La Niña de Papá III

Mónica no contesta a preguntas de su padre y recibe un correctivo incesto azotes y sexo

La Niña de Papá III

Esa tarde llegue a casa estoy excitada y un poco ansiosa no sé qué me está sucediendo Carolina estaba divina, al verla siento un vacío en el estómago, no se explicarlo; su cabello azabache corto, su rostro es pálido con esos ojos grandes y oscuros tan oscuros como su cabello, ella es de esas chicas góticas con los labios siempre de rojo escarlata; siempre viste de negro con pantalones ajustados a la cintura con lo que sus piernas y trasero siempre voluptuosos, que junto con sus franelas de negro la hacen ver siempre rebelde y hermosa.

Más alta que yo y con unos senos más prominentes   aunque casi no usa faldas recuerdo que solo la vi en falda una vez hace tiempo. Sus uñas siempre de color oscuro y muy cortas hablado con sus amigos de esos grupos de rock duro y no sé por una chica tan linda el guste esa música tan horrible, pero lo peor es que no he dejado de verla.

Hoy la vi con una de esas franelas con una calavera atravesada por dos estacas en forma de cruz y con unos pequeños cuernos. Pero no deje de verla todo el día casi no preste atención a la clase, no podía creer que esta chica me hiciera perder el enfoque, que me hiciera sentir cosas por Dios no soy lesbiana; a mí me gustan las pollas bueno en realidad me gusta solo una polla la de papá.

El llegaría a las seis de la tarde el pensar en él solo pude imaginar su gran pene llenando mi interior con ese pensamiento llego otro más cachondo que la hizo alucinar tener el sexo de Carolina en su boca mientras era empalada por papá. La puerta de entrada suena, mis ojos brillaron mi tanga se humedeció, desde los quince tengo esa reacción con papá.

Voy a su encuentro él está en la puerta maravilloso; alto con su traje de frac, camisa y corbata con su divina sonrisa, de hombros y espalda ancha fuerte, brazos fuertes; salto al llegar a él me cuelgo de su cuello y lo beso, su lengua invade mi boca y baila junto con la mía después desliza su invasora lengua profundo en mi boca terminado de entrar y cerrando la puerta tras él.

Estaba feliz y completa era la mujer de papá en todo el sentido de la palabra; hacia las labores de la casa al llegar de la universidad después de mis deberes académicos. Ponía la colada mientras preparaba la cena y parte de la comida del día siguiente. En la cama era suya, era su puta sumisa y papá era mi macho semental.

Después de que la puerta se cerrara lleve mi mano a su entre pierna su bulto estaba oculto por sus pantalones era grande lo masajee comenzó a endurecerse, mi sexo hormigueaba desde la tarde estaba muy excitada, no sé por qué, pero Carolina la chica gótica entre de nuevo en mis pensamientos mi flujo corrió por mi tanga. Me arrodille le baje la bragueta del pantalón y con cierta dificultad le saque todo su pito me lo metí en la boca y comencé una lenta felación papá gimió:

— ¡Oh! La niña de papá esta golosa esta tarde. —

— Siempre estoy golosa por ti papi— Dije sacándome el miembro paterno. — ¡Oh! Papi te quiero dentro de mí. —

Le tome de la polla y lo lleve a la sala lo senté en el sofá y continúe con la mamada. Su verga entraba y salida de mi boca, papá me tomo por el cabello y comenzó a guiarme; su venosa polla profundizaba en mi boca llegando a tocar la campanilla y más a dentro, haciéndome con fuerza papá pregunto:

— ¿Que hizo la niña para que me des este recibimiento? —

— Nada papi nado por ahora— Sacándome el falo paterno le respondí.

Respiraba entrecortadamente. Mi saliva escurría por la comisura de mis labias hasta llegar a mi pecho, mis tetas estaban tiesa. Le desabroche la correa y el botón del pantalón. Él levanto el culo un poco para yo poder bajarle los pantalones y los calzoncillos. Me senté a horcajadas sobre sus piernas presionando mi vientre sobre su polla moviendo mis caderas mientras le desajustaba la corbata sacándosela después y desabrochándole los botones de la camisa. Él se la termino de sacar su pecho desnudo apareció ante mi lo beso le lamí las tetillas una a la vez para después reclamar mía su boca.

Nuestras lenguas se entrelazaron yo gemía con mi lengua en su boca sobando su pollón con mi vientre. Él me agarro con fuerza los cachetes del culo me los sobo y luego me dio unas nalgadas gemí.

