La noche en que mi mujer se convirtió en su puta
En una noche de negocios y copas y sin querer, descubro que mi mujer me es infiel con su nuevo socio.
Todo empezó hace ahora 2 meses. Por entonces eramos una feliz pareja que disfrutaba de una relación estable y de nuestros 2 niños, fruto de 6 años de matrimonio y del amor que nos teníamos el uno al otro, pero todo cambia y nuestra historia, en cuestión, empezó a cambiar en junio de este año.
Antes de nada empezaré presentándome; me llamo Jorge tengo 38 años y soy el adjunto a la dirección de ventas de una importante multinacional con base en Madrid capital. Mido un 1,75, moreno y me mantengo en forma gracias a que corro 8 km todas las mañanas antes de ir a trabajar. Hace 8 años, en una de esas ferias de empresa que se realizan entre diferentes marcas para tratar de captar nueva clientela conocí a la que hoy es mi esposa, Teresa, por entonces azafata de congresos, luego supervisora en un concesionario de la Ford y desde hace 3 años más o menos socia de una empresa que se dedica a la compra y venta de autos de segunda mano. Ella es 3 años menor que yo y a sus 35 años y pocos meses, está mejor que nunca y pese a los dos partos -nuestras niñas se llaman Bárbara y Julia de 4 y 2 años respectívamente- mantiene esa belleza imperturbable que hace de las bellas casadas, no tan jóvenes y madres, brillar entre las demás, aunque no conserven ni la juventud de antaño ni la belleza de sus mejores años.
Ella es una morena de curvas pronunciadas, piel aterciopelada, cabellos negros y largos, pechos normales aunque todo en su sitio y un culo que es mi orgullo y mi delite y el objeto de deseo de los que la ven pasar cuando viste sus vaqueros ajustados o sus vestidos ceñidos y entallados. Casi 98 cm de culazo macizo y rotundo que en sus 162 cm de altura dan para mucho y que me han mantenido totalmente fiel en nuestros 8 años de relación. La verdad y sin exagerar, es que soy bastante calentón y siempre ando pidiendo mojar y al principio de nuestro amor lo hacíamos en cualquier parte y a cualquier hora o donde nos pillasen las ganas. Con el tiempo y nuestras niñas, por supuesto que ya no es lo mismo, pero todavía mantenemos nuestros 2 o 3 casquetes semanales, eso de cajón, pero no os voy a engañar, ya me gustaría a mi mojar lo de antes, pero claro, entre las niñas, el trabajo, el trabajo que nos traemos para casa, el de la casa misma... eso y que el día sólo tiene 24 horas y no hay tiempo para todo, pues, al final uno se aguanta con lo que le dan que pensándolo bien y con la mujer que tengo, ya quisieran muchos.
Así estábamos hasta que un lunes le pido acción y me dice que está cansada, que no le apetece y que lo dejemos para otro día. Me quedo con un calentón de los mil demonios y a esperar a otra nueva oportunidad. A la otra noche lo mismo, y así otros dos días más, y ya casi estoy como loco. El jueves por la noche me dice que la acompañe a una reunión de empresa en la casa de una de sus amigas y socias, que van a dar entrada a otro socio inversor que va a poner una buena pasta y que esto le va a venir muy bien a la capitalización de la empresa. La verdad es que no me apetece mucho, le vuelvo a pedir guerra, me vuelve a decir que no, que me espere, que no la apoyo en esto tan importante, en una empresa en la que empezó invirtiendo 25 mil euros hace 5 años con cada uno de los 4 socios y que ahora consigue este otro socio que quiere comprar la mitad de las participaciones a 300 mil euracos, "imagínate los beneficios que vamos a sacar" me dice, y yo no dejo de mirarle el culo, se da cuenda, lo empina, me pongo como un mono en celo, le aprieto el culazo, me detiene, se separa, me dice que ahora no, que luego cuando volvamos, que si la llevo me promete una noche especial, pero que me aguante un par de horas, que es sólo ir, llegar, saludar a sus colegas, firmar el contrato, hacer algún brindis y ya está, "pa casa" otra vez. Pufff, van a ser las horas más largas de mi vida porque estoy que no me aguanto y la leche se me está saliendo por las orejas, pero le digo que sí, que vamos, que la llevo -ella no sabe conducir-, pero que cuando volvamos o me la follo o la violo. Lo festeja, se echa unas carcajadas, dice que va a llamar a su madre para que se quede con las niñas, lo hace, le dice que pasamos en una hora porque nos tenemos ir a las 10 para estar a las 10 y 30 de la noche en el chalet de su amiga Mari que está en San Lorenzo del Escorial, que no nos vamos a tardar mucho y que a la 1 de la madrugada estamos de vuelta, pero que si las niñas se pueden quedar con ella hasta la mañana, mucho mejor. Doña Flora le dice que no hay ningún problema y que debería de contar con ella más a menudo, que extraña a sus nietas y que será un placer, que mejor las deje todo el finde y mi mujer no pone obejción alguna. Cuelga el teléfono, me da un besote y me dice que me aliste, que ella se va a duchar, que está muy sudada y se quiere refrescar, se empieza a desnudar, se lo quita todo y sólo se deja la tanga rosa que ha llevado puesta. Cuando va a cerrar la puerta del baño, empina otra vez el culazo y lo mueve como haciendo círculos, salto de la cama, la quiero agarrar y tirármela de una vez por todas, pero no llego a tiempo y ya ha echado el pestillo y desde dentro se rie a carcajada suelta de lo caliente que me tiene y de lo buena que sabe que está.
