La Mujer del Portero (12 - Final)

Gracias al cielo este relato es verdadero y el feliz beneficiado soy yo.

LA MUJER DEL PORTERO (FINAL)

El lunes y martes fueron días de locura, las citas concertadas y la visita de unos inversionistas españoles que solo iban a estar dos días en Lima, me mantuvieron ocupado a tope. Con Silvia cambiamos algunas pocas palabras, ella se sentía mucho mejor del resfriado y se la veía hermosa, fresca, lozana. A Virginia solo la vi cuando durante las reuniones servía graciosamente refrescos y café a mis invitados y lógicamente mis dos mujeres de la oficina, causaban sensación entre mis visitantes.

El miércoles el trabajo volvió a la normalidad y recién ese día pude hablar con tranquilidad con mi secretaria y para estar más cómodos decidimos ir al departamento a almorzar a las 12:30. Como siempre, ella simularía que saldría, pero en realidad estaría conmigo en la intimidad. A la hora convenida, fuimos a mi nidito y nada más de entrar allí, nos abrazamos y besamos amorosamente, ya que hacía varios días solo habíamos tenido tiempo para caricias furtivas, fugaces... sin la pasión y sentimiento que ahora le poníamos. Acaricié ese delicioso cuerpo joven y fresco por sobre el vestido de seda color palo de rosa y empecé a bajar el ziper que iba de cuello a cintura y éste cayo al alfombrado piso del departamento, mi amante quedó solo en brassiere y tanguita blancas que se ajustaban como segunda piel a sus electrizantes curvas. Yo observaba las firmes nalgas respingonas y turgentes, las piernas perfectamente torneadas, níveas y excitantes por el espejo de la sala del departamento que me devolvía la hermosa visión de mi secretaria, entregada al beso que nos estábamos dando. Ella, con destreza me sacó la corbata y la camisa y continuando con el ahora apasionado y espectacular beso por el que su lengua recorría toda mi cavidad bucal, sorbiendo y avasallando a la mía, se deshizo fácilmente de mis pantalones, que raudos bajaron a mis tobillos para permitir que con un rápido movimiento éstos acompañaran al vestido de la bella que yacía en la blanca alfombra.

Así yo solo en slip y ella en combinación, nos dirigimos al dormitorio... la cama esperaba por nosotros y nuestros cuerpos ardían de deseos exacerbados por los días de abstinencia. Me deshice fácilmente del sujetador de Silvia y fuimos resbalando al lecho cuando mi boca se apoderaba de las tetas de esta deseable mujer. Los pezones se endurecieron hasta parecer reventar, situación que no varió cuando mi boca empezó a desplazarse hacía su plano y sedoso abdomen, ya que mis dedos los siguieron masajeando. Silvia se quitó la breve tanguita blanca y elevó su pubis, prolijamente depilado tal como a mi me gusta, ofreciéndome la maravilla de su entrepierna. Mi lengua invadió ese dulce y ansiado escondite recorriéndolo con paciencia y lentitud, hasta apoderarse del inflamado clítoris, que se erguía deseoso. La joven mientras tanto, acariciaba mi cabeza y la empujaba hacia su vagina para que profundizara más en ella, mi lengua invadió todos los rincones de la preciada cueva, mientras sus maravillosas piernas se anclaban a mis hombros, sus caderas iniciaban un movimiento rotatorio y su boca a lanzar gemidos y grititos que anunciaban las oleadas de un rápido y voluptuoso orgasmo. Los flujos calientes y abundantes que liberaba Silvia me permitían una total libertad para el recorrido de mi boca y los ataques de mi lengua... sus líquidos que rebalsaban la vagina corrieron al rosado ano y mi lengua también profundizó en ese agujero que era solo mío, que al embate de mi lengua se abrió deseoso... volví a la vagina y especialmente al clítoris, pero mis dedos empezaban a preparar la entrada posterior con lentitud y suavidad, usando como lubricante los flujos que inundaban la zona. El orgasmo de Silvia que empezaba a amainar, volvió con más violencia y descontroló totalmente a esta mujer que al momento era todo pasión, toda lujuría, todo deseo:

