La noche rusa de la presidenta...

Mariana presidenta de la comunidad, tiene que resolver ciertos problemas con el dueño de unos locales de dudosa reputación que han abierto en su edificio, abochornada y fuera de lugar, se enfrenta al caliente reto...

Buenos días a todos, mi nombre es Mariana, soy una chica del sur, felizmente casada y con una maravillosa hija de cinco años, soy contable desde hace quince años en una multinacional, si bien no es el trabajo más apasionante del mundo me permite vivir cómodamente, estoy casada con mi novio de toda  vida lo conocí a los 16 y llevamos 20 años juntos él es directivo en una multinacional, lo cual nos reporta por un lado un tren de vida muy alto y por otro lado sus innumerables viajes me proporcionan la independencia que siempre he querido.

En el aspecto físico soy una chica normal, algo rellenita pero con unas curvas increíbles gasto una talla 110 de sujetador mi marido y mis amigas me dicen que aunque me sobran algunos kilos soy un verdadero pivón.

En el aspecto sexual soy una persona muy tradicional si bien los primeros años de noviazgo, fueron ardientes y variados, con el paso del tiempo solo practicábamos sexo dos veces al mes durante tres o cuatro minutos y siempre en la postura del misionero.

Os paso a relatar un suceso que cambio por completo mi vida y la de mi pareja, hace cinco años compramos un apartamento en una concurrida zona turística de Almería, en la reunión de vecinos del año pasado medio por obligación y medio porque soy una de las pocas personas de la comunidad con formación me eligieron presidenta, en la última reunión tediosa como siempre me encomendaron que visitara al dueño de los tres locales que tiene el bloque, en un principio pusieron un restaurante chino y una pequeño supermercado pero el año pasado los compro un Ruso y madre mía había puesto un sex-shop y un pub que habría normalmente a las 23:00 y permanecía abierto toda la noche, es mas en este pub se rumoreaba que se consumían sustancias estupefacientes.

Como mi marido iba a pasar cuatro días en Barcelona cerrando el mes de julio antes de iniciar las vacaciones yo le deje mi hija a mi madre y me fui unos días al apartamento, para descansar e intentar meter a este señor en vereda.

Llegue la mañana del lunes y a cosa de las 10:00 baje al pub con la esperanza de que estuviera abierto, solo me encontré a la limpiadora, le dije que si podía informarle al dueño que saliera que era la presidenta y que tenía que hablar con él, a los pocos minutos salió el dueño junto a otra persona se presentó como Karei, el otro señor, un guaperas, ni se presentó, me dio su tarjeta y me dijo que se iba a cerrar unos negocios pero que si quería que volviera a las 23:00 y que hablaríamos, yo no tenía otra opción. Me fui pase todo el día en la playa y a cosa de las 09:00 me vestí con un vestido veraniego que me llegaba por las rodillas y arriba iba atado al cuello con los hombros al descubierto me puse una especie de mantilla pues nunca salía con los hombros al descubierto y baje a  cenar, pedí una ensalada pues estaba a dieta no había comido prácticamente nada, me apetecía tomar una copa de vino pero el metre me dijo que solo servían botellas, pedí una botella y serían como las 10:45 cuando me había tomado la botella entera, yo lo más que solía tomar era un copa ya que el resto se lo suele tomar mi marido, cuando pagué y me levante estaba un poco mareada pero me arme de valor y fui al pub, cuando entre me presente al portero un señor ruso de metro noventa un poco gordo pero impecablemente vestido como Mariana la presidenta de la comunidad, le dije que quería hablar con Karei, el por un aparato de comunicación hablo en ruso y no antes de darme un repaso visual completo me dijo que pasara que me sentara en la barra que ahora vendría Karei.

Me senté, el pub era especialmente oscuro y al fondo se veía una zona reservada, y una pequeña puerta por la que se accedía a lo que entendí como el sex shop.

