La mejor mamada de mi mejor amigo
Estábamos con mi amigo Martin del Colegio los dos en mi cama chupándonos la pija uno al otro y saboreándonos nuestros miembros uno al otro.
Hola soy Ale, para lo que no leyeron mis otros relatos soy un chico morocho de ojos de verdes, de unos 1,60mts de alto, y una polla, pija, verga de unos 17cm mas o menos.
Este relato transcurre en mi adolescencia donde te queres follar todo lo que se te cruce, pero en mi caso también quería que me follen.
Después de haberme follado a mi vecino Bruno, recibo el llamado de mi amigo Martin que volvió de las vacaciones para ver si al día siguiente nos volvíamos a juntar.
Martin era mi mejor amigo de la escuela, la misma edad que yo unos pocos cm más altos que yo, y un verga que cuando se le paraba se le curvaba para arriba, y de un buen tamaño, rubio de ojos muy claros, con el abdomen trabajado y una colita paradita hermosa.
Como conté en el relato Martin fue el primer chico que hizo que me guste la pija, donde todo empezó como un juego apoyándonos la pija en la cola sobre nuestros pantalones y donde termine mamándole su pija y saboreando todo su rico semen.
En el tiempo que Martin estaba de vacaciones me juntes con mis vecinos, primero con Ramiro que como conté en otro relato, es un chico morocho que me termino haciendo su puta, y me desvirgo mi colita.
Como también les venía contando yo me había follado a mi vecino Bruno un chico gordito, con un culo muy grande blanquito y suavecito que termino siendo mi puta. Ese mismo día cuando termine de follarme a Bruno, recibo el llamado de Martin que había vuelto de las vacaciones y quedamos en juntarnos al día siguiente.
Era verano por ende estábamos de vacaciones y no teníamos que ir al colegio, así que teníamos todo el día libre por lo que organizamos para encontrarnos en club del barrio.
Yo estaba muy emocionado y esa noche me costó dormirme, pensaba mucho en Martin y las ganas de comerme su pija.
Al día siguiente, a la tarde agarro mi bicicleta y salgo de mi casa para ir al club para encontrarme con Martin, cuando llegue dejo la bicicleta en el bicicletero y me voy caminando para las piletas donde dijimos que nos íbamos a encontrar. Cuando llego doy unas vueltas y no lo encuentro, así que igualmente me tiro a una de las piletas a nadar un poco.
Después de unos eternos minutos llego el momento tan esperado, llego Martin. Siento que alguien dice mi nombre automáticamente reconozco su vos y me acerco al borde de la pileta. El estaba parado en cuerdo, bronceado, con la panza trabajada, con el sol de enfrente que le resaltaban sus ojos claros, su pelo rubio y tenía puesta una malla que le marcaba su bulto. Yo me lo quería comer.
Nos saludamos con un apretón de manos y nos pusimos a nadar un rato, yo aprovechaba cada momento para tocarle la pija por debajo del agua pero como el club estaba lleno de gente y no quería arriesgarme a que alguien me vea, no lo pude hacer como yo quería. Si fuera por mi, me lo hubiera llevado de la mano a los vestuarios para que me rompa el culo con esa pija divina que tenía.
Cada vez Martin salía del agua, se le quedaba la malla pegada a su bulto marcando el contorno de toda su pija dormida, y me volvió loco. No veía la hora de metérmela en mi boca y chupársela hasta vaciarle los huevos y llenarme mi boca de leche.
Mientras jugábamos en el agua nos encontramos a otros amigos y nos quedamos jugando entre todos a los típicos juegos del agua, a nadar que uno agarre al otro. Yo siempre me dejaba agarrar por Martin para que me toque, y sentir su respiración de cerca, sus manos, su cuerpo pegado al mío.
Después de unas horas, nos fuimos en bicicleta a mi casa, pero vino un amigo más que se llama Gabriel, el cual no voy a describir porque no pasó nada con él.
Una vez en mi casa que se encuentra a unas pocas cuadras del club, fuimos a pieza a jugar a la play. Yo no podía dejar de verlo a Martin, lo deseaba mucho. No podía dejar de ver su entrepierna, su cuerpo, su cola me tenía loco.
