espero vuestros comentarios tanto aquí como a mi correo, quiero que sepais mucho más de mi chica. Saludos.