La mujer del camionero
Es una historia de mi vida sexual paralela a la de mi matrimonio.
Hola amigos, me llamo Patricia, tengo 26 años y estoy casada desde hace tres años con Michel, un camionero holandés de 32 años que conocí hace cinco en mi pueblo de la provincia de Cádiz.
Yo siempre he sido muy golfa y muy caliente, desde que me desvirgaron cuando tenia trece años, siempre he follado con el que he querido. La verdad es que soy muy caliente, casi ninfómana diría yo, y tampoco estoy mal de cuerpo ya que soy morena, de piel y de pelo, con una cara bonita, unas tetas pequeñas pero en su punto y un buen culo, además de unas largas y bonitas piernas que yo me esmero en lucir bien. Así que con esta descripción, no os extrañe que los tenga a montones esperando para que me follen.
Conocí a Michel a través de una amiga que también estaba casada con un camionero holandés, y la verdad es que a primera vista no me gusto demasiado, ya que era el típico holandés, alto, pelirrojo y muy blanco de piel y eso a mi no me iba mucho. De echo, le di largas y me fui con mis amigas a zorrear por ahí. Pero un día, hablando con ésta amiga, me confesó que se casó con su marido porque era el partido ideal, ganaba mucho dinero y solo lo veía cinco o seis días al mes, por lo que los demás días hacia lo que le venia en gana. Me dijo que no fuera tonta y que agarrara a Michel pues éste le había dicho a su marido que yo le gustaba mucho.
Apartir de aquella conversación, algo brotó en mi interior, no sé decir el qué, pero empecé a pensar que con lo zorra que era nunca ningún tío iba a querer casarse conmigo, ya que conocían mi carrera, porque todos sabemos que en un pueblo todo se sabe. Así que me hice a la idea de que solo tenía que aguantar cinco o seis polvos con él al mes y después disfrutaría de libertad para follar con quien me diera la gana y encima aprovecharme del dineral que ganaba.
Por lo tanto, empecé a desarrollar mis armas de mujer y empecé a hacerme querer por Michel, al cuál, se le caía la baba conmigo y estaba enamoradísimo de mí, lo cual yo aprovechaba para hacerme la decente y la estrecha por lo que encima le costó trabajo follarme la primera vez, a pesar de que yo follaba como una loca con todos los tíos que me daba la gana en cuanto él se marchaba con el camión, por lo que le puse unos buenos cuernos ya, antes del matrimonio, y así lo fui enganchando hasta que nos casamos a los dos años de estar saliendo juntos.
La verdad es que, desde que estoy con él, he perdido la cuenta de los cuernos que le he puesto. He follado con tíos que he conocido en la discoteca, en el cine, con compañeros de trabajo, en nuestra propia cama de matrimonio, etc. Y encima he vivido como una diosa, ya que me compraba todos los caprichos, un coche potente, vestidos carísimos, sesiones de belleza, todo era poco para mi, por lo que yo me aprovechaba y me hacia la idea de que era su putita particular para cuando el llegara al pueblo tuviera un coño dispuesto para ser jodido y yo me cobraba el trabajito cogiendo su sueldo a mi antojo.
Pero lo que os quería contar es una relación que tuve el verano pasado y que todavía la tengo marcada debido a lo extraordinario que fue.
Yo colaboro como voluntaria en una ONG de minusválidos que hay en Andalucía y una de las actividades que organiza esta ONG son unos turnos de vacaciones para ellos y a los cuales asisto como voluntaria del grupo de mi localidad. Este turno, se desarrolló en Almería capital. Dormíamos en un albergue juvenil donde había otros grupos con sus respectivos monitores y varios voluntarios de la capital almeriense. Durante estos turnos, que duraban una semana, se hacían multitud de actividades para los minusválidos por lo que estábamos casi todo el día ocupados, pero siempre había un ratito que cada uno aprovechaba como quería, durmiendo la siesta, viendo la tele o lo que quisieran. Yo elegía ir a la playa, y lo hacia sola ya que me gusta ponerme en top-less y no quería que nadie de mi pueblo me viera.
Un día, después del almuerzo, cogí mis trastos y me fui a la playa, me puse en un lugar tranquilo y me tendí en top-less sobre mi toalla. Así estaba yo, cuando escuché una voz amiga:
Hola Patricia, que lejos te has ido a tomar el sol, no?
Hola Ángel, si, es que quería tranquilidad, por qué no te tiendes?
Era Ángel, un voluntario de Almería con el que me lo pasaba genial cuando hacíamos las actividades de los grupos, y la verdad es que también me atraía ya que era alto, moreno y con un cuerpazo impresionante, además de un paquete bastante voluminoso según se deducía de su bulto. Estuvimos charlando y riéndonos durante un rato, durante el cual, nuestras miradas se cruzaban constantemente, por lo que yo empecé a ponerme caliente y mi chocho empezó a palpitar por lo que le dije que nos diéramos un baño para refrescarnos.
