La montaña blanca (1)

La historia especial de Noemí y Toni. Empezamos...

1.

Me desperté con una resaca tremenda con la visión del techo de mí habitación, no recordaba nada de la noche anterior, giré la cabeza y vi una chica con un culo precioso poniéndose las bragas al lado de mi cama dándome la espalda, se vistió sin hacer ruido, al hacer el gesto de girarse cerré los ojos haciéndome el dormido, noté como me daba un beso en la cara y al poco rato como se cerraba la puerta de casa.

Me levanté de un salto y me metí en la ducha, desayuné algo rápido mientras me vestía con la ropa oficial de la Escuela de esquí de la estación donde trabajo, escuché la bocina del coche de mi amigo y compañero Carlos, me pasaba a buscar como cada día para subir juntos a la montaña, llegué corriendo por que ya era un poco tarde.

CARLOS: ¿Quién era esa chica morena tan guapa que ha salido de tu casa?

YO: ¿No lo sé?, ayer acabé tan borracho en el bar de Pepe que no me acuerdo de nada tío, solo sé que tiene un culo precioso y por ti ahora que es morena y guapa, no sé si me la follé o no.

CARLOS: Tío cada día estas peor, cualquier día tendrás un disgusto.

El coche avanzó por las serpenteantes curvas hasta llegar al parking de la estación, al lado del edificio de los monitores, fuimos a buscar el material necesario y me despedí de él a pie de pista, me apresuré en buscar las personas que tenía asignadas en la primera clase y comenzó mi día de trabajo.

En la terraza de una de las cafeterías al medio día acababa de dejar a mi última clase, me había quitado los esquís y miraba como Carlos se despedía de una persona y caminaba en mi dirección para comer juntos. En un grupo de gente que hablaba a mi derecha, vi una chica de espaldas con un culo que me era familiar, la chica se dio la vuelta y me sonrió caminando hacía mi.

CHICA: Hola Toni, ¿Qué tal?, te he estado buscando toda la mañana por las pistas y no te he visto, ¿no te acuerdas de mí?

Pensé que estaba a punto de hacer el ridículo más grande de los últimos años, no tenía ni la más mínima puta idea de quién era ella.

UNA PERSONA DEL GRUPO: Noemí, vamos a tomar algo, estaremos dentro.

Se me abrió el cielo.

YO: Sí, eres Noemí, nos conocimos ayer en el bar de Pepe.

NOEMI: Muy bien, sí que te acuerdas.

YO: Mujer, de lo que me he extrañado es que esta mañana no te he visto cuando me he despertado.

NOEMI: Ya, es que tenía que llegar temprano al apartamento que hemos alquilado un grupo de amigos.

YO: ¿Y cómo es que me buscabas hoy?

NOEMI: Solo quería hablar contigo un rato, ¿puedes ahora?

YO: Tengo una hora y media para comer, si quieres acompañarme hablamos.

NOEMI: Vale, voy a avisar a mis amigos y vuelvo.

En esos momentos Carlos llegaba a mi lado.

CARLOS: Menuda suerte tienes chaval, el tío ese te ha salvado por los pelos al gritar su nombre cabrón, ¿vamos a comer?

YO: Acabo de quedar con ella, quiere hablar conmigo.

CARLOS: A ver si te enteras de algo de lo que pasó ayer por lo menos.

Cuando se giró caminando se cruzó con Noemí que venía, se giró, le miró el culo y me hizo una señal de OK con el dedo gordo de la mano apuntando arriba. Fuimos al bufet libre, escogimos algo para comer cada uno y buscamos una mesa un poco apartada, lejos de los demás profesores y de los amigos de ella.

NOEMI: Yo quería agradecerte la paciencia que tuviste ayer conmigo, aguantaste todo el rollo que te pegué en el bar escuchándome con atención, y también lo cariñoso que estuviste conmigo.

Yo no sabía qué coño decirle aquella chica, guapa, morena de ojos azules con tan buen tipo.