— ¡Oh papi que rico! —

Volvió a azotarme el culo, gemí nuevamente papá me besaba y me azotaba estaba muy caliente ya lo necesitaba dentro de mí. Hice a un lado la tanguita y puse la punta de su pene en la entrada de mi sexo y fue entrando dentro de mí papá me nalgueo de nuevo, gemí la polla estaba toda dentro me sentí tan llena comencé a moverme suave sintiendo mis nalgas arder por los azotes. Papá después besarme me volvió a preguntar:

— ¿Qué hiciste mi zorrilla? — Me acarició con una mano después la lleva mi boca y metió dos dedos dentro y comenzó follarme la boca. — Contesta la pregunta, si tendré que usar la fusta sobre tus tetas. —

Oh Dios que me azotara las tetas me puso muy excitada mi orgasmo empezó a formarse en i coño mis movimientos se hicieron más rápidos mis jadeos acariciaron su lengua pues lo besaba apasionadamente. Él sabiendo la inminencia de mi orgasmo me tomo por el culo y paro mi movimiento.

— No, no, no te correrás, hasta que confieses tu infracción— dijo mientras me levantaba y me sentaba al lado de él. — Dime, que hiciste. —

— Nada en verdad, no me he tocado hoy— Le respondí lo que era cierto, pero como decirle a papá que me comenzó a gustar una chica. Ni siquiera yo podía razonar eso. Papá volvió a meter dos dedos en mi boca diciendo:

— Te conozco bien sé que me ocultas algo dímelo. — comenzó nuevamente a follarme la boca, me metía los dedos lo más profundo en mi boca, mi coño hormigueaba.

Sacó los dedos de mi boca y agarrando mi cabello mi guío a su verga esta estaba morcillona la tomé con una mano y la metí en mi boca y comencé de nuevo una lenta mamada el me comenzó a acariciar el ano con los dedos húmedos con mi saliva. Mi esfínter se fue dilatando le comenzó a dominar la mamada con su mano en mi cabello diciéndome:

— Dime mi zorrita que has hecho. —  su polla erecta estaba alojada en mi boca sentía arcadas, pero papá presiona para que no pudiera sacar la polla de mi boca mientras que con los dedos empezó a abrirse paso atreves de mi ano. Mi esfínter cedió si dificultas sus dedos en mi culo comenzaron a follarme. Sentí que la presión en mi cabeza se relajaba y pude sacar su mástil de la boca tosiendo y sintiendo un azote en el culo.

— Responde la pregunta zorra— Me dijo con voz fría. Vi sus ojos brillaban con una mezcla de lujuria y enfado. Yo estaba excitada y un poco nerviosa. Me azoto el culo. Y volvió a meter su miembro en mi boca.

— Esta noche no te correrás— Diciendo esto comenzó otra vez a follarme la boca con su polla sus dedos en mi culo hacían estragos en mi interior, sentía gran placer con su polla y sus dedos. Mi saliva resbalaba a lo largo del grueso cuerpo del falo de papá mis flujos eran un reguero su orgasmo estaba cerca ya que su respiración se agito. Papá gimió:

— ¡Por todos los cielos la puta la chupa como su puta madre la chupaba! — Exclamo. — Zorra si, sigue chupando, sí que me corro. Me dijo presionando su polla contra mi garganta mientras vaciaba la lefa en mi garganta sentí cuatro chorros de leche golpeando en mi garganta directamente. — ¡Oh Dios que pasada! ¡Puta que buena eres mamando! —termino, yo estaba también a punto de vaciarme cuando saco los dedos de mi culo.

— Puta voy a salir a despejarme la mente, debo pensar que voy hacer una perra que no obedece las ordenes— Dijo levantándose y subiéndose los pantalones. — No me esperes, y limpia eso mirar como tienes el sofá con tus jugos puta calienta pollas. — Papá salió de la sala, dejándome sola caliente y frustrada y triste.

¿Por qué no le dije? ¿Qué me estaba pasando? Llevaba varios meses con esta nueva relación con papá y nunca me había dejado a dos velas. ¿Tendría otra? No, claro que no. Comencé a llorar hacía ya años que no lloraba, pero las lágrimas salieron de mis ojos, nunca me había sentido tan sucia tan puta, como si fuera solo el agujero de saciar nada más. Me levante del sofá tenía que ponerme manos a la obra, fui a la cocina me lava la cara fui a aparador por unos pañitos para limpiar el sofá y escuche abrir y cerrarse la puerta.

Llorando limpie el sofá fue al cuarto de papá tome su ropa para lavar y la olí no olía a nada especial, el rastro de su colonia nada más y el polvo de la calle. Fui al cuarto de lavado saque las prendas de la secadora y metía esta colada y encendí la máquina.

