La noche más feliz
Se trata sobre la primera vez que me hicieron sexo oral.
La noche mas feliz
Tenia 30 años y aunque cueste creerlo nunca una mujer me había hecho el sexo oral. Era una asignatura pendiente que tenia, de todas las relaciones esporádicas y duraderas que había tenido nunca se dio, y yo que observaba o leía esas encuestas no entendía como siempre quedaba afuera de ella ya que mi pareja no le gustaba.
Intentaba convencerla de todas las formas y como soy respetuoso de las decisiones nunca impuse, ya que hacer una cosa obligada perdía todo su encanto.
Así fue que encontré el amor de mi vida y me case. Desde la etapa de novios hasta esa noche nunca ella me había hecho sexo oral, yo por supuesto se lo hacia y la satisfacía muy bien, ya que mi lengua vivaraz hacia que ella se contorsionara cual marioneta en el viento y de mas estar decir que como preludio de una buena relación es el mejor de todos los juegos previos.
Esa noche ante ya las reiteradas insinuaciones, mientras cabalgaba sobre mi, se quito de repente y poniéndome una manta en mi cara, ella con sus manos agarro mi sexo y con la mas pura dulzura entro a degustarlo. Yo no sabia en que nube estaba pues mi excitación había llegado a su tope, podia sentir la suavidad de sus labios, lo carnoso de su boca, a veces daba pequeñas mordidas que hacían que mi excitación subiera al espacio. De a poco fue poniéndose frenética y con suaves caricias le demostraba el aprecio por aquella sorpresa. Fueron varios minutos pero para mi fueron lo suficiente para saber y sentir esa sensación de que unos labios, lengua, dientes y boca saboreen tu sexo.
Cuando termino, saco esa manta y con una sonrisa volvió a montarse para que los dos desenfrenadamente pudiéramos tener un orgasmo atómico que hizo sonrojar a las paredes de nuestra habitación.
Fue la noche más feliz pero no fue la ultima ni la única.