La mujer de mi ex amigo
La mujer de mi ex amigo.
La mujer de mi mejor amigo
Mi nombre es Marcos tengo 35 años, vivo en Buenos Aires y me excitan muchísimo las mujeres casadas. Esta debilidad por las mujeres casadas o con novios comenzó cuando yo tenia 20 anos y conocí a una verdadera casada insatisfecha, de 39 años con 2 hijos y un marido que le hacia el amor cada 15 días y la dejaba insatisfecha. Con esta mujer tuve una historia de casi un año, donde tuve el mejor sexo de mi vida hasta que al final dejamos de vernos. Pero a partir de ese momento siempre me gustaron las mujeres casadas o con novio que engañan a sus maridos, ya sea porque son muy putas o porque ellos no las satisfacen.
En el ambiente laboral (o de estudio, algún tiempo atrás) siempre preferí hacer amistad con mujeres antes que con hombres, luego conozco a su familia y como soy un tipo agradable y simpático siempre caigo bien y me invitan a reuniones familiares y llego a conocer muy bien el entorno íntimo de muchas mujeres y eso me favorece, para tarde o temprano conocer ciertas intimidades o verlas desnudas y en algnos casos, también clavarles mis garras.
Pero esto que voy a contar excedió todos los limites y llegue incluso a perder Sebastián, mi mejor amigo. Nos conocíamos desde que íbamos al la escuela primaria y éramos excelentes amigos, él tiene mi edad y hace dos años se fué a vivir en pareja con Amalia, una chica con la que salía desde hacia 9 años. Yo conocía muy bien a ambos, incluso llegue a tener ciertas confidencias con ella, que siempre acudía a mí cuando ellos tenían alguna discusión. Podría decir que éramos como hermanos, por eso nunca se me hubiera ocurrido tener alguna historia con Amalia. Sebastián fue el primer hombre en la vida de Amalia y ella, me consta, no lo había engañado nunca y es una chica muy recatada y seria, pero por alguna razón desde hacia algún tiempo, yo había comenzado a verla con otros ojos y tengo que confesar que me calentaba mucho. Aunque siempre trate de disimular mi calentura hacia ella, nunca tuve ningún problema porque ellos me veían como amigo y si yo me zafaba un poco con ella era en tono de broma, como generalmente lo hace cualquier amigo intimo.
Amalia es una chica hermosa, alta, delgada, rubia y con un cuerpo hermoso, cuando usa pantalones ajustados tiene un culito impresionante y adelante se le marcan perfectamente los labios de la vagina con un tajo bien grande en el medio, ella casi no tiene tetas (tanto Sebastián como yo siempre le hacíamos bromas por eso) pero tiene uno pezones como dedales que se le marcan debajo de la ropa, con una areola grande y bien redonda color te con leche, que se las vi muchísimas veces porque al no tener busto, cuando se agacha siempre se ven las tetitas por el escote de la camisa o del vestido.
Yo venia calentándome cada vez mas con ella y hasta me costaba disimularlo.
El verano pasado, un amigo nuestro que tiene una casa con parque y pileta de natación, nos había invitado un sábado a pasar el día a mi y a 7 u 8 amigos y amigas mas, incluidos Sebastián y Amalia. Nos dimos el primer chapuzón y salimos del agua, Amalia estaba hermosa con el pelo mojado y se acostó al lado mío en una reposera a tomar sol. Yo tenia un short de baño de tela fina, que estaba estrenando ese día y pude comprobar cuando salí del agua, que cuando estaba mojado se me pegaba demasiado al cuerpo y se me marcaba mucho la verga. Al principio no me había dado cuenta, pero Amalia me estaba mirando disimuladamente el bulto y me dio un poco de vergüenza. Estaba apunto de tener una erección, el bikini celeste de Amalia le marcaba espectacularmente los pezones erectos por el frío del agua y entre sus piernas ligeramente separadas se dibujaba perfectamente su vagina a través del bikini. En ese momento estábamos solos, algunos amigos estaban todavía dentro del agua y otros habían ido a buscar algunas cervezas y algo para comer. Amalia estaba boca arriba con los ojos cerrados y yo aproveche para mirarla toda y ella justo abrió sus ojos y me descubrió mirando sus pezones. En ese momento me puse algo nervioso y le dije: estaba fría el agua... no? ella entendió que se lo decía porque tenia sus pezones parados y mientras reía se tapo las tetas con las manos.
Al principio, no le había dado importancia cuando descubrí que Amalia me miraba el bulto, pensé que era porque le había llamado la atención como se me pegaba la tela al cuerpo, pero en el transcurso del día la descubrí varias veces mirándome el paquete con disimulo, tengo que reconocer que tengo una verga bien desarrollada y se me marca un buen paquete. Me hizo calentar terriblemente que ella me mirara así la verga. En ese momento recordé que Sebastián no tiene mucha verga, yo se la vi muchas veces, incluso parada y el pobre tiene una cosita realmente pequeña. Eso me hacia calentar mas de lo que estaba... pensar que Amalia solo conocía el pito de Sebastián me ponía muy caliente y no podía evitar imaginarla jugando con mi vergota.