En una oportunidad Gabriel se va al baño, como acto instinto nos juntábamos Martin y yo, y nos pusimos a manosearnos las pija uno al otro, primero por arriba del pantalón, después por abajo. Después de estar un tiempo así Martin, se sienta en la cama y me lleva para me sienta arriba de él, y me empieza a follar por arriba del pantalón, de nuevo la misma sensación que la otra vez, sentir su pija dura, muy dura sobre la raja de mi cola, que placer ¡!!!!, y con una mano el también me tocaba mi pija, me sentía en cielo quería que eso no terminara nunca, me encantaba estar cabalgando arriba de su miembro duro, sentirlo en mi cola, hasta que sentimos la puerta del baño y nos tuvimos que separar.
Cuando entro Gabriel a la pieza tratamos de disimular, y nos tuvimos que quedar sentados en la cama encorvados para disimular la erección que teníamos.
Finalmente al anochecer ellos dos se fueron, y yo me quede con la ganas.
Esa noche soñé con Martin, soñé que estábamos en una cama muy grande. Y yo le mamaba la pija, soñé que él me penetraba una y otra y otra vez, a mitad de la noche me despierto con la pija parada, con mi mano busco mi cola y me meto un dedo, poco a poco lo voy metiendo más y más, pensando en Martin, hasta que me termino masturbando pensando en él.
Al día siguiente, me dispongo a volver al club pero cuando voy a buscar mi bicicleta tenía una rueda pinchada, así que no me quedaba otra que ir a club caminando.
Al llegar al club voy para el sector donde estaban las piletas, buscando por todos lados a Martin, hasta que por fin lo encuentro.
Lo vuelvo a ver a Martin con el grupo de chicos del club, lo saludo y me dijo que pensó que no iba a ir, y le dije que llegue tarde porque tenía la bici pinchada, así que me dijo bueno después entonces te llevo a tu casa.
Cuando llego el momento de dejar el club, le digo que me voy y me dijo espérame un rato que te llevo, eso mismo hizo lo espere un rato y me llevo a mi casa, lo iba esperar el tiempo que sea necesario no iba desaprovechar esa oportunidad.
Obviamente no teníamos auto, así que fuimos caminando al otro lado del club donde tenía su bicicleta, en el camino ya mi cabeza iba trabajando y se iba imaginando todo lo que íbamos hacer, lo único que esperaba que al llegar a mi casa no haya nadie.
Martin: te llevo a tu casa era subite al caño de la bicicleta que te llevo
Yo: dale, después te queres quedar un rato
Martin: te llevo, después vemos
Yo como buena puta que soy me senté en el caño lo más cerca de el para poder tocarle su pija, y sentir su respiración cerca de mí, su olor.
Llegamos a mi casa y lo invito a pasar, entro rápido y reviso que no haya nadie, efectivamente estábamos solos.
Jugamos 1 solo partido al PES a la play y me dice
Martin: Me voy a mi casa estoy aburrido, no tengo ganas de estar acá encerrado jugando a la play
Yo: Dale quédate un rato más
Martin: no ya fue me voy a mi casa
Yo: bueno, está bien. Pero vos te lo perdes
Martin: ¿qué me pierdo si me voy?
Yo, le miro el bulto me muerdo los labios y saco la lengua y me la paso por mis labios.
El entendió el mensaje
Yo estaba sentado en el borde de la cama, el parado frente a mí se baja los pantalones, y me deja a pocos centímetros de mi cara su pija, dormida y con los huevos muy inflados. Y él me dice chúpamela pero “sin manos”.
Ya podía sentir su olor a pija, mi corazón estaba a mil, con mi lengua se la levanto, y la meto completa en mi boca. Le doy un fuerte chupón de esos que hace mucho ruido, apretando fuerte mis labios en su pija todavía dormida, sintiéndola flácida en mi boca. Voy de nuevo me la meto hasta el fondo de mi boca y voy hasta la cabeza de su pija, ahí es donde me detengo y empiezo con mi lengua hacerle un remolino, chupándosela hasta mas no poder, lamiéndole toda la cabeza, y noto como a poco va parándose.
El ya empieza a moverse y a follarme la boca, todavía con su pija semi erecta, cada bombazo que me da, su hermosa pija se pone cada vez más y más dura dentro de mi boca, hasta que le poner totalmente dura, era una pija perfecta.
Ya nos encontrábamos el parado con su pija dura bien parada, con su hermosa curvatura hacia arriba, su cabeza en forma de honguito y sus huevos grandes y calentitos. Yo me dedicaba a chupársela completa, solo me la sacaba de la boca para poder pasarle la lengua por los huevos, por el tronco de su pija y así recorrer con mi lengua esa curvatura que me volvía loco, hasta llegar a su glande donde le hacía como un remolino con mi lengua, y después me la metía hasta mas donde podía, ya estaba dura y larga me costaba un poco metérmela toda. Volvía a sacármela apretando con mis labios su tronco, pasando por su corona, y centrándome a succionarle la punta de su pija.
