La montaña blanca (12)

Al día siguiente me levanté temprano...

Al día siguiente me levanté temprano y seguí preparando el desayuno para los dos, la fui a despertar a la cama besándola dulcemente, ella me abrazó muy fuerte, mientras desayunamos.

NOEMI: Estás muy contento hoy.

YO: Mujer he recobrado mi libertad, ¿no?, tú me lo dijiste ayer.

NOEMI: Hay madre mía.

YO: Si me pides que no salga de casa, me quedó aquí a esperarte y salimos juntos por la tarde.

NOEMI: Haz lo que te salga de tus huevos gordos nene, pero que te encuentre en casa cuando vuelva, vale.

YO: Ya te he prometido que no me escapo más.

Se fue, arreglé un poco la casa y salí a la calle en un día de sol estupendo, pasé a ver a mi hermano por la tienda que venía de camino, nos saludamos con un abrazo, se interesó por mi y lo tranquilicé diciéndole que estaba estupendamente y muy feliz con Noemí. Después pasé a ver a mi hermana por el hotel saludando a todos los conocidos, me preguntó también como iba la semana porque sabía lo que me esperaba, le informé que ya estaba libre de todo.

HERMANA: Ves, si es que en el fondo esta Noemí mucho hablar y luego es una buenaza.

Sí, sí, pensé, si supieras como me ha dejado el culo la muy cabrona, después pasé por la floristería y compré veinticuatro rosas rojas y en otro local seis jarroncitos muy bonitos, compré algunas cosas para hacerle una comida especial a mi novia y una botella de vino.

Llegué a casa de nuevo y coloqué los jarrones con cuatro rosas en cada uno por toda la casa, la cocina, la habitación, y los otros cuatro repartidos por el salón, preparé la mesa especialmente para ella con un mantel bonito, servilletas a juego, unas copas, y una bonita vela en medio para que fuera más romántico. Lo dejé todo preparado y esperé mirando por la ventana, vi llegar mi viejo coche y salí a recibirla dándole un abrazo y un beso.

NOEMI: ¿Y este recibimiento?

YO: Tengo ganas de celebrar contigo que hoy es un día bonito.

NOEMI: Huy, huy, que estás muy adulador tú hoy.

Entramos en casa, le encantaron las rosas y el detalle de la mesa y de la comida.

NOEMI: Me voy a cambiar, ¿me acompañas?

Entramos en la habitación, me cogió de la mano y me besó, me quitó la ropa dejándome en pelotas y ella se quedó en bragas, me empujó sobre la cama estirándose encima de mí mirándome a la cara.

NOEMI: ¿Explícame todo lo que has hecho el primer día libre que has disfrutado?

YO: He pasado a saludar a mi hermano.

NOEMI: Eso se merece un beso.

Me besó con dulzura pasándome la lengua por los labios, acabando metiéndola en mi boca moviéndola muy despacio.

YO: Después he visto a mi hermana, que me ha preguntado cómo iba todo, le he dicho que perfecto y me ha venido a insinuar que eras muy floja conmigo y demasiado buena persona, no le he enseñado el culo de milagro para que viera lo floja que eres.

A Noemí se le escapó una carcajada y me acarició el pelo mirándome a los ojos.

NOEMI (riendo): Esto se merece otro beso.

Me besó con pasión mientras me acariciaba la cara y colocaba una rodilla a cada lado de mi cuerpo.

YO: Después he ido a comprar alguna cosa para hacer una buena comida con vino incluido.

NOEMI: Eso esta genial y se merece un beso y algo más.

Me volvió a besar buscando mi lengua, mientras con la mano me cogía la polla y empezaba a pajearla lentamente haciéndomela crecer rápidamente, abajo apretaba con fuerza y cuando la subía iba aflojando la presión, me volvía loco de gusto.

YO (voz un poco recortada por el placer): Y por último he comprado veinticuatro rosas, por las veinticuatro horas del día que te preocupas por mí, para ponerlas por toda la casa, he preparado la mesa y la comida para ti con todo mi amor.

No paraba de mover el cuerpo gimiendo despacio, porque la paja de Noemí que no había parado en ningún momento me estaba tensando la polla hasta sus límites.

NOEMI (en susurros a un oído): Eso se merece que te folle hasta dejarte bien seco.

