La Niñera Obediente IV.
Catherine comienza su nueva vida, como niñera permanente en casa de Mark.
Catherine se despertó sobresaltada en medio de la noche, trató de levantarse aturdida y confundida hasta que sintió de nuevo el ruido que la despertó en primer lugar, un golpeteo fuerte y a ritmo constante en la pared detrás de su cabecera, después de unos segundos notó que no era solo el ruido su misma cama se sacudía con los impactos reiterados.
No era la primera vez que se despertó de esa manera, las paredes entre sus departamentos eran delgadas y al lado suyo vivía una chica que disfrutaba bastante de la compañía de los hombres y no le molestaba despertar a todo el piso anunciándolo, aunque ella no era nadie para criticarla, después de sus últimos encuentros con Mark sentía que no era tan diferente de ella, por la misma razón no reaccionó como hacia normalmente golpeando la pared pidiendo silencio, esta vez con una ligera sonrisa se estiró en su cama antes de levantarse sabiendo que no podría dormir nuevamente.
Finalmente se levantó aun un tanto aturdida y se dirigió al baño mientras iba tirando partes de su piyama en el camino, una lenta y pausada ducha la terminó de despertar, cuando salió del baño cubierta con una toalla todavía se escuchaba el ruido de su vecina esta vez el golpeteo era incluso acompañado de unos gemidos, Catherine no pudo evitar una risita avergonzada mientras se vestía para el día.
Era demasiado temprano, mas o menos las tres de la mañana, normalmente volvería a intentar dormir, pero tenía un día largo, con muchas cosas que hacer, hoy al fin era el día que empacaba y se largaba de ese lugar, se iría a vivir con Mark, para trabajar como su niñera a tiempo completo, aunque pensaba que el tiempo para fingir que era solo su niñera ya se había acabado.
El recuerdo hizo que se llevara su mano hacia su cuello, no tenía el collar, Mark lo había confiscado hasta que ella fuera a vivir con él, aun así, sentía que estaba ahí a un nivel emocional, su introspección fue interrumpida por un grito especialmente fuerte de su vecina, tanto que Catherine saltó de la sorpresa, se rio entretenida y se dispuso a preparar sus maletas.
A las 10 de la mañana ya estaba prácticamente lista, sus pocas pertenencias estaban en bolsos y maletas a un lado de la puerta, había empacado todo, absolutamente todo, sus electrodomésticos viejos sus ropas viejas que usaba para limpiar, incluso unas revistas viejas, ella sabía que la mayoría de sus cosas serían inútiles ya en casa de Mark, pero no quería dejar nada que pudiera apropiarse el viejo casero, aun temblaba ligeramente cuando pensaba en el y lo que ella tendría que haber hecho si no encontraba su nuevo trabajo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un gruñido de su estómago, molesta notó que no tenía nada para comer ya que no había comprado nada en los últimos días sabiendo que tendría que dejar lo que sobrara, decidió salir a comprar algo, Mark dijo que vendría a las 11 y ella no pensaba que el sería muy puntual de todas maneras, de todas maneras tuvo que arreglar un poco sus maletas, se cambió de ropa, guardando su vieja camiseta que usaba en casa para remplazarla por un pantalón corto y una blusa celeste.
Salió en unos pocos pasos de su departamento y miró por el pasillo, no había nadie digno de mención solo un aturdido joven que salía de la casa de su vecina con la ropa descuidada, Catherine lo vio alejarse por el pasillo algo avergonzado antes de seguir su camino con una sonrisa divertida en los labios.
Un rato después estaba sentada en una banca en un parque cercando, el envoltorio de su desayuno estaba a un lado suyo en el banco, ahora se entretenía mirando a la gente pasar y simplemente relajándose mientras pasaba la hora, notaba que la temperatura ya era de 20 grados antes de las 11 de la mañana, era evidente que el día de hoy haría mucho calor, ya sentía como el sudor estaba haciendo que la blusa se pegaba a su cuerpo haciendo que los hombres que pasaban no pudieran despegar los ojos de su cuerpo.
Hace un tiempo se habría sentido terriblemente avergonzada, pero le parecía una eternidad desde ese tiempo, ahora simplemente se dirigió a su casa balanceando las caerás y mirando a sus admiradores al hacerlo, la caminata le hizo sentir mejor y más relajada sobre todo cuando notó que el pasillo estaba despejado y pudo entrar sin mayor problemas.
Ya de nuevo en su departamento, decidió darse otra ducha solo para capear el aburrimiento, guardó la ropa que llevaba puesta en el equipaje y saco una toalla para después, sin más preámbulo se metió al baño y se dio una refrescante ducha fría.
En un día tan caluroso como ese el agua fría hacía maravillas y Catherine no pudo evitar relajarse y mientras el agua se deslizaba por su cuerpo, tanto disfrutó y se relajó que olvido estar pendiente de la hora y olvidó que Mark vendría pronto por ella, cuando finalmente alguien tocó la puerta ella se sobresaltó y rápidamente miró su teléfono viendo la hora, eran las 11.27 salió corriendo de la ducha cubrió a medias su cuerpo con la toalla y con mucha velocidad abrió la puerta sin pensar.