Mientras se la lamia a más no poder, con una mano le acariciaba sus huevos que estaban enormes y divinos.
En un momento se aleja de mí y se empieza desnudar yo me deleito con su cuerpo totalmente desnudo, su colita paradita, su pija bien parada curvada, él estaba divino, yo por mi parte hago lo mismo
Martin: acóstate en la cama que ahora me toca a mi
Yo: bueno dale que más hacer
Martin: vos acóstate te va a gustar
Me acuesto en la cama, el hace lo mismo, yo estaba esperando que me folle pero para mi sorpresa se acuestan poniendo su cara sobre mi pija.
Yo ya estaba con mi pija a mil, más dura que nunca, y se la lleva a la boca.
Se la mete de una en su boca, y me la empieza a chupar, de arriba abajo, y como le hice yo me pasa su lengua en forma de tornado sobre mi glande, y se dedica a succionarme mucho la punta de mi pija.
Yo no podía dejar de mirar su cara de concentración y devoción por chuparme mi pija, y no podía para de ver esa pija de el, dura curvada, con las venas marcadas de lo dura que estaba y los huevos muy grande seguramente llenos de leche, no aguate más así que se la empecé a chupar
Sobre mi cama, estaba Martin y Yo, ambos desnudos y comiéndonos la verga uno al otro, yo disfrutaba cada centímetro de su pija, acariciando sus huevos, acariciando su cola, blanca, y dura, muy bien formada paradita como si fuese una manzanita, a diferencia de Bruno que tenía una cola grande, suaves pero muy blanda, Martin tenía una cola firme muy dura y paradita.
Después de un tiempo de sentir su lengua, su boca, sus labios recorriendo por completo mi pija, entres gemidos cortos de uno y del otro, y el ruido a chupada empiezo a sentir el cosquilleo previo a venirme, trato de aguantarme lo que más puedo hasta que me vengo sobre su boca, la mayor cantidad de leche quedo en su boca, la otra sobre la cama una vez que acabe el me empezó a masturbar un poco más, hasta que largue la última gota de leche sobre su mano.
El todavía no había acabado, así que se la seguí chupando con devoción. Cambiamos de posición ahora él se acostó boca arriba y yo al lado de el pero con mi culo bien para arriba mi respiración era cada vez más fuerte, realmente me encantaba chúpasela, vuelvo a centrar mi chupada en su cabeza y veo como él se agita cada vez más y más, mientras Martin me acariciaba mi cabeza y mi cola, iba alternando su mano entre tocarme el pelo y pasar su mano por mi cola, pasando sus dedos sobre la raya de mi cola, buscando el agujero mi culo, y metiendo a penas su dedo. Siento como poco a poco larga el líquido preseminal y se le humedece la punta de su pija, aparte que ya está empapada con mi saliva.
Era el momento él estaba por eyacular, vuelvo a pasar mi lengua por el glande, pero sin sacar mi boca de la punta de si pija, con una mano le acaricio los huevos, hasta que finalmente el acaba mucha leche sobre mi boca, mientras el acababa no deje de chupársela y tratar de tomar cuanto semen podía. Su leche estaba calentita, espesa sabrosa, no tan amarga como la de Ramiro. Termine pasando mi lengua por su panza, sus huevos, sus piernas, mi mano, todo lugar donde había un rastro de su rica leche me lo fui tomando.
Una vez que el eyaculo, no pare de chupársela, no podía. Se la seguí chupando un rato largo, ahora media dormida era un vicio. Yo ya tenía mi pija re parada de nuevo, y en poco tiempo el también, de nuevo dentro de mi boca, sentí como poco a poco se le ponía más y más dura, hasta que volvió a estar totalmente parada y yo seguía mamándosela de una manera desesperada, esa pija, esa curvatura, ese sabor con dejo de leche, todo me volvió loca, el con su mano volvió a buscar mi ano y metió otra vez un dedo, para más profundo que antes, hasta que sentimos el auto y el timbre y sabíamos, que ya no íbamos a estar solos, nos cambios rápido prendimos la play, e hicimos como si nada, para que nadie se diera cuenta.
Había quedado de nuevo pendiente la follada, era obvio que teníamos que buscar otro lugar para pasas más tiempo junto, y podes follar. Yo ya sabía dónde llevarlo y hacer que me folle.
La pija de Martin tenía que esta si o si, en mi cola