Nada más sentarme en un taburete de la barra se acercó una camarera, esta sonriéndome me dijo que Karei tardaría algo más pero que tenía barra libre, yo no estaba acostumbrada a este tipo de situaciones, pero no quería desagradar, le pedí que me trajera algún combinado, ella me dio la carta y pedí algo que se llamaba deep blue,  parecía un combinado suave, leí que tenía mucha azúcar y ron, me lo trajeron me pareció algo fuerte pero empecé a bebérmelo, sin saber cómo permanecí en la barra como 50 minutos iba por el tercer combinado cuando en la pista empezó una especie de espectáculo de baile, coño era un espectáculo porno y el actor era el acompáñate de karei de por la mañana, joder yo contable madre y esposa más mojigata que nadie en el mundo estaba sola en un pub de dudosa reputación medio borracha y viendo porno en directo, desde luego mi posición en la barra me daba tranquilidad, veía la puerta y solo la camarera me veía, el espectáculo era muy fuerte dos chicos y una rubia espectacular follaban salvajemente, joder no sé como pero me estaba mojando, estaba casi empapada, el espectáculo iba más a más, yo ni me imaginaba que se pudiera hacer todo lo que hacían nunca había visto porno, es más en un momento dado se estaban follando los dos chicos a las vez coño por el culo y coño, lo había escuchado pero entendía que era una leyenda sexual, justo antes de empezar el sexo anal pude ver claramente como la chica olía un tarrito pequeño al olerlo se le vio como poseída los chicos habilidosamente le daban a oler el frasquito cada medio minuto y la cara de vicio de la chica era un poema.

El espectáculo terminó y note una mano fuerte en mi hombro era Karei que en un muy correcto español me dijo que disfrutando un rato no, yo me puse como un tomate sin darme cuenta y en la intimidad de mi rinconcito en la barra tenía una mano metida en mis bragas, yo no sabía qué hacer, el solo sonrió y me dijo, no te preocupes voy a estar con mi socio en el reservado, si quieres entramos y hablamos de la problemática de la comunidad.

Madre mía no sabía qué hacer, por un momento decidí irme pero los vecinos me preguntarían que había pasado y a qué acuerdo habíamos llegado, me arme de valor al levantarme me di cuenta de que los combinados habían hecho su efecto, pero me dije Mariana entra y demuestra que nadie se puede reír de ti, entre en el reservado, estaban los actores y la actriz en una mesa al fondo, vi claramente como estaban esnifando el tarro y unos polvos blancos, enseguida se levantó Karei y me dijo que me sentara, en la mesa había dos tarros más, me dijo que si quería beber algo más, lo correcto hubiera sido pedir un zumo pero quería parecer fuerte, pedí un cuarto combinado al probarlo parecía aún más rico que los anteriores, empecé a hablar y a trasmitirle los problemas de la comunidad al estar ya medio borracha no me di cuenta de que se me había levantado la falda hasta los muslos.

Mi mirada iba de la cara de Karei a la escena que se producía a su espalda, ya no estaba tan cohibida, parecía que los combinados me estaban desinhibiendo, le plantee al dueño todas las quejas de la comunidad y él siempre con una sonrisa en los labios, me dejaba hablar, en ningún momento me corto, ni me dijo nada desagradable, parecía más bien que mis argumentos le parecían razonables, de pronto a la espalda de Karei pude ver como la chica que no dejaba de oler el frasquito se desnudo del todo, yo por mi parte de forma automática deje caer mi mantilla de los hombros hasta el suelo, estaba empezando a sentir mucho calor, la chica coño se estaba tumbando en el sofá boca arriba, unos de los chicos le abría las piernas y le metía, coño, un dedo en la vagina, el chico saco el dedo mojado y lo paso por los polvos blancos que previamente había esparcido por la mesita y coño, se lo volvió a meter.

Mariana!!!, era Karei que estaba llamando mi atención, se ve que me había quedado tan absorta en lo que estaba viendo que deje de hablar, cuando lo miré y volví en mí, tosí y di un sorbo de mi combinado, Karei sonrió, como había perdido el hilo de la conversación miré nuestra mesa sin saber muy bien como continuar, en ella junto con nuestros combinados y un paquete de tabaco, estaban los tarritos que había visto oler a la chica y polvo blanco, los mire con curiosidad, en principio aunque no estoy muy puesta en drogas pensé que era coca, pero cuando vi que se la metía a la chica en la vagina, pensé que sería algún otro producto del sex-shop, de los tarritos no tenía ni idea.