Cuando sale, veo que se ha depilado el coño y que sólo se ha dejado un poquito de vello por encima del potorro, ya se ha maquillado y me dice que no me arrime mucho que se la va el rimel. Se pone una tanga de hilo dental blanco, un sujetador de copa blanco haciendo juego con la tanga, unos vaqueros muy ceñidos también blancos y un top rosa que por poco no le cubre el ombligo. Unas zapatos blancos de punta de aguja de 7cm de tacón y unos pendientes largos también de color rosa. Esta hecha una auténtica hembra de lujo y cualquiera que la viese, no dudaría 2 veces en pagar lo que mi mujercita le pidiese por disfrutar de sus encantos. No exagero, está para para parar un Airbús 380 de lo buena que está. La verdad es que así vestida parece una fulana, pero no cualquier fulana, sino una de categoría. Se pinta las uñas de las manos de rosa y las de los pies también, se aliza el pelo, se hace un moño y se pinta los morros de un rosa cálido bastante provocativo. Me da un piquito, me soba el paquete - mi polla está en todo su esplendor- se echa unas risotadas, me dice que me apure, que me de prisa, que me vista que ella va ha preparar a las niñas para llevarlas con la abuela y se va, moviendo el culazo con contoneos exagerados, se que lo hace a drede, que disfruta haciéndome esperar y yo pienso que mientras antes nos vayamos, antes volveremos y antes podre follar, así que me visto y en 10 minutos ya estoy listo: pantalones claros Docker, un Polo azul marino, unos zapatos tipo marinero de Lotusse y un jersey porque en la sierra refresca mucho por las noches, así sea verano.
Cuando bajo, mi mujer está hablando por el movil y oigo que dice algo acerca de un tal Frank, que sí, que está muy bueno, pero que nos centremos, que estos 300 mil euros nos van a venir muy bien y que la empresa los necesita porque últimamente las ventas no han sido las que se presuponían, que corte el rollo, que parece una colegiala, que este tío es casado y ella también, que no quiere saber nada y que apenas se han visto una vez para presupuestar los balances trimestrales y que todo fue muy profesional. Repite que está como un queso y para hacerle un par de favores pero que me quiere y que no quiere serme infiel, que deje de hacer de celestina y que no ha planeado nada porque no hay nada que planear, que firmamos el trato, nos tomamos unos copitas y nos vamos y que ya no le haga perder más el tiempo, que nos vemos dentro de una hora. Cuando cuelga, hago como que no he oído nada y me vuelvo para la habitación con la mosca detrás de la oreja. Llega mi mujercita y me dice que nos vamos, que la acaba de llamar Mari y le ha dicho que Pedro y Carlos -los otros 2 socios, cuñado y concuñado de su amiga Mari- ya han llegado con sus esposas y que sólo faltamos nosotros. No me dice nada del tal Frank y yo no se como entrarle al tema, pero ya se lo sacaré por el camino. Nos vamos, dejamos a las niñas en casa de la abuela y ponemos rumbo a la sierra de Madrid. Mi mujercita está más contenta que de costumbre y yo aprovecho en preguntarle por el nuevo socio. Me dice que no sabe mucho, que es un joven empresario de unos 32 años, que se ha hecho a si mismo a base de esfuerzo y que lleva currando desde los 16 años, que nada de lo que tiene se lo ha encontrado por el camino y que tiene otras 2 empresas más, aunque no tienen nada que ver con lo de la compra y venta de autos, sino que lo suyo es la restauración. "Pues para que no sepa mucho, sabe bastante la niña" pienso.
Llegamos al Chalet de Mari y nos recibe con 2 besitos en las mejillas, le dice a mi mujer que está espectacular y que así nadie se le podría resistir, ¡¡¡Que me lo diga a mí!!!. Luego me saluda y me dice que estoy muy guapo y que me agradece que haya ido, que los hombres ya están hablando y que Frank, y acentua lo de "Frank", ya ha llegado y que la está esperando y cuando lo dice, mira a mi mujercita sin cortarse un pelo. Se echan a reir como dos chiquillas y se van, a mí me dicen que vaya a hablar con los chicos que deben estar en la salita hablando de fútbol como no. Me dicen que ya vuelven, que van a preparar todo el papeleo y a poner unas copas, que no tardan nada.