Pensaba que su joven jefe estaría al otro lado, por lo que abrió la puerta de par en par, pero al otro lado no estaba Mark, mirándola con la boca abierta y las cejas levantadas estaba su viejo y feo casero, aturdida Catherine miró que estaba mal enrollada con su toalla y esa era toda la protección que tenía su cuerpo ante la mirada del viejo, la mayoría de sus senos estaban a la vista incluso se vislumbraba una de sus aureolas, por abajo la cosa no iba mejor sus muslos eran visibles y si hubiera visto a su espalda habría notado que su trasero estaba totalmente a la vista, como si eso no fuera suficiente a través de la delgada prenda se podían notar protuberancias generados por sus pezones erectos por el agua fría.
- ¿Qué…?- es todo lo que pudo balbucear la joven, ni siquiera pudo cerrar la puerta porque tuvo el temor que la toalla se le cayera y la estaba sujetando con dos manos.
El la quedó mirando con descaro haciendo que se pusiera más nerviosa y que su rostro se enrojeciera furiosamente, pero también fue su mirada sin vergüenza lo que la hizo reaccionar y poder expresar su descontento.
-¿Qué es lo que quieres?- pudo decir finalmente y se resignó a soltar la toalla con una mano mientras con la otra hacia el ademan de cerrar la puerta, no lo iba a conseguir ella lo sabía, pero también sabía que con eso le mostraba al cabron que estaba molesta y lo forzaría moralmente a retirarse, él se dio por enterado retrocedió lentamente aunque seguía mirándola descaradamente.
-¿se supone que hoy te vas verd…?- empezó hablando lentamente tal vez para aprovechar cada segundo de mirada, pero ella lo interrumpió.
-si - le dijo al borde del grito- me voy en un rato si eso es lo que quiere saber ¿algo más?
- ehhh… no, era eso – dijo finalmente resignado y alejándose de la puerta, no alcanzó a pasar un segundo antes que un portazo marcara el fin de la conversación.
Una vez cerrada la puerta, la toalla se cayó al suelo como marcando lo cerca que había estado, apoyó su cabeza en la puerta mientras dejaba que un grito de rabia muriera en su garganta, estaba muy molesta pero no con el casero sino consigo misma, ¿cómo podía ser tan descuidada? Años cuidándose para no quedar comprometida frente a él, pero el ultimo día se le ocurre hacer esa estupidez exhibiéndose gratuitamente solo porque pensaba que era Mark y abrió la puerta sin comprobar nada como una idiota.
Se habría quedado lamentándose apoyada allí pero nuevamente un golpeteo en la puerta la saco de sus pensamientos, suprimió el impulso para abrir y gritar a quien quiera que fuera y se tomó un segundo para respirar, se agachó recogió la toalla en el suelo y se envolvió en ella nuevamente, pero esta vez con sumo cuidado, asegurándose que estuviera bien colocada y que cubriera todas sus partes delicadas.
Abrió la puerta, pero esta vez solo una rendija para que solamente pudieran ver su cabeza, su precaución demostró se innecesaria cuando inmediatamente después abrió la puerta de par en par y sonreía cálidamente a Mark que estaba al otro lado de la puerta, antes que el abriera la boca ella miró en todas direcciones y al ver que no había nadie mas a la vista lo metió de inmediato a la habitación.
Una vez cerrada la puerta Cathy lo abrazó desesperada, el muchacho fue sorprendido por su reacción y algo confundido le devolvió el abrazo por la cintura, solo habían pasado tres días desde que se vieron por ultima vez, no creía que lo hubiera extrañado tanto, Mark era listo para su edad pero aun así todavía no era capaz de entender completamente lo que significaba para su joven niñera, no era que el no sintiera nada por ella, pero para ella era mucho mas que solo sexo, estaba voluntariamente poniendo toda su vida en sus jóvenes manos y desde ese día dependía de el mas de lo que cualquiera de los dos les gustaba pensar.
Después que el abrazo pasó de los cinco segundos, Mark se empezó a sentir incomodo, no podía negar que era placentero sentir su cuerpo contra el suyo, pero tenía un toque emotivo donde el no tenía mucha experiencia, como no quería empujarla para alejarla de el porque las cosas serian mucho mas incomodas de esa manera, solo se ocurrió una salida y fue llevar ambas manos a su trasero y amasar con fuerza ambas nalgas.
Ella ni siquiera reaccionó notoriamente, ni siquiera pegó un pequeño brinco como solía hacer antes, simplemente sonrió y se alejó del abrazo, lentamente la toalla se deslizó de su cuerpo y cayó entre ellos, Cathy ni siquiera hizo el ademan de cubrirse, se estiró e inclinó el pecho hacia adelante para resaltar sus lindos senos, Mark sintió como su mente se nublaba y solo podía pensar en follársela de inmediato, fue un tercer golpeteo en la puerta lo que le hizo despertar.
Antes de que cualquiera de los dos reaccionara el le susurró un “quieta” y se dirigió hacia la puerta, Catherine se dio cuenta que en su posición cualquier persona que estuviera al otro lado de la puerta podría verla directamente, la idea no la asustó tanto como debería, simplemente se acomodó y juntó sus manos en su espalda para asegurarse que no se cubriera instintivamente, si Mark quería que le diera un espectáculo la que sea que fuera a entrar, un espectáculo sería precisamente que le daría.
