La noche que menos te esperas puede ser la mejor

La historia que os voy a contar a continuación sucedió cuando un grupo de amigos decidimos irnos a un chalet a pasar un fin de semana.

Este relato fue el primero que escribí hace un tiempo y no me había decidido a subirlo hasta ahora, espero que les guste.

La historia que os voy a contar a continuación sucedió cuando un grupo de amigos decidimos irnos a un chalet a pasar un fin de semana.

Fueron tres parejas y dos solteros, una amiga y yo. Llegamos al chalet sobre las 8 de la tarde y comenzamos a preparar la cena y a disfrutar de unas merecidas cervezas.

Después de cenar apartamos la mesa, pusimos música y preparamos la bebida.

Todos estábamos bastante animados y la verdad es que nos lo estábamos pasando bien, con el transcurro de la noche y el alcohol las parejitas cada vez estaban más acarameladas, por lo que eso solo me dejaba para estar con la otra soltera del grupo,  se llamaba Esther, la verdad que desde siempre me había excitado pero aparte de algún tonteo que otro no había surgido nada entre nosotros.

Todos estábamos ya bastante borrachos por lo que la gente se fue acostando. Cuando nos fuimos acostar todas las habitaciones estaban ocupadas menos una, quedábamos despiertos Esther y una pareja de amigos, Carlos y Carol. En la habitación que quedaba había un colchón grande de matrimonio, había mucha confianza entre nosotros por lo que no nos importó acostarnos los cuatro en él. Dado que éramos cuatro en el colchón tuvimos que dormir prácticamente abrazados y así nos fuimos quedando dormidos. No sé cuánto estuve durmiendo, cuando un movimiento en la cama me despertó, yo seguía abrazado a Esther, notaba unos movimientos en mi espalda y escuchaba sonidos de labios al besarse. Estuvieron así un rato hasta que note más movimiento, había movimiento en la parte de abajo por lo que pude deducir que alguien estaba haciendo algún trabajito, los suspiros entrecortados de Carlos no me dejaron ninguna duda de quién le estaba haciendo a quien, Carol  le estaba haciendo una mamada con nosotros a escasos centímetros. Esther giro la cabeza intentando averiguar lo que estaba pasando, ella también se había despertado y se había dado cuenta.

Yo comenzaba a estar realmente excitado, cuerpo con cuerpo con una mujer que me volvía loco y unos buenos amigos teniendo sexo oral justo a mi espalda. Para ese entonces tenía una erección considerable, algo que Esther noto y no le desagrado porque iba notando como pegaba su culo más a mi pene, ellos seguían a su faena, se podía distinguir claramente el sonido característico de una boca al hacer una mamada y la respiración acelerada de Carlos. No aguante más y empecé a recorrer todo el cuerpo de Esther con mis manos, le besaba el cuello, ella respondía moviendo su culo, rozándose con mi duro pene, buscando excitarme más si cabía, me gustaba el cariz que estaba tomando esa noche.

Seguíamos a nuestro cuando noto como una mano se introduce en mis pantalones, estaba claro que Esther no podía ser, sus manos estaban en contacto con las mías, esa mano agarro mi pene con suavidad y comenzó una tranquila masturbación.

No me lo podía creer, estaba disfrutando del cuerpo de una preciosa mujer mientras la novia de un amigo le hacía una mamada a él y me masturbaba a mí, decidí girarme un poco para poder darle más margen de maniobra, que ella aprovecho para acelerar el ritmo, yo mientras seguía disfrutando del cuerpo de Esther,  recorría sus preciosos pechos, pellizcando sus pezones,  continúe bajando por su barriguita, palpando su suave piel e introduje mi mano bajo el pantalón de su pijama. Hay pude notar lo caliente que estaba, estaba claro que la situación la había excitado tanto como a mí, estimule su hinchado clítoris y ella coloco su mano encima de la mía como pidiéndome que por favor le diera más placer. Agarre su mano y cogiendo uno de sus dedos lo introduje en su vagina acompañado de uno mío, lo empecé a mover y comenzamos una masturbación conjunta, me encanta hacer eso con una mujer porque notas en la velocidad que ella adquiere cuando esta mas disfrutando y así tu poder ayudarla a tener más placer. En ese momento escuche como Carlos le susurraba a Carol que iba acabar, lo que hizo que Carol acelerara el ritmo haciendo que Carlos se corriera en segundos, nos quedamos todos parados, como congelados, mi cerebro ya pensaba que todo había acabado cuando noto unos húmedos labios alrededor de mi pene,  era Carol que había pasado del pene de Carlos al mío, no me lo podía creer. Volví a empezar a masturbar con fuerza a Esther y ella gimió con bastante fuerza, retiro la mano de su vagina y la llevo a mi pene como para ver si lo que veía era real, allí se encontró con la boca de Esther, retiro la mano, la llevo a la cabeza de Carol, la agarro del pelo y comenzó a realizar un brusco vaivén con ella, yo estaba en la gloria.