" Que rico, que rico.. sigue, sigue....ahhhhhhhhhhh".- gritaba.-

Luego, un grito estentóreo que era casi un alarido terminó por diluirla en una laxitud total, ahora los gritos se había transformado en tenues quejidos hasta hacerse casi inaudibles. Mi boca besó sus deliciosas piernas en toda su extensión. Silvia es muy bella, pero de toda su anatomía además de su cara, yo me quedo con sus piernas... desde el primer día que la conocí, me impresionaron y siempre desee tener, acariciar y besar y gracias al cielo, son mías ( en esto el marido no cuenta). Después de un total recorrido por las maravillosas extremidades de mi secretaria, ascendí nuevamente hasta su preciosa cara... tenía los labios entreabiertos y los lindos ojos cerrados... abandonada aún al placer que le había dado. Me apoderé delicadamente de sus labios, con un beso suave, delicado, pero que tenía el inconfundible sabor a ella misma. Sin abrir los ojos, la joven tomó con ambas manos mi rostro y sus labios, lamieron y se deleitaron con sus flujos que literalmente bañaban mi cara. Después, abrió su grandes y almendrados ojos pardos y sonriendo, con una voz queda, muy de ella me dijo:

" Amorcito, que feliz me has hecho. No sabes cuando he extrañado esto.... .- sus manos empezaban a recorrer mi cuerpo y se apoderaron de mi pene por encima del slip. Mi erección no cesaba y mantenía mi herramienta en posición de ataque.-

" Yo también te he extrañado, sabes?. Nada ni nadie, como hacer el amor contigo... es totalmente diferente, es delicioso. No sabes como espero ese viaje a Cancún, para tenerte solo para mi aunque sea por unos días. Tu sabes como disfruto cuando dormimos juntos sin las preocupaciones de la hora o de la gente. Cuando nos "perdemos" realmente me siento en el cielo contigo" .- Esto lo decía sinceramente, Silvia era sumamente imaginativa, no solo en la intimidad, sino relacionándose, ya que cuando viajábamos para todo el mundo ella era mi esposa y cuando conocíamos gente se portaba como tal no desentonando en ningún caso. A diferencia de Virginia que era un diamante en bruto, Silvia era una gema pulida y valiosa, toda una lady.

" Podrás cree que desde que hicimos el amor la última vez, no he tenido nada de nada?. En casa, con las preocupaciones de los niños, los ajetreos propios y el desarrollo de una obra de construcción que mi marido está haciendo.., a éste no le alcanza el tiempo para mí. Cuando vamos a la cama, a los cinco minutos está durmiendo y al final o me acaricio toda pensando en los momentos que paso contigo o simplemente pienso en otra cosa y me duermo".- decía quejosa.-

" Realmente no entiendo a tu marido... teniendo a una mujer como tu y no hacerle el amor todos los días, realmente es un pecado mortal".- ella reía con mi comentario.-

" No mi vida, es que lo nuestro es diferente... es especial. No puedes comparar. La salsa, el ingrediente de lo nuestro es el secreto, lo escondido, el sabor de lo prohibido".- expresaba pensativa.

" Si, puede ser .- le respondí.- pero eso no es todo. Mira tu, hace casi diez años que nos amamos y no es por nada, de 7 días de la semana, cinco de ellos hacemos el amor... disfrutamos de nosotros. Inicialmente pudo ser lo que tu dices, pero yo creo que es un amor que no se cansa, que revive día con día, que alcanza siempre los más altos picos de pasión, de deseo. Por ejemplo, me encanta como te vistes, como te arreglas... yo pienso que esa dedicación en tu apariencia personal, es aunque sea en una milésima parte, para mí... disfruto al verte tan bonita, tan seductora.... Me encanta que otros te admiren, te coman con los ojos y me solazo en que soy yo quien goza de tus encantos". .- expresé con sinceridad.- " Se de sobra que desde el punto de vista sexual, tu has hecho el amor con otros. Me lo has contado y en la mayor de las veces te he ayudado a que lo hagas, pero entiendo que eso solo ha sido sexo, deseos de probar...de experimentar; después lo nuestro ha seguido igual, sin reproches ni tonterías, porque te entiendo, porque en el fondo somos iguales....Quizá esa es la clave.... Por eso nos entendemos tan bien....

"" Si, pueda que tengas razón... lo importante para nosotros es eso, la relación que tenemos. Lo que a diario compartimos.- señaló con convicción.-

Mientras hablaba, Silvia se había deshecho de mi slip que voló por el cuarto, mientras ella, diestramente, ondulando graciosamente su portentoso cuerpo se apoderaba de mi hinchado pene y lo tragaba íntegramente, hasta la base...Me empezó a follar con la boca... lamiendo, chupando, usando sus carnosos y hermosos labios como ventosas para arrancarme la leche que yo me esforzaba por contener... Sus labios se apoderaron luego de mis cojones. Que delicia sentir la lengua, los labios de una mujer tan bella y deseable como Silvia, en una mamada como la que yo estaba recibiendo, lo disfrutaba y en esa laxitud previo a la tempestad, mentalmente comparaba las tres lenguas que frecuentemente agasajaban mi pene: Marian mi incomparable esposa, Silvia mi bella secretaria y Virginia... mi descubrimiento inigualable... la mujer del portero. Cada cual en su estilo y forma de mamar la vega, eran únicas, pero tenían en común que disfrutaban tanto o más que yo, ser dueñas de ese mástil, pensando quizá que al ser ellas la fuente de placer y de mis atenciones, me tenían dominado al sentir el solo contacto de sus golosas bocas en mis genitales. En parte quizás era cierto, pero en parte no. Lo principal era que en esta caricia, las tres eran inigualables, cada una en su estilo y el beneficiado era yo, solo yo.