Paso el día y cuando llegue a casa me hice varias pajas recordando como se le marcaba el tajo a Amalia.
Después de unas semanas nos encontramos a cenar en la casa de Sebastián y Amalia. Hacia calor y ella llevaba un vestido muy lindo que me gusta particularmente por que se que siempre que se pone ese vestido, en algún momento le voy a poder ver las tetitas por el escote. Éramos 5 personas en la reunión, cenamos y tomamos mucha cerveza y un poco desinhibido por el alcohol, comencé a mirarla descaradamente y se me paró la verga delante de ella y no hice nada para disimularlo y ella se dio cuenta y cuando nadie me podia ver, me colocaba en una posición para que ella me pudiera ver el el paquete y me hicía el disimulado para que me mirara tranquila.
Paso el tiempo y varias situaciones similares en otras oportunidades, o sea, me estaba dando cuenta que entre nosotros nos mirabamos y nos mostrabamos, aunque con disimulo, mucho mas de lo normal.
Un día Sebastián me comentó que las cosas entre ellos no andaban del todo bien, que últimamente discutían mucho y hacia mucho que no tenían sexo... ahora comprendí porque Amalia estaba tan mirona.
Una semana después, Sebastián se fue solo a pasar el fin de semana a la casa de sus padres y su hermana, para visitarlos y de paso para estar un par de días separado de Amalia para ver el si distanciarce unos dias mejoraba un poco su relación.
Ese sábado a la noche íbamos a salir con un amigo y su novia a tomar unas cervezas y también iban a venir Sebastián y Amalia, pero como ellos estaban distanciados por ese fin de semana, ella decidió que no quería venir con nosotros, pero yo la convencí y le dije que la pasaba a buscar, compartíamos un rato con esta otra pareja y después la llevaba hasta su casa. Ella aceptó. Ya de regreso y con unas cuantas copas encima los dos, sacamos el tema de Sebastián, y le pregunte como iban las cosas y que les estaba pasando y ella me confirmó que estaba todo mal. Hacia tiempo que venían discutiendo y se llevaban muy mal. Yo, capciosamente le pregunte si también en lo sexual... me sorprendió su respuesta, yo sabia como estaba todo, pero ella me dijo en lo sexual también muy mal, hace mucho tiempo que no tenemos sexo. Ella, incluso pensaba que él tendría alguna amante, yo sabia que no era así, pero le dije que probablemente sea así, que yo también pensaba lo mismo y fue en ese momento que cometí el gran error, y le conté sobre una vieja andanza de Sebastián cuando todavía eran novios y le pedí por favor que nunca le diga que yo le había contado eso. Mi respuesta le hizo abrir los ojos y me pidió que le contara lo que sabia. Yo le dije que no sabia mucho, pero le insinué algunas sospechas inventadas.
Ya habíamos llegado a la puerta de su casa y estábamos dentro de mi auto en la puerta de su casa. Le dije una mujer tan bonita y buena no merece que le pongan los cuernos, le dije que si ella fuera mi novia la cuidaría y le haría el amor todos los días, ella me pregunto si le estaba diciendo en serio y yo le dije que era mi mejor amiga y que la quería mucho. Ella se puso a llorar y me abrazo. Yo la abrace a ella y le acaricie la espalda. En ese momento decidí jugarme a todo o nada y la bese en la boca. Ella no puso resistencia entonces coloqué su mano por encima del pantalón y le hice tocar mi erección. Y deslicé mi mano hacia su pecho y por primera vez pude acariciar por encima de su ropa esas tetitas duritas y diminutas que me estaban volviendo loco hacia mucho tiempo. Estábamos los dos muy calientes. La pobre Amalia no cogía hacia meses, por lo que no puso ninguna resistencia. Le acaricie las piernas y subí hasta su conchita y estaba húmeda. Ella por su parte no paraba de acariciarme la verga por encima del pantalón. Pero estábamos dentro de mi auto, que es un dos puertas mas que pequeño y ademas en la via publica. Entonces le pedí que entremos a su casa y ella dudó un poco, pero con la calentura que tenia, no fue difícil convencerla.
Entramos a su dormitorio, no paramos de besarnos ni un momento, ella me tocaba la verga como desesperada y yo le quite el vestido y le besé esos hermosos pezones. Ella me bajó los pantalones y me pajeaba desesperadamente hasta que no aguanto mas y se puso mi verga en la boca. No se la comia muy bien, seguramente no tenia mucha experiencia en eso, pero igual me gustó. Yo estaba muy caliente, y me estaba por acabar, entonces la recosté en la cama y la penetre. Tenia una concha inmensa, totalmente empapada y mi verga se deslizó dentro con bastante facilidad. Ella se quedó boca arriba en una actitud totalmente pasiva y dejo que yo hiciera todo. Yo no podía parar de acariciarle las tetas, me calentaban mucho porque nunca habia estado con una mujer con tetas tan pequeñas, se las lamía y mientras tanto le bombeaba bien profundo para que sienta bien mi vergota.
Después de algunos pocos minutos se le escaparon algunos quejiditos y tuvo algunas contracciones y me di cuenta que estaba teniendo un orgasmo. Inmediatamente eyaculé y nos quedamos abrazados.
