La Mujer de Rojo
viajando accidentalmente en el metro de Madrid, tuve una experiencia sexual con una desconocida, ella se junto a mi y comenzo a restregar su trasero sobre mi pene.
La mujer de rojo
Vaya , menudo trafico hay hoy en Madrid, voy a tardar un montón en llegar a esa maldita reunion, tendria que haber cogido el metro o como dicen lo ingleses el undergraun. Ahhhhhh , recuerdo aquella vez que se me averío el coche, fue hace unos dos años, llegaba tarde como siempre y para colmo esa avería inoportuna, cogí mis cosas y me fui a la estación de metro más cercana, el tren llego pronto, el trayecto aunque largo lo pude hacer sentado y por fin llegue a mi destino, la reunión duro poco y me marche para casa, de nuevo volví a coger el metro, pero esta vez iba hasta los topes, la estación estaba atestada de gente.
Para colmo, el tren se retrasaba, cuando llego, la estación estaba completamente llena, montamos y el vagón iba a reventar no cabiamos, como pude subí mi mano y logre cogerme a una de las barras del techo, el tiempo y las estaciones iban pasando, entraba y salía gente pero aquello no aflojaba, yo me había situado cerca de una de las puertas y veía mi cara reflejada en los cristales, estaba metido en mis pensamientos, sin fijarme en la gente, cuando de pronto note algo.
Alguien se me había arrimado en exceso, mire y vi una cabellera rubia con el pelo recogido en una especie de moño, baje mi vista y vi un vestido rojo sin mangas, entallado, liso, continúe bajando la mirada y pude ver unas nalgas prominentes apretadas contra mí, ¡me estaba arrimando el culo, a mi pene!, Dude, pense (será una casualidad, lo mejor es retirarse) y di como pude un paso para atrás, mire a ver quien era esa mujer y solo pude ver su perfil, no nos podíamos mover con tanta gente y trate de verla a través de su reflejo en el cristal. Era una mujer de mediana edad, bastante atractiva, con un buen pecho, estaba observándola cuando de pronto volví a notar esa presión sobre mi pene, esta vez no podía ser casualidad, mire de nuevo el cristal y vi que sus ojos buscaban los míos, no nos dedicamos ni una sonrisa pero la presión aumento sobre mi pene, este reacciono, se puso duro y ella también lo sintió, pues saco aun mas su culo, para que la presión fuese mayor.
Yo presione mi pene sobre ese culito, notaba como se le abrían los glúteos, el vaivén del metro ayudaba a que esa rubia, restregara su duro trasero sobre mi pene que se puso duro y tieso ,puse la mano que tenia libre sobre su cadera y la aprete aun mas contra mi, ya no solo era su culo contra mi pene ,sino mi pecho contra su espalda, al acercarla note su aroma, olía a un perfume dulce ,agradable, familiar, lo reconocí enseguida era Rive Gouche de Yves Saint Laurent, lo recuerdo porque en una ocasión tube un asuntillo con una compañera de despacho que usaba ese perfume por litros.
Ella tenia su mano derecha cogiendo una barra vertical del vagón, paso su mano izquierda por detrás, cogiendo mi culo y apretándome contra ella aun más, comenzó a dar pequeños movimientos a sus caderas, su culazo duro se frotaba sobre mi pene.
Mi mano abandonó su cadera, la pase sobre su vientre apretándolo, y ¡sorpresa! La parte delantera de su vestido era de botones , pase unos dedos por entre ellos y pude acariciar su piel, estaba ,caliente y suave,con eltacto del terciopelo,saque mi mano y la baje un poco mas, hasta la siguiente abertura, allí como pude introduje toda la mano , me encontré con sus braguitas, las acaricie ,note su pubis y sus pelos, los acaricie,baje mis dedos y frote su rajita, note el calor que desprendia,recoji mis dedos y los metí por debajo de sus bragas,umm, que maravilla , esos pelitos eran suaves y abundantes,mientras, con la excitación había apoyado mi boca sobre su cuello y comencé a besarlo , a ella le estaba gustando, se movia,frotaba su trasero contra mi.
Yo baje mis dedos sobre su pubis y toque su rajita, estaba hinchada y húmeda de placer, a tientas localice su clitoris, con la yema de mis dedos comencé a masajearlo, mire al cristal y vi como cerraba sus ojos de gusto que sentía, mire a mí alrededor y observe que un tipo nos estaba mirando, se había dado cuenta de lo que pasaba, le mire y levante mis cejas en un claro signo de complicidad, el sonrío y se hizo cómplice de la situación.
Mientras ella desliza su mano hasta mi verga y comenzó a frotarla, llegue a dudar en sacármela, pero me pareció demasiado, fue ella la que bajo mi cremallera, metio su mano y la introdujo debajo de mi slip, me cogió el pene con fuerza y comenzó a moverlo, yo mientras seguía frontandola el clítoris, notaba como de su rajita manaba abundante flujo, ella estaba chorreando, de pronto comenzó a tener espasmos, sus caderas de estremecían, aquella rubia estaba teniendo un orgasmo en el metro, con el vagón abarrotado de gente y con mi mano frotandole la rajita.
Sentía como se corría por los meneos que le metía a mi pene, eran unos apretones tremendos, creia que me la estallaba, yo no lograba tener un orgasmo debido a que estaba más pendiente de la gente que de lo estaba haciendo, de pronto ella dejo de agitarse, soltó la presión sobre mi pene y comenzó a moverlo mas suavemente, mire al cristal y vi que sus ojos estaban abiertos, buscando los míos, me dedico una sonrisa, en un momento su cara desapareció, acabábamos de entrar en una estacion, ella seguía con su mano en mi pene, el tren se detuvo, se abrieron las puertas, la gente comenzó a salir a borbotones, casi nos arrastran, ella de pronto dejo mi verga, se mezclo con la gente que salía, yo intente seguirla, pero medi cuenta que llevaba medio pene fuera y mi primera reacción fue guardarlo y subirme la cremallera, lo hice y cuando subí la vista había desaparecido, las puertas se cerraron, el tren reinicio su marcha, la estación empezó a pasar ante mí y de pronto la vi, estaba esperando verme, al pasar ante ella, me sonrio, nunca mas la he vuelto a ver.
Llegue a casa aun con la mente embotada, después de lo vivido, me metí en mi habitación pensando en ella y me masturbe.