La montaña blanca (2)

Sigue el enamoramiento de la pareja.

Durante la semana seguí con mi trabajo y tomando cervezas después en el bar de Pepe. El miércoles me tocó una clase con un grupo de inglesas muy rubias, había una muy alta, más que yo, que era tremendamente guapa y con un tipo que tiraba para atrás, noté que no paraba de mirarme en toda la clase sonriendo, pero yo por primera vez no se me ocurrió nada que decirle, supongo que debió de ser porque pensaba en Noemí, antes de conocerla a ella ya le hubiera tirado algunos tejos a la rubia sin ninguna vergüenza.

Al medio día estaba comiendo con Carlos, pensaba como había dejado escapar la oportunidad con aquella chica tan espectacular cuando jamás había desaprovechado una, cada día me encontraba más raro conmigo mismo, en aquel momento entraron al comedor el grupo de chicas cogiendo comida del autoservicio sentándose en una mesa a nuestro lado.

CARLOS: Este grupo lo has hecho tú esta mañana ¿no?

YO: Si ha sido una buena clase.

CARLOS: ¿Buena clase mamón?, si están todas buenísimas, porque no tengo yo esa suerte, siempre me tocan cuatro viejas coño.

YO: Pregúntale a tu mujer que seguro que es ella quien te las asigna.

CARLOS: Cállate capullo.

En esos momentos se levantó la chica alta y guapa con ojos verdes, se paró delante de mí pasándome una nota, se volvió a sentar mirándome, miré la nota y ponía el hotel que estaba, el número de habitación y una hora, la miré y se lo confirmé con la cabeza, todas las chicas empezaron a reír haciéndole comentarios. Carlos me miraba con cara de tonto con el tenedor en el aire con los macarrones enganchados, le enseñé la nota.

CARLOS: Si ya sé lo que es capullo, lo que me alucina es como te pueden salir rollos de esta manera.

YO (se me escapaba la risa): Pero hombre con la suerte que tienes, tú llegas a casa después de trabajar y tú mujercita te abraza y te da besos de amor, te cuida y te quiere, follas cuando te da la gana, pero a mí, nadie me espera en casa, tengo que hacer estos esfuerzos para sentir algo de amor para luego quedarme solo llorando por los rincones, mi vida es muy triste, no la quieras para ti amigo.

CARLOS: Tú lo que eres es un cabrón de mucho cuidado, que te den por culo, como me cabrees hoy bajas en autobús gilipollas.

Me dejó en la puerta de casa después del trabajo.

CARLOS: Espero que no sufras mucho cabrón, si necesitas ayuda no me la pidas que mi mujer no me va a dejar ir.

Se fue en el coche muriéndose de risa, me duché me arreglé un poco y me fui para el hotel de la inglesa.

Llamé a la habitación y me abrió vestida con una camiseta y unas bragas, me cogió por la chaqueta y me hizo entrar metiéndome la lengua hasta la garganta, me quitó la chaqueta a tirones, yo le tocaba una teta como podía, me apartó la mano estirando del forro polar y la camiseta sacándomelos por la cabeza, intenté abrazarla pero ella se agachó dejándome con los brazos en el aire, mientras me desabrochaba el pantalón y me lo quitaba estirando fuerte para abajo arrastrando los calzoncillos, sacándolo todo por los pies con los calcetines y las zapatillas, ya me tenía en pelotas.

Se puso de pie de nuevo, cogiéndome la cara con su mano besándome de nuevo ahogándome con su lengua, yo le pasaba las manos por la espalda intentando llegar al culo, cuando me giró de golpe y me tiró encima de la cama, que tía más bruta y que fuerza tenía la hija puta, me sentía como un muñeco de trapo, se quitó la camiseta y las bragas, me puso una mano encima del pecho aplastándome contra la cama como si no quisiera que me moviera, con la otra mano me cogió la polla y empezó a pajearla, pero es que yo no había podido entrar en acción para nada y me costaba ponerla dura, me miró con mala cara bajando la cabeza metiéndosela en la boca, bajó y subió unas tres veces chupando con tanta fuerza que pensaba que me la iba a arrancar, la puso a tope, me miró de nuevo, sonrió, pasó una pierna por encima de mí y se la metió, empezando a dar botes dándome unos golpes terribles cada vez que se la metía hasta el fondo.

