La muchacha que vendió su cuerpo por dinero. (1)

Lucía iba de camino a casa, mientras reflexionaba sobre lo que había ocurrido. Un 2'5 en un examen, el castigo que le iba a imponer su madre sería peor que cualquier nota. Y eso era lo que realmente la atormentaba. Iba sola, como es habitual, ya que su madre no le deja relacionarse con gente. Lucía es suya, y nadie puede tocarla. La obsesión de Helena por su hija es inimaginable. Lucía quería independizarse, pues ya tenía 18 años, pero su madre se lo prohibía.

Llegó a casa en pocos minutos, sacó las llaves temblando y abrió la puerta. Su madre la esperaba sentada en el sofá.

-Siéntate-le ordenó

Lucía se sentó a su lado, y Helena empezó a acariciarle el pelo, y a ponérselo por detrás de las orejas.

-Que guapa que es mi hija-sonrió-.Ojos verdes, pelo rubio, delgada, pechos firmes y de buen tamaño, vientre plano, buen culo, cara angelical, cuerpo depilado totalmente... Pero veamos como va de inteligencia, ¿Qué ha sacado mi niña en el control de matemáticas?

-Un...-tragó saliva-. Un 2'5, mamá.

-¡¿Qué?! ¿Cómo dices?

-Lo siento mamá-lloró ella, buscando el abrazo de su madre

Helena la correspondió con un abrazo cariñoso y la besó en los labios, ella sonrió.

-No te entusiasmes, tendrás tu castigo.

Suspender un examen tampoco es tan grave, pero era una escusa que Helena utilizaba para hacer algo que la excitaba sobremanera : castigar a su hija.

El castigo era algo que humedecía el sexo de Helena, pero la guarrilla de su hija la ponía a cien. Sería una mezcla perfecta.

Helena pasó la noche en vela, pensando en qué castigo podría ponerle a su hija.

A su vez, Lucía, pasó la noche de la misma forma, solo que pensando en cómo sería castigada.

Lucía despertó en su cama rosa con velo del mismo color, en la habitación llena de decorados. Si por algo se caracterizaba la familia de la muchacha, era por su alta economía. Bueno...y por su perversión oculta, claro que nadie conocía ni sospechaba eso.

Su madre solía traerle el desayuno a la cama, pero hoy no lo hizo. Simplemente fue hasta donde su hija estaba tumbada, y pronunció las siguientes palabras :

-Levántate. Quítate el pijama, quédate en ropa interior, y ven al salón. No se te pase por la cabeza desobedecer ni tardar.

Lucía estaba aterrada ; ¿Era en serio que su madre quería observarla en ropa interior? No lo sabía, pero no podía desobedecer...sería la ruina de su vida. Su vida dependía totalmente de su madre. Sin ella no podría ni comer. Así que optó por obedecer.

Se levanto, y empezó a quitarse el top blanco que cubría sus pechos y su tripa. Una vez lo hubo hecho, se bajó los pantalones de pijama hasta los tobillos, levantó un pie, y luego otro ; su ropa interior ya estaba visible.

Fue caminando lentamente con sus desnudas piernas hasta el salón, donde su madre la observó durante unos instantes.

La ropa interior rosa y blanca realzaba su cuerpo femenino, y el lazo que estaba en sus braguitas quedaba bastante sexy en el cuerpo de Lucía.

Una mirada de Helena bastó para que su hija se sentara en el sofá.

-Tienes un cuerpo muy sexy, hija.-Helena empezó a acariciar las piernas de Lucía

-¿Qué...qué haces mamá?

-Shhhh. Cállate.

-Pero mamá...

-Vas a tener tu castigo hoy. Y ahora.

Date media vuelta. Lucía obedeció, y su madre le desabrochó el sujetador, y acto seguido le quitó las braguitas como pudo. Ella se tapó con las manos.

-Aparta las manos.

Lucía sabía que era inútil resistirse, así que las separó.

Helena empezó a masturbar el sexo húmedo de su hija. La muchacha empezó a llorar, pero a su madre le fueron indiferentes sus llantos.

Llegó al orgasmo, tuvo una impresionante expulsión de jugos de su coño, fue un momento extraño ; la mano de su madre la excitaba.

Aunque Lucía ya se había corrido, la mano de Helena seguía en su coño.

-Firma esto.

Lucía firmo, aunque le rogó a su madre que le dejase leer lo que ponía, y le concedió ese deseo.

Lo que estaba escrito en el papel era :

"Acepto pertenecer en el grupo PPD (Perversiones Por Dinero) a partir del día 2 de Enero de 2012.

El cuál tiene diez normas que ninguno de sus miembros puede incumplir, de lo contrario queda totalmente justificado el castigo que los líderes del PPD impongan a quien haya desobedecido, sea cuál sea.

Las normas son las siguientes :

1-Cada acción pedida por los hombres del grupo y efectuada por las mujeres de éste será recompensada con dinero.

2-Si una mujer incumple una orden de los hombres del PPD el castigo que éstos le impongan estará justificado.

3-Las mujeres serán las que harán las acciones a cambio de dinero, y los hombres quienes dirán las acciones y pagarán.

4-Un hombre puede pasar a cumplir acciones a cambio de algo que pidan los líderes del PPD (los hombres).

5-Una mujer puede pasar a pedir acciones a las otras mujeres a cambio de algo que pidan los líderes del PPD.

6-La salud de los miembros del grupo PPD no peligrará en ningún momento, de lo contrario se castigará a los líderes de forma legal.

7-El cuerpo de un miembro del grupo es propiedad del resto de miembros.

8-La mente de un miembro del grupo es propiedad del resto de miembros.

9-En el grupo solo se aceptarán a mayores de 18 y menores de 40. Sin excepciones.

**10-Si uno de los miembros quiere abandonar el grupo deberá ofrecer alguna cosa a cambio. De lo contrario, seguirá el resto de su vida en PPD.

"**

Lucía no supo cómo reaccionar, pero su madre ya había guardado el papel cuando aún pensaba en qué hacer.

-Tranquila hija, yo te cuidaré. Te introduciré en PPD, pero solo para excitarte y excitarme a mí. Tu eres mía, y de nadie más. ¿Por qué te introduzco en PPD? Para que disfrutes, y...en parte, es tu castigo. Aunque será un castigo cruel y largo, hija.-dijo dándole un beso en los labios

Lucía fue a dormir ; su vida nunca volvería a ser lo mismo, pero estaba deseando empezar ya a ganar dinero a cambio de "pruebas".

Al día siguiente sería llevada al lugar donde los miembros del PPD se reunirían...pero eso ocurriría mañana.

Continuará...