La Mujer del Portero (01)

De como descubrí a la mujer del portero y disfruté de ella.

LA MUJER DEL PORTERO

Soy propietario de cuatro pisos en un elegante edificio de San Isidro, Lima, Perú, donde tengo instaladas mis oficinas y uno de los pisos lo he reservado exclusivamente para mí. Ese piso reservado, lo he equipado elegantemente como un departamento de soltero, con todas sus comodidades y gracias a los adelantos tecnológicos, cuando estoy allí, disfrutando de la agradable compañía de alguna amiga, puedo ver por mi pc camera conectada en la pc portátil que tengo en mi depa, lo que ocurren en mi despacho. He cuidado que una de las puertas de escape de mi oficina principal me lleve directamente a mi depa, de modo que los empleados creen que estoy en mi oficina, cuando realmente estoy gozando de un rico encuentro sexual mientras ellos trabajan y todo sin salir a la calle.

Soy un profesional de mediana edad, no precisamente atractivo pero resulta que caigo bien a quienes me conocen y soy agradable y muy buen conversador. Estoy felizmente casado por casi 28 años con Marian que tiene 49 años y es una hermosa castaña que se conserva muy bien, amantísima madre de mis tres hijos. El mayor que es un oficial de la Armada Peruana, está de novio y próximo a casarse, el segundo que es ingeniero y se encuentra trabajando en USA y Daniella mi niña de 20 años terminando sus estudios de Derecho en la Universidad Católica de Lima. Gracias a lo discreto de mi coto de caza y a que no me exhibo con nadie, salvo con mi esposa o mis hijos o en pareja con personas conocidas, tengo fama de ser leal y fiel a mis votos matrimoniales.

Solo Silvia mi fiel secretaria sabe como desarrollo mis actividades incluyendo las sexuales en mi depa. Silvia es una eficiente, leal y preciosa chica de 27 años, casada, que lleva casi 10 años conmigo, es decir nada mas de salir de la academia secretarial, empezó a laborar en mi empresa. Realmente yo la ayudé a terminar su carrera y desde los 17 años es mi amante. Pero la historia con ella será materia de otro relato.

Sucede que el portero del condominio, es un hombre joven atlético, ex soldado del ejercito. Un chico atento y eficiente que completa su salario, lavando autos o realizando pequeñas diligencias a los vecinos. Está casado con una muchacha de 23 años y tienen dos niños pequeños. Desde hace unos meses, la esposa del portero viene ayudando al marido en el cuidado del edificio y cuando llego o salgo, es ella quien me franquea la puerta y así empecé a apreciarla. Es una mestiza de bonita cara, ojos grandes y claros cabellos relativamente cortos y pese a que siempre está en pantalones, aprecié desde el inicio que tenía un cuerpo realmente atrayente.

No se si era idea mía pero cada vez que me saludaba o despedía, notaba en ella una sonrisa pícara. Con los días yo empecé a corresponder la sonrisa y le hacía notar que admiraba todo su cuerpo y luego la miraba a los ojos y decía ¡Buenos Días! o ¡Buenas noches! según el caso. Esto empezó a ser rutinario y creo que ambos esperábamos ese momento...notaba además que cada día, ella se cuidaba en acicalarse más...realzaba la belleza de sus ojos, sus labios..etc. Un día me sorprendió al abrirme la reja vistiendo una minifalda negra a medio muslo que resaltaba la belleza de sus piernas, su colita se hacía deseable y pude apreciar un abdomen plano y unos senos no muy voluminosos pero firmes y bien formados. Como todos los días, mis ojos recorrieron golosos el cuerpo de Virginia, que así se llama. Ella sostuvo mi mirada y al abrirme la puerta del ascensor le dije...."estás preciosa", ella bajando los ojos me respondió un "gracias señor" muy quedó.

