La Mujer del Portero (09)

"Luna de miel" con Virginia.

LA MUJER DEL PORTERO (IX)

Llegué a mi oficina antes de la 1:00 p.m. allí estaba mi chofer, esperando y dado que es un empleado de mi entera confianza y que me conoce por mas de 30 años, lo instruí para que en caso mi mujer preguntara por mí le dijera que me había dejado en el aeropuerto con un gringo con el que viajaba a Talara. Jaime, que así se llama mi chofer me dispensó una sonrisa cómplice y me aseguró que no habría problema.

Cuando entré a la oficina, el personal se dirigía al piso del comedor a tomar su refrigerio. Silvia como siempre estaba en su sitio y me siguió a mi privado con un grupo de sobres y documentos para firmar. Instalado ya en mi despacho, Silvia me dio un rico beso a modo de saludo y me hizo un breve resumen de lo ocurrido en la mañana. En realidad todo era rutinario y no había nada urgente.

" Mi amor.- le dije.- me acompañas al depa a comer algo ligero mientras conversamos?. Deseo hablar contigo y comentar algo, Ya se que ahora estás malita para hacer el amor, pero me basta con besarte, acariciarte y apapacharte rico. ¿aceptas?

" Gracias mi amor por ser tan considerado... tu sabes que cuando estoy en esos día me encanta que me engrían.

" Otra cosita mi amor, como sabes Alejandro el portero se ha ido de viaje con sus hijos y la sobrina a Iquitos, de modo que Virginia estará sola. Ella va a pasar estas dos noches conmigo... le sugerí que te pidiera permiso para faltar en la tarde de hoy, de modo que seguro que dentro de un rato lo hace. Por favor le das el permiso y le entregas este sobre, para que vaya a hacer unas compras."

" Ah picaroncito, con que esas tenemos no?.- me dijo graciosamente.- y que has dicho en tu casa?

" Bueno, que ha venido un gringo y que he viajado a Talara con él. Ya sabes lo de siempre.- Lo lastimoso es que estos viajecitos no lo pueda hacer contigo. Pero creo que ya debes pensar en algo para pasa unos días juntos, así como hace un par de meses que nos fuimos a aquel supuesto congreso en Argentina y gozamos deliciosamente recuerdas?

" Como voy a olvidarlo. Esos días en Buenos Aires y Mar del Plata fueron maravillosos. A propósito, dentro de tres mes hay una convención de Secretarias de Entidades Financieras en Cancún, ¿qué te parece si hago los arreglos para ir y tu me das el alcance y nos pasamos unos días regios solitos los dos?

" Estupendo. Has todos los arreglos y anda hablando en tu casa para que tu maridito te de permiso. De solo pensar en esos días se me hace agua la boca.- le dije besándola nuevamente.-

De pronto, la web camera de mi lap top, nos presentó la imagen de Virginia que entraba al despacho de Silvia. Mi secretaria, fue con el sobre a su encuentro y atendió a Virginia. Yo veía por la cámara a las dos jóvenes y cada una en su tipo eran dos preciosidades y yo gozaba como loco con las dos. Al rato entró Silvia y me informó que había cumplido con mis ordenes. Así pues, nos fuimos al depa, usando como siempre la salida privada existente en mi oficina.

Nada más de entrar, abracé y besé a Silvia. Los besos de esta mujer son deliciosos y toda ella inspira amor, deseo, ternura. Separándome un poco de ella, metí la mano en el bolsillo y extraje un sobre blanco que contenía US$ 1,000.00 en efectivo y se los obsequié a mi amada secretaria.

" Quiero que con esto te compres cosas bonitas para ti y para el bebe...- le dije poniendo en sus manos el sobre.-

" Pero mi vida, no es necesario....tu todo el tiempo me estas dando dinero y yo no quiero eso... te quiero a ti y eso me basta, Tengo un buen trabajo, me pagas bien, realmente no necesitas darme más".- esto lo dijo con convicción.

" Mira cariño, esto te lo doy, porque como es obvio no te puedo regalar una joya o darte una tarjeta de crédito para que lo carguen a mi cuenta o algo que podría poner en alerta a tu marido. En cambio el dinero en efectivo, lo puedes usar para comprarte ropa, guardarlo, no se. Pienso que es mejor. Ahora, esto es parte de una operación en la bolsa que me ha dado una utilidad que nunca imaginé y es justo que lo comparta contigo, que eres no solo mi chica, sino mi socia, mi amiga.. en fin, tu sabes todo lo que eres para mí."

Por toda respuesta, Silvia me volvió a besar dulcemente y de sus hermosos ojos caían dos lágrimas de alegría.

" Sabes? .- dijo mientras nos ibamos abrazados a la cocina.- cada ves que me regalas plata, utilizo algo y lo demás lo guardo en una cuenta a plazo fijo en el banco. Hace casi diez años que estamos juntos y en todo ese tiempo he juntado más de 50 mil dólares y eso me da unos intereses que capitalizo anualmente, de modo que tengo un respaldo para mí y mi hijo. La única que sabe esto es mi madre, que sabe de nuestra relación desde el principio. Si en algún momento algo me pasara a mí, ella administrará ese dinero para mi hijo. Eso aparte de los ahorros conjuntos que tengo con mi marido "

" Me alegro, mucho seas previsora. Pero, ahora quiero contarte algo y necesito tu opinión..-

Mientras nos preparábamos una ensalada de verduras frescas con lonchas de jamón serrano y poníamos en el microhondas una comida congelada le conté con todo detalle lo ocurrido con Marian y Pedro, así como mi experiencia de la mañana. Silvia escuchó atentamente y me dijo que tuviera cuidado y que ya que el asunto estaba en camino, lo mejor era que nuevamente hablara con Marian y que la sincerara, para saber si ella realmente quería tener el affaire con Pedro. Si era afirmativo era mejor que yo estuviera en pleno conocimiento de ello y que hiciera entender a Marian que eso solo era una liberalidad mía, una aventurilla que ambos nos permitíamos para variar y enriquecer nuestra relación.