Aguanté como pude hasta que se corrió como una loca, cayendo todo su cuerpo encima de la cama sin hacerme ni puto caso, me levanté, la cogí por la cintura estirando con las manos para dejarla a cuatro patas, le metí la polla de un golpe en el coño, ella dio un grito terrible mirándome con mala hostia, yo seguí metiéndosela con toda la fuerza que podía, hasta que le cambió la cara y empezó excitarse de nuevo, cuando vi que ya estaba puesta en el asunto otra vez, me mojé un dedo metiéndoselo un poco en el culo, gritó dándole un espasmo a su cuerpo, cada vez la follaba con más fuerza y cada vez le metía más el dedo en el culo, al poco le metí un segundo dedo dando ella otro grito excitándose más, cuando se empezó a correr de nuevo se la saqué del coño y se la metí en el culo hasta el fondo, corriéndonos los dos a la vez, la tía se levantó colocándose a mi lado mirándome para abajo, me sacaba una cabeza de altura, a mí se me subieron los huevos por corbata, me cogió de la barbilla…

ELLA: Me ha gustado mucho todo lo que me has hecho, pero ahora lárgate.

Me dio un beso en los labios y me hecho de la habitación a medio vestir la hija de puta. Aquella vez fue muy exagerado pero casi siempre acababan igual los rollitos estos, no sé si es que lo comparé con el fin de semana con Noemí, que me pareció tan frio aquel polvo que me sentí triste, bueno, hasta llegar al bar de Pepe y tomarme la primera cerveza, tampoco me duro mucho más la tristeza, acabé la noche contentillo y me fui a dormir.

Al día siguiente pasé por el hotel de mis padres, les saludé y fui a buscar a mi hermana al restaurante, ella era quien lo llevaba, para pedirle el forfait para Noemí el fin de semana, me invitó a cenar sentándose conmigo.

MI HERMANA (riendo): ¿Para quién es?, en la puta vida me lo has pedido, debe ser alguien importante, ¿Cómo se llama?

YO: Noemí.

MI HERMANA: ¿No me dirás que te estás enamorando?, que tú, te estás enamorando.

YO: No lo sé, como no sé exactamente que es estar enamorado no te lo puedo decir.

Me miraba a los ojos con una sonrisa.

MI HERMANA: Estas enamorado Toni, te lo noto.

YO: ¿Y cómo coño lo sabes?

MI HERMANA: Por los ojillos que se te ponen al decir el nombre de esa chica.

Salió mi cuñado de la cocina.

CUÑADO: ¿Cómo estas cuñado?

MI HERMANA: Está enamorado.

CUÑADO: Si hombre, eso no me lo creo, el que no deja un chocho tranquilo en toda la montaña va estar enamorado de una sola chica, venga va.

YO: Ves hermanita, él tampoco lo cree.

MI HERMANA: Yo no lo creo Toni, lo sé.

El viernes por la mañana recibí un mensaje de Noemí de la hora que llegaba, cuando acabé el trabajo, me duché y me vestí, la fui a buscar a la estación de autobuses con mi cochecillo, ella salió corriendo y se me tiró en los brazos abrazándome con fuerza, besándome sin parar por toda la cara, yo reía de la gracia que me hacía que alguien se alegrara tanto de verme, fuimos a casa, dejó sus cosas y nos sentamos en el sofá delante del fuego cogidos de la mano.

YO: ¿Cómo te ha ido la semana guapa?

NOEMI: Se me ha hecho eterna de las ganas que tenía que llegara el viernes, ¿y la tuya?

YO: Bien, como siempre, ya sabes la rutina.