Una vez que nos metimos en el agua, Ángel empezó a juguetear conmigo, intentando hacerme ahogadillas por lo que empezamos a rozar nuestros cuerpos y yo empecé a sentir un bulto descomunal en su entrepierna cada vez que me rozaba. Yo estaba ya muy cachonda por lo que no puse ninguna objeción cuando me ofreció sus labios y tampoco cuando empezó a hacerme una paja en el agua. Nos besamos como posesos y yo le cogí su polla y pude comprobar que era inmensa. Se la meneé varias veces hasta que se puso durísima y entonces el me subió a horcajadas y me clavó la polla dentro de mi coño, ohh que gusto, ¡era grandísima! Y estaba dura como una barra de hierro. Yo estaba como fuera de mí diciéndole:
ohh así follame, metemela hasta el fondo cabrón....ummm que polla mas grande tienes...¡me vas a reventar!!!
Así estuvimos durante varios minutos durante los cuales tuve varios orgasmos hasta que el eyaculó dentro mi caliente coño, haciéndome orgasmar de nuevo.
Después de recuperarnos, nos salimos, nos vestimos y nos dirigimos hacia el albergue por si alguien nos echaba en falta, pero por el camino no podía dejar de pensar en la pedazo de verga que tenía Ángel y me puse caliente otra vez, así que le dije:
Oye Ángel, ¿por qué no seguimos la fiesta en tu habitación?
Es que....a lo mejor están mis compañeros de habitación.
Bueno, mejor para mi....mas pollas para mi sola jaja.
Me daba igual que estuvieran los dos compañeros de Ángel en la habitación, yo tenia que seguir follando como fuera y con quien fuera y nunca había estado con tres tíos, así que...
Cuando llegamos a la habitación, estaban los dos compañeros de Ángel, que eran José y Luis, los cuales eran también muy guapos y estaban muy buenos. José era rubio con los ojos claros, mas bajo que Ángel pero mas corpulento y Luis era moreno y delgado y era también el mas normalito de los tres. Cuando entramos, dijo Ángel:
Aquí os traigo a esta zorra caliente, que me la acabo de follar y todavía quiere mas.
Los otros dos se quedaron parados con una risita nerviosa, como no sabiendo si era de cachondeo o era verdad lo que acaban de oír, pero yo me encargué de aclarárselo quitándome mi camisa y el pantaloncito, quedándome en pelotas delante de tres tíos. Como vi que todavía no se lo creían, les solté esto:
Venga, a que esperáis, ¡enseñadme vuestras pollas que quiero ver si son tan grandes como la del cabrón este!!
Entonces entendieron el mensaje y empezaron a desnudarse nerviosamente delante de mí, entonces yo me fui para los dos y arrodillándome frente a ellos, les cogí sus pollas y empecé a menearlas las dos a la vez, además de chuparlas alternativamente hasta que se pusieron totalmente tiesas. La verdad es que no tenían nada que envidiarles a Ángel, sobre todo Luis, ya que su polla tenia que medir por lo menos 30 cm, ¡era increíble!, nunca había visto una tan grande en mi vida.
Cuando ya estaban totalmente tiesas, me subí a la cama y me puse a cuatro patas diciéndoles a los tres:
Vamos, cabrones folladme ya que voy a explotar!!!
Entonces José empezó a comerme el coño, mientras Ángel me ofrecía su polla para que se la pusiera a punto de nuevo, mientras Luis era el más tímido y estaba mirando la escena masturbándose. Después de varias lamidas, José me clavó la polla en el coño y empezó un mete y saca bestial que hacia que me tragara la polla de Ángel hasta la campanilla.
Así estuvimos unos minutos hasta que le dije a Luis que quería sentir su polla dentro de mi coño, así que me puse boca arriba y Luis me metió toda su verga hasta el fondo, por lo que no pude evitar gritar de dolor y de placer a la vez, porque era grandísima. Seguí chupandole la polla a Ángel y también a José alternativamente y entonces Ángel, que era el mas picaron, dijo que tenia una idea.
Le dijo a Luis que se tendiera en la cama y me hizo ponerme a cuatro patas sobre él, metiendome su pedazo de polla en el coño nuevamente. Entonces Ángel me puso su polla en la entrada de mi culo, por lo que supe desde ese momento que iba a ser follada por dos hombres por primera vez en mi vida, lo cual siempre había deseado pero que hasta ese momento no había podido hacerlo. De un golpe metió su polla en mi culo abierto, y José me metió su polla en mi boca, por lo que tenia todos mis orificios tapados por una polla. ¡Era increíble!, que gustazo tener tres pollas para mi sola, me moría de gusto y orgasmaba sin parar. Así estuvimos un buen rato, donde los tres se fueron turnando alternativamente, follandome el coño, el culo y la boca sin parar. Al final, empezaron a correrse en mi culo, mi coño y mi boca casi a la vez, ¡me sentía totalmente llena de esperma por todo mi cuerpo! Por lo que me corrí por enésima vez, cayéndome sobre la cama totalmente rota, follada por todos mis agujeros, llena de leche de tres machos salidos, tratada como una vulgar puta. Pero yo me sentía en la gloria.
Después de reponernos, me di una ducha pues tenia un olor a macho increíble y me despedí de los tres con un buen morreo en la boca
Al final de la semana me tuve que marchar a mi casa con una experiencia alucinante a mis espaldas y que cada vez que la recuerdo me pongo caliente como una perra y tengo que salir a follar con otros tíos sin que el cornudo de mi marido se imagine nada de lo que es la zorra de su mujer y de los cuernos que le pone cada vez que tiene la oportunidad. Un beso.