Un cosquilleo recorría todo el cuerpo de Cathy, estaba ansiosa y extrañamente excitada por obedecer una orden de Mark, últimamente se estaba dando cuenta que mientras mas extrema era la orden que le daba mas ansiosa se ponía, por eso ahora sentía como cada vello de su piel estaba de punta y como aumentaba de temperatura su bajo vientre.
Finalmente Mark abrió la puerta de un solo tirón tal cual lo hizo ella hace un rato con el casero, pero esta vez no era el, aunque eso no la alivió, sino que era una mujer de unos treinta años vestida formalmente, entró rápidamente y cerró la puerta a sus espaldas, Cathy no la reconoció en un principio pero en cuanto ella le echó una mirada lujuriosa recordó a la chofer que los había llevado la ultima vez y que había observado su mamada en el asiento trasero.
Ahora que estaba de frente y caminaba a hacia ella, Cathy la pudo observar con mas detalle, era alta al menos media cabeza mas alta que ella, su cabello era castaño claro y lo llevaba atado en una firme cola de caballo, tenía un rostro normal no era una hermosura como la misma Cathy pero su rostro tenía era atractivo de una manera menos espectacular, y tenía una mirada traviesa que su ropa formal no podía atenuar, por ultimo tenía un cuerpo delgado como de bailarina, sin mucho busto y un trasero firme aunque pequeño, en resumen Catherine pensaba que era un mujer muy atractiva y seguramente lo sería mas sin ese aburrido uniforme.
Si pensaba que al ser una mujer ella se sentiría menos observada estaba equivocada, ella estaba prácticamente babeando y se acercaba con pasos lentos a ella hasta que un carraspeo de Mark la detuvo, la chofer se dio vuelta para mirarlo y se tranquilizó, después como si no hubiera actuado como poseída hace tres segundos tomó algunas maletas del suelo y salió de la habitación como una profesional.
- ¿cómo se llama tu chofer? - preguntó Catherine solo para cubrir el silencio incómodo.
- Lisa - dijo simplemente mientras miraba la puerta un poco confundido.
-¿quieres que me vista?- preguntó y finalmente Mark la miró fijamente, no era de extrañar, era un pregunta simple y de fácil respuesta, pero por la forma de preguntar y por los ojos llenos de determinación con los que ella lo miraba se hacía evidente que si el se lo ordenaba ella se iría desnuda hasta el auto, por un segundo el lo consideró pero finalmente asintió con la cabeza, tenía otra idea mejor en mente.
Ella asintió con la cabeza y de inmediato se dirigió a un rincón de la habitación donde había guardado la ropa que usaría hoy, no era mucho solo el mismo vestido de una pieza que había usado en su visita al centro comercial y unas zapatillas, no usaba ropa interior porque ya intuía que a Mark no les gusta que las use, después de eso se acercó a la puerta e hizo el ademan de recoger las ultimas dos maletas que quedaban cuando el joven le puso la mano en el hombro.
- espera - dijo y el mismo tomó las maletas del suelo, ella se iba a quejar, con vehemencia, ella debía llevarlos, que el hiciera SU trabajo era antinatural, pero el la interrumpió antes que abriera la boca- tienes otro trabajo... esto es lo que vas a hacer - le dijo y le susurró su plan al oído.
Unos minutos después ella estaba parada frente a la habitación de su casero, el ligero cosquilleó que sintió con las ligeras ordenes de Mark habían desaparecido hace rato, ahora podía decir sin dudas que estaba completamente excitada, respiraba lenta y sofocantemente y sentía que sus pechos pesados e hinchados, se dio cuenta que tendría que hacerlo pronto, la humedad de su entrepierna se estaba desbordando y sentía las gotas que se escurrían por sus muslos, si seguía así se verían recorriendo sus pantorrillas desnudas y ya iba a estar demasiado expuesta en unos segundos.
Llevó su puño a la madera de la puerta y después de unas lentas respiraciones dio tres toques determinados, por unos segundos solo escuchó la televisión a todo volumen, iba a repetir el llamado pero el viejo gritó algo desde el interior, no entendió mucho pero lo tomó como un “ya voy” así que retrocedió dos pasos y trató de calmar su respiración sin mucho resultado, el casero salió tan horrible como siempre, pero en vez del normal desprecio que le mostraba Cathy ahora había un sonrojo extraño y una mirada coqueta, el se dio cuenta de inmediato y la sorpresa lo dejó aturdido, cuando ella estiró la mano y le pasó las llaves de su ahora ex departamento, ambos se quedaron mirando sin mediar palabra, el sabía que ella planeaba algo pero tenía curiosidad por saber que haría así que no le dijo nada.