NOEMI: Seguro que te has enrollado con unas cuantas chicas.

YO: Pero mujer, tú te crees que las chicas que vienen a esquiar te van dando notas para que te las folles más tarde, como si esto fuera una fiesta continua, a más de uno ya le gustaría pero me temo que es mucho más aburrido.

NOEMI: Ya, ya, si lo has hecho me lo ibas a contar golfo, con ese culo que tienes yo me tiraría encima de ti en medio de las pistas.

La cogí de la barbilla y la besé lentamente, jugando con sus labios apresándolos en medio de los míos, ella respiraba profundamente, al separarlos.

NOEMI: Eres tan dulce y romántico que me mojas las bragas con un beso.

Se sentó encima de mí volviéndome a besar durante mucho tiempo, me quitó la camiseta acariciándome el pecho lentamente con sus manos y dedos, le desabroché los botones de la camisa quitándosela.

YO: Bonito y sugerente sujetador.

NOEMI: Las braguitas son a juego.

Le empecé  desabrochar el pantalón.

YO: Me muero de ganas de ver el conjunto.

Ella reía sin parar de mirarme a los ojos, se levantó para que le pudiera bajar los pantalones y quitárselos con los calcetines y botas, se quedó de pie delante de mí, yo le miraba todo el cuerpo que por arte de magia conseguía que no pudiera quitarle los ojos de encima, tenía un cuerpo de puta madre que con aquel conjunto de bragas y sujetador todavía parecía más bonito.

NOEMI: ¿Te he dejado sin habla guapo?

Yo se lo confirmé moviendo la cabeza, soltó una carcajada desabrochándome y quitándome el pantalón dejándome en pelotas, se quitó el sujetador, se iba a bajar las bragas.

YO: No, las bragas me hace ilusión bajártelas yo.

Me sonrió acercándose dejándome las bragas delante de la cara, le miré los ojos y le besé el chocho por encima, gimió suavemente llevando la cabeza atrás, se las bajé muy despacio hasta dejarlas en el suelo, le metí la lengua en el vello púbico llegando a la rajita, la sujeté por el culo y le hice subir los pies al sofá, metiéndome yo debajo y ahora sí que pude lamerle el coño bien por todas partes, desde el clítoris hasta el ojete del culo dándole varias pasadas, con ella gritando sin parar con una cara de excitada terrible, se sentó encima de mi polla metiéndosela, empezando a moverse adelante y atrás cada vez más rápido, gritando muy fuerte, hasta correrse con la boca y los ojos muy abiertos haciendo que me corriera con ella.

Nos quedamos abrazados sin decir nada, descubrí otra cosa que no había hecho nunca, que se podía estar sin decir nada con una chica en tus brazos y pasarlo bien, sentirte en paz, relajado, tranquilo, como en sintonía con todo lo que te rodeaba, que cosas. Antes de cenar le di el forfait, se lo miró y me puso mala cara.

YO: ¿Pasa algo?

NOEMI: Que tiene el nombre de una chica, ¿me quieres decir quién es?

YO: ¿No confías en mí?

NOEMI: Si hace dos días que te conozco joder, ¿Quién coño es?

YO: No te lo voy a decir.

Me miró con una cara de mala leche que me acojonó.

YO: Mejor te la presento mañana.

Cambió la cara a la de desconfianza.

NOEMI: ¿Me la vas a presentar mañana dices?

YO: SÍ.

NOEMI: Pues vigila chaval que puede que salga cagando hostias de tú casa.

La abracé besándola con cariño.

YO: No te preocupes tanto coño, mañana utilízalo y después ya veremos.

NOEMI: Hay Dios mío, ya veremos como acaba esto, mañana subiré por la tarde para esquiar un poco y esperar que acabes para bajar juntos, por la mañana prefiero descansar y ordenarte un poco esta pocilga tío.

YO: ¿Pocilga?, pero si lo tengo todo a mano.

NOEMI: Mejor no digas nada y déjame a mí.