Voy a la sala, que conozco porque ya he ido otras veces que nos ha invitidado y ahí están Pedro, su mujer, Carlos, y 2 tipos más, uno joven como de unos 30 y pocos años y otro de unos 60 . También está la abogado de la empresa, pero a esta ya la conocía, se llama Carla y es una chica muy jóven que puede que no llegue a la treintena y es delgada como un pincel, aunque dicen que es muy espabilidad con los contratos, las prorrogas y los créditos. Carlos me los presenta, Frank es el joven y el mayor, su abogado que ha venido a asesorarle con lo de la compra. El Frank este es un tipo alto y fuerte, de tez clara aunque con un moreno artificial por los rayos uva del gymnasio, como de 1,85 de alto y me parece que 2 de ancho, se ve que hace deporte y pesas y que gusta mucho entre las féminas, no sólo por lo que he oído hablar a mi mujer y Mari, sino también porque la mujer de Pedro, una gordita bajita, Juana, creo que se llama no le quita el ojo de encima, y el pobre Pedro ni se entera o hace como que no se da cuenta del tema. Hablamos un poco, de cualquier cosa y de nada en especial, hasta que llegan Mari y mi Teresa, la primera con los papeles y mi mujercita con 8 copas con hielo y una botella de Chigas en una bandejita que no se si es de plata pero que da el pegue. Marisol le dice a Frank que si "ya conoces a Jorge, que es el marido de Teresa" y acentua lo de Teresa y Frank le responde que nos acaban de presentar y que ya me envidia, que con la mujer que tengo no debe de ser el primero que me lo dice y que una mujer tan bella es la aspiración de cualquier hombre. Se acerca y le da dos besos, que son casi dos piquitos y la ayuda a dejar la bandeja que traía sobre una mesita que hay en medio de la sala. Mi mujer se ha puesto roja como un tomate y le dice que exagera, que no se burle, que se ve gorda y que seguro que eso lo dice a todas, que mejor nos pongamos al tema y revisemos lo acordado en la reunión anterior - Pero ¿Cuándo hubo una reunión anterior?-. Él le dice que no hay ningún problema, que los 300 mil le parecen un precio bastante justo y que ahí está su abogado para revisar y firmar la compra del 50% de la empresa que mi mujercita fundó.
No pasan más de 10 minutos y como todo está en orden, se firma el acuerdo y los cubatas se empiezan a llenar de Wisky y Coca Cola, Yo les digo que no bebo, que tengo que conducir. Nos ponemos a hablar, yo con Pedro, Carlos y la mujer de Pedro, quien parece un poco aburrida. Por otro lado están Frank, Mari y mi mujercita que le rien las gracias al nuevo accionista mayoritario. Los abogados ya se han marchado y nos hemos quedado sólo los 7 y entre broma y broma veo que el Frank este ha tomado a mi mujercita por la cintura y le esta hablando muy pegado al oído mientras Mari rie como una niña, no se sabe de que. Mi mujer se ha vuelto a poner roja y repite con la cabeza que no, que no, pero la verdad es que no me entero de lo que están hablando porque están como a 5 metros y la música llena el espacio. Ahora Frank, ha tomado también de la cintura a Mari y le soba un poquito la espalda mientras esta pone cara de niña golosa, se vuelven a mirar los tres y las carcajadas vuelven a estallar en ese grupito. La anfitriona dice que va a poner algo más lento y que tomen cada uno a su pareja. Miro a mi mujercita, pero Frank se me adelanta y me dice que le permita bailar con ella, que le ceda esta pieza. Entonces Mari me dice que ella bailará conmigo y con Carlos que ha venido sólo porque su mujer al final no quiso venir y pone esa balada en inglés que hizo famosa George Michael cuando era el vocalista de One. La música empieza y Frank toma de la cintura a mi mujercita y se la acerca a si, yo mientras, estoy con Mari, de espaldas a donde están Frank y mi mujercita y Mari no gira, ni me permite girar sino que se queda estática en el mismo sitio y este jueguecito absurdo ya no me está gustando nada. La fuerzo a girar de una manera algo brusca y los veo bailando muy pegados mientras el tipo este le esta susurrando algo, casi le está cominedo la oreja. Mi mujer sonrie y creo adivinar que le dice que no está segura, o algo así creo leer entre sus labios. Los celos me están matando, trato de acercarme hacia donde están pero Mari no me lo permite y se ha puesto más rígida para impedir que me acerque a ellos, me dice que ¿Qué te pasa? Que si no se bailar pegado seguro que Carlos si sabe y me deja y me dice que le toca el turno a Carlos, que hasta ahora había estado sentado en uno de los sillones. Me siento en ese sillón, y desde ahí me tomo la Coca Cola que antes me habían servido, mientras, no pierdo detalle del galán este y de mi mujercita, que no deja de sonreirle, y cuando al final la música deja de sonar, le dice que espere o algo así creo adivinar.
Entonces Mari dice que contiuemos la fiesta en un pub de unos amigos, que no está muy lejos, que no hace falta ir en coche porque andando en 10 min. estamos ahí y hacía allí nos vamos los 7, Mari, Carlos, Pedro, la mujer de Pedro, mi mujercita, Frank a medio palmo de su culazo y yo, con la mosca detrás de la oreja y la leche que se me sale por los ojos.