Ella respiró por ultima vez antes de que con una timidez que contradecía el fuego de su entrepierna tomó los bordes de la falda, con un lento movimiento lo levantó mostrando primero su pubis, luego su vientre, liberando sus pechos y finalmente quitándose la prenda por la cabeza, al viejo los ojos casi se le salen de las orbitas, abrió la boca y trató de balbucear algunas palabras, mientras veía a una de las mujeres mas hermosas que había conocido desnuda frente a él… y voluntariamente, Catherine por su lado vio como un grotesco bulto en sus pantalones comenzaba a crecer, se sintió extrañamente halagada, pero ya era suficiente, le dio el vestido y antes que alcanzara a decir o actuar de cualquier manera ella se dio vuelta y corrió por el pasillo.
No corrió a toda velocidad por supuesto, no quería caerse y lastimarse, además disfrutaba de la idea de que alguien mas la viera, entonces hizo el recorrido casi trotando, con una sonrisa en el rostro y sus pechos bamboleándose en todas direcciones, sus deseos se hicieron realidad y antes de bajar la escalera al primer piso se encontró con una persona, era el mismo tipo que había salido de la casa de su vecina esta mañana, seguramente fue a buscar algo, la vio de inmediato, era una visión difícil de ignorar pero se quedó pasmado mientras ella pasaba a su lado y se alejaba, recién al ver su lindo trasero desaparecer al fondo reaccionó, fue corriendo en dirección contraria, a la casa de la antigua vecina de Cathy con una gran erección en los pantalones.
Ella por supuesto siguió su camino, se cruzó con algunos vecinos en el camino que solo podían mirar aun mas aturdidos a la chica que conocían corriendo desnuda frente a sus casas, ante todos ellos por primera vez ella se puso algo nerviosa, estaba aumentando el numero de personas y le preocupaba que alguien intentara detenerla, aceleró el paso saliendo finalmente del edificio, y bajó las ultimas escaleras, sintiendo por primera vez algo de cansancio.
Sentado a los lados de la escalera había unos adolescentes revoltosos que siempre estaban ahí fumando y rayando paredes, ella se asustó un poco al verlos, sobre todo cuando le silbaron y esturaron las manos hacia ella, pero frente a ella estaba el auto de Mark con la puerta abierta y el mirándola, esa visión le devolvió la energía a sus piernas y el aire a sus pulmones aceleró y finalmente se arrojó al interior del vehículo cayendo desnuda en el regazo de Mark, ante que el joven terminara de cerrar las puertas el auto ya había acelerado sacándola para siempre esa zona.
Catherine se quedó así, su cabeza descansando en el regazo de Mark y respirando sofocadamente, tanto por la excitación latente como por el cansancio, pasó un buen rato así, el joven le acariciaba el pelo y le susurró un par de veces que había hecho un buen trabajo y eso fue suficiente para ella, se iba a quedar dormida pero un apretón en su pecho izquierdo hizo que una corriente de electricidad recorriera su cuerpo.
De inmediato se sentó y se inclinó sobre Mark, sus labios se encontraron de inmediato y en unos segundos ya estaban abrazados uno contra otro manoseándose desesperadamente, con una pasión que casi hizo que Lisa se estrellara contra el auto delantero por estar mirando hacia el asiento trasero, Cathy ya estaba desnuda y Mark aprovechaba para tocar todos los puntos que el ya sabía que eran su debilidad, pero un momento ya sin poder controlarse mas empezó a abrirse el pantalón para seguir con lo inevitable, pero su niñera se acercó a su oído y le susurró un plan tal como el lo había hecho hace un rato, con la diferencia que ella le daba una sugerencia al contrario de las ordenes que daba el, Mark asintió con la cabeza y ella de inmediato se desenredó de el y se sentó tranquilamente a su lado.
La chofer estaba a la vez decepcionada y confundida, de no estar Catherine completamente desnuda no habría ninguna evidencia que había estado a punto de follar en el asiento trasero hace solo unos segundos, Lisa lo lamentaba le iban a dar otro memorable espectáculo, pero algo pasó que se arrepintieron y ella se lo perdería, los ojos de Mark se encontraron con los de ella en el espejo retrovisor y algo le dijo que ella era la responsable de la falta de sexo.
Sin palabras de ninguno de los tres llegaron al edificio, Lisa llevó el auto al estacionamiento subterráneo y se estacionó al lado del ascensor privado del pent-house, no frecuentaba mucha gente por la zona por lo que Cathy pudo bajarse tranquilamente, ella Lisa tomaron ambas dos maletas cada una y se dirigieron al ascensor donde Mark usó su tarjeta para marcar su piso.
El viaje fue bastante largo e incómodo, nadie se dirigió la palabra y tanto Mark como Lisa no podían dejar de mirar el cuerpo desnudo de Cathy , cuando la puerta se abrió finalmente los tres entraron con premura, las maletas fueron dejadas en el suelo y Mark empujó a Cathy contra la pared y comenzó a besarla, ella sin poder detenerse le comenzó a quitar la camisa por la espalda y a devolverle el beso con desesperación, Lisa solo pudo quedarse mirando ansiosa hasta que recordó sus obligaciones y se dirigió con desgana al ascensor.
- Lisa…- la llamó la niñera mientras era lentamente arrastrada hacia el dormitorio - ¿quieres unirte a nosotros? - la pregunta la sorprendió, pero le bastó con echarle un vistazo a la impaciente pareja para asentir feliz y asentir con la cabeza.