Carlos ni se le escuchaba, no sabía si se había quedado traspuesto después del orgasmo o simplemente estaba disfrutando de la escena, hasta que de repente veo como comienza a masturbarse mientras presenciando la escena. Carol al darse cuenta, le retira la mano,  detiene la mamada, se coloca encima de Carlos y empieza a cabalgarlo.

Esther y yo nos quedamos alucinados de ver cómo actúa nuestra amiga.  Yo estoy muy caliente, ya que me han dejado a medias llevo mi mano a mi pene mientras con la otra sigo masturbando a Esther pero ella me retira mi mano y agarra con su mano toda la longitud de mi pene y comienza masturbarme frenéticamente mientras presenciamos la escena, se acerca a mi oído y me susurra:

-Únete a ellos, quiero disfrutar del espectáculo.

No me lo pienso dos veces, sin importar si ellos querrán o no, la excitación habla por mí, me coloco detrás de Carol mientras ella sigue cabalgando, no sé si ellos son conscientes de lo que estoy haciendo, si lo son no parece importarles, me agarro el pene y lo acerco a la entrada a su culo.

Ella al notarlo se detiene y yo aprovecho para ir introduciéndoselo poco a poco, cuando ya lo tiene todo dentro, ella misma comienza otra vez a moverse, yo voy saliendo y entrando poco a poco, cada vez vamos acelerando más el ritmo. Todo el chalet debe estar escuchando los gemidos de Carol, ella solo sabe gemir y pedir que vayamos más rápido, le estoy dando lo más fuerte que puedo en ese apretadito culito, quiero partirla en dos, disfruto de las contracciones de su esfínter y la sensación de opresión que crea el pene de Carlos cada vez que entra en su vagina. De lo rápido y brusco que lo estamos haciendo,  una de aquellas veces se sale mi pene yéndose hacia abajo, al coger lo con mi mano para guiarlo otra vez al orificio de Carol la punta roza por un momento el culo de Carlos por un momento una idea se me pasa por la cabeza y la excitación del momento no hace otra cosa que empujarme a que la realice. Comienzo a apretar introduciendo mi pene en el culo de Carlos, el da un respingo como queriéndose apartar pero dado que Carol sigue votando encima suyo no le da mucha opción de maniobra, prácticamente tengo dentro mi pene y comienzo a bombear lentamente, él se sigue moviendo como rechazándolo, pero al paso de cada embestida voy notando menos resistencia por su parte, es mas ahora me ayuda el a la penetración. Ya estoy penetrándolo sin compasión ninguna, al pasar los minutos Carol se gira buscando con curiosidad hacia donde me estoy moviendo y porque no estoy dentro de ella, su cara es un poema cuando ve lo que estoy haciendo pero me lanza una sonrisa cómplice y de aprobación.

Ella sigue cabalgando a Carlos frenéticamente mientras yo le estoy destrozando su virgen culo, llevo mi mano hacia clítoris de Carol para ayudar más si cabe a conseguir llevarla al cielo, se lo merece por el placer que ella y su novio me están dando. Comienzo a masajearle el clítoris, pellizcándolo, apretándolo, ella al notar mi mano se aprieta más hacia ella y se frota contra mi mano para buscar más placer, yo con la yema de mis dedos a veces rozo el pene de Carlos.

Cuando consigo recuperar un poco la lucidez, miro hacia Esther, lo que veo casi consigue que acabe en ese mismo momento, tumbada a nuestro lado totalmente desnuda mientras se masturba frenéticamente y se masajea sus preciosos pechos, me mira, en ese momento desearía que fuera ella a la que le estoy rompiendo el culo, su mirada se desvía hacia donde estoy  penetrando, levanto una de las piernas de Carlos para que ella pueda observar más la penetración, tiene casi toda su mano dentro de ella, me mira, se muerde el labio y puedo ver como todo su cuerpo se tensa, se está corriendo mientras no desvía un ápice la mirada de mis ojos. De repente nos saca de nuestro trance la voz de Carlos diciendo que se corre, Carol se sale del, visiblemente no quiere que se corra dentro, al salirse el pene Carlos queda pegado a mi mano con la que estaba masturbando a Carol, al entrar en contacto con la piel de mi mano un escalofrió recorre mi cuerpo, está caliente, mojado por los flujos de Carol y convulsionando a punto de estallar, no puedo evitar agarrarlo y darle un último empujón de placer al dueño del culo que tanto placer me está dando, comienzo a masturbarlo fuertemente mientras acelero el ritmo más si cabe de mi penetración hasta que se corre entre espasmos en mi mano llenándomela de semen. Carol cae rendida encima de él quedando los dos totalmente apagados, nuestra voyeur favorita Esther lleva mi mano hacia su boca y comienza a lamer mis dedos para degustar el semen de mis dedos, como del manjar más preciado se tratara.