Le pregunte si le había gustado y me dijo si, y que normalmente le costaba mucho llegar al orgasmo, pero que esta vez había sido diferente. Yo estaba seguro que era por la falta de sexo y por la situación que se había excitado mas de lo normal. Pero por otro lado no podía olvidarme de lo pequeña que era la verga de Sebastián, y que Amalia no conocía otra y por lo que pude comprobar ella era de vagina muy olgada y me intrigaba que pasaría por la cabeza de ella, y me excitaba saber que nuca nadie se la había metido tan adentro. Luego de un rato ella comenzó a juguetear nuevamente con mi verga, entonces, aprovechando la ocasión y presumiendo un poco le pregunte si le gustaba mi instrumento, y me dijo que era mas grande de lo que hubiera imaginado, entonces le pregunte si se sentía mejor que el de Sebastián, y me respondió que si bien un pito grande simpre resulta irresistible para cualquier mujer, con uno pequeño también se puede disfrutar si el hombre tiene paciencia, y que el problema de Sebastián era, según palabras de ella, no puede controlarse y se moja muy rápido. Yo estaba nuevamente al palo, entonces me puse a comerle la concha hasta que la hice acabar nuevamente y luego volvi a cogerla en varias posiciones y ella tuvo varios orgasmos.
Después de un rato, ya era casi de día y decidí que era hora de irme. Al otro día me desperté después del mediodía con un terrible dolor de cabeza por todo el alcohol que habíamos consumido. Yo sabia que Sebastián regresaba a la noche, entonces decidí llamar a Amalia para preguntarle si quería verme otra vez. Yo estaba seguro que las discusiones entre Sebastián y Amalia eran algo pasajero y sus problemas se iban a solucionar, ya que por lo que me había enterado la noche anterior, los problemitas sexuales de Sebastián nunca habían impedido que ellos tengan una relación normal de pareja, pero después de la revolcada que habíamos tenido la noche anterior, donde le demostré lo que es coger bien y con una buena verga, yo estaba realmente convencido que ella iba a querer repetir conmigo y que al menos una vez cada tanto iba a poder darle lo que Sebastián no podía darle, e incluso llegué a pensar que si ella tenia un amante y estaba bien atendida, iba a mejorar su relación con Sebastián y como éramos todos amigos nadie iba a sospechar de nuestra relación y podríamos perdurar asi por siempre si hacíamos las cosas bien.
Pero todo no era como yo pensaba. Cuando la llame me dijo que estaba muy enojada con Sebastián, y que también estaba muy arrepentida por lo que habíamos hecho. Me pidió por favor que no le diga nada a Sebastián, ella no quería que sepa nada, pero me dijo que le iba a pedir el divorcio, y que mientras tanto mejor que no nos veamos. Yo asuste un poco y le dije que piense bien lo que iba a hacer, pero que por favor ella tampoco le diga a Sebastián que había sido yo el que le dijo a ella que la había engañado, le dije que no quería arruinar mi amistad con el. Ella me prometió que no lo haria, y me dijo que me quede tranquilo.
Pasaron dos semanas y yo no los llame, y ellos tampoco a mi. Me estaba preocupando un poco. Entonces la llamé a ella en un horario que sabia que Sebastián no estaba, y supe lo que no hubiera querido saber nunca, Sebastián ya estaba enterado de todo lo que había pasado, y no quería que nunca mas nos viéramos.
Me contó que aquella noche cuando llego Sebastián, ella estaba muy enojada y le pidió el divorcio, y le dijo que se había enterado que el se veía con otras chicas, y como no era verdad, el se puso furioso y comenzó a indagar de donde había sacado esa mentira. No paso mucho tiempo que ella le confeso que había sido yo el que se lo dijo, y el después de sacar sus conclusiones se imagino que mi intención era encamarme con ella, y no se equivocaba.
Para ir terminando, ellos se contaron absolutamente todo, blanquearon su situación, se perdonaron mutuamente y hoy siguen en pareja. No se si Amalia lo sigue engañando, al menos conmigo no lo hace ni lo hará nunca mas. Yo no volví a verlos nunca mas. No se si aquel día Amalia acepto coger conmigo porque sentía curiosidad de probar con un hombre bien dotado, o quería saber que se sentía con otro tipo que no fuera el único que conocía o simplemente porque estaba sexualmente insatisfecha. Pero lo único que se es que el amor es mas fuerte que cualquier problema de tamaño o eyaculacion precoz. Yo me lamento haber perdido nuestra amistad, sé que Sebastián no va a olvidar nunca lo que le hice, pero también sé que Amalia no va a olvidar nunca al hombre que le llenó la concha de verga y la hizo gozar como nunca.
Nadie mas que nosotros tres sabemos que pasó esto. Yo no puedo contar a nadie la causa por la que me distancié de mi amigo porque sería reprochado y rechazado por esto, por su parte él tampoco podria admitir que yo lo hice cornudo, y ella es demaciado seria para admitir esta aventura y que alguién la marque de puta. Mi nombre es verdadero, el de ellos no.
Saludos