Al final recién en la habitación pudieron separarse, Mark estaba solo con sus calzoncillos puestos y Cathy claro seguía desnuda, pero Lisa solo se había quitado le gorro y la chaqueta, todavía llevaba puesta una blusa blanca y una falda que le llegaba hasta debajo de la rodilla, ambos jóvenes terminaron acostados de espalda en la cama del dueño de casa, pero La mujer mas madura se quedó mirándolos desde el pie de la cama.
Mientras Cathy ayudaba a Mark a quitarse la ropa interior, Lisa comenzó a contonearse lentamente mientras se sonrojaba, ambos notaron que quería hacer una suerte de espectáculo para ellos, tal vez en compensación de los que ellos habían hecho para ella, pero que estaba bastante avergonzada y no sabía muy bien como moverse, Cathy pensó en ayudarla pero ella tampoco era una experta al respecto, así que se contentó con llevar la mano derecha al miembro completamente erecto del joven y la otra mano a su propia sexualidad, a un ritmo lento y muy pausado comenzó a masturbarlo a él y a ella misma al mismo ritmo, para mantener la excitación pero no para llevarlos al clímax.
Esto ayudó a Lisa porque al ver una escena tan directamente sensual delante de ella, la hizo darse cuenta de que no tenía razones para avergonzarse, comenzar a desabrochar los botones de su blusa sin dejar de contonearse de la forma mas sensual que conocía, de entre la abertura de su blusa se vislumbró un sostén negro de encaje, continuó hasta que la camisa estuvo completamente abierta pero en vez de quitársela continuó con su parte baja, los zapatos se los quitó de un solo movimiento de sus pies y luego procedió a abrir el cierre y bajarse la falda.
No mostró demasiado con eso, debajo usaba unas pantimedias oscuras que no permitían ver mucho, aun así, Mark las encontró bastante sensuales, Cathy pudo saberlo al sentir como su miembro se estremecía en su mano, ella no sabía que a el le gustaban tanto las pantys, tal vez debería empezar a usarlas ahora que vivirían juntos, un giró de parte Lisa la hizo mirarla de nuevo, estaba de espaldas y parecía que en algún punto había dominado el arte del striptease porque se estaba moviendo con tanta gracia que Cathy casi podía imaginarse la canción que bailaba.
Finalmente, la camisa salió con un gesto que hasta parecía ensayado, un espalda tonificada fue lo que apareció, antes que pudieran terminar de admirarla ella se quitó la liga que le sujetaba el cabello haciendo que su bonita cabellera fluyera libre hasta el medio de sus omoplatos, finalmente fue el turno de su brasier, lo desenganchó por atrás y lo dejó caer libremente hasta el suelo, luego se dio vuelta mostrando los resultados.
Como Cathy había notado Lisa tenía tetas pequeñas, al menos comparadas con las suyas, lo que no había podido notar era que los compensaba con una linda forma y unos pezones grandes y rozados, escuchó a alguien dar un pequeño gemido y se volteó a mirar a Mark antes de darse cuenta que ella misma se le había escapado, eso le hizo darse cuenta de lo excitada que estaba, había estado prestando tanta atención a Lisa como a Mark que no se había dado cuenta que estaba al borde del orgasmo sin siquiera haberse esforzado mucho.
La interrogante de porque se estaba excitando tanto al ver a una chica desnudarse prefería contestarla mas tarde, ahora se estaba concentrando para no correrse aun antes que Lisa terminara de desnudarse, afortunadamente no le quedaba demasiado su pantimedia se la sacó con lentitud, pero un par de segundos ya se podían ver sus tonificadas piernas y sus bragas de encaje negro.
Cathy pensó que las bragas serían las siguientes, pero el baile se interrumpió de golpe y ella se subió a la cama aun con las bragas puestas, tanto Mark como Cathy se acercaron a ella curiosos y deseosos de ver que seguiría, ella se detuvo frente a Mark arrodillada y lo miró a los ojos, el pareció entender algo y tomándola del cuello la atrajo hacia si, Lisa se dejó llevar sumisa y sus labios se juntaron por un segundo, con un beso curiosamente casto dada la situación, luego Mark tomó con delicadeza sus bragas y se las quitó sin oposición de su parte, dejando a la vista su vagina que tenía encima un considerable mechón de pelo tan castaño como su cabello.
- Bésense- dijo Mark y se inclinó hacia atrás nuevamente, recostándose en la cama para observar el espectáculo, Cathy estaba un poco confundida, pero creía entender que lo de recién con su chofer era una reafirmación que el era el jefe y que ambas lo debían obedecer en la cama, lo cual para Cathy era una obviedad, de todas maneras, miró a su compañera que también se giró hacía ella.
Ambas se acercaron lentamente hasta que podían sentir el calor que emanaba de sus cuerpo, el beso surgió como algo natural, como si nadie le hubiera ordenado que lo hicieran, se abrazaron por la cintura y unieron sus labios de una manera que hubiera parecido casi romántica si ambas no abrieran los ojos cada segundo para ver la reacción del Mark.