Preparamos algo para cenar y nos fuimos a dormir bien juntitos, al día siguiente me despedí de ella con unos cuantos besos y abrazos, me metí en el coche.

CARLOS: Que buena cara haces hoy, ¿ayer no te fuiste borracho a dormir a las tantas?

YO: Ayer hice vida como la tuya, cenamos con Noemí y nos fuimos a dormir temprano.

CARLOS: Chaval, que se empieza así y luego acabas como acabas, avisado estás.

A media mañana llamé a mi hermana para que me guardara una mesa para cenar para dos, por la tarde dando clases volví a ver a Noemí que me seguía, cuando acabé y nos encontramos en el parking me estaba esperando con no muy buena cara.

YO: ¿Te pasa algo?, es que tienes una cara un poquito de mala hostia.

NOEMI: Esta última clase, la chica era bastante guapa, ¿siempre tienes clases así?

YO: No me jodas Noemí, de verdad me vas a controlar todas las clases que haga, me vas pedir que no le haga clases a según quien, si es fea sí, si es guapa prohibido, por favor ya está bien, ¿se puede saber qué coño te pasa?

Me miró bajando la cabeza y me abrazó.

NOEMI: Perdóname Toni, estoy nerviosa esta semana, no me hagas mucho caso vale.

Me dio un beso y apareció Carlos.

CARLOS: Hola parejita, ¿nos vamos?

Se la presenté, se saludaron y bajamos en coche los tres.

NOEMI: Carlos, ¿hace mucho que os conocéis con Toni?

CARLOS: Bastante, hace unos cinco años, cuando empecé a trabajar aquí.

NOEMI: ¿Es verdad que los monitores no paran de follar con las alumnas?

Carlos se quedó de piedra sin saber que decir, yo me la miré alucinando por la pregunta.

YO: Pues sí que estas nerviosa sí, para hacer estas preguntas te puedes estar calladita guapa.

Me miró otra vez con desconfianza, llegamos a casa y casi no me dirigía la palabra, nos duchamos y cambiamos saliendo a la calle paseando cogidos de la mano.

NOEMI: ¿Me quieres decir dónde vamos por favor?

YO: Quieres estar tranquila y confiar un poco en mí, solo un poquito por favor.

NOEMI: Desde ayer que me tienes con los nervios a flor de piel.

YO: Pero, ¿por qué?

Me miró otra vez con mala cara y no dijo nada, le pasé el brazo por el hombro y ella me cogió por la cintura, caminamos hasta la plaza del pueblo y entramos en el restaurante del hotel de mis padres.

NOEMI: ¿Hoy vamos a cenar aquí?

No le contesté, al entrar me vio una de las camareras.

Camarera (sonriendo): Hola guapo, venir que os acompaño a la mesa.

NOEMI: Ya veo que te conoce todo el mundo, sobre todo las camareras, te aviso que si es muy caro yo no me lo puedo permitir.

La miré haciendo un gesto con la cabeza levantando los ojos, se acercó mi hermana a saludarnos.

MI HERMANA: Hola cariño.

Noemí levantó la cabeza mirándola con una cara de mala Hostia que tiraba para atrás, mi hermana se dio cuenta y me miró como preguntándome qué coño pasaba.

YO: Hola guapa.

Noemí me miró sacando fuego por los ojos.

YO: Le puedes decir a esta chica de quien es el forfait que ha hecho servir esta tarde por favor.

MI HERMANA (alegre): Es mío, me lo pidió para ti el otro día.

Noemí no aguantó más y le salió toda la mala leche de golpe.

NOEMI: ¿Y se puede saber quien coño eres tú joder?, ¿una de las que se folla cuando le da la gana a este capullo?

MI HERMANA (seria): Soy su hermana psicópata de mierda, pero Toni, ¿de dónde coño has sacado a esta tía?

Noemí se quedó con la boca abierta sin respirar, bajó la cabeza y empezó a llorar, miró a mi hermana con los ojos llenos de lágrimas.