Luego de hablar más sobre el tema, dejamos el departamento, no sin antes prodigarnos mutuas caricias y muestras de amor entre ambos.

El tiempo pasó raudo y a eso de las 7, cuando todos se habían retirado y mientras esperaba a Virginia, llamé por teléfono a mi mujer. La llamada la hice desde un celular que adquirí en Talara, de modo que para marcar un numero en Lima, debía marcar el código de la capital (01) y luego el numero de mi casa. Esto para que, en el identificador de llamadas se compruebe que la entrante es una llamada desde Talara. Al tercer timbrazo contestó la misma Marian :

" Hola mi amor. - le dije .- cómo estas?

" Hola mi vida, que tal, todo bien por allá?

" Todo bien, ya sabes, reuniones y una agenda apretada porque el gringo que ha venido pretendía regresar mañana, pero creo que estaremos hasta el viernes en que recién regresaremos a Lima para que tome el avión a su país .- expliqué.- "Pero dime, ¿como te fue con Pedro esta mañana, no hubo problemas?

" No querido. Todo fue bien y el muchacho ya firmó todo y está super agradecido con nosotros, pero contigo en especial. Realmente has hecho una maravillosa obra.

" Y como se portó él.- pregunté capcioso.- Te comió con la mirada?

En lugar de sentir que Marian se molestaba ante mi comentario como la última vez, sentí su cantarina risa al escuchar mi pregunta:

" Oye... como eres eh. Cuando regreses te cuento, pero si quieres la verdad, te diré que sí... el niñito no se cansaba de mirarme las piernas, pero él es muy respetuoso y jamás se atrevería a nada. La ayuda que le estas dando la perdería y lógicamente perdería mi gracia no crees???

" Por supuesto....pero dime una cosa ¿ te gustó que te mirara, te mojó como el otro día... dime mi amor, te gustó?

Nuevamente sonó su risa, pero note un toque nervioso en la misma:

" Mira, no te puedo decir si me gustó... te lo diré de otra forma... no me molestó..pero bueno, eso no es lo importante ahora. Estoy solita en nuestra cama viendo tele y quisiera que tu estuvieras ahora acá, a mi lado.... me gustaría que estuvieras aquí conmigo y que me hicieras el amor y gozar juntos como solo nosotros sabemos..¿cuándo regresas?.- al decir esto último usaba un tono de niñita engreída.

" Mira cariño, voy a hacer lo siguiente ya que solo conversar de este tema contigo me ha puesto eléctrico. Voy a escaparme mañana a medio día a Lima, estoy contigo hasta las 8 de la noche y regreso a Talara en un vuelo privado, para estar el viernes a primera hora acá (en Talara). Te gustaría?

" Por supuesto mi amor pero no será mucho ajetreo?

" Por cierto que no, ya que se me ha desatado el deseo de estar contigo y que me cuentes como te miraba tu Pedrito. De modo que mañana pasaremos la tarde juntos y ahora tengo que dejarte.. Te quiero mucho y cuídate. Chau.

" Chau mi vida...te espero..." dijo Marian colgando el teléfono.

Todo calzaba perfecto. Pasaría la noche con Virginia y estaría con ella hasta media mañana, luego la dejaría en la oficina y a medio día iría a casa para pasármela con mi mujer y nuevamente a las 8 regresaría con Virginia para pasar la noche con ella y "regresar de Talara oficialmente" el viernes a medio día.

Poco después de la 8 de la noche, entró a mi despacho Virginia. Realmente veía despampanante. Su estilizada figura se alargaba más con el vestido guinda largo, con una generosa abertura a ambos lados de sus largas piernas, más arriba del medio muslo. Calzaba unos zapatos de fantasía de taco alto del mismo color. El vestido era del tipo "straples", es decir modelaba ajustadamente el busto de la chica y dejaba el pecho y cuello libres, por la espalda el escote llegaba hasta la cintura. Ceñida al cuello llevaba una cinta de fantasía del mismo color del vestido. El maquillaje perfecto (obviamente de salón de belleza), realzaba los ángulos de sus pómulos destacando los ojos pardos custodiados por largas y espesas pestañas. El cabello cepillado cuidadosamente enmarcaba deliciosamente la cara de Virginia y le acentuaba su exótico rostro. Estaba divina y de seguro si se hubiese cruzado con su marido, este no la habría reconocido de inmediato. Era lo que los peruanos llamamos UN HEMBRON.