Se puso de pie encima de la cama con un pie a cada lado de mi pecho, me incorporé y metí mi lengua en su coño mojado por encima de las bragas provocándole el primer gemido, apreté mis labios y mi lengua recorriéndole todo el coño de abajo arriba, le estiré con las manos de las bragas bajándoselas, metiendo de nuevo descontrolado de lo caliente que me había puesto mi lengua en el chichi pegando lametazos, haciendo que gritara y apartara el coño de mi boca por demasiado gusto, se puso a horcajadas encima y se la metió mirándome los ojos, dejándose caer dando un golpe con su culo en mis muslos gimiendo los dos a la vez, se movió de una forma tan desenfrenada que pensaba que se me saldría la polla en más de una ocasión, ella gritaba como una loca sin parar de mover todo el cuerpo, a mí me llevaba al límite de mi aguante, hasta ver que se corría dejándome ir llenándole el coño a lechazos, se dejó caer encima de mi jadeando con una sonrisa, cayendo los flujos encima de mi polla que se iba aflojando por momentos.

YO: ¿Te ha gustado mi amor?

NOEMI: Me ha gustado todo lo que has hecho por mí, y el polvo ha sido genial cómo siempre lo es contigo.

YO (riendo): Pero es que te descontrolas un poco cariño.

NOEMI (riendo): Calla idiota, me descontrolas tú joder.

Nos duchamos juntos y comimos con la vela encendida brindando por nosotros, por la tarde encendimos el fuego y nos estiramos en la alfombra tapados, durmiendo la siesta muy agarrados, cuando se despertó se metió por debajo del edredón, me cogió la polla y se la metió en la boca chupándola despacio, me produjo el despertar más alucinante que había tenido nunca, notando sus labios subir y bajar por mi ciruelo humedeciéndolo, aparté el edredón viéndola a ella concentrada en su actividad, estaba tan sexi, levantó la mirada y me sonrió sin sacársela, empezando a chupar con más fuerza y profundidad, gemí de gusto y excitación, empezó a caer saliva que resbalaba entre sus dedos agarrados a mi polla que pasaba por encima de mis huevos, fue aumentando la intensidad de sus chupadas y succiones cogiéndome con la otra mano los huevos amasándolos, acabó metiéndosela toda para sacársela presionando y succionando con fuerza unas cuantas veces, hasta que empezó a moverse todo mi cuerpo corriéndome, gritando sin parar de chuparme el capullo con fuerza dejándome seco, me miró, se sentó encima poniendo la cara a dos palmos de la mía con la boca llena de semen, me sonrió e hizo el gesto de tirármelo por encima, se lo tragó y riendo me metió su lengua en la boca chocando con la mía dejándome el gusto a mi propio semen.

NOEMI: Te voy a dejar seco cada día para que no tengas ganas de hacer tonterías.

YO: Te voy a durar cuatro días cariño a este ritmo.

NOEMI: Vale, pero esos cuatro días abrás sido solo mío.

Se estiró de nuevo a mi lado muriéndose de risa, apoyó su cabeza en mi hombro y me acarició otra vez la polla suavemente.

YO: ¿No estarás pretendiendo volvérmela a poner tiesa?

NOEMI: Te voy a dejar que te recuperes un poco, pero me tienes que follar, o vas a dejar a tú novia con ganas de sexo, ¿me tendré que hacer una paja solitaria por culpa tuya?

La muy cabrona me la estaba poniendo tonta otra vez, pero no tenía fuerza para subir, descansamos un rato hablando del fin de semana, le propuse salir del pueblo y pasarlo en algún hotelito en la costa para cambiar de aires, le dije que al día siguiente me encargaría de buscar hotel y reservarlo, por la noche podríamos estar allí, le pareció perfecto y así quedamos, descansamos hasta que cenamos, miramos la tele un rato y nos fuimos a la habitación, entró, se quitó la camiseta y se puso a cuatro patas en el borde de la cama en bragas.

NOEMI: ¿No te abrás olvidado de mi cariño?

Me puso cachondo de golpe la cabrona, me desnudé y me acerqué tocándome la polla para ponerla tiesa que le costaba un poco, le besé el coño por detrás por encima de las bragas tanga dando ella un gemido, se las bajé con una mano mientras con la otra intentaba ponerme la polla a tono, le metí la lengua en medio de los labios menores pasándola de abajo arriba despacio, moviéndola y ensalivándola bien, le busqué el agujero metiendo la lengua, empujó para atrás el culo como queriendo metérsela más, la saqué y le metí dos dedos dando ella un grito, se me puso la polla tiesa penetrándola de un golpe volviendo a gritar, empecé a moverme rápido y con fuerza, me acompañaba moviendo el culo atrás y adelante con mis manos cogidas a sus caderas, me estaba volviendo loco follando en aquella posición, al poco rato empezó a correrse gritando mucho, yo no podía de lo cansado que estaba, estaba tan excitado que no podía parar de mover mis caderas, noté como me metía una mano por debajo cogiéndome los huevos, apretando y aflojando como si estuviera ordeñándome, por fin después de un rato pude correrme gritando mucho, soltando muy poco semen, me dejé caer encima de la cama boca abajo totalmente derrotado, se levantó riendo para ir a lavarse.