Llegamos al local, es pequeño pero acojedor y hay poca gente todavía, porque apenas es medianoche y además es jueves, así que nos pedimos unas copas y nos sentamos en unos reservados que habían al lado de una pequeña pista de baile, vacía a esas horas. Me siento junto a mi esposa y le digo que en media hora nos vamos. Me dice que no sea pesado, que apenas son las doce y que si apenas nos hemos sentado. En medio están Carlos, Pedro y la mujer de Pedro y al otro extremo, Mari y Frank que se rien de quien sabe que cosa. Entonces Mari hace una seña y llama a mi mujercita que sin perder el tiempo se para y se acerca hasta donde están ellos. Carlos sin querer o queriendo se ha fijado en el hilo de la tanga que mi mujer llevaba medio salido de su pantalón. Mari se aparta y le hace un espacio para que mi mujer se siente entre ella y el galán este. Él le dice que se arregle la tanga que se le ha salido y creo que ella le reta a que la ayude, se levanta y le muestra el culazo empinado, pero cuando Frank hace intención de ponerse al tema, le pega un manotazo y los tres se echan a reir. Yo me estoy cominedo los mocos y no se que hacer, así que hago como que reviso los mensajes del movil y de reojo miro lo que está pasando a 3 metros de donde estoy. Frank le está diciendo algo al oído y mi Teresa le hace una mueca complaciente, practicamente se podría pensar que se conocen de hace mucho tiempo, pero debe de ser mi imaginación y el hecho de que ya van 3 canciones y estos siguen hablando, mientras Mari ahora habla con la mujer de Pedro. Ya no puedo más y eso que no quería beber me voy a la barra y me pido un cubata de Pampero con Cola porque la Coca Cola que me había pedido ya no me sabe a nada. Cuando vuelvo, mi mujer me dice que no beba mucho que tengo que conducir, pero cuando lo dice se le escapa una carcajada y es que Mari le ha vuelto a sacar la parte de atrás del hilo de su tanga y Frank, que la tiene rodeada de la cintura, le está tratando de jalar del mismo extremo del hilo que tiene Mari. Para entonces mi mujer ya no se acuerda de mí, ni que no tengo que beber porque luego he de conducir y la carretera de San lorenzo a Madrid es muy peligrosa, y se defiende como puede de su amiga y del chulo este que no para de sobarle la cintura y ahí donde la espalda pierde su nombre. Ya no puedo con el espectáculo que está dando mi mujercita y pienso en decirla algo, así que voy hacia ella pero Mari me ve la intención y entre risas se la lleva al baño. Mi mujer se ha ido con su amiga y ni siquiera ha reparado en mi presencia, así que me voy a sentrame en la barra a unos metros del apartado donde siguen hablando Pedro,su mujer y Carlos.
Frank se levanta y y va a pedrirse otro cubata y entre tanto se queda charlando con una rubia jovencita que estaba por ahí con una amiga, así que cuando mi mujer y Mari vuelven, el tipo este está enfrascado en una larga conversación con las 2 tías de la barra. Así hasta por un cuarto de hora. Mi mujer ya no tiene buena cara y por mucho que trata de disimularlo, se le nota que no está a gusto viendo a Frank tonteando con las dos jovencitas. Mari le dice algo que no logro decifrar, pero mi mujer vuelve a sonreir y se la queda viendo como que acepta el reto, va hacia donde esta Frank, le pasa el brazo por la cintura, le dice algo a las chicas y se lo trae de regreso. Ya en el sillón se vuelven a sentar otra vez los tres juntos, Mari al lado de mi Teresa y esta con Frank a su izquierda, quien ya no se corta en rodearla con el brazo por la cintura, incluso creo que la ha vuelto a sacar el hilo y que Mari hace de pantalla para que yo no vea mientras el tipo este la soba de lo lindo. Me muevo un poco hasta otro lado de la barra donde pueda tener mejor perspectiva pero el tipo se ha dado cuenta y ahora sólo la tiene de la cintura, mientras mi mujercita no para de sonreirle y lanzarle miraditas insinuantes. En eso suena una música muy movida que está sonando mucho en estos días y los tres se van a la pista de baile. Se nota que Frank es un buen bailarín y mi mujer y Mari le retan a que demuestre lo que sabe, el chulo se luce y mientras Mari y mi mujercita bailan juntas y se restriegan en plan lésbico, una frente a la otra, el galán se acerca y toma a mi mujer desde atrás y le pega todo el paquete al culazo. Mari se rie y deja que Frank le siga pegando el bulto al culo de mi mujer que no hace nada por apartarle, es más, empieza despacio,a mover el culazo en círculo como unas horas antes lo había hecho para calentarme. Mari se viene a donde estoy y me dice que no sabía que mi mujer era tan buena bailarina y algo más, pero ya no la entiendo porque estoy pendiente del espectáculo que están montando el cabrón este y la santa de mi mujer. Luego se va, pero yo no me doy cuenta, sólo veo que cuando mi mujer se separa del tipo este porque ha terminado la canción, el bulto de Frank ha crecido consideráblemente. Otra vez se sientan juntos, y yo me quedo en la barra, ya me he pedido otro cubata y me ha parecido que el camarero me ha visto como con cara de pena, pero no podría asegurarlo.