Se acercó a mi caminando lentamente y extendiendo los brazos me estrechó en un delicioso abrazo y me ofreció los rojos labios. Nos besamos con dulzura, deleitándonos con la caricia. Su lengua buscó la mía y sus brazos se cruzaron en mi cuello, permitiendo que sus senos se comprimieran con mi pecho, Deliciosa Virginia...un descubrimiento... mi descubrimiento. Me separé un poco de ella para admirar nuevamente su vestuario y tomando una de sus manos la hice dar un gracioso giro. ..Al caminar las aberturas laterales de su regio vestido mostraban unas torneadas, largas y exuberantes piernas, cubiertas por unas panty medias de una licra muy fina.

" Estas preciosa mi amor.... que alegría que te hayas vestido así para mi, para nuestra noche... nuestra primera noche juntos".- le dije emocionado.-

" Te gusta realmente? ..... el vestido está lindo no?.- preguntó ansiosa

" No mi amor.... no es el vestido, eres tu que realza y hace que el vestido se vea bien.... si te quitaras ese vestido y lo dejaras sobre una silla, el vestido sería una prenda de vestir más., pero tu desnuda o solo en calzoncito seguirías siendo lo precioso.." .- respondí galante, al tiempo que la volvía atraer hacia mi para besarla nuevamente y recorrer con mis manos ese monumental cuerpo.

Definitivamente, el pobre de Alejandro no sabía lo que tenía en casa. Esta hembra era puro nervio y puro sexo. Claro está que lo que tenía puesto la hermosa Virginia (ropa, maquillaje, peinados y perfume) que contribuía a embellecerla costaba unos buenos dólares...pero que bien invertidos para lucir a una mujer así.

" Bueno... le dije... a divertirnos....te voy a llevar a un lugar muy bonito y elegante donde seguramente serás la más linda y la envidia de las demás chicas..." .- le dije eufórico.

" Cierto?... a donde me vas a llevar???.- preguntó curiosa...

" Primero vamos a ir a cenar algo muy ligerito al restaurant del Hotel Marriot en Miaraflores, frente al mar y donde he hecho una reservación y luego a la discoteca que hay en el centro comercial "Larcomar" que está frente al hotel: "Teatriz"...allí también romperás corazones y serás la envidia de las mujeres y luego a pasar la noche en una suite del Marriot... no necesariamente a dormir... Nos podremos levantar a la hora que quieras pues he arreglado para que regreses a medio día a la oficina y en la noche... nos iremos a un hotel fuera de Lima que se llama El Pueblo y que semeja a un pueblito de las serranías del Perú... ya verás que te gustará...."

" Que lindo.... sabes? Desde hace mucho soñaba en estar así en sitios elegantes... vistiéndome así con ropa fina... pensaba que ese sueño nunca lo podría realizar, cuando apareces tu como un mago y de pronto mi sueño se hace realidad...Te amo sabes... te quiero mucho..." .- lo decía con sinceridad y le temblaba la voz...

" Bueno. Bueno.... no quiero que te pongas sentimental... vamos a hacer realidad tu sueño" y tomándola por cintura, bajamos por la escalera privada al primer piso y nos dirigimos a abordar mi auto de vidrios oscuros rumbo a la diversión. El edificio y la calle misma a esa hora de la noche se veían desiertos, sin nadie a la vista.

Tomamos la vía expresa del Paseo de la República rumbo al sur y en menos de 15 minutos estábamos entrando a la cochera del lujoso Marriot Hotel. Las luces y espectacular vista del local deslumbraron a Virginia. Obviamente en otra circunstancia solo habría conocido la fachada del exclusivo hotel, pero ahora, haciendo realidad su sueño estaba en las entrañas mismas del local. Yo había escogido ese hotel en primer lugar para impresionar a la muchacha y en segundo lugar porque a esa hora y día (miércoles), solo suelen estar en el gran comedor los huéspedes del mismo, extranjeros que no me conocían y el peligro de encontrarme con algún conocido era mínimo a no ser que estuvieran en el mismo plan que yo (con una amiguita cariñosa) que me aseguraba que aquel no comentaría algún eventual encuentro. Del mismo modo, por ser día miércoles la discoteca escogida estaría semi vacía, ya que el grueso del público abarrotaba ese local de moda entre jueves y sábado y en cualquier eventual caso, era concurrido fundamentalmente por grupos de gente joven que daba más importancia a sus bailes y al tragos, además que, por la temporada veraniega el casi cien por ciento de concurrentes que podrían conocerme, por ser hijos de amigos mios, de Mariana o de mis hijos, estaban por las playas del sur que realmente son los sitios concurridos por aquellos durante el verano. En buena cuenta todo estaba bajo control.

Desde el sótano tomamos el ascensor hasta el quinto piso donde está el comedor y para mi felicidad solo dos mesas del elegante recinto estaban ocupadas por turistas aparentemente europeos. Nuestra mesa estaba hacia una esquina con una excelente panorámica del "Larcomar Shopping Center", adivinando mas allá del acantilado, las aguas del Océano Pacífico de la que, debido a la oscuridad, solo alcanzábamos a ver la blanca espuma que bañaba las playas miraflorinas.

Se acercó solícito el Maitre del Hotel, vestido de rigurosa etiqueta y saludándonos nos entregó a cada uno la elegante carta o menú contenido en una cubierta de fino cuero primorosamente repujado a mano. Virginia estaba deslumbrada y le faltaban ojos para observar todos los detalles que un hotel de esa categoría dispensa a sus visitantes. Discretamente y para evitarle una incomodidad pedí al Maitre directamente los aperitivos un Whisky (Shivas Regal por supuesto para mí) solo con hielo y una Piña Colada para Virginia.