NOEMI: Así me gusta que acabes el día cariño, bien ordeñadito.

Subí por la cama buscando la almohada como pude, ella volvió y me tapó dándome un beso en la frente, se puso a mi lado pasándome un brazo por encima y nos dormimos hasta el día siguiente.

Me vino a despertar diciéndome que se iba a trabajar, que tenía el desayuno preparado, que me portara bien y se despidió dándome un beso y una caricia, me dormí de nuevo un poco más, después me duché y desayuné. Fui a hablar con mi hermana para que me dijera que quería que hiciera a partir del lunes que empezaba a trabajar en el hotel otra vez, me hizo pasar a su despacho, le pregunté por un hotel en la costa y me aconsejó uno, de hecho llamó personalmente al propietario que conocía de algunas reuniones y me hizo la reserva, le pedí el coche para ir más tranquilo que con el mío y me lo dejó sin problemas, después me dijo que ella tenía mucho trabajo con el hotel y el restaurante, que si quería podíamos compartir la dirección y ayudarla en todo lo que surgiera, el sueldo era bueno y junto con el de Noemí nos permitiría vivir muy bien.

Me hizo ir a tomarme medidas para hacerme un par de trajes a cuenta del hotel, me volvió a avisar de que no hiciera tonterías, nadie se fiaba de mí y lo entendía perfectamente, si había un tío desastre en la capa de la tierra ese era yo.

De vuelta a casa compré dos candados más, era parte de la sorpresa que quería prepararle a Noemí, preparé algo ligero para comer porque por la tarde teníamos que viajar y no era plan de ir con la barriga demasiado llena. Esperé que llegara y salí a recibirla con ilusión dándole un buen beso y un abrazo.

NOEMI: Esto de que me vengas a recibir cada día cuando llego me está gustando.

YO: Entremos que te tengo preparada otra sorpresa.

NOEMI: No me lo puedo creer, ¿Qué es?

Entramos, cerré la puerta detrás de ella, se miraba la casa intentando ver que era.

NOEMI: No veo nada diferente.

Sin decir nada la besé, le quité el bolso y lo dejé a un lado, le quité el abrigo colgándolo en su sitio, le desabroché la camisa quitándosela, me agaché y le bajé la cremallera del pantalón por detrás bajándoselo, le quité los zapatos y la medias, hice que se volviera a poner los zapatos de tacón, la apoyé en la puerta y le quité el sujetador mientras la besaba de nuevo con más intensidad, me arrodillé poniéndole la lengua en el ombligo dándole vueltas, fui bajando despacio hasta llegar a las bragas, se las fui bajando despacio lamiéndole el pelo púbico muy recortadito que tenía, se las bajé un poco más metiéndole la lengua en el inicio de la rajita moviéndola poco a poco, ella gimió echando la cabeza atrás.

NOEMI: Ya veo la sorpresa bandido.

Fui bajando con la lengua por todo su chichi bajándole y quitándole las bragas, levantó una pierna apoyándola en mi hombro para que pudiera profundizar más con mi lengua, cuando no paraba de gemir y estaba todo muy mojado, me levanté apoyándome en la puerta sacándome la polla, me la miró, me miró a los ojos y se agachó para cogérmela y metérsela en la boca, dándome unos chupetones que me hicieron saltar de gusto, me desnudé lo más rápido que pude, cuando me la puso que no podía crecerme más la cogí de la mano llevándola a la cama, entramos en la habitación y vio encima de la cama la cadena colocada.

NOEMI: Coño, esto sí que es una sorpresa, ¿qué piensas hacer?

YO: ¿Te fías de mí?

NOEMI: No.

Reímos y la acompañé a la cama, la estiré boca arriba y le até la cadena a una muñeca dejándole el brazo estirado, pasándola por una pata de la cama cerrando un candado, me miraba sonriendo con curiosidad y morbo, le até el otro brazo, luego las piernas abiertas una a cada pata con los taconazos puestos. La tenía atada abierta de brazos y piernas, una imagen preciosa, me miraba con morbo pensando lo que le podía hacer, me acerqué despacio a su oído.