Cuando vuelvo a mirar, los tres siguen sentados, hablando y riendo a carcajadas. Mari y mi Tere hablan de algo con Frank y a continuación vuelven a reir. No se lo que es, pero creo adivinar que es acerca del paquete de Frank, que de lo exitado que se ha quedado restregándose con el culo de mi mujer todavía sigue erecto y parece que no se le baja la erección. Cuando parece que por fín se ha calmado el tema, Mari coje la manita de mi mujer y le roza con ella la polla del chavalote y como un resorte el mounstruo vuelve a dar señales de vida. Se vuelven a reir, tanto así, que mi mujer le pide a su amiga que la acompañe al servicio, pero ahora ya no tardan, sino que en 3 minutos están de vuelta. Cuando vuelven, le dicen algo a Frank, pero ahora en plan serio, ahora conversan más detenidamente y sin tanto alboroto y al os pocos minutos Frank se levanta y le da dos besos a mi mujercita, uno muy cerca de la comisura de los labios, luego otros 2 a Mari y a Juana y dos apretones de manos a Carlos y Pedro. A mi me dice adiós desde lo lejos y yo hago como que no lo he visto. Cuando se ha ido mi Tere me dice que va a ir un rato al baño, que cuando vuelva nos vamos, que la espere y que quite esa cara de amargado y de mala leche que tengo que la gente me está mirando mal , jaaaaa tiene huevos ¡¡¡y todavía se enfada!!!. Pero, pensándolo bien, no ha pasado nada y el tipo este ya se ha ido, aunque si así se porta mi mujercita delante de mí, no quiero ni pensar en lo que hará cuando este sola, y en esas estoy cuando me entran ganas de mear, así que me voy al baño de caballeros, que esta al otro lado de la barra de donde estoy sentado, así que cruzo toda la barra y al llegar a la esquina veo a Mari salir de una habitación y meterse en el baño de mujeres. La puesta de esta habitación no esta cerrada del todo y por lo que veo debe de ser el almacen del local. Estoy a punto de cerrar la habitación cuando escucho unos jadeos y unas voces que vienen de ahí dentro. El espacio esta oscuro pero a lo lejos se ve una especie de tenue luz, así que me acerco de forma sigilosa, sin hacer ruido y con miedo de lo que me pueda encontrar, porque creo haber reconocido la voz del canalla ese que antes se sobo con mi mujer y ya no estoy seguro de nada.
En efecto, mis temores se hacen realidad y ahí están Frank y mi Tere. Él la está agarrando del culazo mientras se están pegando un morreo de campeonato. La soba todo el culote y mi mujer se restriega a su cuerpo. Frank la coje la manita y la lleva a su paquete que ya ha tomado un tamaño de consideración y mi mujercita empieza a sobarlo por encima del pantalón, primero despacio y a medida que el bulto va creciendo, algo más rápido y más fuerte, haciendo más presión. Siguen con el morreo por un buen rato y cuando parece que ya han agotado toda la saliba, la levanta del culazo y hace intención como de comerle las tetas por encima del top. Luega la baja y le dice que le quiere ver los tetones, pero que primero se quite el sujetador sin quitarse el top, que a él le gustan las hembras sin sosten. Agazapado donde estoy, me entran ganas de salir y partirle la cara al grandullón este, pero también me gana la curiosidad de saber hasta donde pueda llegar mi mujercita. Al principio le dice que no, que es suficiente, que ya se han dado un buen lote y que me quiere y no quiere serme infiel, que nunca lo ha sido, que la respete y que respete que es una mujer casada y con hijos. Mi mujer se le ha separado a un metro de distancia, pero el chulo este la vuelve a agarrar del culazo y la empieza a manosear el culote por encima del pantalón, le vuelve a llevar la manita al paquete y le dice que se la tiene que bajar, que sino esta noche no va a poder dormir y que la culpa de que la tenga así de tiesa, es de su culote y de la tanga que se ha puesto. Se vuelven a morrear y mientras la mete mano por debajo del pantalón, primero una y luego la otra, se hace con el hilo de la tanga justo en la parte en que los 3 hilos se entrecruzan y se vuelven uno y jala de este de forma repetida hasta sacársela bastante por encima de la cintura. El muy cabrón la esta masturbando con el roce de la parte de tela que le cubre el chocho y después unos minutos de morreos y manoseos salvajes, mi mujercita le dice que pare, que si no para se corre, que se le esta mojando la tanga y el pantalón, que me voy a dar cuenta y que no quiere, pero en el fondo lo desea y no hace nada por zafarse, todo lo contrario, le sigo masturbando el paquete a su amiguito y cada vez con más ritmo.
- Para, para, para Frank, para que me corro, Frankkkk me voy a correrrrr , para, ahhhhh, me corrooooo, hayyyyyy que rico , que rico papito, hayyyyyy, que riiiicooooooooo me coooooorrrrrooooooo, hayyyyyyyyyyyy, así, ahhhhhhhhh, que rico, que riiiicooooooo. ahhhhh hummmmmm. Fue un orgasmo tan largo que parecía no tener fín, y a ser sinceros, conmigo no le recuerdo ni de lejos alguno igual.
