La memoria del morbo (1)

Hace calor... (¿o acaso es tu mirada la que me quema?), el incienso deja un rastro en el aire y su aroma trae recuerdos que me incitan, me envuelven. No llevo ropa, solo un pequeño tanga azul celeste, minúsculo, tan estrecho que su opresión me excita...

Aquí me tienes, tal y como me pediste...

La habitación está casi en penumbra, envuelta en esa luz que se proyecta desde la lamparilla de la mesa hasta mi cuerpo, estoy sentada ante el ordenador, mirando la webcam que me regalaste y que oculta tus ojos, pero puedo percibirlos, ansiosos, anhelantes, hambrientos de mi.

Algo recorre la habitación, no sé bien lo que es pero lo siento rebotando en las paredes, un morbo extraño, penetrante, nuevo, casi furtivo...

Hace calor...(¿o acaso es tu mirada la que me quema?), el incienso deja un rastro en el aire y su aroma trae recuerdos que me incitan, me envuelven. No llevo ropa, solo un pequeño tanga azul celeste, minúsculo, tan estrecho que su opresión me excita...¿lo ves?..(¿pueden verme tus malditos ojos?), estoy aquí por ti...tal y como me ordenaste y estoy aquí SOLO para ti, pero esta vez pienso torturarte hasta que tu voz se rompa al otro lado del chat.

Me has dado la cuerda suficiente como para liberar mis actos ante ti y tengo hambre...humedezco mis labios con la lengua y miro fija la cámara, sí..tengo hambre, sé que tus ojos no son capaces de soportar lo que estoy gritándote sin palabras y me regocijo en ello...¡¡TENGO HAMBRE!!...y sabes lo muy capaz que soy de alimentarme, de hecho, ahora mismo estás recordando la ultima vez que devoré literalmente tu polla, la introduje entera hasta el fondo mismo de mi garganta disfrutando como una perra al hacerlo mientras tu te movías primero con suavidad, memorizando cada rincón de mi boca...de mi paladar...para luego hacerlo progresivamente más fuerte, más, mirándome...viendo tu polla perderse entre mis labios... "mírame zorrita" y al hacerlo cogiste mi cabeza con tus manos para asegurarte de que no me movería, la sacaste lentamente mirándome y en una fuerte sacudida la volviste a introducir entera, me apretaste contra ti sin darme opción a moverme y te corriste a gritos dentro de mi boca.

Casi me faltó la respiración al notar tu semen inundando mi garganta, esa ultima embestida fue excesivamente fuerte y me hizo daño..pero no te lo dije, me limité a paladear tu leche arrodillada ante ti, disfruté de su sabor mirándote, sintiendo su calidez en mi lengua, jugando con ella hasta ese último trago en que te dediqué mi mirada más puta y una sonrisa radiante de saciedad.

Sí...tu niña estaba disfrutando y nadie te había comido jamás así, jamás, lo repetiste una y mil veces, por supuesto que no...me follaste bien la boca y respondí, tomé lo que era mío, tu semen, tu esencia. Mi alimento..

Ahora vuelvo a tener hambre...

Sé que estás pensando en ello mientras me observas....mis pezones están tan erectos que me duelen, necesito tus labios, necesito el punzante dolor de tus mordiscos, el pinchazo de placer que recorre mis pezones hasta mi sexo.... "el coñito suave de tu vida", "el refugio del guerrero", la madre patria de tus instintos más sucios. Sigo mirándote fija...y esta vez te dedico dos dedos de mi mano...dos...metidos por completo en mi boca, los introduzco jugando mientras te miro, luego me sonrío y los deslizo por mis labios, por mi cuello...más allá... Sé que has bajado la mirada hacia mis pechos, están desnudos... no son demasiado grandes pero sí muy firmes y duros, siempre te ha enloquecido verlos moverse rápido mientras me follas, así.. al compás de tus movimientos, como majorets que brincan alegres para anunciar al mundo tu fuerza, sí...son los fieles esclavos de tu locura predicando una y otra, y mil veces más, que te pertenezco...