" Gracias por pedir por mi, yo no sabría que pedir en un sitio tan lujosos.- me dijo casi en secreto y con ojos de real agradecimiento.-

" No te preocupes... verás que el cóctel que te he pedido no tiene pierde es dulce, agradable ... solo hay que tomarlo de a pocos usando el sorbete... nada más .- le advertí.-

" Pero ahora si viene lo difícil .- dijo alarmada.- qué pido de comida?, la mayoría de cosas de este menú está en otro idioma y no tengo idea que pedir... ayúdame por favor....- decía alarmada, mientras observaba que se acercaba un mozo elegantemente vestido con los cócteles.

" Calma, yo te pido algo sencillo y te pregunto y tu solo me dices la palabra "estupendo querido", de acuerdo?

El mozo se acercó y ceremonioso colocó delante de nosotros los aperitivos, luego de lo cual dijo la palabra usual de los camareros:

" Qué van a servirse los señores?

Virginia revisaba aparentemente tranquila la lista de platos, yo hacía lo propio y me lance diciendo:

" Bueno, la señorita y yo deseamos probar una Ronda Caliente de Frutos del Mar y luego.... .- me dirigí a la asustada Virginia y dije:

" Te recomiendo la ternera, aquí la preparan que es una delicia.....- y mirando al mozo.- verdad?

" Oh, si señor, los escalopines de ternera a lo Rossini con aroma de salvia es una de nuestras especialidades, viene con una guarnición de alcaparras en mantequilla negra y legumbres a lo Marriot.- explicó orgulloso el mozo.-

Virginia mirándome se limitó a decir:

" Me parece estupendo querido ... pediré eso..."

" Excelente elección señorita, expresó el servidor.- luego dirigiéndose a mí: y el señor que se servirá?

Revisando la lista, me animé finalmente por el medallón de pescado a la plancha en salsa de champiñones con guarnición de frutas glaseadas.

Pedí luego una botella de vino "Tacama Cosecha 1975 Blanc d' Blancs" (vino blanco) helado para la entrada y una botella de Tacama Rosé ligeramente helado que combinaba con las carnes del plato de fondo.

Virginia, rígida en su silla me miró nerviosa y aludiendo a la cantidad de cubiertos y copas puestos delante de nosotros... me preguntó, temblorosa:

" Y ahora que hago con tanta cosa. Cómo utilizo todo esto?

Calmándola tomé una de sus manos y llevándomela a los labios le di un beso y expliqué, sintiéndome un nuevo Pigmaleón (personaje de la mitología griega que hizo una bella estatua de mujer, luego le dio vida y era tan hermosa que se enamoró de su creación y empezó a enseñarle todo):

" Mira cariño es muy sencillo. Los cubiertos se usan de afuera hacia adentro, o sea cuando traigan la entrada que es un plato que compartiremos y que detrás de su nombre difícil es solo una especie de piquéo preparado con colas de camarón, conchas de abanico, pulpo con una salsa de aceituna y pequeños trozos de pescado frito con alguna salsa para combinar, usaremos primeros cubiertos de cada lado, que están cerca de nuestras manos y que son mas chicos. Con el plato de fondo, usaremos los cubiertos que están más cerca al plato y que son más grandes. Del mismo modo, delante nuestro hay tres copas para cada uno. La de la derecha y mas grande es para agua, la del centro para el vino del plato de fondo, en este caso el vino Rosé (rosado) y la primera de la izquierda para el vino blanco que tomaremos con la entrada. El Plato pequeño que tienes a tu izquierda con un cuchillo pequeño es para unos panecillos que nos traerán y el cuchillo es para untar la mantequilla. Luego la servilleta que tu ves errollada y sujeta por un aro de metal es para ponerla en las faltas, sobre tu vestido y cada vez que tomas un bocado de comida, te llevas la servilleta a la boca y te limpias suavemente cualquier resto de alimento que pueda quedarte en los labios. Como puedes ver es sencillo, pero si tienes alguna duda, me miras y repites lo que yo hago... de acuerdo? Y ahora relájate y disfrutemos nuestros cócteles.

Chocamos ligeramente nuestros vasos y brindamos por nosotros, por nuestra noche. El licor, hizo que la muchacha se relajara y tomara con calma y diversión el ritual de la cena.. nerviosa al principio, pero con el relax del trago, se le veía más segura. Virginia aprendía rápido y su desempeño en la mesa, para ser una primera vez con tanta ceremonia y utensilios fue de maravilla. Cuando dudaba me observaba y repetía mis movimientos, pero con una gracia y suavidad que yo mismo no la reconocía. Le encantaba que yo le relatara cosas, de mis viajes, de los lugares exóticos y lindos que conocía y preguntaba cosas, reía con discreción y de cuando en cuando yo le daba suaves besos en la mano.. Ella se sentía en las nubes y se le notaba feliz.

Terminada la cena seguimos charlando y ella empezó a hablar más sobre ella, los deseos que tenía de sacar adelante a su familia, sobretodo a sus pequeños hijos.. Me habló que Alejandro casi no la tocaba y ahora que había empezado a trabajar en mi oficina, la celaba, pues le molestaba que tuviera que servir el café y refrescos a tantos hombres, que seguro se la comían con la mirada y seguro le decían cosas. Ella ha ido calmando esos reclamos y le ha explicado que Silvia ha hablado con los empleados y después de eso, todos la respetan y que si la miran nadie pueda hacer nada contra eso. Al parecer se ha calmado, más cuando ha visto que ella gana más que él, solo por estar presentable y servir café y refrescos.