No probé bocado de la cena solo tome zumo de naranja y fui a hacer la cama en mi vieja habitación estaba segura que dormiría allí esta noche. Cuando terminé vi la hora en el reloj de la mesa de noche, ya la colada esta lista.

Baje a el cuarto saque la ropa de la lavadora y la puse en la secadora estuve tentada a masturbarme como antaño la hacía poniendo el culo en la esquina de la máquina para que con la vibración de la maquina me hiciera correr, pero no estaba de humor después de probar el sexo con una persona las maquinas quedaban como accesorios. Bueno para las lesbianas sí que lo necesitarían ¿No? La visión de Carolina con su cabello corto y sus labios rojo me hicieron mojar. ¡Por Dios! Otra vez pensando en ella y mojando las bragas. ¿Qué iba a hacer?

De vuelta a mi cuarto recogí lo que necesitaría mañana en la universidad, tenía que ocuparme en algo para por relajarme en mi closet encontré la ropa de mañana la puse sobre la cama, tomando la decisión que esta noche follaría con papá, aunque tuviera que violarlo.

Así, que después de ordenar mi atuendo de mañana fui a la ducha me bañé a con conciencia estaba pegajosa y caliente.

Con Carolina en la cabeza; ella recostada en la cama abierta de piernas su sexo pálido con un triángulo de vellos recortados finamente en su pubis, sus labios vaginales abierto también y el interior de su coño húmedo brillante y rosa, con olor penetrante y poderoso. Sintiendo como la polla de papá perforaba un ano, los dedos de Carolina indicándome que enterrase mi rostro entre sus piernas.

No lo creía estaba obsesionada con esa chica y está perdiendo a papá, fui a la habitación de papá solo con una tanguita negro chiquito y un sujetador de encaje también negro era un juego que compré con la intención de usarlo con papá, pues esta era una ocasión propicia tendría que ser lo más calienta polla y guarra para que me perdonará si tuviera que perdonarme algo.

En ropa interior entre en su habitación estaba inmaculado me subí en la cama con mi culo dando a la puerta del cuarto eran las ocho y media de la noche y no se a donde fue papá no quería llamarlo y me entretuve pensado que había pasado, el almuerzo los deberes con Carolina su aroma su cabello corto y después papá en la puerta hermoso la verga venosa de papá en mi boca. Después el interrogatorio infructuoso. Después la voz fría de papá diciendo que iba a salir, mi llanto la ducha y otra vez Carolina en mis pensamientos junto con la polla de mi padre en mi ano mi lengua en el clítoris de Carolina. Mi tanguita se mojó creo que dormite.

Soñé besándome con Carolina mientras papá me rompía el culo a pollazos. Sentí lejano el abrir si cerrase la puerta principal. La alcoba estaba iluminada solo por la luz de la lámpara de noche, la casa estaba en silencio, solo afuera el murmullo del sonido de aves e insectos ambientaban la noche con su monótona melodía. Sentí ahora claramente los pasos de papá en el pasillo empiné más el culo mi sexo hervía caliente y húmedo.

Papá avanzo a la cama y me acarició culo. Me sobresalté, me dio un cachete en el culo y gemí:

— ¡Ah! Papi te estaba esperando y dormite — Dije mirándole desde la cama. Volvió a nalguear mi culo esta vez en la nalga izquierda, volví a gemir, mientras él me preguntaba:

— ¿Hiciste tus deberes? — Mientras acariciaba su nalga izquierda.

— ¡Ah! Si papi — gemí. Papá volvía a propinarme otro azote en el culo pregunto:

— ¿Hiciste los quehaceres? —

— Si papi — Respondí. Él sobándome otra vez las nalgas me volvió a preguntar:

— ¿Por qué estás en mi habitación enseñándome le culo? ¿Acaso quieres que te lo folle? — propinándome otro azote.

— Si papi quiero que folles el culo de tu hija— Contesté meneando le culo mis nalgas estaban rojas por los azotes.

— Pero te has comportada indebidamente al no responder mis preguntas me desobedeciste, me sigues ocultando cosas y al esperarme en mi habitación, ¿Acaso te has tocado a salir de clase? — Pregunto papá mientras se desnudaba.