Cathy nunca había besado a una mujer y tampoco había tenido la intención de hacerlo, pero no fue tan desagradable como había pensado que sería, no sabía si era porque Mark estaba mirando, pero hasta ahora disfrutaba de la suavidad del cuerpo al que se aferraba, aparentemente Lisa lo disfrutaba más porque después de unos segundo metió su lengua como si quisiera saborear la garganta de la niñera y sus manos bajaron de su cintura hasta sujetar su trasero y la atrajo hacia ella.
En realidad, Catherine no había sospechado que pudieran acercarse más, sus pechos se aplastaban mutuamente, en verdad la diferencia de tamaño entre sus tetas hacía que los pechos de la niñera aplastaban completamente los pechos de la chofer, pero Cathy no tenía la opción de pensar eso, el pequeño estimulo que estaba sintiendo con el avance de Lisa fue la gota que rebalsó el vaso, llevaba mucho tiempo al borde del orgasmo y llegó finalmente gracias a la chofer, su cuerpo temblando fuera de control un grito ahogado por la boca de Lisa y la gran cantidad de sus jugos que Salió de golpe de sus labios inferiores, fueron la muestra que hizo que tanto el joven como la mujer mas madura se dieran cuenta de su estado.
Antes que se diera cuenta estaba de espaladas en la cama respirando pesadamente, no era el orgasmo mas intenso que había tenido en su vida, Mark ya la había dejado inconsciente anteriormente, pero este estuvo cerca, apenas podía pensar y sentía todo su cuerpo entumecido y extremadamente relajado, no notó cuando Mark se colocó detrás de Lisa y agarró sus pechos, un gemido agradecido fue la respuesta de ella y algo ausente siguió acariciando a la niñera bajo ella.
El toqueteo no hizo reaccionar a Cathy, pero cuando Mark empujó por los hombros a Lisa hasta que quedó recostada sobre ella Catherine empezó a procesar su entorno, desde donde estaba solo podía ver el rostro de Lisa a unos centímetros de su cara y le sonreía con el rostro sonrojado, la niñera pudo ver como se quebraba su expresión tranquila en cuanto Mark puso su miembro rozando sus labios vaginales.
En ese momento recién Cathy se percató que también podía sentirlo, y también se dio cuenta que también podía sentir una mata de pelo sobre su pubis, lo que le hizo darse cuenta de que su sus vaginas estaban en contacto directo, esto la habría puesto un poco incómoda pero justo en ese momento pudo sentir un roce que la hizo despertar completamente sus sentidos, gimió algo necesitada sin darse cuenta de que estaba sincronizada con uno de Lisa.
Mark sonrió al escuchar a ambas gemir mientras seguía deslizando su pene justo en el punto en que sus labios vaginales se tocaban, pero no podía hacerlo por mucho, la sensación era demasiado intensa ya sentía como se acercaba al orgasmo así que finalmente se colocó en posición para penetrar a Lisa y aprovechando la humedad de su sexo la penetro hasta el fondo de un solo golpe.
Cathy estaba en una posición inmejorable para ver como el rostro de Lisa se distorsionaba antes de caer sobre ella, pensó que chocarían sus cabezas al caer, pero algo suave la golpeo sobre la boca, tardó unos segundos en darse cuenta de que era uno de los pechos de la chofer, antes que pudiera decidir como reaccionar el cuerpo de la mujer comenzó a moverse sobre ella al ritmo de los enviones de Mark.
Lisa se dejó llevar y lanzaba gemidos de satisfacción mientras Mark iba acelerando paulatinamente sus movimientos, Cathy encontró que el roce del cuerpo sobre suyo también le daba placer así que para devolver el favor mordisqueó y lamio suavemente los pechos que estaban sobre su cara, un aumento del volumen de los gemidos de Lisa fue su recompensa y antes de darse cuenta también gemía en respuesta.
En ese momento Mark ya no podía controlarse, agarró con fuerza la cintura de Lisa y se inclinó hacia adelante corriéndose en su interior antes de tenderse sobre ella, el semen caliente fue el empujoncito final que necesitaba Lisa para seguirlo poco después, tembló igual que Cathy unos minutos antes y terminó de caer sobre la niñera, los tres se quedaron quietos hasta que se escuchó un quejido lastimero debajo de la pila humana.
Tanto Mark como Lisa notaron que estaban cargando todo su peso en la pobre Catherine, sonriendo se quitaron con lentitud y se tendieron a su lado todavía algo aturdidos, Cathy se incorporó lentamente y fue hacia Mark, más concretamente sobre su entrepierna, su miembro aún estaba semi erecto por lo que fue fácil para ella metérselo a la boca ayudada por sus manos aun un poco temblorosas.
Cathy sintió en su boca una mezcla del sabor del semen de Mark y de los jugos de su compañera de alcoba, ya sentía que había compartido suficiente intimidad con ella así que no le importaba, si le molesto cuando de improviso la cara de Lisa apareció a su costado sumándose a ella, pensaba que iba a querer quitarle su labor pero pareció respetar su posición y a cambio empezó a lamerle los testículos, de inmediato Cathy sintió como la erección alcanzaba su tope al interior de su boca, se retiró antes que se atragantara.
Iba a continuar, pero fue interrumpido por el joven, se incorporó he hizo que se tendiera de espaldas, ella obedeció de inmediato, ya había tenido un clímax, pero no le molestaría otro, Lisa deseosa por observar de cerca se recostó a un lado de ella, de costado y semi abrazándola por su vientre, de manera que no estorbara a Mark que ahora le indicaba que abriera las piernas.
