La monotona vida de mi exmujer (III)

Mi mujer sigue con su vida una vez vueltos desde Ferrol. Verla por la videocamara se convierte en una obsesión.

  • Hay que ver lo bien que he dormido - me dijo Fina a modo de buenos días.

  • Ya, entre las copas y la "valeriana" especial que te mandaste antes de dormir, como para no haberlo hecho bien - le conteste.

Fina se levanto con el pijama otra vez puesto, entro en el baño y cerro la puerta.  Me hubiese gustado verla ducharse pero volvíamos al modo puritano, estaba visto.

Llame a la puerta y solo recibí como respuesta un espera a que acabe de ducharme.  Mala suerte, la confianza llegaba hasta un cierto punto.

El día en Ferrol pasó rápido.  A las 6 volvimos al hotel para cambiarnos.  De nuevo se volvió a encerrar en el baño para ducharse.  La boda transcurrió sin mucha novedad. Nos volvieron a sentar separados. Volvimos a mazarnos a copas juntos y la noche volvió a ser un calco de la noche anterior.  Fina salió del baño con su pijama recatado y después de una charla intrascendente volvía a masturbase de rodillas en la cama mientras yo la miraba con mi polla en la mano.

  • Ay Paco, menos mal que me has acompañado a la boda - me decía entre jadeos.

  • Fina, como me pones - acerté a decirle -  ¿como no iba a traerte?.

  • Si no llegas a venir ahora estaría siendo empalada por uno o dos de los solteros de la boda - continuo.

  • ¿Y por que no te los trajiste aquí? - le pregunté. No hubiese sido tan mal idea, a lo mejor un triplete aquí en la habitación hubiese pasado a una cuadriga y hubiese podido al fin volver a penetrarla, pensé.

  • No digas tonterías mi amor, no sabes lo tímida que soy para estas cosas.  Lo de la cámara esta bien, pero contigo presente me cortaría - me dijo la muy puta gimiendo mientras se daba placer con el latex en el coño y su mano en el clítoris.

  • ¿que diferencia hay?

Fina me sonrió, se tumbo sin sacarse el vibrador, abrió sus piernas levantandolas y dandole más fuerza a sus autopetreaciones.

  • ¿Quieres que te ayude? - le pregunte extremadamente excitado.

  • No seas depravado.  ¿como me vas a ayudar?.  Me encantaría que me ayudasen, pero no tu mi amor.

Yo me puse de rodillas al lado suya apuntado mi polla hacia su cuerpo, seguía agitandomela con fuerza mientras ella se estremecía de gusto.  En esta ocasión no me atreví a tocarla, ya sabia la respuesta.

Cuando Fina se empezó a correr a grito, mi excitación fue tal que me corrí llenado su cuerpo de lefa.

  • Mira que eres descuidado - me dijo Fina entre jadeos - mira como que has puesto.

Fina cogió la sabana, cubrió su cuerpo y dirigió al baño con el pijama en una mano y el pollón de latex en la otra.  Volvió una vez duchada, guardo el pollón ya limpio y con el pijama puesto.  Se metió en la cama, me dio un beso en la cara de buenas noches y se quedo dormida.

El viaje de vuelta no tuvo mucha novedad. Hablamos, oímos música, ella durmió y llegamos sin novedad.  La deje en su casa y yo me fui a la mía.

Las semanas pasaron lentas. Volvimos a los días de verla masturbarse todas las noches y los sábados montar pequeñas o grandes orgías en mi cama.

Un sábado salí a cenar con amigos, me tome una única copa y me fui a casa.  Como todas las noches abrí la aplicación justo cuando Fina entraba por la puerta.  Se dirigió a su habitación, abrió un cajón y saco varias cosas.  Amarro unas cuerdas a las patas de la cama, ató con ellas cada una de sus tobillos dejando sus piernas completamente abiertas estando de rodillas.  Se puso un antifaz que no le dejaba ver y se esposo las muñecas a la espalda recostando su cuerpo sobre su pecho quedando de rodillas con su culo y coño a la vista.

Fina permaneció media hora en esta posición, parecía que empezaba a tener calambres.  Cuando pasó una hora se movía lo que podía con incomodidad.  Era obvio que su ocasional amante había cambiado de planes y mi pobre Fina había quedado en una situación comprometida por que obviamente no podia desatarse tal y como estaba.

Raudamente cogí mi cazadora, me subí en mi moto y como alma que lleva el diablo volé hasta su casa.  La puerta como esperaba estaba abierta.  Entre en la casa y me dirigí a mi ex-habitación.  Allí estaba Fina atada e indefensa.

  • Has tardado mucho cabrón - me dijo dirigiendo su cubierta cara hacia la puerta en cuanto oyó ruido .

Yo no dije nada.

  • No sabes como me tienes cabrón, mira como chorrea mi coño.

Obviamente no pensaba que era yo quien venia a rescatarla.  Tenia las sabanas a la altura de su elevado coño con una evidente mancha de flujo procedente de él.

  • Coge el pollón y metemelo en el culo, sin miramientos, hazme gozar como me gusta.  Haz que la espera haya valido la pena.