-Mira nada más como estás, te has corrido como una puta y ni siquiera te la he metido.
-Sí sí, por tu culpa, mira como estoy toda mojada, hay Diooosss, mi marido se va a dar cuenta.
-Olvídate del gilipollas ese, que seguro quie ni se entera, ahora vas a quitarte el sostén que ya te he dicho que a mí me gustan las hembras sin sostén.
-No se papi, mi marido se puede dar cuenta ya llevamos mucho tiempo, mejor lo dejamos ahí.
-Quítate el sosten de una puta vez o te lo arranco y se lo llevo a tu marido.
Ante tal amenaza mi mujercita no le quedó otra opción que hacer lo que Frank le había dicho y empezó a quitárselo, desabrochando los corchetes y sin quitarse el top. Cuando lo hizo, se lo entregó a Frank, este la atrajó hacia si, dejó el sostén sobre una caja de cervezas apilada a su lado y le pegó otro morreo de campeonato, pero esta vez sólo metió una mano por debajo del pantalón, entre la raja de su culo y la otra la utilizaba para amazar las tetas de mi mujer. Así estuvieron dándose el lote como otros 5 minutos. Entonces el chulazo de Frank sacó la mano que tenía en la raja del culo de mi mujer y con esta le levanto el top hasta la altura del cuello y sus dos bellos pechos quedaron a la vista de su amante. Frank le empezó a comer una teta mientras con la mano le masturbaba y amazaba la otra como si en ello se le fuese la vida. Mi Tere estaba completamente fuera de si y blanqueaban los ojos mientras acallaba sus gemidos. Después de un rato, cambio de teta y continuó con este ritual durante otro buen rato que mi mujercita disfrutaba a más no poder. Luego se detuvo y la dijo que le bajase la braguete del pantalón, que la polla le apretaba, que la sacase, que quería ver como lo masturbaba. Mi mujercita empezó a bajarle la bragueta, le hizo el boxer a un lado y luego empezó a sacarle la polla. Al principio se le atasca un poco, es un pollón de campeonato, el más grande que he visto nunca, además de gordo y venoso. Mi mujercita se queda impresionada, no dice palabra, solo la mira, la aprecia, la acaricia, la coje como puede con su manita y la masturba. Se vuelve a morrear con Frank, pero no puede dejar de mirarle el paquete mientras se están morreando. Frank se rie, le dice que es una puta amante de las pollas y ella le dice que nunca había tenido una tan grande. Él le dice que su pollón es todo para ella. Mi mujer le dice que lo desea, el le dice que se la chupe, ella se agacha con cuidado de no manchar su pantalón blanco hasta ponerse a la altura en que su cabeza se encuentra con la verga de Frank, que ahora apunta al cielo, enorme, robusta, como una lanza a punto de entrar en guerra. Ella la mira, la huele, él le pregunta que a que huele, ella le dice que a macho, la vuelve a oler, se queda con su olor, suspira, le besa la cabeza y se la mete todo lo que puede, que por el tamaño del mienbro de Frank es la cabeza y poco más,. Mientras se la chupa, le va desabrochando el pantalón y cuando lo consigue se coje de las nalgas de su amante como para tomar impulso. Ya va consiguiendo comer más centímetros de la verga de Frank pero como no consigue llegar más alla de la mitad, se la saca y le pasa la lengua de arriba abajo, por encima y por debajo hasta llegar a los huevos. Le dice que le coma los huevos, mi mujercita lo hace, se mete uno y lo masajea con la lengua durante unos segundos, luego se mete el otro y repite la operación, Frank parece saber manejar bien los tiempos del sexo y sabe que como siga así no va a tardar mucho tiempo en correrse, así que le dice que se detenga, que le vuelva a comer la polla, luego le dice que le coma el culo, que primero lo huela y luego se lo coma. Mi Tere se lo piensa pero lo hace, es de más decir que a esta altura, Frank la tiene completamente dominada y sometida a su antojo y capricho. Le separa las nalgas por la parte de atrás, lo huele, aspira el olor, lo disfruta, él le pregunta que a que huele, ella le dice que a macho, que todo su cuerpo huele a puro macho y cuando acaba de decírselo, le mete la lengua entre el culo hasta llegar a probar su ano. Frank está que no puede más, se retuerce de placer con la cara de mi mujer pegada a su culo desde atrás, la dice que pare, que se la quiera follar antes de correrse, ella hace caso, pero antes le vuelve a oler el culo otra vez y hace como que guarda el aroma de su ano.
No se en que momento he empezado, pero ahora me doy cuenta que tengo la polla fuera y me estoy masturbando viendo como el chulo este hace con mi mujer todo lo que le viene en gana y es mucho lo que ha hecho, en quince minutos más que conmigo en 8 años. Ahora le dice que se de la vuelta y que que se baje el panatlón, que lo haga despacio y hasta las rodillas, que la quiere ver el culazo. Mientras mi mujer hace lo que Frank le ha pedido, él se masturba y ella empina y contonea el culazo haciendo círculos. Frank está que no se aguanta, los contoneos de mi mujer son muy eróticos y tal como está con el pantalón hasta las rodillas tal como le ha dicho Frank y desde donde estoy, le puedo ver su minúscula tanga empapada y su chochito sin pelo como el de una niña, porque la poca tela que lo cubría se le ha corrido y cuando contonea las caderas, los labios de su coño parecen hablar y pedir polla.
