La montaña blanca (8)
Pasamos varios días de la semana muy bien...
Pasamos varios días de la semana muy bien, caminábamos por la calle agarrados, a los dos se nos notaba contentos, el sábado le pedí a Noemí para ir un rato al bar de Pepe, tomar unas cervezas y hablar con él que hacía tiempo que no sabía nada, fuimos antes de cenar, estábamos los tres sentados en una mesa hablando tan tranquilos, se abrió la puerta y entró un grupo bastante grande de chicas celebrando una despedida de soltera, Pepe vio que se preparaba trabajo y se disculpó para meterse detrás de la barra con él camarero, me las quedé mirando porqué a la novia le habían puesto una polla de plástico en la cabeza, noté que me daban una patada por debajo de la mesa, me giré mirando a Noemí que me fundía con la vista.
NOEMI: Vámonos para casa, o prefieres quedarte a ver si cae alguna de estas.
Salió del bar caminando rápido, la tuve que alcanzar corriendo.
YO: ¿Pero qué te pasa cariño?
Seguía con cara de mala leche sin pararse y sin decir nada, llegamos a casa y se metió en la habitación cerrando la puerta, fui detrás de ella.
YO: ¿Pero me quieres decir que ha pasado para que estés así joder?
Ella seguía de pie mirándome con odio sin decir nada.
YO: ¿He hecho algo malo?, ¿me he portado mal para que estés enfadada conmigo?
Explotó.
NOEMI: Que cada vez que veo una chica guapa pienso que te la estas repasando de arriba abajo, me viene a la cabeza lo que sufrí por tus infidelidades y me pongo de mala leche, de muy mala leche.
Se acercó a mí abrazándome.
NOEMI (llorando): Pídeme que me vaya, dime que no me quieres, que ya no te importo nada, que prefieres seguir con tú vida de antes y yo no pinto nada en ella, échame de tu casa y de tú vida para siempre.
Yo no entendía nada de lo que me estaba diciendo.
YO: Noemí cariño me estás asustando mucho, ¿qué coño quieres que te pida por Dios?, como te lo voy a pedir si estoy loco por ti, te quiero más que a mi vida, como te voy a echar de ella si lo que quiero es pasarla contigo.
NOEMI (llorando): Por favor, no puedo sufrir tanto contigo, me hace daño cualquier tontería de los celos que tengo, te quiero tanto que no puedo dejarte yo, por eso te pido que lo hagas tú, por favor.
La separé de mis brazos sujetándola por los hombros, mirándole la cara y los ojos.
YO: ¿Qué coño de droga te has tomado?, ¿o es que te has vuelto loca?
Empezó a reír y llorar a la vez mirándome.
NOEMI: Tú eres mi droga, estoy loca, sí, estoy loquísima por ti, tanto que me hace daño.
Se enganchó a mis labios con los suyos como si fuera una ventosa, desnudándome a toda hostia, quitándose la ropa ella tirándome encima de la cama, se subió encima de mi cuerpo agarrándome la polla comprobando que estaba tiesa, se sentó encima metiéndosela despacio, para aumentar rápidamente el ritmo corriéndose, gritando mucho, quedándose relajada encima de mí.
YO: Si lo que necesitabas era esto, no hacía falta decir todo lo que has dicho mi amor.
NOEMI: ¿No te has enterado de nada capullo?
YO: Me he enterado mucho más de lo que querría cariño.
Empezamos el lunes con el trabajo, por ser de la familia no teníamos un trabajo fijo, tanto podíamos estar en administración, como ayudando a mi hermana en la dirección, como en la caja del restaurante en momentos de mucha afluencia de gente. Mi hermana pensando en nosotros nos hacía empezar a las siete de la mañana, nos dejaba salir cuando se acababa el servicio del las comidas en el restaurante, y los días que no había mucho trabajo un poco antes, todo para que Noemí y yo nos fuéramos afianzando en nuestra relación.