A media mañana, mi secretaria me dijo que el portero y su esposa deseaban hablar conmigo. Le dije que los hiciera pasar de inmediato y mi secretaria solícita, los condujo a mi despacho. Me puse de pie al momento que se abría la puerta y saludé a ambos, El se sentía un poco corto y los invité a sentarse en unos sillones que a modo de salita tengo en mi oficina. Se sentaron juntos y yo frente a ellos. Alejandro, el portero, empezó a explicarme que ya eran varios años que trabajaba en el condominio y que desde hacía 4 no lo habían considerado en los aumentos de sueldo, mientras hablaba, me miraba a veces y otras bajaba la vista...Virginia a su lado me ofrecía una vista exquisita de sus bonitas piernas, yo la observaba con los mismos ojos golosos de todos los días y deseaba que cruzara sus piernas, pero obviamente ello era imposible teniendo al marido al lado...Alejandro seguía hablando de sus necesidades y yo simulaba prestarle atención, cuando en realidad mis sentidos estaban en las extremidades de su mujer...de pronto, Virginia mirándome a los ojos abrió ligeramente sus soberbias piernas y desde mi posición pude ver sus firmes muslos y el triangulito blanco de su calzoncito...quedé impactado de su osadía...rápidamente volví la atención al marido y alcancé a escuchar su pedido de un aumento....

De inmediato le dije que estaba de acuerdo y que coordinaría con los demás propietarios para hacerle un buen aumento. Mientras ambos me agradecían, se me había ocurrido algo...Les dije que entendía que dado los tiempos que corrían era conciente que todos necesitábamos un mayor ingreso y que precisamente yo tenía un ofrecimiento que hacerles...como tengo continuas reuniones con clientes y proveedores, necesito de una persona que pueda aliviarle el trabajo a las secretarias, que pudieran preparar y servir café, refrescos o algunos canapés para mis invitados y que esa función podría desempeñarla Virginia. Trabajaría pero estaría en el mismo edificio y podría ganar un salario interesante. Alejandro se entusiasmó y los mismo Virginia, ambos me dijeron que el único problema iba a ser quién atendería a sus hijitos mientras ambos trabajaban..de pronto a él se le ocurrió que podría ir a vivir con ellos una sobrina, que podría hacerse cargo de los pequeños. Para no mostrar mucho interés, les dije que se tomaran su tiempo y cuando decidieran algo me avisaran personalmente. Agradeciéndome ellos el haber resuelto con creces su problema y yo por el espectáculo de las piernas de Virginia, se despidieron y se fueron.

A poco de haberse retirado, entró mi secretaria y con una picara sonrisa se acercó a mi escritorio y me preguntó por el motivo de la visita del portero y su mujer. Mientras acariciaba las piernas de Silvia y subía hasta la magia de su entrepierna, le conté a grandes rasgos el pedido y la oferta que le había hecho a Virginia. Silvia, que es una persona muy inteligente, me cogió la mano con la que le empezaba a bajar su pequeño bikini y me dijo "Oh, Oh, me parece que Virginia te gustó y te la quieres comer"....yo sonreí y mientras bajaba completamente el calzoncito de Silvia le dije que sí...ella, mientras se sentaba sobre mi escritorio frente a mí, ofreciéndome su hermoso sexo para que mi lengua y mis labios la agasajaran, me dijo..."yo te ayudo con Virginia, pero tu me ayudas a tirarme a Alejandro".. solo alcancé a decir "de acuerdo" y me sumerjí en las profundidades de Silvia...

Pocas vaginas son como la de Silvia. Suave, dulce, perfumada hechas especialmente para ser disfrutadas. Me regodee en sus labios mayores e introduje la lengua hasta lo más profundo arrancándole a Silvia gemidos de auténtico placer. Sus piernas alrededor de mi cuello y el movimiento circular de sus caderas me indicaban que estaba disfrutando la caricia. Mis manos recorrían sus bonitas y sedosas piernas y las sentí tensarse cuando mi lengua encontró su clítoris, duro y erecto como un frejol., un soberbio orgasmo no se hizo esperar y bebí con fruición sus flujos que en cantidades apreciables manaban de sus profundidades. Recuperada de su espectacular orgasmo, Silvia quizo compensarme con una buena mamada, pero cuando ya sus labios rozaban mi glande, sonó el teléfono y ella se apresuró a contestar...sorpresa era su esposo, inclinada así como estaba sobre el escritorio subí hasta la cintura su falda y ella levantó graciosamente sus nalgas, separando las piernas, entonces penetré su vagina por atrás. Encajé todo mi sexo en sus profundidades y empezó a moverse facilitando mis movimientos. Silvia hablaba pausadamente con su marido, salpicaba sus palabras con frases amorosas..era una gatita..yo gozaba a tope, mientras acariciaba por debajo de su ropa los tersos senos de Silvia...en un momento Silvia le dijo al marido.."papito cuanto daría por que en este momento me estuvieras haciendo el amor....me penetraras por atrás y acariciaras mis tetas como solo tu sabes hacerlo....solo de pensarlo me mojo..." yo seguía la conversación y me asombraba de la descripción que hacía Silvia, ya que era esa la posición en que estábamos....creo que ello sirvió para acelerar nuestros movimientos y estalle en un río interminable de esperma en la intimidad de mi querida secretaria...ella, terminaba su conversación y sus gritos y estertores se hicieron audibles al colgar el teléfono....La corrida había sido espectacular. Luego nos arreglamos y volvimos a nuestras ocupaciones.