Viéndole a los ojos sonreí y le contesté:

— No papi en serio no me toque, Caro me trajo hicimos los deberes, después ella se fue. — Llevé mi mano a mi sexo estaba empapado, vi la polla papá erecta gorda y larga. — Estuve toda la tarde con ganas de tocarme— Dije. Retirando la mano de mi coño. — ¡Oh papi! Ella es tan sexy, no sé porque de hace un tiempo para acá he pensado en ella. —

— ¿Así que por eso estaba resistente a responder mis preguntas? — Pregunto papá. — Dime ¿Te gusta esa chica? —

— No lo sé papá, pero desde que follo contigo tengo fantasías. Y ella me ha resulta atractiva ¡Ah! Papi te necesito esta noche dentro de mí— Gemí

— Necesitas ser castigada por desobediente, si quieres que te folle lo haré, pero igual te castigare severamente. — Me dio un cachete en el culo después fue al armario y saco de él la fusta.

Con ella regreso al borde de la cama y me propino dos fuertes azotes en las nalgas gemí, se desprendió de la chaqueta, me volvió a azotar, se quitó la camisa y me volvió a azotar gemí otra vez.

— Sabes que mereces el castigo putilla— Dijo mientras se sacaba los zapatos, yo lo veía con la cabeza vuelta. Después de sacarse los zapatos me volvió a azotar.

— ¡Ah! — Gemí. — Si he sido una niña mala. —

El me propino otros azotes más mi culo ardía. Dijo.

— Ven y comete mi polla puta sé que lo deseas. —  Me di la vuelta y le baje los calzoncillos hasta la rodilla su pene salto cuando se los baje abriendo la boca me metí esa barra de carne palpitante en la boca y comencé una lenta mamada. Papá gruñía:

— ¡Argg! Si puta así. — me propino unos azotes ahora en la espalda. Gemí, pero no me salía sonido alguno por la polla en mi boca. El me agarro del cabello y comenzó a follarme la boca.

— Toma polla puta, toma la polla de papá— Gemía cuando su orgasmo se comenzó a formar en sus huevos dejo de follarme y me ordenó

— Vuélvete te voy a comer el culo. — me voy y en cuclillas el enterró su cara entre los cachetes de m culo. Me lamió desde el ano hasta mi clítoris mis piernas temblaban mi coño era un hervidero, me empecé a mover, él me nalgueó dos veces diciendo:

— No te muevas, ya te moverás como la puta que eres. — Siguió lamiéndome hasta que consideró adecuado. Después me ordenó:

— ¡Levanta zorra! — Mi coño hormigueo, me levante de la cama, él se tendió en ella diciendo:

— Te pues correr y tocarte el coño cuantas veces quieras, te voy a azotar las tetas por desobediente ese será tu castigo. — me puse a horcajadas sobre su entre pierna, tomé su dura polla con mi mano derecha mientras con la izquierda me agarraba el culo puse la punta de su falo en mi ano y comencé a bajar mi culo aun agarrando la polla. Sentí como el glande se su pene me iba perforando el ano dilatando mi culo.

Comencé a cabalgar a papá y el empezó a azotarme las tetas cada embestida en mi culo un azote en mis tetas alternando cada azote entre mis senos el dolor comenzó con el placer, acaricie mi cuca estaba mojada y mi mente viajo, mi cuerpo se estremecía el dolor aumentó cuando presa del placer hundí dos de mis dedos en mi sexo y cabalgaba a papá con fuerza, los azotes en mis tetas aumentaron y papá gruñendo me dijo:

— ¡Argg! Te gusta la polla de papá en el culo. — me azotaba las tetas con ganas, mis lágrimas corrían por mis mejillas, mi orgasmo estaba hirviendo en mi cuca seguí cabalgándolo con fuerza su pene entraba y salía de mí, mis tetas rojas los azotes. Mi cuerpo se sacudió cuando mi flujo salió de mi sexo con mis dedos aun adentro mi espalda se arqueo mis piernas temblaron junto con i culo el vació en mi estómago se extendió por todo mi cuerpo, caí sobre el torso fuerte de papá, él no se había corrido aún, su polla erecta dura se alojaba en mi dilatado trasero.

El me hizo a un lado con la que su falo salió de mí que de boca arriba. Ahora papá se puso a horcajadas sobre mi pecho su miembro gordo palpitaba. Me dijo:

— Junta tus tetas te las voy a follar mi pequeña puta, que quiere comerse la cuca de su amiga: —

Junte mis tetas el enterró entre ellas su polla, no puedo describir lo que sentí me recuperaba de un fuerte orgasmo, papá comenzó un movimiento de embestidas sobre mis pechos su polla larga me llegaba hasta la barbilla con cada acometida, lo único que hice fue sacar mi lengua y cada vez mi lengua lamí su glande. Papá tenía las manos apoyadas en la cama, con cada embestida cada lamida y papá tensaba las manos gemía:

— ¡Oh! Sí que buenas tetas tienes hija mía, ¡Oh! — Sentir la polla de mi padre entre mis tetas adoloridas fue incomodo, pero altamente complaciente. Él folló mis tetas con calma recreándose en toda la experiencia.