Cuando llegamos a casa después de aquel primer día nos duchamos, ella se puso la camiseta de estar por casa y unas bragas, por fin tenía un poco más de confianza en mí y me daba algo de vidilla, hablamos sentados en el sofá de lo bien que nos había ido el día de trabajo, ella estaba contenta de trabajar los dos juntos, paré la conversación y le cogí la carita acercándola a la mía, le di un besito en los labios.
YO: Perdona que cambie de conversación, pero el sábado me dijiste unas cosas que me dejaron muy preocupado.
Se puso seria.
NOEMI: No sé qué quieres decir.
YO: Lo sabes perfectamente, por favor deja de no querer hablar de lo que piensas o de tus sentimientos, si queremos que esto funcione nos lo vamos a tener que explicar todo, las cosas cuanto más claras mejor, ¿no lo ves tú así también?
Me miró sorprendida por lo que le acababa de decir.
NOEMI: Sé que tú no lo has pasado bien este invierno, pero yo me quedé tan destrozada que mis amigas no podían sacarme de casa, solo pensaba en ti o estudiaba, así que para no pensar tanto estudiaba como una loca, he sacado las mejores notas de toda la carrera, si me presentaban algún chico pensaba en ti y me iba casi sin saludarlo, cuando salía de casa me acordaba de aquel día que me esperaste delante, todo me recordaba a ti. Pasaba el tiempo y en vez de olvidarme, más llamaba a tú hermana para saber de ti, que me dijera que estabas mal tengo que reconocer que me reconfortaba, me hacía sentir que no era la única que padecía. Cuando me llamó para decirme que te ibas al extranjero me cogió un malestar tremendo, pensé que si te marchabas a otro sitio podías empezar una vida nueva sin mí, que me olvidarías completamente, me cogió pánico y una necesidad tremenda de estar a tú lado, lo demás ya lo conoces. Lo que pasa es que mis sentimientos los tengo muy desordenados, por decírtelo de alguna manera, me pongo muy celosa si no te tengo a la vista, ya sé que es una animalada, cada día me va saliendo de mi interior más cariño y amor hacía ti, haciendo que cuanto más amor siento por ti más celosa estoy de todo, tengo mucho miedo Toni, mucho miedo de no poder aguantar los celos y hacerte la vida imposible, el otro día me disparé solo porque entraron en el bar un grupo de chicas, ¿qué pasará el día que te vea hablar con una?, o, ¿cuando se acabe el verano y si todo va bien encuentre trabajo a veinte minutos de aquí?, ¿cuando tú empieces la temporada de monitor?, no podré estar todo el día contigo controlándote, tengo miedo de no poder aguantar el sufrimiento de no saber lo que estás haciendo, eso me pasa Toni, por eso te pedí en un momento flojo de cabeza que me dejaras, que me olvidaras, que me echaras de tú vida, para no pensar en esas cosas, porque yo te quiero tanto que no puedo dejarte aunque sepa que lo voy a pasar muy mal contigo.
Se puso la mano en la frente como si se hubiera sacado un peso de encima, yo intentaba asimilar todo lo que me había dicho.
YO: Cariño, sé que hasta ahora he sido un puto desastre, soy consciente de tú sufrimiento porque también lo he pasado yo, pero siempre he tenido una cosa muy clara, eres la primera chica de quien me he enamorado de verdad y que quiero de verdad, daría lo que fuera para estar contigo bien, te prometí que haría todo lo que quisieras y lo haré, si quieres que no haga de monitor lo dejaré y seguiré trabajando en el hotel, pasándome el día al lado de mi hermana para que puedas estar tranquila, quiero que lo nuestro funcione, quiero estar contigo, compartir mi vida contigo, todo lo demás no me interesa.
Me escuchó y puso cara de preocupación.
NOEMI: No puedo pedirte eso, el esquí es tú vida, tampoco puedo tenerte controlado todo el tiempo, yo lo que quiero es tener confianza en ti, que hagas lo que quieras pero que me seas fiel, poder verte al final del día y tener la confianza de que todo va bien, ¿podré confiar en ti?
Le respondí rápidamente.
YO: Te voy a ser fiel, quiero serte fiel siempre, si alguna vez pasara algo, te juro que yo mismo te lo diré y me apartaré de tú vida para siempre, no podría soportar hacerte más daño por ser un gilipollas.