YO: Para mí fue una noche muy agradable, si te ayudé en algo ya estoy contento.

Noemí me miraba a los ojos con una sonrisa, yo le aguantaba la mirada intentando disimular.

NOEMI: Después estuviste genial.

YO: Gracias Noemí, creo que fue cosa de los dos.

NOEMI: ¿De los dos?

Acercó la cabeza para hablarme flojito.

NOEMI: Me pegaste el mejor polvo de mi vida, me hiciste pasar una noche genial.

YO: ¿No estás exagerando un poquito?

NOEMI: Si quieres podemos volver a repetirlo, a ver si es verdad o no.

YO: ¿Quieres quedar esta tarde?

NOEMI: Sí.

YO: ¿En el bar de Pepe a las seis de la tarde?

NOEMI: Allí estaré.

Acabamos de comer y nos despedimos con dos besos, vi a Carlos antes de empezar las clases de la tarde.

CARLOS: Que comida más romántica has tenido hoy pájaro, ¿cómo ha ido?

YO: No te cachondees mamón, hemos quedado esta tarde.

CARLOS: Ha ver si hay suerte y esta noche te enteras de algo tío.

Llegué al bar antes que ella y le pedí a Pepe una cerveza.

PEPE: ¿Donde tienes a tu novia?

YO: Pepe no me jodas, ¿de qué coño me hablas?

PEPE: Joder chaval, de la nena que estaba contigo anoche, os quedasteis toda la noche en el rincón acaramelados y se os veía muy bien a los dos.

YO: Pero si ayer bebí una barbaridad.

PEPE: No me digas que no te acuerdas de nada.

Le hice una mueca para confirmárselo.

YO: Solo me acuerdo al llegar que me encontré con un cliente que hoy se marchaba y me quería invitar.

PEPE: Os bebisteis dos cubatas cada uno y después no sé cuantos chupitos de tequila, cuando te quedaste solo estabas muy alegre y te pusiste a hablar con aquella chica, os sentasteis en el rincón y parecíais novios, te fuiste con ella muy tarde.

El tequila siempre me había sentado fatal, ahora entendía mi amnesia, en aquel momento entró ella por la puerta, le fui a dar dos besos y me lo dio en la boca poniéndome una mano en el cogote.

NOEMI: ¿Te pasa algo?, en las pistas estabas trabajando y no me ha parecido bien hacerlo, pero aquí que ayer no paramos de besarnos.

YO: Lo siento Noemí ha sido un gesto sin pensar, ya ves que no estoy muy acostumbrado a besar chicas, ¿qué quieres tomar?

Nos sentamos de nuevo en el rincón.

NOEMI: Pensaba que me llevarías a tu casa en el primer momento.

YO: Nos tomamos esto y vamos.

NOEMI: No sé, te noto raro, ¿te has arrepentido de lo de ayer?, si quieres me voy.

YO: No, no, por favor quédate.

Le pasé el brazo por la espalda cogiéndola por la cintura, sonrió y me colocó una mano en el hombro besándome los labios de nuevo, respondiéndole como se merecía.

YO: Vámonos.

NOEMI: Pero si tenemos las cervezas sin tocarlas.

YO: En casa tengo, si quieres nos tomamos las que quieras allí.

Pepe no me quiso cobrar y fuimos a mi casa agarrados de la mano, se la miró desde fuera.

NOEMI: Es muy bonita, como es que vives aquí.

YO: Mis padres son los propietarios del hotel de la plaza, mi familia toda la vida se dedicó a la agricultura y ganadería, cuando hicieron la estación empezaron dando de comer a los esquiadores que venían el fin de semana, luego pensaron en remodelar la casa y hacer unas cuantas habitaciones, desde entonces han ido ampliando. Esto era un establo para las cabras de la familia que estaba en las afueras del pueblo, ahora que ha crecido tanto con el turismo los apartamentos llegan hasta aquí, mis padres me ayudaron a convertirlo en mi casa, está muy bien porque tiene las paredes de piedra muy gruesas y aísla bien del frio. Perdona, que rollo te he pegado en un momento.