Perfilo lentamente los pezones con la yema de los dedos, moviéndolos y dejándolos húmedos, como a ti te gustan, brillantes, llenos de saliva......y sigo el peregrinaje sobre mi piel, bajando, contorneándome sobre la silla de manera instintiva, voy bordeado mi ombligo, muy lentamente, para ti....para mi...sigo bajando...cierro los ojos. Toda yo huelo a sexo, a hembra, a celo.... Ahora ya es demasiado tarde para evitarme a mi misma, estoy demasiado caliente y húmeda, (¡¡¡TU PERRA ESTÁ HUMEDA!!, lo oyes?, lo ves??) demasiado mojada, sé que puedes ver la humedad calando mi tanga porque he alzado las piernas a ambos lados de la pantalla sobre la que descansa tu mirada, esa webcam maldita que me atraviesa, que por momentos parece mirarme tan fijo, tan hondo como la última vez que entraste en mi..¿recuerdas?, claro que lo recuerdas.

Estábamos enfadados y me follaste sobre esta misma mesa, sin piedad, sin opción a negarme, subiéndome la falda desde atrás y sujetándome los brazos sobre la espalda para impedir mis movimientos. Sonreíste al verme forcejear sin éxito, estaba inmovilizada inclinada hacia delante sobre la mesa, su perfil se me clavaba en el vientre y me costaba respirar por la postura.

Noté tu sexo duro jugar entre mis piernas y subir lentamente hacia mi culo, como perfilando su territorio...cerré los ojos y me dejé llevar por el deseo y la rabia, era extraño...la impotencia y el morbo abrían paso a la excitación más frenética que había sentido jamás, me sentía furiosa y a la vez terriblemente húmeda, no sabía por donde me atacarías y eso me enloquecía tanto como me cabreaba.... Esta vez decidiste follar mi coño y hacerlo como a una zorra, fuerte, retirando hacia un lado mis braguitas, metiéndola entera una y otra vez abusando de tu corpulencia y azotándome de vez en cuando las nalgas para enfurecerme más y demostrarme que te pertenezco. Me violaste embistiéndome sobre la mesa hasta descargar como un animal dentro de mi gritando para asegurarte que los vecinos nos oían.

Cuando acabaste me incorporé e inmediatamente noté tu semen deslizándose por mi entrepierna. Tome una gota con un dedo, te la enseñé sonriéndo...y la chupé..

Lo que te enloquece de mí no es mi entrega completa, sino mi lucha interior por entregarme. Esa expresión de mi cara cuando muerdo mis labios y te miro fija, con el cejo fruncido, maldiciéndote, odiándote pero sin emitir ni una sola palabra de reproche... Esa doblez de mi misma es la clave de tu morbo, mi facilidad para convertir el dolor más intenso en placer y todas las llaves de mi personalidad que soy capáz de anular instintivamente para ti, para tus ojos. Eso es lo que te excita hasta morir..y ambos lo sabemos. No son las normas del juego, no, es mucho más.

Es nuestro propio idioma.

Mis dedos llegan a la parte superior del tanga....más allá el azul celeste se ha oscurecido a causa de la humedad, deslizo mis dedos bajo él ,lo muevo, lo retiro y al hacerlo la goma ejerce más presión sobre el clítoris...uhmmmmmmmm.. no puedo evitar retirarme hacia atrás y gemir de placer...sigo moviéndome, dejando que la goma siga torturándome a bocanadas de gusto, sé que me estás escuchando y eso aún me excita más, te enseño lo que ansías, lo que es tuyo...mi coño rasurado, semiabierto, húmedo, anhelante. Te mueres por beberme y lo sé, por pegar tu nariz, por escupir en él y pasar tu lengua lentamente para emborracharte de ese maravilloso cóctel de tu saliva mezclada con mi humedad... Sí, quieres morderlo suavemente, sentir mi sabor de hembra en tu boca, ver como tiembla mi cuerpo de puro vértigo reaccionando al placer que puedes darme (cuando lo deseas) hasta conseguir que alce los brazos para aferrarme a cualquier cosa antes de gritar....

Continuará..

(Para ser terriblemente novata en los campos del erotismo escrito creo que ya está bien por hoy. El escribir para tus ojos se está convirtiendo en una droga húmeda y tú, desconocido morbo, aún sigues sin encontrar mi llave.)