Noemí se levantó y se sentó encima de mí abrazándome, poniendo la cabeza en mi hombro.
NOEMI: Si pasa algo, ¿me juras que me lo dirás y no me lo ocultaras engañándome?
YO: Te lo juro mi amor, te lo diré y te dejaré en paz para siempre, cuando pienso en esto se me quitan las ganas de hacer tonterías porque sé que te perdería, mi motivación a serte fiel es que no quiero perderte nunca más.
Me besó con una ternura tremenda, mientras nuestros labios jugaban empecé a notar el contacto de mi polla, por debajo del chándal fino que llevaba puesto con su chichi que estaba caliente, se movió un poco y me creció el cipote de golpe presionándole, lo notó y empezó a respirar profundamente, movió sus caderas adelante y atrás frotándonos, a mí se me puso cara de vicio y ella gimió mirándome a los ojos, nos frotamos un ratito y empezaron a salir chispas de todos sitios, nos besamos con más intensidad, me quitó la camiseta acariciándome el pecho mirándome a los ojos penetrándolos con los suyos, le quité la suya dándome cuenta en ese momento que no llevaba sujetador, mi boca se fue a sus tetas chupándolas por todos lados poniéndole los pezones duros, sin dejar de acariciarlas con mis manos, nos volvimos a besar con una pasión desenfrenada.
Se levantó para estirar de mis pantalones dejándome en pelotas, le cogí las piernas para que se subiera al sofá con un pie a cada lado de mi cuerpo, me incorporé un poco y le besé el coño por encima de las bragas, me miraba desde arriba totalmente excitada, le acaricié con la mano todo el chichi por encima, dándole vueltas a mis dedos sobre el agujero notando como se mojaba cerrando los ojos gimiendo, se las agarré de los lados y se las bajé quitándoselas por los pies, metí mi boca en medio de sus piernas lamiéndole la parte interna de los muslos, subiendo a cada lametazo un poco más hasta darle uno en medio del coño, le hizo dar un grito y flaquearle las piernas, levanté la cabeza un poco para ver sus increíbles ojos azules, me miraba con su mano encima de mi cabeza apretándome el pelo, sin dejar de mirarla volví a pasarle la lengua de abajo arriba del chichi, cerrando ella los ojos, dando otro grito volviéndome a mirar como esperando que lo hiciera de nuevo, se lo repetí unas cuantas veces más, las piernas ya le temblaban.
Se bajó, se arrodilló en la alfombra y me cogió la polla a punto de explotar, se la metió hasta el fondo en la boca succionando fuerte, me dio un calambrazo por todo el cuerpo, fue sacándosela poco a poco a golpe de succión volviéndome loco, cuando se la sacó casi toda con solo la punta en su boca, levantó los ojos para mirarme, cuando se aseguró que la veía bien, se la metió de golpe apretando sus labios alrededor con otra succión que me hizo levantar el culo del sofá del gusto que sentía, se la sacó de nuevo sujetándola con la mano totalmente llena de saliva, pajeándola despacio mirándome, notaba como el pene y el glande parecía que hacían fuerza para crecer todavía más de sus límites sin dejar de gemir, Noemí se levantó, saqué un poco el culo hacía el extremo de sofá, sin soltarme la polla se sentó encima metiéndosela suavemente de lo mojado que tenía el coño hasta el fondo, dando un grito los dos a la vez, empezó con sus movimientos de caderas, no pude parar de gritar acompañándola a ella hasta corrernos en un orgasmo muy largo e intenso que nos dejó exhaustos, dejó caer su cuerpo encima del mío sin sacarla, apoyando su cabeza sobre mi pecho respirando profundamente recuperándose, pasándome las manos por la espalda.
NOEMI: Te quiero y te deseo tanto mi amor, tanto.