YO (susurrando): Hoy te tengo yo atada para hacer lo que quiera contigo.

Respiró profundamente intentando mirarme a los ojos, puse la cara delante de la suya para que me los viera.

YO: Ahora voy a buscar tú cinturón de cuero, te voy a devolver todos los golpes que me distes.

NOEMI: No tienes huevos.

La besé con pasión metiéndole la lengua en la boca buscando la suya, gimió y bajé poco a poco la lengua a sus tetas, lamiéndolas desde abajo hasta arriba, entreteniéndome en los pezones dejándoselos duros y tiesos como si hubieran tenido una erección, seguí bajando con ella muy excitada comiéndole el coño como le gustaba, cuando estaba a punto de correrse le empecé a pegar lametones a lo bestia pasándola de gusto pegando un grito enorme, me metí en medio de sus piernas y le metí la polla de golpe follándola todo lo rápido que pude, hasta que se corrió moviendo todo el cuerpo tensando las cadenas, me miró muy excitada, bajé de nuevo lamiéndole el coño alrededor, lo tenía tan sensible que no paraba de gemir, cuando menos se lo esperaba, le di dos lametazos arriba abajo que volvió a tensar el cuerpo estirando de las cadenas con más fuerza.

NOEMI: Eres un cabrón Toni, un cabrón.

Me incorporé para poner la cara delante de la suya.

YO: Me vas a pagar todas las hostias que me has dado, una a una, pero a mí me las pagaras con placer, te voy a reventar a gusto cariñito.

NOEMI (riendo): Ahora mismo te daba dos más y me quedaba tan a gusto cabr...

Yo ya estaba dándole dos lametazos más sin dejarle acabar la frase, se la volví a meter despacio, volvió a gritar y yo aumenté el ritmo de nuevo, acelerándolo poco a poco hasta que estaba a punto de correrse que la saqué, le metí la lengua chupando por todo el coño, hasta que se corrió gritando como una loca, con el cuerpo dándole unos espasmos terribles, levantándolo estirando tanto de las cadenas que pensaba que rompería la cama, dejó el cuerpo caer a peso relajándose totalmente respirando muy fuerte, me apoyé en los brazos volviendo a poner la cabeza a cuatro dedos de la suya.

YO (susurrando): Dime si tienes ovarios de que no te ha gustado, que no te has corrido como nunca.

NOEMI (sonriendo): Cariño, ¿sabes que me las vas a pagar verdad?, algún día te pillaré y te dejaré seco para siempre cabronazo.

Subí mis rodillas alrededor de su cuerpo hasta llegar con mi polla a su boca para metérsela, cerró los labios riendo, mirándome girando la cabeza de lado a lado negándose, le hice cara de pena.

YO: Por favor mi amor, no me castigues más.

La abrió un poco, le metí la puntita y su lengua salió a recibirla lamiéndola en círculos, la abrió un poco más metiéndole la mitad, después entera, sacándola y metiéndola follándome su boca, ella apretaba alrededor para hacer que entrar y saliera prieta, me estaba volviendo loco, de golpe empezó a succionar con una fuerza que si no se la saco hace que me corra en ese momento, reía con cara vengativa, le aflojé un poco las cadenas de los pies.

NOEMI: ¿Qué vas hacer?, dime que vas a hacer.

No le contesté, fui a buscar el botecito de vaselina, le flexioné las piernas untándole el ojete metiéndole un dedo, me miraba feliz aguantando mi dedo en su culo, me dejé la polla bien untada y le apunté al agujero levantándole las piernas, la metí un poco entrando suavemente, apreté un poco más, un poco más y ya la tenía toda dentro, la saqué suave y la metí de nuevo lentamente sin parar, ella levantó el culo poniéndolo mejor.

NOEMI: Más fuerte fiera, más fuerte, te crees que me voy a romper, venga dale coño.

Era una cabrona que sabía acelerarme, aumenté el ritmo en cada golpe de cadera sin dejar de mirarle a los ojos, corriéndome descontroladamente saliéndose la polla del culo cayendo chorros de semen encima de ella que reía.

NOEMI: Me encanta cuando te descontrolo, me encanta.

Nos duchamos y vestimos para irnos, comimos algo de fruta y nos pusimos en camino.