Eso fue música para los oídos de Cathy y siguió su orden rápidamente, al menos por la pierna izquierda por que por la derecha Lisa la tomó de su muslo y la sujetó sobre su cadera, recorrió con los dedos la suave piel hasta llegar a su pubis, pero Catherine no se percató, estaba ocupada mirando hipnotizada el miembro de Mark que se acercaba amenazante.
Ella pudo sentir como su glande se apoyaba a la entrada de su vagina antes de continuar su viaje mas abajo, Cathy levantó la cabeza confundida hasta que notó como se detuvo entre sus nalgas y avanzó hacia su agujero, no pudo evitar tensarse, pero su compañera notó esto y se inclinó sobre ella besándola y acariciando su entrepierna con cariño, esto distrajo a Cathy, pero no los suficiente para no notar cuando Mark empezó a penetrar su ano.
Iba lentamente pero igual le causaba dolor a Cathy, pero no a nivel físico sino a nivel emocional, era la su primera vez en el sexo anal y estaba dispuesta a hacerlo con Mark, lo había planeado incluso, se iba a limpiara y a preparar tal vez usaría una ropa interior especial o algo por el estilo, pero no quería que fuera durante un trio, no le molestaban los tríos tampoco, este fue idea suya y tendría todos los que Mark quisiera pero le hubiera gustado que su primera vez fuera más íntima y especial que esto, finalmente se reprendió internamente, si eso era lo que el quería eso sería lo que iba a tener, hizo todo lo posible por relajar las tensiones de su cuerpo y para distraerse se fijó en los movimientos de Lisa sobre su cuerpo.
Ella sabía lo que hacía, no sabía si había estado con otra mujer antes de ella, pero sabía exactamente donde y como tocar, ya sentía como su pubis estaba completamente mojado a pesar del dolor palpitante de su trasero, la empujó suavemente por los hombros separándola de su cara, ella la miró con algo de decepción en los ojos, pero con el mismo agarre llevó su cabeza a sus pechos haciéndola sonreír al descubrir su intención.
Lisa de en esa posición controlaba casi todo el cuerpo de la joven bajo ella, con su mano derecha jugueteaba con vagina donde ya metía los dedos y los movía con precisión y habilidad, con boca mordisqueaba sus pezones y con la mano izquierda apretaba la carne blanda de sus senos, en ese punto Mark ya había la había penetrado por completo, se quedó quieto disfrutando de la sensación y dejando que el cuerpo de Cathy se acostumbrara, mientras disfruto del espectáculo lésbico que tenía frente a sus ojos.
Cathy estaba extasiada, Lisa había tocado todos los botones correctos y a ella solo le quedaba gemir y disfrutar, incluso el dolor de su trasero iba desapareciendo lentamente y la vista de Mark sonriéndole le dio la ultima confianza que necesitaba, le asintió con la cabeza al joven y con la mirada la pidió que continuara, el entendió el significado y empezó.
El primer movimiento fue aun algo preventivo, retrocedió y avanzó no con la misma lentitud de al principio, pero se tardo dos segundos y medio en completar el recorrido, se sorprendió al notar la falta de reacción de Cathy así que fue acelerando hasta llegar a su punto máximo cuando Cathy recién empezó a tener alguna reacción, pero no la de dolor que el esperaba sino los sonidos que el ya reconocía como los que hacía cuando se acercaba al orgasmo.
La verdad es que Cathy estaba también confundida con su propia excitación, no sabía si era gracias a Lisa o al sexo anal pero estaba dispuesta a probarlas por separado mas tarde, su mente enturbiada por el placer solo le permitía emitir pequeños susurros llamando a su amante y pidiendo mas y mas velocidad, cuando finalmente se corrió doblo su espalda hacia atrás y lanzó un chillido ahogado antes de derrumbarse nuevamente, no sintió nada más hasta que Mark llenó su recto de semen caliente.
Esta vez no queriendo quedar recostado sobre ella, Mark usó sus últimos rastros de energía para acostarse bajo las sabanas a un lado de Cathy, ella lo siguió poco después antes de caer dormida abrazada a su pecho, Lisa los miró con cariño y después de una leve consideración se colocó al otro lado de Mark y se recostó en su pecho al tiempo que seguía el camino de ambos jóvenes y se dormía plácidamente.
Unas horas mas tarde Catherine se despertó aun abrazada a Mark, aunque Lisa se estaba levantando, a su lado notó que el joven estaba despierto y miraba el trasero desnudo que se contoneaba delante de Él, ella solo sonrió imperceptiblemente y se acomodó en su hombro esperando a ver que decían.
- ¿Te vas ya? - preguntó Mark aun algo adormilado.
- si - le dijo dando vueltas, recogiendo su ropa del suelo- tengo algunas cosas que hacer y no quiero molestarlos más en su nido de amor.
- no eres una molestia - dijo el sonriéndole- puedes venir cuando quieras ¿verdad Cathy? – ella solo asintió con la cabeza y le sonrió a su compañera.