Yo la he tranquilizado y le he dicho, que haré cuanto esté a mi alcance para que ella y su familia puedan estar cómodos y sin tanto apremio económico.

Después fuimos a la discoteca TEATRIZ, siendo casi las 11 de la noche. Por ser miércoles tal como lo había planeado., habían pocas parejas. Nuevamente el deslumbramiento de Virginia con el sonido, la decoración y los detalles del local. Nos acomodamos en una mesa alejada de los pocos grupos que habían y cuando empezó a sonar un ritmo lento y romántico, la saqué a bailar. En la pista de baile, ella se dejaba llevar suavemente. Le hice colocar ambos brazos enlazando mi cuello y yo la abracé y recorrí con mis manos su suave espalda desnuda. La tela del vestido se adhería a sus curvas y varios de los hombres que teníamos cerca prácticamente devoraban con los ojos a esta rica mujer. A poco de sentir su cuerpo tan adherido al mío, su prominente Monte de Venus rozaba mi sexo que de inmediato despertó. Mis labios dieron suaves besos en el delicado cuello y aspiraba el subyugante perfume que la dueña de la boutique le había recomendado. Mis labios se dirigieron al hermoso rostro buscando los carnosos y apetitosos labios de la hembra. Seguíamos el ritmo lento de la canción, mientras nos entregábamos con alma y corazón a ese beso, largo, dulce, tierno. Sentía que a través de la tela del vestido de fiesta los pechos de la mujer se endurecían y los pezones se erguían retadores, como queriendo romper la tela e incrustarse en mi pecho.

Amparado en la penumbra, mis manos bajaron hasta sus redondas y apetecibles nalgas que acaricié, estrujé y atraje más hacia mí, para que sintiera en toda su extensión lo duro de mi herramienta, desesperada por salir. Subí las manos y mis ojos trataron de mirarla a pesar de la tenue penumbra. Virginia tenía una arrecha sonrisa y mantenía los ojos cerrados... disfrutaba de la fricción de nuestros cuerpos. Volvimos a besarnos con más pasión, justo cuando la música cesaba. Casi sin interrupción, los parlantes dejaron escuchar un sabroso merengue de moda. Yo empecé a moverme al ritmo y ella hizo lo mismo, pero en ese momento parecía transformada, su cuerpo empezó a ondular a los compases de la contagiante música, llevando el ritmo con una cadencia que emanaba sexo y pasión. Esta mujer cada vez me sorprendía agradablemente. Bailaba el merengue de maravilla, su rítmico contoneo se centraba en un suave y constante movimiento de cintura que parecía pedir a gritos ser tocadas por lo sensual de sus efectos. Yo aproveche para hacerle varios giros y en cada uno aprovechaba para rozar y comprimir su colita en mi sexo que ya estaba por reventar los pantalones.

Observé a los hombres que miraban a Virginia y eran miradas de deseo y ganas de gozar a esta real hembra en ese mismo lugar. Las mujeres no dejaban de mirar con envidia ese cuerpo perfecto que respondía con tanta elasticidad y ritmo la canción que salía por los parlantes del local. En un momento que le hice dar un giro, Virginia cayó en mis brazos y un beso apasionado coincidió con el final de la canción. Regresamos a nuestra mesa y volvimos a brindar. Dado que estábamos en un lugar apartado y en una semipenumbra, aprovechamos para darnos un rico y apasionado beso en el que nuestras lenguas intercambiaban saliva y luchaban por vencer una a otra. Mis manos acariciaban sus tetas sobre la tela del vestido, luego una de mis manos se desplazó rauda a la entrepierna de la bella, lugar que encontré gratamente humedecido y al percibir el contacto ajustó sus soberbias extremidades para sentir con más fuerza la caricia. Por su parte, la mano de Virginia se desplazó hacia mi pene y lo acarició por encima del pantalón, presionando y friccionando con desesperación. Nos miramos y ello bastó para decidirnos: regresaríamos de inmediato al hotel. Nuestro sito no estaba allí en ese momento, nuestro sito era la gran cama de la suite que había tomado para pasar nuestra noche.

Salimos y al poco rato, continuábamos besándonos y acariciándonos en el ascensor del Marriot Hotel. Finalmente llegamos a la habitación y al cerrar la puerta avanzamos hasta la amplia cama. La luz de las lámparas a los lados del lecho estaban encendidas y podía ver con claridad el hermoso rostro de Virginia. Lentamente empecé a desvestirla, bajando lentamente el ziper que empezaba en la cintura y se prolongaba hasta el final de sus redondeadas nalgas, desencaje las copas de los senos de la hembra y el vestido resbaló al suelo acariciando al caer las caderas y piernas de la muchacha. Las hermosas tetas quedaron al aire y fueron rápidamente atrapadas por mi boca que se alternaban en chuparlas y terminar de endurecer los pezones que se alzaban desafiantes mirando al techo. Me senté en la cama y lenta y suavemente, sin dejar de agasajarle las tetas, empecé a bajarle las finas pantymedias que se adherían a las hermosas piernas. Al concluir esa tarea, Virginia quedó solo con un pequeño calzoncito guinda de encajes, que al instante voló por los aires . Ella cayó sobre mí y me empezó a desvestir, la ayude y al instante estaba totalmente desnudo revolcándome con mi amante, besándonos y acariciándonos.