Le besé la cabeza estrechándola con mis brazos, se movió un poco y noté como mi polla que se había quedado morcillona volvía a crecer dentro de ella, levantó los ojos mirándome con sorpresa al notarla cogiendo tamaño de nuevo dentro de su coño moreno, pasó una mano por detrás cogiéndome los huevos amasándolos suavemente, consiguiendo ponérmela tensa de cojones otra vez, levantó la cabeza besándome con pasión, me levanté sin sacársela y la senté encima de un mueble robusto que tenía justo la altura, puse mis brazos por debajo de sus piernas levantándoselas, a la vez que ella me rodeaba el cuello con sus brazos para mantenerse erguida, empecé a entrar y salir de ella despacio pero sin pausas, volviendo a gemir los dos, elevaba el ritmo y la fuerza aumentando la excitación y los gritos mirando su carita excitadísima otra vez, estaba a punto de correrme de nuevo, aumentaba el ritmo con la esperanza de que ella llegara al orgasmo otra vez antes de hacerlo yo, ya notaba que mis huevos estaban a punto de dejar ir todo el esperma cuando ella dio un grito tremendo, corriéndose apretándome muy fuerte con sus manos mi cuello y mi espalda, soltándole en su vagina una descarga detrás de otra de semen, que empezó a salir junto con sus flujos notándolo resbalar por mis muslos, estaba enloquecido sin poder parar de mover mis caderas, metiéndola y sacándola aunque notara que mi polla perdía dureza por momentos, dejó caer la espalda sobre la pared, manteniendo sus manos apoyadas en mis hombros mirándome relajada y llena de amor. Antes de que mi nabo se quedara flácido del todo la volví a levantar, rodeándome con sus piernas por la cintura agarrándose fuerte a mi cuello, la llevé hasta la ducha, nos duchamos lentamente sin dejar de besarnos.
YO: ¿Me has dicho que me quieres y me deseas mi amor?
NOEMI: Sí mi amor, te quiero y te deseo más que nunca, también me vuelve loca follar contigo.
YO: ¿Y me dijiste cariño y amor estos días pasados sin querer reconocerlo?
NOEMI (riendo): Sí mi amor, te lo dije.
Volvió a cogerme la polla acariciándola.
YO: Me parece cariño que el pajarito ha dado todo lo que podía dar, necesita recuperarse para poder volver a la carga.
NOEMI: Voy a follarte y hacer que me folles tanto que no te quedaran fuerzas para ir por ahí haciendo el tonto con otras.
YO: Sabes mi amor, es la mejor decisión que has tomado desde que llegaste.
NOEMI: Que tonto eres hijo.
Nos reímos un rato besándonos de nuevo dejando caer el agua por encima de nuestros cuerpos relajándonos.
Pasaron varios días muy tranquilos recobrando aquella felicidad perdida.
Una de mis tareas en el hotel, era que cuando fallaba alguna cosa yo la repasaba antes de llamar a nadie, a veces era un simple cable de antena que fallaba o una junta de una cañería que apretándola se solucionaba el problema, otras llamaba al especialista para que lo solucionara, estaba hablando con una de las camareras de las habitaciones jovencita bastante mona en el pasillo, me explicaba que en una de las habitaciones se había roto el cable de la antena de la tele, en ese momento pasó por el final del pasillo Noemí viéndonos, se puso triste y siguió caminando, corrí un poco para atraparla, la paré y le miré la cara.
YO: ¿Qué te pasa cariño?
Noemí (sería): No me pasa nada.
Como tenía una tarjeta maestra que habría todas las habitaciones, miré en el pasillo alguna que supiera que estaba vacía, la abrí y nos metimos dentro.
YO: ¿Te has puesto celosa?
Me lo confirmó con la cabeza, la besé con lengua.
YO: ¿Te parece que mi lengua o mis labios saben a otra mujer?
NOEMI: No.
Volví a besarla con más pasión un rato.
YO: ¿Te parece que mi boca sabe a coño de otra mujer?
NOEMI: No.
Me desabroché la camisa hasta el ombligo abriéndomela un poco, le cogí la cabeza y despacio apoyé su nariz sobre mi cuello, lo besó varias veces, se la bajé a mi pecho que ella volvió a oler y besar.
YO: ¿Te parece que hago olor a otra mujer?
NOEMI: No.