Precisamente, al tener la atención sexual y amorosa de más de una mujer. Yo había desarrollado un agudo instinto de retener y dosificar mis polvos. Sabía como disfrutar de una espectacular mamada y aguantar mi eyaculación... no darla. Esto les encantaba pues en un momento dado, yo las penetraba y seguía bombeando hasta arrancarles otro orgasmo, voluptuoso, largo, salvaje y cuando ellas estaban en la cota más alta del éxtasis, recién yo descargaba mi leche en sus profundidades. Esto les provocaba a su vez otra oleada de sensaciones y ambos, al mismo tiempo, nos diluíamos, nos desmadejábamos en un mar de placeres hasta bajar lenta, pausadamente a tierra, luego de ese viaje sideral que era amar a cada una de mis mujeres.

Silvia seguía masajeando con su lengua mi pene y luego lentamente volvió a mis labios. Montada sobre mi, separó sus piernas y mi pene, conocedor del camino, se introdujo orgulloso, rígido, potente en la vagina de mi secretaria. Me cabalgó en todas las formas. Mientras ella se movía con el frenesí propia de una soberana cogida, yo imaginaba que era una amazona montando a pelo a un potro, sin silla... mientras mi sexo llegaba a lo más recóndito de su ser... Silvia empezó a pedir más para luego dejarse caer temblando, tiritando de placer en mi pecho y allí empecé yo....masajeando sus regias nalgas, recorriendo sus esculturales piernas, amasando sus portentosas tetas y me empecé a mover como si estuviese conectado a un enchufe eléctrico... al sentir el embate Silvia empezó a reaccionar, acoplándose a mi velocidad, de modo que a los pocos momentos, lanzando ambos frases de inflamado amor, gritos y alaridos ella volvió a convulsionarse con otro orgasmo y yo loco, fuera de mí y empujando permanentemente mi pinga dentro de ella, soltaba espesos chorros de semen caliente, ardiente... como un río sin fin. Ambos quedamos agotados, pero abrazados, sin deseos de soltarnos. Mi pene poco a poco perdió dureza y se escurrió perezoso de las entrañas de Silvia. Para cuando esto ocurrió... ella dormía como una nena indefensa, pegada a mi cuerpo y yo empezaba a entregarme a un sueño reparador.

Desperté primero, eran casi las 5 de la tarde. Silvia a mi lado. Aún dormía. Se la veía tan niña, tan indefensa, tan hermosa, que un sentimiento de ternura y amor puro se apoderó de mí. Le dí pequeños besos en el bello rostro, en su perfumado cabello, hasta que poco a poco ella despertó. Abrió sus grandes ojos pardos y me sonrió, ofreciéndome sus carnosos labios que yo besé con devoción. Luego, tomó conciencia del tiempo:

" Que bárbaros.... Mi amor las 5 de la tarde .... Nos quedamos dormidos.... Dijo asustada.-

" No te preocupes linda.... Todo está bien.- repuse con calma.-

" No, no está bien... la gente de la oficina qué pensará ".

" No te preocupes.... Marita está ocupando tu puesto y no ha habido novedad alguna, porque la web camera de mi lap top, no ha registrado nada en mi despacho ni en el tuyo. Antes que tu simularas que salías a las 12, yo dispuse que Marita se hiciera cargo de tu puesto y le advertí que tal vez tu no regresarías, pues te había encargado la solución de un asunto urgente. Respecto a mí, le dije que estaría en mi despacho y que bajo ningún motivo se me molestara y como siempre si había algo super urgente, me podía llamar al interno que por supuesto yo he conectado al depa. Ahora, lo que tu harás, será llamar a Marita desde tu celular y pedir que te comuniquen urgentemente conmigo. Ella pasará la llamada y tu me informarás que estas en el Ministerio de Defensa y que debes esperar que te entreguen los documentos que supuestamente yo necesito y que llegarás en una media hora. Para esto, luego de arreglarnos, tu saldrás por la puerta privada y te acomodas en el asiento posterior de mi camioneta negra, la de lunas polarizadas que está en la cochera. Yo salgo de mi despacho, me despido de todo el mundo y voy al estacionamiento, salgo del edificio y vamos hasta la estación de taxis. Tu tomas uno y regresas en él a la oficina antes de las 6. Todo el mundo verás que regresas y esperas a que tu maridito como todos los días pase por ti. Qué te parece? .- pregunté

" Fantástico, Fantástico . Piensas en todo eh?. Bueno, así todo el mundo sabrá que yo regresé de la supuesta diligencia y que tu, mi jefecito, ya se había retirado. - repitió alegre.

