La mujer del gordo (2)
Arrepentida, poco sospechara que durante un partido en la tele tom atacará de nuevo.
Sandra se levantó con dificultad, no pudo dormir en la noche, se sentía culpable por lo que había pasado, fue a ver a su marido y le cambió la ropa tan bien como pudo, preparó el desayuno en la mesa y esperaron a los chicos.
Carlos apareció dándole un beso a su madre y a su padre, Tom apareció después bostezando que para horror de Sandra se sentó al lado de ella.
El padre hablaba del partido de hoy, un partido importante, Carlos hablaba que tenia que hacer unos recados hoy.
Pero Sandra apenas los escuchaba, sentía como la mano de Tom acariciaba sus piernas con sensualidad, intentaba quitarla, pero el volvía, más y más atrevido.
Carlos y su padre discutían sobre quien era el mejor jugador de la historia, en ese momento Tom se volvió más atrevido y acarició las bragas de Sandra.
-p-por favor no decía Sandra aterrada por que la descubrieran.
Tom metía las manos dentro de las bragas de la mujer y empezó a acariciar su concha, una concha que empezaba a humedecerse, los hábiles dedos de Tom se introducían en el interior, tocándole sus zonas más sensibles.
Sandra contenía su placer, no podía jadear, no delante de ellos, suplicaba que nos se le notasen sus pezones erectos, sus uñas se clavaron en sus piernas en un intento de contenerse.
Cuando ambos varones gritaron gol cuando hablaban de una jugada, Sandra llegó al orgasmo, Tom, sentía victorioso como su mano se empapaba de los fluidos de Sandra.
Terminaron de desayunar, Carlos se fue a hacer los recados, el marido ponía el partido a todo volumen y Sandra limpiaba en la cocina, pero notó algo que entraba en sus pechos ¿mermelada?, se giró y vio a Tom, sonriendo.
-aún no he desayunado lo suficiente princesa decía Tom.
-p-por favor, mi marido suplicaba Sandra.
-igualito que mi padre, cuando hay futbol, es como si no existiera, tenemos una hora y media, toda para nosotros decía Tom mirándola a los ojos.
Acto seguido, la tumbó boca arriba de la mesa y la despojó de su pijama Tom miraba con deseo como el cuerpo desnudo y untado de mermelada era iluminado por los rayos del sol, Sandra no se resistía, pero no quería mirar.
Tom apartó las manos de Sandra que se tapaban los ojos y empezó a mirarla con deseo animal, intentó besarla, pero Sandra no quería, movía la cabeza para evitar algo que la haría caer en la tentación, pero Tom la cogió suavemente de sus mejillas y hundió su lengua dentro de su boca.
Tomas dribla a Sandro y a Sánchez, se encuentra en frente a frente con el portero y se acerca peligrosamente, el portero va a su encuentro ¡que duelo! ¿conseguirá quitársela? ¡no! ¡Ha conseguido driblarle y chuta hacia la portería! y ¡Goooool! ¡Tomas ha marcado el primer tanto!
Sandra ya no podía resistirse más, simplemente se dejó hacer, el beso fue largo mientras una de las manos de Tom jugaba con uno de sus senos, Sandra notaba que eso le estaba dando mucho placer, cuando Tom quitó la mano de ahí, Sandra la agarró y la puso en su pecho, quería más de esa varonil mano.
La lengua de Tom recorría el cuerpo de Sandra, saboreando la mermelada, lamia los pechos de la madre y bajaba hacia el ombligo llegando hacia el vello púbico, separó sus piernas contemplando la concha de la mujer, empezó a abrir la concha y empezó a lamer ese tesoro por los bordes, su lengua lamia el clítoris con maestría, Sandra estaba temblando de placer.
Dejó el clítoris y besó su vello, su ombligo, su pecho derecho, su pecho izquierdo, su cuello, miró a los ojos de su amante, la cual, extasiada le dio su aprobación, Tom se quitó los pantalones y empezó a ponerse el preservativo, el látex recorría lentamente aquella vara que ya tenia un objetivo fijado, Sandra miró con horror ese instrumento, era más grande que aquella noche, pero no pudo evitar que se pusiera encima de ella, no pudo evitar que mientras veía esos ojos llenos de decisión, notar como entraba lentamente dentro de ella, sintiendo cada centímetro de el invadiéndole, cuando estuvo totalmente dentro, empezó a bombear con fuerza, Sandra lo abrazó con fuerza, ambos cuerpos sudaban en un vaivén desenfrenado que casi parecía romper la mesa.
Ambos se abrazaron con fuerza cuando llegaron al clímax, cansados y recuperando el aliento, se mantuvieron así, unidos por sus sexos y unidos por sus miradas.
Méndez saca el balón, la recibe Sandro, que la saca del campo de su equipo pero se encuentra con Tomás que le quita el balón, Sandro intenta recuperarlo y ambos mueven la pelota como dos espadachines y... ¡mirad! ¡Sandro obtiene el control de la situación y se lleva el balón! ¡corre como alma que lleva el diablo! ¡la pasa a González! ¡González a Ángel! ¡Ángel a Sandro! ¡Sandro se escapa y dribla a Rodríguez y a Sergi, ¡esta recorriendo el medio campo sin problemas! ¿quién va a parar a ese chico? ¡es como un torpedo a punto de hundir al portero que se encuentra indefenso en la portería ¿tirará a la escuadra? ¡no! ¡está tirando al centro! ¡el portero la para pero se le cae! ¡Sandro intenta rematar pero el portero la agarra como si su vida dependiera de ello!
El portero la lanza, Rodríguez la coge y la pasa a Sergi, Sergi a Ramón, Ramón a Iván, Iván a Tomás, que está solo, esta recorriendo el campo al encuentro de los defensas y el portero, ¡los defensas parecen intimidados por la decisión de Tomás que se mantiene fijo hacia la portería! ¡el portero se está preparando! ¡Tomás está decidido va a por todas! ¡esto es un duelo como el oeste! ¡está entrando en zona de peligro! ¡esa mirada asesina! ¡el portero va a su encuentro! Y ¡Tomás lo dribla! ¡lo ha driblado! ¡sin chutar entra con el balón a la portería y chuta una y otra vez a la red gritando con alegría! ¡todos los compañeros lo abrazan alegres ante la impotencia de sus adversarios ¡esto es un gol para celebrar! ¡están tomando las riendas de este partido! ¡el estadio se va romper de la euforia que se oye y el arbitro pita el final de la primera parte ¡señores! ¡estamos a 2 a 0 en un partido de infarto! Hemos de prepararnos para la segunda parte, que promete ser emocionante.
-¡Sandra! ¿puedes traerme unas cervezas? ¡hemos de celebrarlo! gritaba el marido.
-ve con el, tiene que celebrar su victoria decía Tom aún dentro de ella.
Sandra se arregló lo mejor que pudo y se llevó varias cervezas mientras que Tom, observaba como se movía el culo de su amante mientras se alejaba.