NOEMI: Lo siento, perdóname por favor, joder que mal he quedado, perdonarme los dos, es culpa de este, ayer le pregunté de quien era el forfait y no le salió de los cojones de decírmelo, me ha tenido todo el día con unos nervios de narices.

Mi hermana se descojonaba de risa.

MI HERMANA: Toni eres un capullo, ¿porqué no se lo dijiste ayer?

NOEMI: Eso, eso es lo que pienso yo.

Noemí se levantó y se presentó dándole dos besos disculpándose mil veces.

YO: Bueno ya está todo solucionado.

Mi hermana nos dejó la carta para que escogiéramos y se fue riendo, volvió con una botella de vino y nos sirvió, apuntó nuestra cena.

NOEMI: Te vuelvo a pedir perdón, he sido muy mal educada.

MI HERMANA: Estabas muy celosa cariño, ¿te puedo dar un consejo?

NOEMI: Claro.

MI HERMANA: Si quieres estar bien con este déjate los celos en casa, todas las tías le miran el culo.

NOEMI: ¿Porqué te crees que me fijé en él?

Rieron las dos y mi hermana se retiró.

YO: ¿Lo que te pasaba es que estabas celosa cariño?

NOEMI: ¿Tú eres un poco tonto o me tomas el pelo?

YO: No mujer, es que me gusta que sientas celos por mí, eso quiere decir que te importo.

NOEMI: Definitivamente eres tonto.

En ese momento salió mi cuñado de la cocina.

CUÑADO: Es que no me podía perder a la chica que ha conquistado a este, con lo guapa que eres no me extraña.

Se saludaron también con dos besos, mi hermana apareció por detrás dándole un golpe en la espalda.

MI HERMANA: Tú pasa para la cocina que tenemos trabajo, déjalos tranquilos.

Nos trajeron la comida, Noemí me miraba sonriendo.

NOEMI: Así que te he conquistado.

YO: Eso dicen estos dos que son unos cotillas.

NOEMI: Ya me estás poniendo de mala leche otra vez joder.

La besé en los labios y le toqué el chichi por encima de los pantalones por debajo de la mesa.

YO: ¿Tú te crees que invito a mi casa un fin de semana a cualquiera?

Le salió en la cara una sonrisa enorme, cenamos explicándole la historia del hotel y de mi familia, nos despedimos, mi hermana no aceptó que le pagara y volvimos a casa caminando muy agarrados, cuando llegamos a casa.

NOEMI: Me he portado muy mal y te tengo que recompensar.

YO: Eso, eso, recompénsame pero bien recompensado sino no pienso perdonarte.

Se acercó con una sonrisa y me besó cogiéndome de la polla.

NOEMI: Te voy a dejar que mañana no podrás dar ni una puta clase.

YO: ¿Otra vez con los celos?

NOEMI: No capullo, porque estoy loca por ti, que no te enteras de nada coño.

YO: Te recuerdo que nos conocimos el fin de semana pasado, nos hemos visto cuatro días literalmente, ¿cómo puedes estar tan segura de tus sentimientos?

Escuchaba mientras me tocaba la polla y los huevos por encima del pantalón, notaba como me crecía y me excitaba.

NOEMI: Porque es lo que siento, lo siento en mi corazón y mi cabeza, ¿tú no sientes nada, no te has enamorado aunque solo sea un poquito de mi?

Me dijo sonriendo y acorralándome otra vez sin saber que contestarle, pensé en lo que me dijo mi amigo y mi hermana.

YO: Si tengo ganas de verte, de estar contigo y disfrutar del sexo juntos, además de quedarme cara de idiota cada vez que te veo en bragas, me parece que me estoy enamorando o ya lo estoy.

NOEMI: Como te ha costado por favor, eso es justo lo quería oír de tu boquita sexi que tienes.

Me bajó la cremallera de la bragueta y me sacó la polla tocándome despacio, intenté quitarle el polar pero ella apartó un poco el cuerpo.

NOEMI: No, tu quieto, solo trabajo yo.