Karei al ver mi cara de curiosidad, cogió uno de ellos y me dijo, es Popper, yo no había escuchado en mi vida ese nombre, dije popper?, si, cuando lo hueles aumenta el placer sexual, solté una carcajada nerviosa, pensé en mi marido y pensé en que no estaría mal aumentar nuestro placer sexual, últimamente lo hacíamos poco y demasiado rápido, yo casi no me enteraba, definitivamente necesitaba aumentar mi placer sexual.  Pero claro estos eran mis pensamientos y de ningún modo se los iba a trasmitir al ruso, ni le dije que, no me vendría mal un tarrito de esos o más de dos.  Karei como si estuviera leyéndome el pensamiento abrió el tarrito y me dijo, huélelo, te gustará, yo que soy muy recatada normalmente habría dicho que no, pero claro la curiosidad mato al gato y llevaba unos cuantos combinados encima y coño sentía curiosidad.

Al olerlo, note un olor dulzor, parecido a la acetona de las uñas, totalmente inofensivo y lo hice de nuevo, una sensación de calor ardiente empezó a recorrerme el cuerpo, me sentía muy bien, me apoye en el respaldo de la silla, me levante la melena con los brazos, eleve mis pechos y suspire, definitivamente el popper te hacia sentir muy bien, alargue mi mano hacia el combinado, di un sorbo y volví apoyar la espalda, en estas maniobras de echarme hacía adelante y hacía atrás, y al hacerlo sin ningún tipo de cuidado, mi vestido había dejado ya hace  mucho tiempo de taparme los muslos, y difícilmente me tapaba las bragas.  Pero claro entre lo que había bebido, la cálida sensación y una especie de euforia que me estaba embargando, yo no me di ni cuenta.  En este momento al mirar a Karei, escuche que estaba argumentando sobre los problemas de la comunidad, pero una sonrisa burlona asomaba a sus ojos, mire a su espalda y vi al chico entre las piernas de la chica chupándola, lamiéndola, mi calor se hizo más intenso y entreabrí mis piernas.  Karei que no me quitaba ojo, me dijo quieres olerlo de nuevo, como una autómata dije que si con mi cabeza, sentándose a mi lado, me lo dio a oler.

La sensación fue liberadora, como si me faltara el aire, abrí más la boca, el oxígeno me parecía llegar cada vez más adentro, no jadeaba pero respiraba muy profundamente, vi a los actores y uno estaba follándola a cuatro patas, mientras ella se comía la polla del otro, que lenguaje, Mariana, mi calor ya no podía subir más, de repente note como una mano subía por la cara interna de mi muslo, la comunidad, mi familia no me acordaba de ellos, mi cuerpo estaba totalmente receptivo, esa mano subía y yo ansiaba que encontrara la puerta de mi deseo, abrí más las piernas para indicarle el camino, poco a poco note como unos dedos desconocidos se abrían paso entre mis bragas, si, bragas, si yo hubiera planeado esto quizás me habría puesto ese conjunto tan mono que me había comprado en el Corte Inglés, las rebajas pasadas, pero coño yo venía a hablar de la comunidad, la mano conocedora de lo que se hacía aparto el algodón y encontró lo que buscaba, el primer dedo fue liberador, no se si abrí más las piernas, no sé si podía abrirlas más, pero el anhelo que sentía fue calmándose, primero fue uno, luego dos, de pronto me encontré con tres dedos en mi interior, me recosté en la silla y me deje llevar, me gustaba, hacía mucho tiempo que nadie se paraba a hacerme disfrutar, esa mano no buscaba nada más que mi disfrute no satisfacer de forma rápida un instinto primario, me acariciaba, entraba y salía.  No se como me encontré recostada en el suelo, había moqueta con lo que la sensación era muy agradable, vi mi mantilla en el suelo, y casi sonreí,  para que quería yo una mantilla con el calor que tenía.

