La mujeres del año 3024

Corría el año 3024. Después de la ultima guerra hace unos 250 años el mundo era un desastre. Con las armas químicas, las nucleares, el ser humano había cambiado y no existian las mujeres.

Después de mi periodo de instrucción y aprendizaje, ya con mis 25 años cumplidos me enviaron a mi colonia, donde desarrollaría el resto de mi vida. Todas estas armas químicas y nucleares habían vuelto loco al mundo. Ya no existían mujeres, solo hombres. Menos mal que en todos estos años habían conseguido el reproducirnos artificialmente, si no la humanidad se habría extinguido.

Bueno, llego a mi colonia, y nos van a empezar a asignar nuestro cometido.

Al llegar nos desnudan y examinan, y ven nuestra hoja de estudios para ver en que materia destacamos mas.

Yo la verdad es que no era muy buen estudiante, así que me imaginaba que me iba a tocar algún mal trabajo de los que no quería nadie.

Empiezan a hacer la selección y a mi me apartan y me mandan a una habitación con otros tres chavales mas, pero nos dicen que no nos llevemos la ropa.

Cuando estamos allí esperando………. Ohhhhh, entran tres preciosas mujeres en la sala.

Nos quedamos cortados, solo las habíamos visto en películas y en fotos, y ahora las teníamos delante, no nos lo podíamos creer.

Empiezan a mirarnos de cerca y a charlar entre ellas. Nosotros estábamos emocionados, tapándonos nuestros genitales.

Nos quitaron las manos para ver que escondíamos. Nos empezaron a tocar las pollas y los huevos, y, yo por lo menos, me empalme. Me preguntaron si había tenido sexo, y en principio les dije que no, pero me siguieron insistiendo, y al final les reconocí que si, entonces querían mas detalles. Les dije que había tenido sexo con algunos compañeros, que nos masturbabamos y alguna chupadita, pero nada mas.

Ya entonces nos explicaron a que se debía aquello. Nos dijeron que habíamos sido elegidos para complacer en el sexo a los trabajadores, o sea, habíamos sido elegidos para ser putas.

Aquello había sido debido a nuestro mal expediente académico y a que físicamente éramos “menos varoniles” con poco vello en el cuerpo, delgados, etc.

Bueno, la verdad es que tampoco me importó mucho la elección, me gustaba mucho el sexo, y pensaba que el trabajo no me iba a desagradar, pero ¿Cómo me convertirían en mujer? ¿sería como ellas?

Para empezar me depilaron todo el cuerpo, piernas, culo, huevos, polla. Después me pusieron una peluca, que tendría que llevarla hasta que me creciera mi pelo. Me vistieron con ropa de mujer, me pintaron y me llevaron ante un cirujano.

Este empezó a examinarme. Me dijo que me pondría unos bonitos pechos, un buen culo, que me quitaría la polla y me pondría un hermoso coño, y que la cara no me la tocaría, que ya era bastante guapa.

Todo esto seria después de uno o dos años, en los que tendría que estar hormonándome, para que mi cuerpo se fuera transformado al de mujer.

Me nombraron una mujer como mi tutora, y esta empezó a enseñarme a ser mujer.

Me enseño a caminar, a moverme, a sentarme, a insinuarme, me enseño a ser una autentica mujer, y todas las noches follabamos. Me encantaba follar con ella, las dos vestidas de mujer follandonos.

Ella me follaba con un arnés, para que me fuera haciendo a la idea de ser una buena puta, pero me dejaba que yo la follara de vez en cuando por su precioso coño.

Cuando ella vio que ya estaba preparada me mandaron a una casa donde tenia que empezar a trabajar.

Esto funcionaba de la siguiente manera. Los clientes pagaban el servicio. Yo tenia mi sueldo fijo mas comisiones. Mientras mas follara mas ganaba, pero el fijo siempre lo tenia. Lo que no me gustaba es que al principio tenia que follar con lo peor de todo. Los tíos mas feos, gordos, sucios, viejos, eran para mi.

En la carta de precios los “travestis”, putas con polla, éramos lo mas barato, y era lo que se podían permitir los obreros con menos ingresos, así que hasta que me operaran tenia que tragar con todo aquello.

Alguna vez llegaba algún tío que estaba bien, y me encantaba que me follara. Ya me sentía como una autentica puta, y estaba deseando trabajar, estaba deseando que llegara mi turno para hartarme de que me follaran por el culo. Además, con los nuevos adelantos que hay ya no existen las enfermedades de transmisión sexual, y me follan a pelo, se corren en mi culo, en mi boca, me encanta que me follen. También había alguno que me pedía que yo lo follara, pero eso le costaba un extra mas que tenían que pagar a parte.

Creo que yo era la mas viciosa y mas puta de todas, por que muchos clientes preguntaban por mi y hacían cola, además, me gustaba por que con las nuevas hormonas que habían conseguido ya podía tener hasta varios orgasmos seguidos al ser follada por el culo.

Con el tiempo y las hormonas me fueron creciendo las tetas, las caderas, afinándoseme la voz, ya no tenia vello, y cada vez estaba mas buena, hasta que llegó el día que toco mi operación.

En una mañana me pusieron unas buenas tetas un buen culo, y un precioso coño. Durante el tiempo de recuperación no pude trabajar, pero estaba deseando estrenar mi nuevo coño.

Cuando terminé mi recuperación era una preciosa y completa mujer. Ya cambiaron mis clientes, ya tenia hombres con mayor poder adquisitivo. Aunque también había gordos y feos, pero con mas dinero y mejor pinta, pero me daba igual, yo lo que quería es que me follaran.

Acepté también hacer sexo en grupo, lo que me daba mas ingresos todavía.

Podía elegir el horario que quisiera de trabajo, incluso me iba de viaje con los clientes, y estos me ofrecían a sus compañeros de negocios para que me follaran. Por estos servicios cobraba aún mas, pero lo que no sabían es que habría estado dispuesta a hacerlo gratis, quería muchas pollas quería que todos me follaran, me follaban de tres en tres, uno por el coño, otro por el culo, y otro por la boca, y yo les pedía mas y mas, “folladme, folladme, corredse en mi culo, correros en mi coño, correros en mi boca” me encantaba que me follaran.

Bueno, pues así ha sido y es mi historia, soy una de las putas mas ricas de mi colonia, con muy buenos amigos y clientes, y que no saben que todo esto lo habría llegado  a hacer gratis. ¡Me encanta ser puta y que me follen!