Yo hizo falta que me lo digese una segunda vez.  Cogi el pollón ya conocido.  Con una mano abrí sus cachetes y con la otra dirigí el latex hacia su puerta trasera que para mi sorpresa estaba totalmente dilatado.  Metí el vibrador sin miramientos momento en el que Fina soltó un alarido.  Puse una mano sobre su espalda y apoyando una rodilla en la cama empece a darle caña sin parar.  Habían pasando 15 minutos cuando mi mano me dolía del esfuerzo y Fina gritaba de placer.  Nunca pensé que era una ventaja vivir en un chalet y evitar que los vecinos oyesen los polvos que se echaban en la casa.  Obviamente nunca lo había pensado por que nunca había gritado conmigo.  Fina se corrío salvajemente.

  • Meteme la polla cabrón.  Ya estoy harta de esperar.  Dame duro.

Retire el vibrador.  Su culo parecía un bebedero de patos.  Cogí unas pinzas pezoneras de la mesita de noche y le coloque una en cada pecho.

  • Ahhhh Karin, siempre me sorprendes.

Me baje los pantalones, me puse detrás de ella y de un golpe se la clave.  Empece a bombear con ganas, hacia muchos meses que deseaba darle por el culo.  Parece mentira.  Desde los 16 años que nos cocemos y es la primera vez que visitaba aquella cavidad.  Fina daba gritos, movía su culo con fuerza para recibir mejor mi polla y sus espasmos eran una sucesión victoriosa para mi.  Estaba que no me creía lo que pasaba.  Fina se moría de gusto, yo me moría de orgullo y lujuria. Fina mordía la almohada y yo clavaba mis dedos en su cadera.

Ante mi sorpresa un negro de gran tamaño apareció en la puerta. No le había oído. Le dice con un dedo en la boca el clásico gesto para que permaneciese callado. El negro se desnudo en silencio.  Los gritos de Fina acallaban el ruido que hacia al desnudarse.  Desenfundo una mega polla cogió a Fina del pelo, le levanto la cabeza y de un solo golpe se la metió en la boca.  LA pobre Fina se atragantaba con semejante polla en su boca que acallaban sus alaridos de placer.  Fina chupaba con ansia, yo bombeaba con más ganas aun, el negro empujaba la nuca de Fina más y más.

  • Insisto Karim, me matas a sorpresas.  No habíamos hablado de un amigo pero que gusto que me esta dando el cabrón.  Después de otros 15 minutos así y enlazando los orgasmos Fina pidió entre lagrimas de placer que la hiciésemos una doble penetración.

El negro soltó las cuerdas de los tobillos de Fina.  Sin soltarle las muñecas y con gestos me dio instrucciones para que me tumbase.  Dirigió a Fina hacia mi polla que seguía como una piedra y la sentó en ella.  El tal Karin se puso detrás nuestra de ella y la tumbó sobre mi pecho.  La cara de Fina cambio cuando apoyo su cabeza al lado de la mía. El negro la empaló en ese momento. La cara de Fina volvió a cambiar, y más cuando el negro empezó a lucirse a pollazos.  Notaba su polla chocar con la mía dentro del cuerpo de mi amada.

  • Eres un cabrón - me susurró al oído, evidentemente me habia reconocido por mi olor corporal

El negro bombeaba, Fina movía sus cadera metiendose mi polla y maximizando las penetraciones de Karin.  Fina no dejaba de gritar.

  • Eres un cabrón - me volvió a susurrar.

Yo le sobaba las tetas, el negro la machacaba literalmente.

  • Esto es una violación cabrón . me volvio a susurrar.

Fina brotaba su clítoris contra mi bello púbico.

  • Me estáis matando hijos de puta - gritaba Fina entre espasmos.

Me retorcía de placer, la excitación era máxima.  Mi mojigata esposa me estaba dando el placer de mi vida, me ponía ver como le rompían el culo, me ponía tocarle las tetas con unas pinzas colocadas en sus pezones.  Me iba a correr.

Descargue mis huevos dentro del coño de mi mujer.

-  Ah que gusto gemía Fina.  Me estáis matando.

  • Goza puta - gritaba Karin

  • espero que te hubieses puerto un condón - me volvió a susurrar Fina.

No dije nada, pero se ve que no conocía las reglas de este club que había montado mi exmujer en mi excasa.  Había inundado el coño de mi ex de lefa

El negro se corrió entre bufidos.  Fina tuvo un último y ruidoso orgasmo.  El negro se retiro como pudo, Fina se saco mi polla con un movimiento de cadera y se puso a un lado.

No quise liarla más.  volví a hacerle el gesto de silencio a mi nuevo amigo, el cual me guiño un ojo.  Me levante de la cama, cogí mi ropa y salí de la habitación.  Allí les deje a los dos recomponiendose.

Volví a mi casa tocandome la polla en el coche.  No lo podía creer, me acababa de follar a Fina y habia hecho mi primer trio.  Estaba encantado.  Llegue a casa puse el ordenador a funcionar y en la imagen me encontré a Fina penetrada por el latex negro.  Ya no había rastro de Karin, en la imagen solo se veia a Fina moviendo el pollón en su coño y mirando fijamente a la camara mientras en sus labio se podia leer cabrón, cabrón cabrón.  Así hasta que se corrió y apagó la luz.