En el fragor de la lucha, quedamos acomodados para un delicioso 69. Mi lengua entraba en la gloriosa y suave cueva de mi amante, mientras que la boca de ella, como si fuera una vagina gigante engullía por completo mi respetable instrumento. Ella empezó a tener los primeros síntomas de un orgasmo cuando mis labios chuparon y mordisquearon suavemente su clítoris. Los flujos que empezaron a salir de su adorable vagina, dulzones y embriagantes fueron totalmente bebidos como si fuera un néctar vital, la única fuente de energía para mí. Virginia se esforzaba por beber mi leche pero yo no quería aún innundarla de mi savia. Mientras seguía acariciando con mis manos las piernas de esta regia mujer, mi lengua seguía metódica y constante con su trabajo, sintiendo a los pocos momentos un nuevo orgasmo de mi pareja, empezando ella a desmadejarse en el gran lecho, pero sin dejar de chuparme la pinga a conciencia.

Nos dimos un descanso y nuestros labios volvieron a encontrarse. Mis manos recorrían golosas todos las curvas y planos de su hermoso cuerpo y a su vez sentía que las de ella jugaban con mi cabello y se desplazaban por mis brazos hasta llegar a mi hinchado pene. Rodamos ansiosos por la cama y Virginia subida a horcajadas sobre mi, con sus hermosas piernas flexionadas a los lados de mi cuerpo se encajó sobre mi enhiesto pene y tomándolo lo enfiló ella mima a su vulva, friccionando el miembro contra las paredes de su vagina, para luego dejarse caer lentamente. Sus pliegues vaginales empezaron a masajear mi tronco y poco a poco profundicé totalmente en esta portentosa muchacha. Sentía que mi pene estaba en lo mas profundo de mi amante, cuando ella empezó a rotar sus caderas, subiendo su cadencia hasta una velocidad increíble a la par que dejaba escapar grititos y decir palabras de amor y de pedidos urgentes:

" Rico, rico, te quiero... te amo... mi hombre.... dame más, mas, maaaaaaasssssssssss".

" Si mi amor, toma, cómetela toda........ muévete así mi amor.- repetía yo.-

" Papito, me matas... que rico...me vengo, la doy,,,, quiero sentirte,,, dame tu leche inúndame.. papito ahhhhhhhhhhh

Virginia estaba descontrolada y empezaba a saltar sobre mi pene, que salía hasta la puerta de su cueva y bajaba violentamente introduciéndose nuevamente hasta el fondo... luego de hacer varias veces esta maniobra, empezó a besarme, metiendo su lengua, mordiendo mis labios. Estaba totalmente enloquecida y ese descontrol hizo efecto en mí, que empecé a empujar mi pinga, profundizando en la más hondo de su vagina y ambos, a un mismo tiempo, entre gritos y alaridos empezamos a desembalsar ríos de leche y flujo cuya violencia duró un tiempo del que ni ella ni yo pudimos cuantificar.

Lo cierto fue que agotados ella quedó sobre mi y relajados, sin tener que ir a ningún lado nos quedamos dormidos. El reloj marcaba las 1 de la madrugada.

Pasaron dos horas y sentí que Virginia se incorporaba, lentamente:

" Mi vida.- me dijo acercando su carita a la mía.- me has dejado muerta.. pero que rico me has exprimido.

" Al contrario corazón, tu eres la que me ha dejado KO, pero ha sido rico,,, tenerte así ..., sin preocupaciones, disfrutando cada momento..-

" Papito... quiero darme un baño... no te animas?

Sin contestarle, me incorporé y nos dirigimos al amplio y confortable baño de este hotel. Nos metimos en la ducha con el agua a una temperatura tibia y bajo la regadera, empezamos a besarnos y a acariciarnos lenta, pausadamente. Generosas porciones de gel de baño contenidas en coquetas botellitas puestas por el hotel, contribuían a que nuestras manos resbalaran por nuestros cuerpos, recorriendo todas nuestras protuberancias y depresiones. Mientras ella frotaba suave y concienzudamente mi pene, yo sobaba sus duras y redondas nalgas y aprovechaba para meter uno de mis dedos en su apretado culito, arrancando un gemido a mi linda pareja. Luego fueron dos dedos que empezaron a entrar y salir suavemente de la cueva posterior y Virginia, levantó sus brazos para aprisionar mi cuello y prodigarme un beso hambriento y apasionado, abriendo toda su sensual boca y metiendo su lengua hasta mi garganta.

