La mujer del encargado

Me encanta coger con mujeres casadas e infieles, a las que considero uno de los más ricos manjares.

LA MUJER DEL ENCARGADO

Me encanta coger con mujeres casadas e infieles, a las que considero uno de los más ricos manjares.

Esto transcurre en el edifico donde vivo. Actualmente vivo con mi pareja, pero hace unos años atrás, compartía el apartamento con un amigo de la infancia.

En mi edificio vive la esposa del encargado del edificio (Inés) es una mujer con muchas ínfulas, se cree más de lo que es y sobre todo a todo lo que cualquiera le puede contar ella dice "Obvio!" y agrega "ya lo sabía!"

La señora se hizo amiga de la esposa del encargado del edificio de enfrente al mío (Griselda) porque sus maridos son muy amigotes. Griselda es más recatada, bueno eso creíamos.

Las señoras tenían en ese momento 34 y 32 años. Ambas bajitas, una tetas espectaculares y con unos culitos bien redondos. No estaban para un concurso de belleza, pero realmente provocaban el morbo de varios machos del barrio.

El hecho es que Inés se compró una computadora y como era de esperar no entendía un comino. Me preguntaba cómo se hacía para navegar en la web sin siquiera entender lo que quería decir navegar ni lo que era la web !!!!

Mi amigo y yo les gastábamos bromas como por ejemplo que en lugar de una PC se hubiera comprado una plancha, que tal vez le daría mejor resultado. Por lo menos se reían de nuestras bromas!!!

Un día, nos ponemos a charlar con el encargado de mi edificio y nos cuenta que Inés y Griselda habían hecho algo que hacía que no funcionara la PC pero que insistían en navegar por la web. Nosotros le dijimos que si ellas gustaban más tarde usar nuestra compu, podrían hacerlo y de paso le enseñábamos. Ni lerdo ni perezoso les avisa y ellas bajan. Delante de su marido Inés nos dice "Dale, enséñennos a navegar" y le dice a su marido "Vos, querido avisale a tu amigo que vamos a navegar con la compu de los chicos"

Subimos al apartamento, les enseñamos los pasos básicos mientras ellas se reían de lo poco (o nada) que podían hacer con la compu. Cuando comenzamos a navegar, nuestras páginas favoritas (obviamente todas porno) empezaron a aparecer en escena, lo cual produjo el asombro en las señoras durante los primeros 30 segundos y comentaban acerca de lo que habían visto. Poco a poco se olvidaron del asombro y entre risas, comenzaron a comentar acerca de los tamaños de las vergas de los machos y de cómo cogían. Nosotros empezamos a hacer nuestro trabajo y a alentarlas a seguir comentando.

"También se pueden bajar videos" les dijimos

"En serio?"

"Sí, nosotros tenemos algunos ya bajados, quieren verlos?"

"Sí, dale, muéstrennos"

"Miren este, varios muchachos le dan a un par de chicas por todos lados" les dijimos.

"Por Dios!!! Que pedazo de verga!!" dijeron

"Vieron? Estos videos son iguales las películas porno.... ustedes ven pornos?"

"A veces, cuando nuestros maridos tienen ganas de coger, pero no pasa muy seguido... JA JA JA" comentaron

"Además, no nos atienden de esa forma!" dijo Inés que ya empezaba a moverse en su sillón.

Yo empecé a masajearme la pija y se me puso dura en un segundo y les dije:

"Lo que pasa que estas pelis las mirás y después tenés que coger porque te dejan un poco caliente"

Griselda miró hacia mí, me vió que yo estaba super excitado, miró directamente al bulto que tenía en el pantalón y con disimulo se movió un poco hacia atrás y empezó a tocarme la verga sobre el pantalón mientras Inés se había acercado a la pantalla y de paso se acercó a mi amigo.

A los pocos segundos, ya me había sacado afuera la verga dura como el acero y comenzó a chupar. Cuando Inés se da cuenta, le dice a mi amigo: "Y nosotros nos vamos a quedar mirando?" e inmediatamente se arrodilló y comenzó a chuparle la pija.

Las colocamos arriba de una mesa y empezamos a bombearle las respectivas y húmedas conchas. Nos turnábamos un rato con cada "señora". En un momento, Inés pide que la atendiéramos los dos juntos, para lo cual mi amigo se acostó sobre la mesa, Inés lo cabalgaba y yo con la pija bien lubricada por Griselda, procedí a romperle el culo con duras embestidas. Los culos de las mujeres estaban siendo bombeados sin ningún tipo de miramiento, a tal punto que a Inés le sacábamos toda la pija afuera de su hermoso culo y de un solo golpe se tragaba nuestros miembros duros.

Luego, Griselda pidió que le diéramos el mismo tratamiento y se lo dimos. A la media hora, ya no aguantábamos más sin acabar, las sentamos en los sillones y frente a la pantalla de la compu, nos chuparon la pija hasta hacernos acabar y bebieron todo el semen que brotaba de nuestras vergas.

Mientras tanto, escuchábamos que el marido de Inés limpiaba el pasillo del edificio frente a la puerta de nuestro apartamento, y le comentaba a su amigo: "A ver si estas dos aprenden algo"

Ellas se rieron tapándose la boca que para este momento estaban llenas de leche de macho y nosotros les decíamos en voz baja: "Vengan cuando quieran que van a navegar, cabalgar y alimentarse todas las veces que gusten... si a fin de cuentas, están con autorización de sus maridos, no?"

Se limpiaron, se vistieron y salieron. Nosotros escuchamos cuando les decían: "Es divertida la internet!" y ellos les decían "pero no pueden estar molestando a los chicos a cada momento!" y ellas les contestaron: "Ellos dijeron que no era molestia y aparte.... no gastamos dinero conectados a internet!!!" El marido de Inés comentó:

"Estos muchachos son tontos, tienen que enseñarles a ustedes, gastan dinero y pierden tiempo!!" y le dice a su amigo:

"Creo que nos conviene que sigan yendo, no??"

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