Me desabroché el pantalón bajándomelo, me bajé los calzoncillos, le cogí la cabeza con suavidad de nuevo bajándola hasta mi polla, me la acarició poniéndomela tonta y se la metió en la boca chupándola un par de subidas y bajadas, la levanté y le miré a los ojos.
YO: ¿Crees que mi polla sabe a coño que no sea el tuyo?
NOEMI: No, pero me están entrando unas ganas de tirarte sobre esa cama y follarte vivo que no me las puedo aguantar, me tienes con las bragas mojadas cabronazo.
Me subí los calzoncillos y me abroché el pantalón volviendo a ponerme bien la camisa, le di un besito en los labios y le toqué el chichi por encima del pantalón.
YO: Cariño, tendrás que aguantarte las ganas hasta que lleguemos a casa, y lávate un poquito la boca que tú sí que sabes a polla, a saber a quien se la has chupado esta mañana.
NOEMI (riendo): Eres un guarro.
Abrí la puerta para salir y noté su mano como me apretaba el culo, acercó su boca a mi oído.
NOEMI: Guarda fuerzas, no tienes ni idea la que te va a caer cuando lleguemos a casa, cara dura.
Salimos al pasillo riendo y seguimos cada uno con lo nuestro, durante la mañana nos íbamos cruzando, en una de ellas Noemí me metió en el despacho de mi hermana que sabía que estaba vacío, tirándose a mis labios con cara de vicio, metiéndome la lengua en la boca amasándome con una mano el paquete, poniéndomela tiesa moviendo la mano haciéndome una paja por encima del pantalón, mientras la agarraba por el culo tocándole por atrás con toda la mano el chocho. En otra ocasión la metí yo en la sala de calderas, besándola con locura bajándole la cremallera del pantalón metiéndole la mano dentro, volvió a cogerme la picha por encima del pantalón, le metí dos dedos por dentro de las bragas recorriéndole el coño mojándose al momento, dio un gemido, hecho el culo para atrás sacando mi mano de la bragueta subiéndose la cremallera.
NOEMI: Para, para coño que me pierdo.
Abrió la puerta para salir y le di una palmada en el culo cogiéndoselo, me miró señalándome con el dedo.
NOEMI: Tú prepárate.
Como estaríamos los dos ese día que mi hermana se dio cuenta y nos dijo que nos fuéramos antes de la hora, caminamos rápido para casa cogidos de la mano, parando un par de veces en algún sitio discreto para seguir sobándonos y besándonos, metiéndole mano por debajo de una faldita corta que llevaba, abrí la puerta de casa, me pegó un empujón por la espalda que me metió de golpe dentro cerrando de un portazo, me agarró por un brazo haciéndome arrodillar delante del sofá, se quitó los zapatos sentándose delante de mí subiendo los pies al sofá, con las piernas abiertas dejándome una panorámica de sus bragas con una manchita en el coño de lo mojado que lo tenía.
NOEMI: Cómemelo ahora mismo sin dejarte nada cabrón, hoy me has puesto que estoy a punto de explotar.
Le agarré las bragas estirando de ellas, juntó las piernas para que se las pudiera quitar y me amorré al chocho como si fuera un pastel y no hubiera comido en una semana, pegó un grito y el cuerpo le dio un latigazo, moviendo las caderas para dejármelo más expuesto, lo lamí, lo chupé y lo succioné sin parar, le metí la lengua en el agujero follándola con ella avanzando las caderas para metérsela todo lo que podía, mirándome con la cara desencajada del gusto, bajé hasta el ojete chupándoselo dejándolo mojado, le acerqué un dedo metiéndole la punta mientras seguía dándole lametazos, metí dos dedos dentro del coño follándola y empezó a gritar y gemir corriéndose, apoyó la espalda en el respaldo respirando aceleradamente.
YO: Lo siento cariño, ya sé que no te lo hago como me enseñaste, es que me vuelves loco y pierdo la cabeza.
NOEMI (riendo): ¿Así que te acuerdas de cómo me gusta?, me da igual como lo hagas mi amor, haces que me corra como una loca de todas las maneras.
YO: Como no me voy a acordar, me acuerdo de todos los detalles.