En la noche, me quedé un poco más de lo usual en mi despacho, todo el personal incluido Silvia se habían retirado.. Me disponía a salir cuando sentí que tocaban la puerta. Al abrír me di con la grata sorpresa que era Virginia... iba vestida con la misma minifalda negra, pero ahora tenía una blusita crema sin mangas, con los primeros botones libres de modo que se le veía el inicio de sus senos.

" Señor.- me dijo.- disculpe que lo moleste, pero quería hablar un minutito con usted".

" pero claro Virginia, no es ninguna molestia y pasa, pasa, toma asiento"

Me senté como en la mañana frente a ella y la miré goloso, sin apuro, deleitándome con su cercanía.

"Señor, he hablado con Alejandro sobre su propuesta de la mañana y quiero decirle que acepto, necesito trabajar para tener un mejor ingreso."

"Bueno Virginia, creo que es una buena decisión. Necesitaré eso sí que te vistas de un modo adecuado, no te preocupes por la ropa que mañana la Srta. Silvia, se encargará de proporcionarte todo lo que necesites para cumplir tu labor. Silvia también se encargará de indicarte como debes desempeñarte"

" Otra cosa Virginia.- le dije .- cualquier problema que tengas, por favor házmelo saber .... quiero que sepas que cualquier cosa que me pidas te la daré...(el cebo ya estaba echado faltaba solo que el pescadito picara)"

"Señor, quiero agradecerle todo esto que hace por nosotros, no sabemos como pagarle"

Mientras ella hablaba sentí que la voz le temblaba y que estaba a punto de llorar, entonces me acerque a ella, mis rodillas chocaron con las de ella y tomé sus manos. Me sorprendí de la suavidad de sus manos, pensé que eran toscas y rugosas por los quehaceres del hogar, ella levantó sus ojos y me miró entre complacida y sorprendida por el contacto imprevisto, para calmarla le dije:

"Virginia, tranquilízate, todo está bien...no tienes nada que agradecerme"

Estábamos muy ceca y la sorprendí al besar sus manos....pero preferí no hacer ningún avance más.

"Bueno.- le dije .- es hora de retirarse "

La ayude a ponerse de pie y al hacerlo quedamos peligrosamente cerca, puse mis manos en su cintura y la atraje a mí...ella me ofrecían sus carnosos labios y nos dimos un beso inicialmente suave, tierno que al instante se hizo volcánico, nuestras lenguas se buscaban y luchaban furiosamente. Mis manos recorrieron su cuerpo y la atraje aún más a mí. Ella me abrazó y nuestros cuerpos parecían fundirse en unos...De pronto ella pareció reaccionar y desprendiéndose de mi abrazo corrió hacia la puerta y desapareció por el corredor.

Quedé pensativo y deseoso...pero que se le iba hacer. No valía la pena acelerar las cosas. Acomodé mis cosas y abandoné el despacho.

Pensé que en la planta baja estaría Alejandro, pero me sorprendí de ver a Virginia abriendo la puerta de la cochera...al salir en el auto sobreparé, ella se acercó a la ventanilla y entonces le dije:

"Ha sido el beso más delicioso y dulce que he dado y sentido.....¿ por qué huiste?

"A mí también me gustó, pero está mal... Alejandro me mata si lo sabe.... tuve miedo que el pudiera subir.- esto lo dijo en voz baja

Virginia, mañana quiero que hablemos sobre esto ¿de acuerdo?

"Si señor...mañana .- me sonrió, con una sonrisa enigmática y cómplice ..

Yo salí pensando en mañana y en las esperanzas que me daba la sonrisa de virginia...

CONTINUARA