Mi sexo en ristre y listo para la acción penetró nuevamente en su vagina y sentía como presionaba y rozaba acompasadamente su inflamado clítoris, mientras el beso de Virginia se hacía más agresivo y sensual, sus tetas rebotaban en mi pecho y ya no era posible estar más pegados, mas adheridos el uno al otro. La propia Virginia cambió de posición dándome la espalda y apoyándose en unos soportes colocados en una de las paredes de la ducha, para facilitar el equilibrio de los huéspedes mayores, Virginia arqueó su cuerpo y me ofreció su rotundo trasero para que mi ariete entrara triunfalmente en su apretado ano. Facilitado por el gel de baño y la dilatación obtenida por mis dedos, mi pene penetró la joven y ardiente carne de Virginia hasta quedar alojada en su integridad en ese portentoso culo. Nos quedamos quietos y luego al unísono, empezamos a movernos, yo tratando de penetrarla más y ella circulando su culo y echándolo para atrás. Las sensaciones de esa penetración han quedado grabados en mí, pues nunca había experimentado la sensación de succión que el recto de Virginia me estaba dando. Definitivamente era una maestra para aspirar un miembro como el mío en tan estrecha cavidad. El agua seguía cayendo sobre nuestros cuerpos, mientras nuestros movimientos se hacían más veloces.

Mientras tanto, los dedos de mi mano derecha habían alcanzado su vagina y acariciaban su clítoris que se había alzado más que cuando la penetré por allí y mi mano izquierda acariciaba sus tatas, que se bamboleaban al ritmo del mete-saca que estabamos realizando. No tardamos en venirnos. Yo en el apetecible culo de Virginia, creo que le mandé leche hasta el estómago y ella en mi mano derecha soltando calientes efluvios, que parecían salir chisgueteando desde sus profundidades. Agotados y con las piernas temblándonos por la posición y por la energía liberada, a riesgo de caer y hacernos daño, terminamos de ducharnos y salimos del estrecho espacio de la ducha. La ayude a ponerse la bata y como dos ebrios, tambaleando caímos abrasados en la cama. Cansados, pero felices. Realmente era una noche inolvidable.

Cuando despertamos eran casi las 8 de la mañana, estábamos envueltos en sendas batas de felpa blanca con el logotipo del Hotel, tendidos sobre la cama. Abrimos casi al unísono los ojos, nos miramos y al unísono también empezamos a reírnos, con una risa alegre, relajada y luego nos besamos dándonos los buenos días:

" Buenos días preciosa. Dormiste bien?.- pregunté meloso.

"Buenos días mi amor .- me respondió.- Dormir como dormir, si si lo he hecho. Pero me duele mi chuchita y me arde el culito.- pero no me importa porque hemos tirado rico, así como yo quería estar contigo. Sin sustos, sin preocuparnos de la hora, sin pensar en nada. Me has dejado como un trapito.

" Tu también a mí...me has sacado toda la leche y para que el muñeco se pare va a necesitar una grúa...

Ambos reímos con ganas. Pero luego un poco pícara me preguntó:

" Has estado riquísimo y estoy realmente satisfecha... la he dado no se cuantas veces y también estoy seca... totalmente seca. Pero dime, tu ya no eres un jovencito, pero tienes unas energías y una vitalidad de un chico de 20. De donde la sacas, tomas algo, ... Cómo lo haces?

" Vaya, eres observadora y curiosa además. Bueno, te voy a decir mi secreto. Siempre he llevado una vida sana, no fumo, tomo con moderación, hago regularmente una rutina de ejercicios, mantengo un peso ideal para mi edad y estatura y sobretodo, consumo unos medicamentos especiales, debidamente regulado por un equipo médico que me controla periódicamente. Entre los medicamentos que consumo, todos de origen natural, está una hormona que le denominan la hormona del crecimiento, que en las dosis adecuadas y por períodos sostenidos, determinan que uno tenga una gran vitalidad, pueda eliminar el tejido adiposo con facilidad y si bien no detiene el envejecimiento natural, te hace la vida más llevadera y te permite disfrutarla aún pases los sesenta o más años. En Lima, hay una clínica llamada "Juvencia" que da este tratamiento que si bien es caro, vale la pena para vivir bien.- le expliqué con gran paciencia.

" Con razón... ahora me explico.- dijo pensativa.- Con razón tu no me das un solo polvo, sino hasta tres en una sola tarde y a cada cual más rico. Cuando tenía sexo en forma regular con mi marido, muchas veces él terminaba y yo me quedaba con las ganas, subiéndome a las paredes y terminaba dándome placer yo sola.. pero no es igual. En cambio contigo es diferente.... Me haces acabar y cuando voy por mi tercera corrida recién la das y en abundancia.... Y sigues duro y dale que dale.... Eres tremendo.- lo decía haciéndome cosquillas.- eres tramposito... pero rico...rico...Te quiero.- y me planto un rico beso de lengua.-

" Yo también te quiero mi vida.... Te deseo y cada día me gustas más.- Cada día te pones más bonita y deseable.... Riquísima.

Ella respondió con un nuevo beso y un apasionado abrazo.

" Sabe algo? .- me preguntó.... Me muero de hambre..... Tengo un hambre feroz....

" Después de la energía derrochada, es lógico que estemos hambrientos. Que te parece si nos vestimos y vamos al comedor del hotel a servirnos el desayuno. A esta hora se instala un gran buffet, o sea, que colocan en grandes mesas todo lo que puedas desear para desayunar: diferentes tipos de panes salados y dulces, jamones de todo tipo, quesos frescos, de crema, huevos en todas las formas, salchichas y todo tipo de embutidos. Además leche, café, té y todo tipo de infusiones; jugos naturales, etc, etc.,

"Con todo lo que dices... ya me llené.- bromeó.- pero quisiera que desayunemos aquí, en la intimidad. Si, te pediría que ordenes un sustancioso desayuno que ya desfallezco de hambre. Eso sí.... Quisiera probar algo que solo lo he visto en las películas o en la tele, deseo probar panqueques y algún tipo de biscochos ricos... sorpréndeme....."