Me salgo del culo de Carlos, me incorporo y ahí estoy de pie presenciando tan magnifica escena. Dos novios completamente desnudos, abrazados y una mujer de ensueño tumbada a su lado masturbándose.

Carol me mira y con la mano me hace un gesto para que me acerque, ella agarra mi pene y me dice:

-Quiero devolverte el placer que nos has dado a los dos.

Y se mete mi pene en su boca, lo chupa con fuerza, lo saca, recorre con su lengua toda la superficie, la escena es morbosa porque todo esto está pasando a escasos cm esta la cara de Carlos,  el observa la escena, como su novia chupa con pasión el pene que hasta hace pocos segundos estaba en su culo. Carol lo mira, observa su mirada, se saca mi pene de su boca y lo lleva hacia los labios de Carlos, al principio es reacio en abrir los labios pero al final abre la boca y se introduce todo mi pene en ella, sorprendentemente lo hace con muxo entusiasmo, su lengua recorre toda la punta siendo más brusca que la de Carol pero dándome igual placer, ella mientras juega con mis testículos en su boca. Entre los dos me están haciéndome una mamada a dos bandas, noto la lengua de cada uno recorriéndome cada lado de mi pene, se turnan para metérselo cada uno en su boca, hasta que no aguanto más y les digo que me voy a correr. Carol empieza a masturbarme con la mano apuntando a la boca de Carlos, está claro lo que quiere hacer y yo no aguanto más y me corro llenándole la boca a Carlos, él se la mete dentro y la deja completamente limpia, en ese momento Carol se lanza a comer la boca de Carlos y los dos se unen en un largo beso, seguramente saboreando una mezcla de mi semen y su amor.

Me aparto y los dejo disfrutar de su pasión y me voy a tumbar al lado de Esther, no comenzamos a besar y a tocarnos, cuando ella nota que estoy otra vez excitado, no sé si algún momento he dejado de estarlo,  me pide que por favor la haga disfrutar, yo no me hago de rogar y la penetro, su interior es como un volcán, casi llega a quemarme, lo estamos haciendo como animales hasta que ella gime mejor dicho grita por el orgasmo que está teniendo, yo no he acabado todavía por lo que no la suelto, la coloco a cuatro encima de la cama, la agarro de su magnífico culo y la vuelvo a penetrar fuertemente , ella lanza un pequeño alarido pero a los segundos vuelven a ser brutales gemidos. Miro en dirección a nuestros amigos y ellos siguen ahí abrazados, solo que ahora sus miradas están fijas en nosotros, seguimos así un rato, en determinado momento Carol lleva una de sus manos hacia los pechos de Esther y comienza a pellizcar los pezones de Esther fuertemente, ella comienza a gemir más fuerte. No sé cuántos orgasmos a encadenado Esther unos con otros, en uno de ellos ya no puedo más y sus convulsiones hacen que yo acabe instantemente, nuestros orgasmos se unen y nos hacen temblar a los dos de placer, caemos rendidos los dos, nos besamos por un rato y los dos caemos profundamente dormidos.

Me despierto por la mañana con el primer rayo de sol, estoy abrazado a Esther. Tengo ganas de ir al baño por lo que con mucho cuidado para no despertarla.

Entro en el baño, realizo la descarga matutina y me dispongo a lavarme los dientes ya que después de la noche de borrachera lo necesito bastante. Cuando estoy en ello alguien abre la puerta de golpe, Carol aparece detrás de la puerta, los dos miramos, una sonrisa se dibuja en nuestras caras, ella me dice:

-Perdona, ¿te queda mucho?, necesito usar el servició y no me puedo aguantar más.

-Pasa tranquila, después de lo de anoche no vamos andar con vergüenza.

-Gracias

Ella entra, se baja los pantalones del pijama y comienza hacer sus necesidades. Le echo una mirada fugaz y no puedo evitar que los recuerdos de la noche vengan a mi cabeza. Sin yo darme cuenta un bulto comienza aparecer en mis pantalones, que para ella no pasa desapercibida.

-Vaya, no sé si estas contento por verme ahora mismo o por el recuerdo de lo vivido anoche.

-Un poco por las dos cosas supongo, pero supongo que más que por anoche, estuvo muy bien.

-Ni que lo digas fue la experiencia más excitante de mi vida, todavía me duelen mis orificios para demostrarlo y seguramente no sea la única…

-Ya, no sé qué me paso, fue la excitación del momento supongo.