Karei saco su mano de mí, me abrió las piernas y empezó a chuparme, no lo hacía por cumplir como pasaba últimamente con mi marido, parecía que le gustaba, cada lametón me hacía casi elevar todo mi cuerpo, de pronto note como su lengua me penetraba, no era profunda pero si exigente, como si me taladrara, al mismo tiempo cuando salía sus dientes mordían mi clítoris.  Estaba en el séptimo cielo cuando mi ruso, acerco el delicioso tarro a mi cara, no pregunto, lo abrió y yo deseosa acerque mi nariz y olí, otra oleada de placer se apoderó de mi, arquee mi espalda y me expuse todo lo que podía, en un momento dado, poco a poco los actores se acercaron a donde estábamos, siguieron a su rollo pero más cerca de nosotros, de pronto miré a la mesa y a Karei, él sin pregúntame, como si hubiera escuchado mis deseos, cogió  los polvos de la mesa y me miró, yo toda laxa, asentí y esa lengua que me taladraba hace un minuto volvió a hacerlo esta vez cubierta de polvo blanco, la sensación fue indescriptible, nunca antes en mis muchos años había experimentado nada así.

Me volví caliente, zorrona y dándome la vuelta con el vestido en la cintura y sin mis bragas, le ofrecí mi coño a cuatro patas, Karei se bajo la cremallera y sin bajarse los pantalones siquiera, se cogió la polla, yo miré curiosa y abrí los ojos como platos al ver semejante instrumento en sus manos, mi marido estaba bien, pero claro no tenía con que comparar, ya que había sido mi único novio, la de Karei era gruesa y venosa, no más larga que la de mi marido, pero si más gruesa, sin preguntarme, ni más preámbulos, me empaló, la embestida casi me hace caer de bruces sobre la moqueta, pero afiance mis manos y espere gustosa la siguiente embestida, con cada una de ellas mi placer iba en aumento, parece que el popper y la coca estaban haciendo de las suyas y yo estaba en el cielo, a la mierda la comunidad, la familia y mis prejuicios, el ruso estaba haciendo que me olvidara hasta de mi nombre, entre embestida y embestida, uno de los actores, el guaperas de la puerta del día anterior, se acerco mucho a nosotros, estaba prácticamente pegado a mi, y en un momento dado, al abrir los ojos me encontré con su polla delante de mis ojos, era sonrosada y muy muy grande, se la había cubierto de polvo blanco y yo como sin querer saque mi lengua y la lamí, mas que nada para chupar el polvillo.

Pero me gusto, me gusto mucho, empecé a chupar esa polla sonrosada, mientras Karei una y otra vez me embestía, dos hombres para mí, mi cerebro no podía registrar una situación similar, pero como me gustaba, no pensé más, de repente mi ruso entre embestida y embestida me puso un dedo en el culo, quieto rusito pensé, por ahí no paso, bien que me estáis tratando como una reina, que me encanta que me follen y chupar algo al mismo tiempo, pero mi culo es sagrado y por ahí no entra ni el pelo de una gamba, pero el muy puñetero se relajo y con vida propia, podría decirse que se abrió.

Karei que parecía un pulpo porque le faltaban manos, pareció acercarse a la mesa y embadurnarse un dedo de nuevo en el bendito polvo blanco, después de habérselo chupado con deleite, ese dedito blanco, fue directamente a mi culo y mi culo, como si lo estuviese esperando toda la vida se dejo hacer, no me dolió al contrario parecía que lo estuviera deseando, me corrí con dos entradas.

Mariana, un tío follándote y con un dedo en tu culo y otro con su polla en tu boca, vamos a ver que tu eres una señora que se viste por los pies, que eres la presidenta, pero me encantaba.  Karei como si leyera mis pensamientos dejo de follarme y se dedico a chupar esa parte de mi cuerpo que hasta hace un minuto estaba virgen, me lo rodeaba con la lengua y a cada pasada una oleada de calor me recorría desde la  punta de los pies hasta la polla del guaperas.  Me descoloque, tenía una lengua en el culo, me acababa de correr, una polla en la boca y otra lengua que me chupaba el clítoris.  A ver organización, quien puede explicarme esto, son muchas lenguas.