— Si zorra, que tetas mi zorrilla— Decía papá empezó a follarme los senos más a prisa, tenía mi lengua por fuera eso aumento mi incomodidad, pero aun así estaba feliz papá me había follado esta noche, no estaba enfadado conmigo por desear a una chica y lo más importante me daría su leche.

— Zorra me corro, me corro sucia zorra— Gimió papá mientras descargaba su lefa sobre mí; los primeros dos chorros cayeron sobre mi cara los otros cuatro sobre mi pecho formando un lindo collar de perlas, mi primer collar de perlas y era con lefa de mi deseado padre dos lágrimas resbalaron de mi rostro. Estaba feliz no cabía en ella.

Papá se acostó a mi lado yo con los dedeos limpie el semen de papá de mi cara llevándolos a mi boca y chupándolos. Después acercándome a él lo bese con pasión el devolvió el beso.

— Aséate mi putilla para después hacerlo yo—  Me ordenó.

Me levanté de la cama fui al baño me di una ducha rápida, y salía a la habitación papá aguardaba para ir al baño pasando por mi lado me nalgueó diciendo:

— Si me baño contigo te vuelvo a follar mi putilla ve a cambiar la cama que la dejaste perdida con tus jugos de puta. — Papá me volvió a nalguear me sentía feliz.

Saca el juego de la cama y volví a hacerla, después fue a l cuarto de lavandería a poner las sabanas a lavar le puse el ciclo y volvía a la habitación de papá. Pase primero por la mía apague la luz, al llegar a la habitación de papá estaba con su bóxers de dormir.

— Ven mi niña puta duerme conmigo esta noche— me dijo papá y yo entré en la habitación fui a la cama papá deshizo las cobijas y se acostó en su lado y me acosté en el lado donde mamá dormía mi alegría no podía ser más, aunque sentía remordimientos por mamá estaba usurpándola.

— Tranquila mi niña mamá está con nosotros — Dijo papá al ver a mi remordimiento en mi cara, fui hasta él me coste y apoyé mi cabeza en su pecho desnudo le me dijo acariciando mis cabellos:

— ¿Y bien te gusta esta chica? —

— ¡Oh papi! No sé qué me pasa con ella, pero cuando la veo siento lo mis que al verte— Le respondí. — ¿No estas enfadado? — Pregunté

— Claro que no mi niña, recuerdas que fui yo quien que quien te desvirgó esto que hacemos es mal visto por la sociedad Mónica siempre estaré para ti. — Papá me beso la frente. — Ahora a dormir mi zorrita. —

Me quede dormida acariciando el pecho desnudo de papá me desperté a las cuatro de la mañana me deslice de la cama con suavidad para que papá no se despertara fui al baño me lave la cara y baje a la cocina, prendí la cafetera para el café.

Preparé un desayuno de emparedados, tocino y huevos con leche, al terminar volví a la habitación papá aun dormía me deslicé de nuevo en la cama estaba excitada nuevamente, al tocar el bulto de papá mi coño hormigueo. Saqué el falo paterno y l metí en mi boca para una lenta mamada. Papá despertó al sentir mi lengua alrededor de su polla gimió:

— ¡Oh! Mi niña despertó golosa. —

— Siempre amanezco golosa por ti papá— dije sacándome la polla de la boca corrí la sabana para sentarme a horcajadas. — Papi folláme folláme despacio. —

Papá me tomo de las caderas y me comenzó a follar con suavidad, yo me tocaba las tetas, mis pezones estaban duros como rocas. Mi cuca mojada y su pene entraba y salía con suavidad de dentro de mí.

— ¡Oh papá! Si folláme, soy tu puta ¡Sí! — Papá me dio la vuelta y que de can la cara sobre la colcha, el empezó con bombeo mi ano estaba mojado y coló por el un pulgar. Gemí:

— ¡Oh! Si papá, como quisiera comerme un coñito mientras me folla papi. — En ese momento mientras era invadida por la gran polla de papá, pensé en Carolina estaba muy excitada y mi orgasmo me golpeo con fuerza, papá continúo follándome con fuerza gimiendo:

— ¡Oh! Putilla papá te va a llenar el coño de lefa. —

— Si la quiero toda en mi coño— Gemí desfallecida. Papá vació su orgasmo en mi coño derrumbándose sobre mí.

— Te quiero mi niña— Me susurró besándome el cabello.

Él se levantó después y se dirigió al baño. Me levanté y también fui a mi habitación para también asearme.