YO (intentando dar pena): Es que me gusta mucho verte en bragas.

NOEMI: Pues de momento te esperas, impaciente.

Me desabrochó y bajó los pantalones con la ropa interior dejándomelos en los tobillos, se agachó mirándome con picardía y se la metió en la boca lentamente, hasta verla desaparecer toda dentro, me ponía a cien ver como aparecía y desaparecía mi polla de su boca cada vez mas mojada, cuando la tuvo como ella quería se levantó, me miró sonriendo y se desabrochó y quitó los pantalones, aproveché para quitarme los zapatos, la ropa de los tobillos y la de la parte de arriba quedándome en pelotas, se dejó el conjunto sexi de sujetador y bragas, se acercó lentamente mirándome a los ojos, los míos no paraban de repasarla de arriba abajo, disfrutando de aquel cuerpo que cada día me parecía más espectacular, me besó apasionadamente cogiéndome la polla, sin soltármela me llevó a la cama como si paseara un perrito sin parar de reír, yo me dejaba hacer con una sonrisa boba en la cara, me estiró.

NOEMI: ¿Te gusta verme en bragas guapetón?

YO: Mucho.

NOEMI: Pues las vas a ver de muy cerca.

Se subió a la cama y me puso el chichi encima de la boca, notaba el calor a través de la tela de sus bragas, me la agarró de nuevo empezando una paja lenta, desde la punta hasta los huevos apretándomela lo justo para volverme loco, yo presionaba con mis labios y la lengua sobre su chocho escuchando algunos jadeos, se agachó volviéndosela a meter en la boca chupando y succionando más fuerte, haciendo que mi cuerpo reaccionara con algún espasmo, le aparté las bragas metiéndole la lengua en el chirri moviéndola rápido, le dio un latigazo el cuerpo soltando un grito acelerando la paja haciéndome gemir.

YO: Cariño como sigas así me voy a correr en nada.

Se giró de golpe quitándome de la cara el potorro, se sentó encima de la polla mirándome con cara de excitación y vicio tremenda, se quitó el sujetador, se apartó las bragas para un lado y se metió la polla de golpe de lo mojada que estaba, comenzando unos movimientos de caderas a un ritmo endiablado, aumentando sus gritos y corriéndose en un momento, dejó caer su cuerpo sobre el mío sin sacársela, yo notaba las palpitaciones de mi polla con ganas de correrse y las contracciones de su coño.

NOEMI: No me puedo creer como me pongo contigo, me sacas de mis casillas, pierdo el norte el sur y todos los puntos cardinales joder.

Me giré dejándola a ella debajo, me seguía mirando con ojos de pasión, le quité las bragas de un tirón y me puse en medio de sus piernas metiéndosela de golpe, le dio un latigazo todo el cuerpo volviendo a gritar, follamos totalmente locos hasta que ella empezó a correrse de nuevo, agarrándome muy fuerte con sus brazos alrededor de mi cuello, empezando a salir semen disparado de la punta de mi polla, con tanto traqueteo se salió y ella muy rápidamente me la cogió, acabando con una paja rápida que nos dejó a los dos llenos de gotas y chorros blancos, reímos jadeando uno encima del otro. Me levanté, la cogí de la mano y nos fuimos a duchar juntos, nos abrazamos enjabonados, sintiendo como nuestros cuerpos resbalaban acariciándonos por todas partes, besándonos cayendo el agua sobre nosotros, ella me miraba muy fijamente.

YO: Cuando me miras tan fijamente me pones un poquito nervioso.

NOEMI: Es que te mereces que haga por ti cualquier cosa cariño.

YO: Me asusta un poco lo que estas pensando.

NOEMI: No te preocupes, son cosas mías.

Pasamos el fin de semana casi sin salir de casa y la mayoría de horas en la cama para ser más concreto, nos despedimos el domingo hasta el próximo fin de semana, no sin antes de que me pidiera que me portara bien, yo por hacerle la bromita le pedí a ella lo mismo.