La mujer de mi sueño
Mi encuentro nocturno con un sucubo sensual y atractivo
Todo comenzo una calurosa noche de verano. yo me disponia a irme a acostar. Apague las luces y abri la ventana para que refrescara. Me dispuse a dormir. Al cabo de un rato, tuve un sueño extraño.
yo corria por un bosque, algo me perseguia, alguna figura extraña y amorfa, propia de un cuento de hp lovecraft. Mi huida, me llevaba a un pantano, donde encontraba un claro en un lago. De las aguas y cubierta por una densa bruma, se veia la silueta de una mujer tentadora y desnuda. Sobre la bruma solo se transparentaban sus ojos, siendo estos lo unico visible. Fue entonces cuando me desperté.
era incapaz de moverme. Estaba paralizado, y entonces, cuando abri los ojos la vi. Una mujer hermosa se hallaba a los pies de mi cama. Tenia una larga y rizada melena rubia, un cuerpo delgado y con unos atributos moderados, una piel palida y esos ojos. Iba ataviada con unos finos y transparentes ropajes que combinaban colores rojizos y rosaceos.
se acerco a mi, y me comenzo a besar. Yo seguia paralizado, incapaz de mover mi cuerpo. Notaba sus labios con los mios, su lengua penetrando mi boca y entrelazandose con la mia. Sus finos pechos se apoyaban sobre mi pijama. Su serpentino cuerpo se deslizaba sobre el mio. Con una calma pasmosa, comenzo a desnudarme lentamente. Boton a boton desabrocho mi camisa. rasgo con sus uñas mi pantalon, dejando a la vista mi ya duro falo.
Lentamente lo agarro y me comenzo a pajear, lentamente. Su mano, subia y bajaba, con un tacto fino y lubricado. Era la mejor paja de mi vida. Me sentia muy excitado. No dejaba de brotar liquido preseminal de mi glande. Fue entonces, cuando comenzo a jugar oralmente con mi pene. Por un breve momento, me parecio ver como su lengua se alargaba para alcanzarlo, pero al pestañear, nada me parecio raro. Aquella extraña era la mejor pareja sexual que hubiese conocido nunca. Habia algo de magia en aquel ambiente, algo que escapaba de mi conocimiento.
Sus ropajes se desvanecieron de repente, dejando a la vista, un cuerpo de pecado hecho a mi medida. Su vagina, desprendia un olor dulce, similar al nectar. Se poso sobre mi, y me introdujo en ella. la sensacion de aquella penetracion, fue Brutal. Una mezcla entre frio y calor, una sensacion no humana. Eyacule de inmediato, mientras cerraba mis ojos en un gesto de placer extremo.
cuando volvi a abrir los ojos, me encontraba en otro lugar. Era un panteon circular de marmol negro y colores rojos. Me hallaba en una lujosa cama de seda negra, con sabanas de ribetes rojos. A mi alrededor, figuras lascivas femeninas, fornicaban apasionadamente. Mirara donde mirara, veia pecado. Practicas sexuales indescriptibles, vicios ocultos a la humanidad, el paraiso de la ninfa hecho templo. Al alzar la mirada, la vi, cabalgandome un pene que no perdia vigor pese a la eyaculacion. la luz rojiza de las velas iluminaba su rostro angelical y su cabello rubio.
En este entorno comence a desentumecerme, y fui capaz de coger sus caderas para acompasarme a su tiempo. Sus gemidos retumbaban en la sala, el resto de figuras se detuvieron a mirarnos fornicar. Aquello era especial. Ningun otro sexo que hubiera tenido habia sido igual. Ella me enderezo y me abrazo, clavandome sus uñas en la espalda. yo no creia poder aguantar mas.
en el momento de extasis, sus uñas se clavaron en mi, mientras yo impregnaba mi semilla en su interior. Cai fatigado sobre la cama. Ella se alzo, aun desnuda, complacida por mis servicios. Mire de nuevo la sala, todos habian desaparecido, estabamos solos. Comenzo a entrarme una gran soñera. En breves momentos comence a dormirme y perder el sentido, oyendo una palabra de sus labios: SOPHYA.
a la mañana siguiente, desperte en mi cama, desnudo, con marcas de haber eyaculado durante la noche en una polucion nocturna. Me dispuse a darme una ducha para aclararme. Y al mirarme en el espejo, vi unos extraños arañazos en mi espalda. Al volver a la cama, encontre en mi mesita de noche una nota escrita a cursiva, con la palabra: SOPHYA.
No he vuelto a tener ese sueño tan extraño, pero ansio volver a tenerlo, pues al investigar en la red, descubri, que lo que yo habia tenido, habia sido relaciones con un sucubo. Aquel dia, me converti en un pecador de la carne.