NOEMI: No, la historia es muy chula.

Entramos en el apartamento, se lo repasó de arriba abajo, puse leña en el fuego y lo encendí, por uno de los ventanales se veía toda la montaña blanca, se quitó la chaqueta.

YO: ¿Quieres una cerv…?

Antes que pudiera decir nada más la tenía enganchada en mis labios devorándomelos, con su mano en mi polla por encima del pantalón, la agarré por las caderas y nos besamos con pasión, mientras me desabrochaba el pantalón y me lo bajaba, se arrodilló en la alfombra, me bajó los calzoncillos y se metió toda la polla en la boca, chupándola con fuerza poniéndomela tiesa de golpe, me dio un calambrazo en todo el cuerpo de gusto haciéndome gemir, Noemí se la sacó un momento acariciándome los muslos.

NOEMI: Como me gustan las piernas fuertes de los esquiadores.

Le iba a contestar algo pero volvió a chupar y succionar, haciéndome gemir de nuevo no dejándome hablar, lo hacía tan fuerte que pensé que me corría, reaccioné y la levanté besándola de nuevo, quitándole el jersey y desabrochándole el pantalón, la estiré en la alfombra quitándoselo junto con las botas y los calcetines.

Me desnudé del todo y me arrodillé a su lado, en sujetador y bragas estirada en la alfombra me miraba con deseo, Noemí estaba preciosa, tenía un tipo bestial y unas tetas de un tamaño medio muy interesantes, me estiré a su lado volviéndola a besar acariciándole las tetas, le desabroché el sujetador tocándole encima del pezón poniéndoselo duro, me lo metí en la boca succionándolo con suavidad, dejó ir un suspiro profundo cerrando los ojos agarrándome la polla haciéndome una paja lenta, subí mi mano por su muslo tocándole el chichi por encima de las braguitas, abrió de golpe los ojos mirándome fijamente dejando ir un gemido.

NOEMI: Estoy muy caliente Toni.

Se quitó ella misma las bragas, se puso debajo de mí mirándome fijamente esperando que la penetrara, me dejé caer encima apuntando mi polla sobre su vagina notando que estaba totalmente empapada, la metí bastante rápido, dando ella otro suspiro enorme levantando las caderas para que la penetración fuera más profunda, tras siete u ocho golpes de caderas se giró conmigo encima, poniéndose arriba sin sacarla de su coño, me empezó a follar bastante rápido gritando, aumentando la velocidad de sus movimientos hasta hacerlos casi violentos corriéndose a gritos, después se dejó caer sobre mi pecho respirando rápido.

NOEMI: Siento haber sido un poco brusca, pero es que llevaba todo el día pensando en este momento, cuando nos hemos visto al medio día te hubiera follado allí mismo en las pistas.

La escuchaba sin entender que le pasaba aquella chica, ¿qué pasó la noche anterior para tenerla de aquella manera?, intentando recordar noté como Noemí me cogía la polla acariciándola de arriba abajo suavemente, la besé y la giré metiéndosela de nuevo empezando una follada lenta y profunda, levantó las piernas rodeando mi cintura, gimiendo de nuevo con sus brazos alrededor de mi cuello, fui aumentando la velocidad poco a poco haciéndola gritar cada vez más, hasta que se volvió a correr mirándome a los ojos, corriéndome como una bestia dentro de ella besándonos.

NOEMI: Me encanta como me follas, estaría corriéndome todo el día contigo.

YO: ¿Te apetece ahora una cervecita?

Me levanté y fui a buscar un par, volviendo a la alfombra delante del fuego con una manta para taparnos, brindamos.

YO: ¿Qué te pasó anoche?, ¿por qué estás conmigo tan cariñosa?