-Nada, tranquilo, por la cara que tenía él lo paso muy bien. Debo reconocer que me pone muy cachonda recordarlo mientras te hacia una mamada y corriéndote en su boca, solo lamento que no fuera la mía en la que descargaste…

A todo esto sin darnos cuenta yo ya había acabado y estaba justo enfrente de ella hablando, mientras ella seguía sentada en el W.C., tenía mi bulto a escasa distancia de su cara, los recuerdos y la última frase de ella no habían ayudado a bajar mi erección, nos quedamos en silencio y ella lo miro con deseo.

-Si quieres podemos arreglar tu lamento.

-¿Estás loco? Si Carlos nos pilla se enfadara, lo de anoche fue una excepción, el alcohol, la excitación del momento no se, una cosa es tontear pero de ahí no va a volver a pasar.

Conociendo a Carlos, la verdad que tenía razón, si nos pillara ahora se enfadaría bastante, ya no sé cómo iba a reaccionar cuando habláramos con lo vivido anoche, tampoco quería echarle más leña al fuego, pero por otro lado ahí estaba yo caliente y con una mujer que me excitaba con los pantalones bajados y a escasos cm de mi pene.

No pude resistir la tentación y me saque el pene de los pantalones.

-Al menos podrías ayudarme con este problema.

-Estás loco,

-Por favor, al menos mastúrbame un poco para dejarme apunto, ya acabo yo luego.

-Puff, de acuerdo pero solo con la mano y un poco.

Ya era mía, alargo su mano y rodeo mi pene con ella, comenzó subir y bajar su mano, recorriendo suavemente todo mi pene, con la otra mano masajeaba mis testículos mientras lo hacía.

Estuvo así un rato, estaba con los ojos cerrados disfrutando del placer que me estaba dando cuando sentí algo cálido y húmedo en mi pene, abrí los ojos y ahí estaba ella haciéndome una mamada, no había podido resistir la tentación y yo se lo agradecía.

Una de sus manos me cogió del culo para poder apretarme más hacia ella mientras su otra mano comenzó a introducirse en sus piernas y pude ver como empezaba a masturbarse.

Le subí su camiseta sacando sus pechos de ella y empecé a masajearlos y a pellizcar sus pezones. La mano con la que se estaba masturbando cada vez se movía mas rápido, su otra mano comenzó acercarse a mi ano, primero tímidamente haciendo círculos a su alrededor para posteriormente comenzar a introducirse poco a poco, quería que probara lo que su novio probo anoche.

Ella introdujo prácticamente todo su dedo, lo movía, lo sacaba un poco y lo metía, me estaba gustando bastante.

La agarre con mis manos de su cabeza, la apreté con mis manos y comencé a moverme rápido, follandome su boca. Ella movía rápido su dedo mientras tenía su otra mano prácticamente dentro de ella. Se sacó mi pene de su boca y me rogo que la follara.

La levante y la puse ahí conforme estábamos de espaldas, se la metí bruscamente, ella dio un pequeño chillido, estaba muy caliente y muy mojada, no me costó nada que entrara.

Ella me pedía que le diera más y más fuerte, estuvimos así un rato hasta que no pude aguantar más y me corrí dentro de ella.

Nos compusimos un poco y acordamos que esto no podría volver a pasar. Me dispuse a volver a la habitación ella se quería asear un poco antes de volver.

Al salir de camino a la habitación por ironías del destino me cruce con Carlos, me miro con cara seria y a la vez de vergüenza.

-¿Has visto a Carol? Me pregunto.

-Creo que ha entrado al baño

-De acuerdo, Gracias

Seguí mi camino sin poder evitar una sonrisa. Al entrar a la habitación vi a Esther que todavía dormía, estaba preciosa con los primeros rayos de sol iluminando su rostro, me acerque a ella y la bese.

Ella de despertó y me dio los buenos días.

-¿De dónde vienes?

-Tenía que hacer la descarga matutina y fui al baño.

Me reí, si supiera lo literal que había sido esa descarga. Me tumbe a su lado y me comenzó a besar, nuestras manos recorrieron nuestros cuerpos, ella comenzó a bajar, besándome el pecho, mi estómago, hasta que llego al elástico del pantalón, me saco el pene del pantalón y lo engullo.

Lo hacía muy bien, a Carol no se le daba nada mal pero lo de Esther era talento natural, la forma que movía su lengua, su mezcla de suavidad y agresividad cuando toca. Le pedí que lo dejara para poder jugar a otros juegos y ella me dijo que no, quería acabar lo que había empezado y así poder tomar su vaso de lechita matutina. Cuando ya no pude aguantar más me corrí dentro de su boca, ella no paro hasta que la dejo como si no hubiera pasado nada. Vino hacia mis labios y me beso, se acercó a mi oído y me susurro.

-Ahora es cuando me vas a contar como es que tu pene tenia néctar femenino y semen muy recientes….