" Así es... las cosas deben hacerse bien, de lo contrario mejor no se hacen, verdad?".- le dije.-

‘ Lo chistoso de todo es que tu me había dicho que ibamos a almorzar acá y con nuestra espectacular cogida, hasta de almorzar nos hemos olvidado y sabes… me muero de hambre y de sed.".- señaló sonriendo.-

" Por eso tampoco hay problema… que te parece si nos preparamos unos emparedados light y nos bebemos una Coca Cola Diet, luego nos bañamos y salimos según lo acordado".- propuse.-

Todo lo hicimos según lo planeado y a las cinco y treinta me despedía de todo el mundo y salía de mi oficina. Silvia iba en el asiento posterior de mi 4 x 4 de lunas polarizadas.

Después de dejar a Silvia en la estación de taxi, fui a mi casa, allí me esperaba Marian.. arreglada mi preciosa para concurrir a una cena en una legación diplomática. Sonreí… iba a lucir a mi mujer y de seguro sería la envidia de más de uno… como siempre….

Hasta aquí, les he relatado lo que desde hace dos meses vengo viviendo. Mi vida disfrutando como ya dije antes a tres deliciosas mujeres:

A Marian, mi esposa con quien mi relación se ha intensificado más luego que tuviera un affaire con un joven amante: Pedrito, que por la inexperiencia de éste dejó un poco frustrada a mi mujer y sin ánimos por el momento de experimentar nuevamente. Nuestra vida sexual se ha enriquecido, pues la evocar ambos los manoseos del muchacho a mi esposa, la mamada que ella le dio y la corta pero recordada follada… nos enciende, sobretodo si recordamos que yo vi en vivo y en directo toda esa aventura. Por el momento ella no quiere volver a experimentar, por el fiasco que resultó el joven, pero ello no quiere decir que mas adelante, Con mi ayuda se anime a tirarse a otro joven, que quizás más experimentado que Pedrito pueda llevarla a un satisfactorio ejercicio sexual y a un rico baño de juventud.

A Silvia, mi secretaria, mi amante desde hace diez años, a quien yo inicié en el amor y desvirgué por ambos lados. Ella representa con su juventud, belleza, lozanía, cultura y prestancia el ideal de una amante de lujo. El hecho que esté "felizmente casada" agrega mucho morbo a la situación, pues la disfruto con mayor deleite… las comodidades que le doy, el apoyo que siente conmigo, me hacen estar ante ella por encima del esposo y eso exacerba mi ego. Es mi mujer y conmigo ella hace de todo, incluso más que lo que debe al marido… realmente yo soy su verdadero marido. Por el momento ella misma ha desistido de tirarse a Alejandro, el portero el marido de Virginia. Con ella estoy viajando a Cancún y como supondrán la semana que estaremos en ese paradisiaco lugar será de antología.

A Virginia, que como he expresado, es mi descubrimiento. La mujer del portero resultó ser una amante espectacular, hermosa, deseable, discreta, deseosa de complacerme y plegada siempre a mi voluntad. Cada día la veo más hermosa, mas linda y siempre encontramos momentos para disfrutar de nuestra pasión. Es una persona que quiere superarse por lo que hemos decidido que empiece a estudiar una carrera corta para que ocupe otra posición en la empresa, así que en un par de meses ella trabajará solo medio día, en las mañanas estudiará y en la tarde trabajará. Muchas veces me viene repitiendo que cuando pueda ganar un poco más (para justificar su decisión) se separará de Alejandro y alquilará un departamento para ella y sus hijos.. así yo podría pasar algunas noche con ella sin temer nada. Realmente sería delicioso tener para mí a esa deseable mujer, aunque como siempre digo lo prohibido es lo rico e interesante de este tipo de relación.

No se como se desarrollará todo más adelante, pero por ahora, estoy gozando de una felicidad increíble. Si hubiera algo interesante tengan la seguridad que se los haré saber por este mismo medio.

Gracias por haber seguido mis relatos que gracias al cielo y para mi total satisfacción son totalmente reales. Si desean darme su opinión sobre esta parte de mi vida que les he contado, pueden hacerlo al Email: atol03hotmail.com

Saludos y hasta siempre

Alan Toledo