NOEMI: Fuiste tan tierno y cariñoso conmigo, me hiciste sentir tan especial que me robaste el corazón.

Yo la oía hablar y alucinaba, jamás ninguna chica me había dicho algo parecido, a ver si para dar la talla tenía que estar borracho como una cuba, joder, es que por mucho que intentaba recordar algo de la noche anterior no lo conseguía.

NOEMI: Seguro que a ti chicas no te deben faltar, ¿o tienes novia y le estás siendo infiel?

YO: No, no tengo novia, hace mucho tiempo que no tengo una relación.

NOEMI: Claro, no te hace falta, te debes de traer a casa una diferente cada día.

Yo (intentando disimular): No mujer, tan poco es así, algún rollete me ha salido pero no es lo normal de cada día ni mucho menos.

Pedimos una pizza para cenar, nos la comimos en pelotas tapados con la manta delante del fuego con otra cerveza, ella se marchaba al día siguiente, me explicó que habían alquilado un apartamento un grupo de amigos para ese fin de semana, amigos de la universidad donde estudiaba.

NOEMI: Mañana nos vamos por la tarde, ¿te veré por las pistas?

YO: Mañana nos vemos donde quieras, pero todavía nos queda la noche y te aseguro que la vamos a aprovechar.

Me hizo ojitos riendo, cuando le dio el último trago a la cerveza después de cenar me metí por debajo de la manta, abrió las piernas y me amorré a su coño comiéndomelo de postre con ella dando grititos sin parar, acabé metiéndole un dedo dentro con la lengua dándole vueltas al clítoris, Noemí se corrió a gritos, salí de la manta, me miró a los ojos, me limpió la boca con su mano y me dio un morreo eterno.

NOEMI: Hostia como me pones tío.

Se levantó, me dio la mano y me llevó a la cama, solo dejarme caer me agarró la polla con la boca metiéndosela y sacándosela entera muy despacio, dejándola totalmente llena de saliva que resbalaba y me caía sobre los huevos, me puso loco, la cogí y la coloqué a cuatro patas al borde de la cama, me puse de pie y le acaricié el chichi comprobando que estaba mojado, se la metí hasta el fondo dando ella un grito mirándome a los ojos girando la cabeza, empecé despacio apretando cada vez más, levantó el culo para que las penetraciones fueran más profundas, me hacía perder la cabeza, dándole unos  golpes terribles con mi pubis en su culo, moviéndonos los dos como animales hasta correrse gritando de nuevo, arrastrándome a mí a llenarle el coño de semen gritando más que ella, la saqué de golpe, cayéndole por los muslos la mezcla de semen y flujo que le salía del agujero del chichi, con su cabeza apoyada en la cama respirando rápido con los ojos cerrados, cogí una toalla del cuarto de baño y le limpié el reguero que le caía por las piernas y el chocho, me limpié la polla dejando la toalla en el suelo, me metí en la cama con su cabeza en mi hombro todavía recuperándose, pasó un brazo por mi pecho acercando su cuerpo al mío.

NOEMI: Madre mía, eres un verdadero animal follando, me tienes hecha polvo.

Yo (riendo): Hecha polvo a polvos.

Me dio un golpe con la mano en el pecho y me abrazó más fuerte, le pasé un brazo por detrás de la espalda acariciándola.

¿Qué coño me pasaba con aquella mujer?, después de follar nunca había tenido necesidad de abrazar a nadie, de hecho la mayoría de chicas desaparecían de mi vista antes de darme cuenta, ella no desaparecía y además parecía disfrutar de estar abrazada a mí, y lo más extraño de todo, a mí me gustaba. Se marchó de casa sobre las ocho de la mañana quedando para comer juntos en las pistas.

Subí al coche de Carlos.

CARLOS: Tío que cara es esa.

YO: ¿Cuál?

CARLOS: La de gilipollas que llevas encima coño.

Le expliqué lo que pasó y lo raro que me sentía.

CARLOS: Tú te has “enamorao” joder.