- gracias- dijo al fin recogiendo el zapato que le faltaba - les tomaré la palabra no lo duden - después de eso se acercó a ellos y le dio a cada uno un beso casto en la boca, Cathy notó que se detuvo en Mark unos segundos mas que en ella, pero no le molestó.
- ¿ quieres estos?
le dijo después mostrando su ropa interior- creo que las coleccionas.
no – dijo Mark riendo - aunque cuando vengas no te molestes en traerlos, además deberías cambiar un poco el guardarropa, algo mas ligero, no había notado lo que escondías bajo ella, aunque el gorro siempre me ha gustado.
Ella solo se rio mientras dejaba toda su ropa en el suelo como si ya no la ocuparía nunca más, aunque se puso el gorro, tal vez era porque era la única prenda que llevaba, pero resaltaba todas sus facciones por lo que se veía indudablemente mejor que sin él.
- Cathy, ¿en tu bolso tienes cosas mas de su gusto cierto? - ella asintió adivinando lo que quería- ¿te importaría prestarme algo?
- toma lo que quieras - le dijo feliz- y no pienses en devolverlo, no creo que Mark me deje conservar mucho de todas maneras - ambas se rieron cuando ella abandonó la habitación, volvió 15 minutos después, estaba vestida con la misma ropa que había llevado ella la segunda vez que visitó a Mark, una blusa blanca pegada al cuerpo y una falda corta, Cathy la miró algo celosa, la parte de arriba le quedaba mejor a ella por su gran busto, pero la falda era muy superior en ella, porque tenía piernas mas largas y tonificadas, Mark notó su turbación y le dio una ligera nalgada bajo la cama que la hizo olvidar sus dudas.
Finalmente, y luego del ultimo adiós, la chofer abandonó el edificio, mucho mas feliz y relajada que cuando entró, ellos se quedaron en la cama por un rato hasta que les dio hambre, Catherine se levantó al baño a bañarse rápidamente antes de ir a la cocina a preparar algo.
Un rato después Mark apareció en la cocina ya vestido y bañado y observó con gusto a su niñera cocinando solo con un delantal cubriendo su cuerpo desnudo, no quiso interrumpirla así que tomó sus maletas y se las llevó a la habitación sin que se diera cuenta, después de comer fueron a la habitación donde Cathy encontró que sus cosas se habían dividido en dos montones uno grande y el otro pequeñísimo.
- estas cosas - dijo Mark apuntando a la pila grande- no las vas a ocupar así que deberíamos botarlas - ella asintió simplemente, se lo esperaba y se daba cuenta que eran cosas baratas e inútiles en su nueva casa, las había traído porque no quería que el viejo tuviera nada, aunque ahora pensaba que le había dado un vestido y un recuerdo permanente- y estas - continuó Mark- son las cosas que puedes conservar.
Cathy miró la pila, había un par de sandalias y algunas cosas personales como libros y unas fotos, se tardó un segundo en darse cuenta de que no había nada de ropa en esa pila, suspiró algo frustrada, llevaba mas de 12 horas sin ropa y aunque no le molestaba ir desnuda, le gustaba tener algo de ropa, además ¿cómo saldría de la casa sin que la arrestaran?
Pensó en quejarse pero ya tenía la obediencia demasiado metida en su cabeza, se resignó antes que Mark la agarra de su cintura y la llevó a la habitación lateral, ya se la había mostrado anteriormente, esta era la habitación de la niñera, aunque ahora notaba unas diferencias, la cama tenía nuevas frazadas, las cortinas eran nuevas y el armario había sido cambiado por uno mucho mas grande, MUCHO mas grande, Cathy notaba que apenas si quedaba espacio en la habitación y pensó ausente como habían metido esa cosa en el ascensor y por su pequeña puerta.
Pero no vio mucho de eso, sus ojos estaban fijos en el velador al lado de su cama donde había dos cosas, una caja con un teléfono nuevo y algo que realmente llamó su atención, el collar de esclava que había comprado en el sex-shop, antes que el le dijera nada corrió hacia el y tomó el collar, se lo iba a colocar pero antes le pidió confirmación visual a Mark, en cuanto el asintió se lo puso de inmediato, una sensación de satisfacción brotó del centro de su pecho y decidió que ya no le importaba tener o no ropa, le bastaba con eso.
´Mark caminó sonriente a su lado y abrió una de las 5 puertas del armario, dentro había mucha ropa espectacular, sobre todo piyamas de seda y similares, Cathy se imaginó que en las demás puertas abría de otro tipo, pero solo estaba mirando uno que escogió Mark, era baby-doll de color rosado claro que no dejaba absolutamente nada a la vista, sin mas palabras se lo pasó a Cathy y esta se lo puso feliz, se vio en el espejo de la habitación y estaba despampanante, Mark debió pensar lo mismo porque ella pudo ver su erección en sus pantalones.
- quiero dormir aquí esta noche - dijo Cathy con voz melosa- ¿quieres acompañarme? - Mark sonrió encantado mientras casi la arrojaba sobre el colchón, la cama era mucho mas pequeña y menos cómoda que la que estaba en la otra habitación, pero los jóvenes lo pasaron tan bien o mejor antes de caer dormidos un largo rato después.