Frank la tiene a un metro escazo y yo estoy otros 6 por detras de ellos, le dice que tiene el conejo todo encharcado y que hasta ahí le llega su olor, que esta cachonda, que huele a hembra cachonda.
Yo que estoy mas atrás, también lo huelo, es un olor natural y afrodisiaco, a flujos vaginales, a hembra que se acaba de correr y que pide más guerra. La dice que se agache y ponga el culo en pompa que le quiere ver el culazo en todo su esplendor, mi mujercita lo hace, se inclina hacia delante y levanta el culo todo lo que puede. Yo me sigo masturbando, Frank también, se le acerca ,con una mano se masturba y con la otra le soba las cachas, las manosea, ahora deja de masturbarse, le abre las nalgas con las dos manos hasta poder ver su ano, le dice que se incline más, la ayuda, hasta que consigue tener a su vista también su potorro, totalmente encharcado. La mete dos dedos y empieza a masturbarla de forma pausada, luego va aumentando la marcha, hasta que el mete y saca de dedos en el coño de mi mujer se convierte en algo bestial, se detiene, le saca los dedos y ahora le mete tres, los tres centrales. Mi mujer lo esta disfrutando todo lo que puede y se agarra a sus propios pies para no caerse del placer que le está brindando el cabrón este.
- ahhhhh ahhhh, sí sí así papito, así, así.
-Te gusta que te pajeen verdad puta.
-Sí sí sí papito así, has que me corra, has que me corra como una puta otra vez, ahhhh ahhhhh, papito, así, sigue sigue, sigue que ya me corro.
- Esperate puta, que te quiero comer el culo antes de que te corras.
Dicho esto, Frank se inclino hasta llegar a la altura del culo que mi mujer mantenía en pompa, le volvió apartar las nalgas hasta encontrar el coño y se lo empezó a comer. También le comia el ano y mientras lo hacía le masturbaba con los dedos el clítoris, que de lo hinchado que estaba, sobresalía sin problemas de su capuchón y casi lo podía ver desde donde estaba. Ante tal comida de culo y coño, mi mujer no tardaría en volverse a correr, yo me seguía masturbando y sabía que no podría aguantar mucho tiempo más.
- Ahhhhyyyyy ahyyyyyy papi me corro, me cooooroooooooo, ayyyyyy papito que rico ahhhyyyyyyyy me coooooooooorrrrooooooooooo así así así papito así, que riiiiicooooooo hummmmm ahhhhh ayyyyyyy.
Y se corrio en la cara de su amante al mismo tiempo que yo lo hacía sobre el piso del almacen en el rincón en el que me encontraba escondido presenciando como se agazajaban a mi mujer.
Frank la levanta, le da la vuelta y le vuelve a comer los morros. Ella le dice que le desea, que lo ama, que quiere ser su mujer, su hembra, su puta, que se la folle, que la atraviese con ese pollón que Dios le ha dado.
¿Quiéres que te la meta verdad puta?
Sí sí sí, papito sí, méteme ese vergón, reviéntame con tu pollón.
Pues pídemelo, pídeme polla y dime que quieres ser mi puta.
Papito, dame de tu verga, quiero tu verga, quiero ser tuya, quiero ser tu puta.
¿Vas a ser mi putona cada vez que se me antoje?
Sí sí sí, papito sí, quiero ser tu puta, tu putona, voy a ser todo la puta que tu quieras que sea, pero métemela papi, que ya no aguanto, quiero tu verga dentro...
-¿Qué quieres puta?
- Quiero tu verga, tu verga, tu vergón, tu pollón, tu bombón, tu paquetón, tu...
La volvió a voltear y así parados como estaban la hizo empinar el culazo, le dio una nalgada que retumbo como un disparo en todo el almacen y se la metió entera y de un sólo empujón. Los bombeos eran salvajes y sin descanso y a los pocos minutos mi mujer, mi mujercita, volvió a correrse entre contoneos y jadeos desesperados.
Este Frank es una mala bestia y la está reventando como nadie antes lo había hecho. Se la sigue metiendo sin compación durante otros 10 minutos, minutos en los que mi mujer no deja de correrse una y otra vez, yo me vuelto a empalmar y me estoy masturbando otra vez, aunque como siga así, dentro de poco terminaré otra vez. En eso Frank se empieza a contorseonar, señal inequivoca de que esta llegando al orgasmo, la coje del pelo, la atrae hacia sí, la coje las tetas, se las aprieta, apuntala las últimas envestidas y se corre dentro del coño de mi mujer.