YO: Pero que dices hombre, como me voy a enamorar así como así, pero, ¿cómo puedo saberlo?

CARLOS: Y yo qué coño sé como averiguarlo, tú sabrás lo que sientes, ¿tienes ganas de estar con ella?, ¿cuando estas con ella te sientes especial?, ¿estarías todo el día abrazado a ella sin dejar de follártela?

YO: ¿Y si todas las respuestas son un sí?

CARLOS: “Pue tas enamorao” tío, no te jode, uno de los “follató” de las pistas “enganchao” por una chica.

YO: ¿“Follató”?.

CARLOS: Si hombre, que os folláis “to” lo que os encontráis sin escrúpulos.

Empecé las clases de la mañana y cada dos por tres veía a Noemí, me iba siguiendo por las mismas pistas que yo hacía las clases, nos encontramos en la terraza al medio día y nos saludamos con un abrazo.

YO: ¿Tenías miedo de que me perdiera que me seguías por todas partes?

NOEMI (bajando la cabeza avergonzada): Lo siento si no te ha gustado, pero es que solo tenía ganas de verte, me pasaría el día mirándote como una tonta.

Hay mi madre pensé, esto no sé cómo pararlo, ni si tengo ganas de hacerlo. Fuimos a comer, mientras estábamos en el comedor entro Jon, el monitor más pijo y gilipollas que me podía tirar a la cara, con sus amigos lameculos que iban a su lado para aprovechar alguna migaja de las que él dejaba por el camino, este sí que era un buen “follató” como decía Carlos, siempre iba rodeado de tías que se les caían las bragas. Noemí se lo miraba.

YO: ¿A ti también te parece el tío más excitante de las pistas?

NOEMI: Hombre guapo lo es, no te lo voy a negar, que sois los dos monitores más guapos está claro, pero a él le faltan un par de cosas que tú tienes.

Me la miré levantando una ceja.

NOEMI (riendo): A mí no me gustan tan metrosexuales, y lo más importante, tú culo es mucho más bonito que el suyo, tienes un culo para comérselo.

Me incorporé en la silla y le di un beso en los labios con una sonrisa.

Acabamos de comer.

NOEMI: ¿Conoces algún lugar donde estar tranquilos?

YO: ¿Como de tranquilos quieres estar?

NOEMI: Lo suficiente para que follemos como locos y me pueda despedir de ti.

Me puse de pie de un salto, le agarré la mano y salimos a ponernos los esquís, la llevé por una pista que en medio del recorrido había una valla, en un camino que se desviaba para que nadie pasara, levanté la valla, seguimos esquiando por un camino estrecho llegando a una caseta antigua que ya no estaba en uso, metí la mano por una ventana corriendo el pestillo abriendo la puerta.

Entramos y empezamos a besarnos como locos, nos desvestíamos lo más rápido posible dejando la ropa en el suelo, una vez desnudos sin dejar de besarnos me estiré encima de la ropa, ella se sentó encima de mí cogiéndome la polla con la mano metiéndosela en el coño, empezando a gemir fuerte de placer y excitación, me folló como una auténtica bestia, corriéndose con unos gritos espectaculares.

Le di la vuelta poniéndome yo encima volviéndosela a meter, ella no paraba de animarme a seguir, me sujetaba la cabeza con sus manos sin dejar de mirarme a los ojos, sus movimientos de caderas eran tan brutales cuando se la metía que nos volvimos a correr bastante rápidos, le miraba sus ojos azules que cuando se corría se iluminaban de una forma muy especial, descansamos cinco minutos.

NOEMI: ¿A qué hora empiezas de nuevo?

YO: Me queda una media hora.

NOEMI: Pues todavía nos queda un rato que hay que aprovechar.