NOEMI: Cállate anda, desnúdate y llévame a la cama que voy a hacer que te corras hasta dejarte seco.
La cogí por la cintura levantándola, apoyando su barriga en mi hombro llevándola como un paquete tocándole y apretándole el culo.
YO: Ya veremos quién se corre más veces.
La estiré en la cama, me quité la ropa y ella se acabó de desnudar con prisas, estaba con las piernas abiertas, podía ver cómo le caía un reguerito de flujo por el agujero del coño, me arrodillé en medio de sus piernas recogiéndole el flujo con un dedo metiéndoselo dentro casi entero, apoyó sus codos en la cama levantando la cabeza.
NOEMI (excitadísima): Méteme otra cosa idiota que no aguanto más.
Me acerqué pajeándomela, fijó su vista en mi polla y me la cogió apretándomela, subiendo y bajando la mano unas cuatro o cinco veces con fuerza, se la metió en la boca estirando de ella que casi me tira encima suyo, me pegó unas chupadas y succiones desde arriba hasta abajo que me meneó todo el cuerpo, haciendo que llevara mi cabeza para atrás dejando ir un gemido enorme, rápidamente bajó la mano con mi polla cogida metiéndosela en el chichi todo lo que pudo, esta vez sí que me tiró encima de ella pero pude sujetarme con las manos en la cama, levantó las caderas y me miraba con impaciencia para que acabara de metérsela hasta el fondo, quise jugar un poco con ella sin metérsela del todo, Noemí me dio un golpe con la mano en el culo agarrándolo fuerte, apretando para acabar de clavarla en el fondo de su vagina dando un buen grito, puso la otra mano en el otro cachete empujándome los dos marcando ella el ritmo de las penetradas, la excitación aumentaba por momentos, gritaba cada vez más sin poder cerrar la boca, me miraba fijamente esperando que le llegara el orgasmo escuchando mis gritos, yo intentaba aguantar sin correrme antes de tiempo, pero la visión de su cara y el sonido de su voz gimiendo y gritando, me estaban llevando cada vez más rápido a una corrida enorme, notaba como sus flujos tenían totalmente lubricado su coño, la polla entraba y salía totalmente empapada, estaba sintiendo estas sensaciones y de golpe me apretó muy fuerte el culo con una mano, con la otra me metió un dedo a la vez que empezaba a correrse con la cabeza echada hacía atrás con unos gemidos larguísimos, me corrí dejando escapar unos chorros de semen en su coño que hacían que la penetrara con más suavidad, no paré de meterla y sacarla de lo excitado que estaba.
Se relajó un momento y me miró como preguntando qué pasaba, porque yo no paraba de meter y sacar con la polla medio floja, de golpe sin buscarlo se me empezó a poner dura otra vez dentro de ella, volviendo a subirme la excitación penetrándola cada vez más profundamente, a ella le empezaron a dar como espasmos.
NOEMI: Con cuidado animal que está muy sensible.
Yo estaba totalmente enloquecido de sentir aquella experiencia por primera vez, o segunda no recordaba bien, había oído historias de que había gente capaz de correrse dos veces sin sacarla, a mí no me había ocurrido nunca, quería aprovechar el momento y no paraba de acelerar mis movimientos de caderas, me agarró de la espalda apretando la carne en medio de sus puños haciéndome daño, dando fuertes gritos uno detrás de otro, yo estaba tan loco follando que no sentía nada en el resto del cuerpo, se tensó, me clavó las uñas en la piel y empezó a correrse por última vez, apretando tanto su cuerpo con el mío que casi no podía moverme, acabé dándole golpes secos con mis caderas, corriéndome otra vez con un placer que me atravesaba el cerebro y me salía por la boca en forma de gritos enloquecidos, seguí entrando y sacando unas cuantas veces más la polla y caí totalmente rendido encima de su cuerpo.
NOEMI (entre jadeos casi sin poder hablar): Eres un puto animal, un puto animal.
Me aparté de encima poniéndome a un lado, totalmente hecho polvo mirándole los ojos, le di un beso suave en los labios y me quedé dormido.