Pedí al servicio de habitaciones un sustancioso desayuno, incluyendo los panquequez con varios tipos de miel y dulces. Mientras, quedamos tendidos en la cama, sin ganas de hacer nada. Nos acomodamos para ver tele, muy juntitos. El cuerpo de Virginia se pegaba gatuna al mío y nos prodigábamos tiernos e inocentes besos. De pronto el botones toco la puerta con el desayuno. Virginia fue al baño y yo abrí la puerta de la habitación. El empleado entró con el carrito con el pedido efectuado, mas otra mesita con jugos, yogourt, café y leche. Al retirarse el botones, feliz con la propina que incluí en el voucher, Salió bañadita y con el cabello completamente húmedo mi acompañante. Mientras ella secaba su hermoso cuerpo y su cabello, usando la potente secadora que había en el cuarto, yo hice lo propio, me di una ducha rápida y poco después, ambos, ubicados en la terraza de la suite que permitía ver el tranquilo océano, empezamos litealmente a devorar los manjares. Virginia probó por primera vez unos deliciosos panqueques y picoteó la variedad de biscochos que nos habían llevado. Realmente nos dimos un festín.

Estábamos en lo mejor del desayuno, salpicando los potajes con deliciosos besos y arrumacos, Virginia abrió desmesuradamente los ojos y lanzó un gritito:

" Mi amor, y ahora que me pongo para salir... no traje ropa para cambiarme. Solo tengo el vestido de fiesta de ayer... cómo me voy a ir vestida así a la oficina.?.- Reparó la joven alarmada...

Yo me reí divertido de la situación y mientras lo hacía me imaginaba a Virginia entrando a la oficina en traje de fiesta a la oficina. Qué escándalo sería.... y sobre todo en cuanto su marido estuviera de vuelta se enteraría... el lío que se armaría.

Guardando luego la compostura le dije a Virginia que no se preocupara, que todo tenía arreglo. Abrí el closset de la habitación y extraje una caja que iba adornada con un gran lazo y lo entregué a la joven:

" Aquí esta la solución a tus problemas mi amor.... abrela caja y SORPRESA.- dije risueño.

Virginia abrió cuidadosamente el regalo, liberó el lazo y sacó la tapa superior de la caja. Allí entre papeles de seda que protegía el contenido, encontró una falda, blusa y sandalias de charol, tal como ella usa en la oficina. Igualmente ropa interior blanca de encajes, con brassiere de media copa y una carterita con el maquillaje indispensable en los tonos que usaba ella. Virginia estaba maravillada y solo atinaba a reír exclamando :

" Pero, como has hecho para aparecer con esto... Loco... Loco delicioso... Llegando así ni se van a dar cuenta que no he pasado la noche en casa...."

" No solo eso mi amor. He coordinado con Silvia para que ella te espere en su auto a unas cuadras de la oficina, de modo que ella te recoja y llegues con ella, para no despertar sospechas.... ¿qué te parece?".

" Pero, ¿ qué le has dicho a Silvia....ella me preguntará y yo que le voy a contestar?

" Mira Silvia es una mujer muy leal y discreta. Yo le he dicho que yo te he pedido un favor y que lo has conseguido y que necesito que ella te vaya a recoger, pues tienes un paquete para mí. El paquete no será otra cosa que esta misma caja donde pondrás tus vestido de fiesta, zapatos, ropa interior, etc, que permanecerá en mi oficina y en la noche vemos que hacemos con ella."

"Vaya...todo fríamente calculado... piensas en todo....Te amo....eres terrible.

Nos besamos cariñosamente y luego de terminar de desayunar, empezó a probarse la ropa y se maravillaba que era de su talla. Para sacarla de su asombro, explique:

" Mi amiga de la boutique, preparó la caja con lo que le pedí y ella lo manó directamente al hotel y yo instruí a loe encargados que dejaran esta caja en el closset. Simple, verdad?"

" Mi vida... eres extraordinario, piensas en todo... realmente con solo esperar lo que sería nuestra noche, olvidé lo de la ropa.. solo quería estar contigo y disfrutar y realmente he disfrutado... me has sacado el jugo... recién me está calmando el ardor de mi chuchita y de mi culito,,. Pero para esta noche nuevamente estaré lista para seguir amándonos." .- esto lo decía con un particular tono bajo y arrimándose a mí como una gatita.

Con las promesas de una nueva noche de pasión... salimos del hotel. Virginia, perfectamente vestida como cuando está en la oficina, maquillada prolijamente y peinada de una manera muy formal. Impecable ella. A su lado, la caja conteniendo su tenida de la noche pasada, supuestamente con el encargo para mí. El lugar escogido para que Silvia la recogiera era la conocida y exclusiva Pastelería San Antonio de San Isidro. Al llegar, Silvia me dio un rápido beso y bajo, para esperar a mi secretaria. Eran las 12 del día. Llamé a Silvia por el celular y le avisé que pasara por Virginia. Mi secretaria muy eficiente, ya estaba en camino al lugar de la reunión. En este aspecto, todo estaba bajo control.

Ahora, me quedaba ir a mi casa y ver que decidiría mi mujer sobre su protegido.

(CONTINUARA)