Me cogió la polla con la mano y empezó una paja, se la metió en la boca chupando y succionando con fuerza para ponérmela de nuevo a tope, la giré para meterme su chocho en la boca chupándolo sin parar por todas partes descontroladamente, se volvió a subir encima de mí cabalgándome lentamente, yo le miraba la carita que se le ponía cuando estaba excitada que me volvía loco, estando con mis pensamientos mirándola empezó a correrse de nuevo con unos gemidos muy suaves y sexis, me pusieron a mil haciéndome levantar y bajar las caderas con fuerza para correrme otra vez quedando los dos estirados uno encima del otro sin hablar, me miró y le caían unas lágrimas por la cara.

YO: ¿Noemí cariño que te pasa?

NOEMI (llorando desconsoladamente): Que ya no te voy a volver a ver y me entran unas ganas de llorar horrorosas, estoy tan bien contigo.

YO: Volverás algún fin de semana, ¿no?

NOEMI: No lo creo Toni, no me puedo pagar el autobús y la estancia aquí, este fin de semana era una excepción porque nos salía bien de precio al ser tantos en un apartamento.

YO: ¿Y pagar solo el autobús?

La tía que era más larga que la hostia lo pilló a la primera la cabrona.

NOEMI (dejando de llorar al momento): ¿Lo harías por mí?, ¿podría estar en tu casa el fin de semana?

YO: Si llegas hasta aquí cuenta con ello.

Se le puso una sonrisa enorme y me besó por la cara y la boca no sé cuantas veces, al levantarnos teníamos toda la ropa manchada de flujos, la limpiamos como pudimos pero se notaban unas cuantas manchas, me besó un buen rato antes de marcharnos.

NOEMI (riendo): Toni, la boca te sabe y huele a coño que da gusto, la próxima clase te lo va a notar seguro.

Me limpié con un poco de nieve y me puse la braga del cuello que me tapara la boca, nos despedimos hasta el viernes próximo. Acabé las clases con unas manchas en el traje de esquí de semen y flujos vaginales de puta madre, y con la boca tapada toda la tarde para no dar el cante a coño, cuando acabamos las clases nos encontramos con Carlos en el parking.

CARLOS: ¿Se puede saber qué coño te pasa que te he visto toda la puta tarde con la boca tapada?

Me destapé la boca y le tiré el aliento a la cara.

CARLOS: Me cago en la puta, pero si hueles a coño, ¿se puede saber dónde has metido esa boca?

YO: Carlos, a veces haces unas preguntas, de verdad que paciencia.

CARLOS: Espero que no me la enganches a mí o al coche porque mi mujer me mata.

Cuando me dejó en casa.

YO: Si tú mujer te pilla le dices que hable conmigo, le diré que la culpa es solo mía.

CARLOS: Que capullo estas hecho, ala hasta mañana.

Llegué a casa, me duché y me estaba preparando algo para cenar, empecé a recibir mensajes en el móvil.

NOEMI: Ha sido uno de los fines de semana más bonitos de mi vida gracias a ti, te estoy muy agradecida, ya pensaré la manera de darte las gracias, te lo mereces, un beso.

Me quedé que no sabía qué coño responderle, a mí no me había enviado nunca una tía con la que me había enrollado ningún mensaje, yo que tenía la sensibilidad de una mierda de vaca en medio de la montaña me sentía acorralado, si no le contestaba quedaba como un gilipollas y si le contestaba algo que no le gustara igual me enviaba a la mierda, después de mucho pensar.

YO: Para mí también ha sido muy especial.

Me lo estuve mirando media hora con cara de idiota antes de mandarlo, no tenía ni puta idea de si le gustaría o no.

NOEMI: Que sensible, eres un encanto, ya tengo ganas de que llegue el viernes, besos y abrazos.

Me lo miré alucinando, me acababa de decir “sensible” a mí, desde luego la frase que el amor es ciego en esa chica parecía que se cumplía de lleno.

YO: Yo también tengo ganas Noemí, abrazos y besos.

Parecía que había quedado bien, no llegaron más mensajes y cené pensando que pasaba por que todavía no lo entendía muy bien.