Ohhhh sí sí, así Teresa así, así puta así, aprieta con ese culazo que tienes, así ohhhhhhhhhhh ahhhhhh puta puta putona ohhhhh.así, apieta que me coooorrrooooo así ohhh
Si sí sí papi bombea, bombea que yo también me coooorrroooo ayyyyyy papiiiiii ahhhhhh bombea papi bombea ayyyyy ohhh me cooorrro
Me coooorrrrrroooooo puta me coooorrrrrooooo putona.
Ahhhhhyyyyy papiiiiiii, que ricoooooooo que rico polvaaaazoooo ayyyyyyyy ahhhhhh ohhhhh
. Toma puta toma, toma toda mi leche ohhhhh ahhhhh toma puta puta puta putona.
Al mismo tiempo que ellos,me corría por segunda vez y sin saber porque, unas pocas lágrimas corrían por mis mejillas. Y no lo entendía, porque amaba a mi esposa, pero al mismo tiempo había disfrutado como nunca viendo como un extraño sometía a mi mujer, y sin embargo ahora me sentía el ser más rastrero del mundo.
El chulo de Frank le ha llenado el coño con una corrida de caballo espectacular y ahora los chorretones de semen resbalan por entre sus piernas. Mi mujer se quiere limpiar, pero él le dice que todavía no, que primero le limpie la polla, que se la deje limpita que tiene que volver con su mujer y que quiere volver con la polla bien limpia, que lo haga con la boca y que se lo trague todo. Mi mujer le dice que eso no lo hace, que no me lo ha heho ni a mí que soy su marido y Frank le dice que o lo hace o la quita el pantalón y la saca en tanga a la sala para que todos la vean. Mi mujer le dice que es un abusón, un chulo, pero empieza a limpierle el pollón tal como su macho le ha pedido. La deja limpita, reluciente, sin ningún rastro de leche o flujo del coño de mi mujer. Cuando ha terminado Frank se guarda la polla, se sube el boxer, el pantalón, se amarra el cinturón y empieza a subirle el pantalón a mi mujer sin siquiera dejar que se limpie o se acomode la tanga. Ella le dice que se quiere limpiar, él le dice que de eso nada, que se va ir con su leche dentro del coño y no le permite que se limpie nada. Ella le dice que la leche le esta corriendo por las rodillas y él le dice que se aguante. Ella reclama que me voy a dar cuenta, que huele a leche y que se descubrirá todo. El le echa en cara que es una puta casada y que se lo hubiera pensado antes de ponerle los cuernos al imbecil de su marido y de correrse tanto como se ha corrido.
Al final se van, pero antes de salir se pegan otro morreo y se vuelven a manosear y se dicen que deberían repetirlo. Ella dice que lo quiere, que lo ama, que ama su polla y que nunca se la habían follado como él lo ha hecho, luego salen. Me quedo un instante hasta recuperar la compostura. Me limpio la leche que tengo entre las manos, con un clinex que tenía en uno de los bolsillos y al poco rato, salgo hacia la sala del pub. Mi mujercita me está esperando con mala cara, me grita, me echa la bronca, me dice que donde he estado, que lleva un buen rato esperando, que ya todos se han ido y que ella también se quiere ir. Dice otras cosas más, que ya no entiendo, salimos del local y cuando vuelvo en sí, estoy de camino a casa, se me ha pasado el efecto de los 3 cubatas que antes me había tomado y mi mujer se ha quedado dormida en el asiento de al lado.
Cuando llegamos a casa me dice que se va a dar una ducha, que lo de la noche especial mejor lo dejamos para otra ocasión, que está muy cansada y que mañana ya veremos.
Se quita el top, el sujetador, los zapatos de tacón de aguja, el pantalón y se va con la tanga puesta. Cuando oigo que corre el agua en la ducha, levanto el pantalón que ha dejado en el suelo, lo reviso, lo huelo, está manchado de sus flujos, de sus corridas y de la leche de su macho. Todavía esta humedo y el olor que desprende se ha esparcido por toda la habitación.
Vuelvo a colocar el pantalón donde mi mujer lo había dejado porque ella esta a punto de salir. Sale desnuda, se pone un boxer, me da un piquito y se tumba en su lado de la cama. A los pocos minutos suspira y se queda dormida.
Aprovecho y me voy al baño, en el cesto de la ropa sucia busco la tanga que esa noche se había puesto. La encuentro, es un hilo pequeñísimo, bastante arrugado y dado de si. Esta humedo, sobretodo en la parte de la tela que cubre el potorro, lo huelo, absorvo ese olor intenso, mezcla entre corridas de hembra y lechazo de macho. Me quito la ropa, con una mano me llevo la tanga de mi mujer a la nariz y aspiro de ese afrodisiaco perfume. Con la otra me masturbo, mientras, sigo aspirando del olor de esa tanga y las imágines de lo vivido hace una par de horas vuelven a mi mente. Entonces me corro, vuelvo a aspirar el olor de mi esposa y el de su macho impreganados en la tanga que tengo en la mano y lloro desconsolado como un niño pequeño que ha perdido a su madre y no sabe que hacer, pero sigo oliendo la tanga de mi mujer y se que ese olor ya no me lo voy a quitar de la cabeza nunca más.
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