Me volví y vi a  la rubia espectacular tumbada entre mis piernas, chupándome con un deleite, que me dejo fría, perdón caliente muy caliente, al mismo tiempo me pellizcaba los pezones, Dios cuando me había quitado mi vestido, no, simplemente me habían desatado el nudo del cuello y colgaba de mi cintura, pero mi 110 liberada bamboleaba bajo mi cuerpo y la rubia no dejaba de masajéamelas.  De repente, note unos dedos en mi coño, la rubia que aparte de chupar buscaba donde agarrarse, y unos dedos finos entraban y salían, aferrándose a mí.

Como si supiera lo que iba a pasar el guaperas de la polla sonrosada se retiró de mi boca, justo en el momento que Karei hacía una incursión en mi culo, al principio no fue bien recibida, me dolía era muy gruesa, pero junto con los mordiscos y los dedos de la rubia mis defensas huyeron en retirada y una polla gruesa lleno mi agujero, al principio, sin mucho movimiento pero en cuanto encontró, su espacio, bombeaba a su ritmo y yo me partía en dos de placer, grité, maldecí, me corrí, como nunca creo que me corriera, la rubia no paraba y el guaperas de la polla sonrosada volvió al ataque, esta vez yo la chupe con fruición, la necesitaba era mi punto de escape, hasta que Karei se corrió, se salio de mi y yo caí tumbada en la moqueta.  Entonces el guaperas le dijo algo en ruso a Karei, y estos se rieron, se sentó en un pequeño taburete y me indico que me subiera, tenia las piernas entumecidas pero mi cuerpo aun quería más, me subí y me la metí de golpe en el coño, era mucho mas grande y larga que la de Karei pero mi coño se la comió entera, empecé a menearme con furia, de pronto note algo en mi culo mire para atrás y era la rubia espectacular con un consolador metido en una especie de cinturón no me lo podía creer, ella, me sonrió maliciosamente, embadurno el consolador en una especie de gel y lo fue introduciendo poco a poco, en unos minutos me encontré con dos pollas dentro de mi que no paraban de bombearme placer, creo que me corrí dos veces mas, perdí la cuenta.

La rubia que era una guarra de mucho cuidado, mientras me partía el culo en dos me pellizcaba los pezones, me mordía el cuello con furia y me daba fuertes cachetadas en mi culito.  De esta forma estuvieron al menos cuarenta minutos más, me cambiaron de postura varias veces, parecía una muñeca, en un momento de movimiento vi como Karei estaba cerca nuestro con una cámara, madre mía me estaban grabando pero no lejos de incomodarme y en el estado de perversión en el que estaba me excitó aún más, casi esbocé una sonrisa a la cámara.

Justo cuando creía que iba a desmayarme de placer el guaperas se levantó y apuntando su polla a mi cara se masturbo unos segundos, la corrida fue descomunal cinco o seis grandes chorros de espeso y caliente semen cayeron sobre mi cara, y este empezó a chorrearme, la rubia se me acerco y empezó a lamerlo, hábilmente no dejo que nada cayera a la moqueta, lamía mi sudor y el semen, mi frente, mis ojos, mi boca, después nos fundimos en un tremendo y húmedo muerdo que me dejó sin respiración.

No se como y sin despedirme, recogí como pude y me fui corriendo, me acosté y prácticamente no tarde ni unos segundos en dormirme.

A la mañana siguiente, cuando desperté, tenia un mensaje en mi móvil de Karei, recordaba haberle dado mi teléfono durante la charla inicial, en el junto a dos fotos mías una durante la penetración doble y otra con toda la cara llena de semen, me decía, eres libre de elegir tu camino.

Tú decides.

Continuara….

Espero ansiosa vuestros comentarios y sugerencias para esta saga que estoy escribiendo.