La mejor madre X
Final de la historia.
Cinco años después, todos formaban una gran familia. Isabel, a sus 45 años ya tenía dos hijos con Iker, el pequeño Michel de 4 años y la pequeña Mónica de 2 años y estaba embarazada del tercero. Marina que ya contaba con 47 años, tenía dos hijos de Iker, el pequeño Rubén de 3 años y la pequeña Carmen de 1 añito, y esperaba ansiosa que Iker la volviera a embarazar. Laura por su parte, aún no tenía hijos con Iker, porque como prometió la madre de Iker, no dejaría que se embarazara hasta que terminara de estudiar. Y lo cumplió. Laura, con 22 años, acababa de dar los últimos exámenes de la carrera de administración y dirección de empresas, para ayudar a Iker con los negocios. Esa mañana, acababa de saber Laura que había aprobado todo. Loca de contenta, salió disparada para la oficina de la empresa dónde estaba Iker, pero no le gustó lo que vio. Nada más llegar a la oficina, sus ojos se clavaron en la escultural secretaria, cómo le agarraba y coqueteaba a Iker. Loca de celos, salió disparada hacía su marido y le saludó efusivamente, marcando territorio.
Laura: ¡Hola, mi amor! – gritó efusiva - ¿Cómo estás? – dijo mientras lo abrazaba - ¡Te extrañé! – dijo besándolo apasionadamente.
Lucía, la secretaria, se separó como un resorte y quitó la sonrisa de la boca al oír que le llamaba “mi amor”. No se podía creer que su adorado jefe tuviera novia. Lucía era una muchacha de 26 años, pelirroja, con curvas, tetas grandes y piernas largas y un culo de campeonato. Ella no era de vestir provocativa, pero desde que conoció a Iker, no podía evitarlo, le encantaba que la mirase, pero solo él.
Laura: No nos han presentado – dijo con una sonrisa de victoria – Soy Laura, su mujer – dijo recalcando la palabra “mujer” mientras le enseñaba su anillo.
Lucía: Yo Lucía, su secretaria – dijo cohibida.
Iker: ¿Qué haces aquí, mi amor? – dijo divertido de los celos de Laura.
Laura: Me acaban de dar las notas de los exámenes finales – dijo seria – y, ¿sabes qué? ¡Aprobé! – dijo abrazándolo feliz.
Iker: Eso es maravilloso, amor – dijo abrazándola – Me alegro por ti – dijo con una sincera sonrisa.
Laura: ¿Vamos a tu despacho? Tengo que comentarte algo – dijo melosa.
Iker: Después de ti – dijo sabedor de lo que le esperaba.
Ambos pasaron al despacho dejando a una confundida y cohibida Lucía en el pasillo. Nada más entrar, Laura se le pegó a Iker y le besó apasionadamente mientras le acariciaba el pecho. Iker se dejaba hacer mientras le agarraba del culo a su mujer.
Laura: ¿Qué hace esa zorra aquí? – dijo celosa – No pienso tolerar que se te acerque.
Iker: Solo es mi secretaria – dijo divertido.
Laura: ¡Ja! Esa zorra quiere ser más que tu secretaria y no pienso permitir que ninguna otra mujer se te acerque – le advirtió – Tú ya tienes dueña.
Iker: Una dueña que le encanta ponerme cachondo – dijo agarrándola del culo y las tetas por encima del vestido que llevaba.
Laura: ¡Mi amor, oh sí! ¿Soy yo la que te pone así – dijo palpando su erección sobre el pantalón – o es esa zorra?
Iker: Sabes perfectamente que cuando la puta de mi mujer se pone en plan celosa posesiva me pongo muy cachondo – dijo restregándole su erección por su vientre – No me gustan las zorras.
Laura: ¡Y a mí me encanta ponerte así, mi amor! Sobre todo, por cómo acabas follándome siempre – dijo besándolo posesivamente al ver cómo Lucía les espiaba desde su puesto.
Iker: ¿Quieres que te folle aquí? – dijo sacándose la polla del pantalón.
Laura: ¡En todos lados! – dijo deseosa - ¿Qué quieres que haga tu puta, mi amor?
Iker: ¡Chúpamela! - ordenó.
Laura, luego de besar apasionadamente a Iker, bajó las manos por su cuerpo y al mismo tiempo que se ponía de cuclillas le agarraba la polla para engullir la polla erecta hasta los huevos.
Iker: ¡Oh, puta, despacio, oh sí! Tienes hambre, ¿eh?
Laura como respuesta comenzó a comer polla cómo una posesa, haciendo una garganta profunda, mientras con la otra mano le acariciaba los huevos. Iker se tuvo que apoyar contra el archivador que había detrás suyo para evitar caerse por la pasión y el deseo con el que Laura se la comía, dándole así una visión de primera plana a Lucía que tenía los ojos como platos al ver el pollón de su jefe. Empezó a masturbarse.
Iker: ¡Sí sigues así no tardaré en correrme! ¡Oh sí, come polla, puta!
Laura comenzó a aumentar el ritmo, si es que eso era posible, volviéndose loca con la polla de Iker en su garganta. Iker intentó apartarla de su polla, pero no pudo y tras unos minutos de intensa mamada de Laura, la agarró de la cabeza y comenzó a follarle la boca.
Iker: ¡Toma polla, puta! ¡Mi polla querías, mi polla tienes, perra! ¡Traga polla, así, así, entera!
Luego de unos minutos de intensa mamada, Iker consiguió separar la boca de Laura de su polla y la levantó para comenzar a besarla con amor, con cariño, la boca y el cuello, pasándole la lengua sensualmente por los labios y el cuello mientras Laura se la mordía suavemente gimiendo. Iker la metía mano por debajo de su vestido, notando cómo sus pezones se ponían duros entre sus hábiles dedos.
Laura: ¡Mi amor, me vuelves loca! ¡No pares, oh sí!
Iker, hábilmente le sacó las tetas por encima del vestido y comenzó a comérselas. Laura se dejaba encantada colocando sus manos en la cabeza de Iker y cogiéndole del pelo.
Laura: ¡Cómeme las tetas, mi amor! ¡Son todas tuyas! ¡Oh sí, no pares, así, más! ¡Me encanta que me las comas!
Iker: ¡Tienes más grandes las tetas, puta, y me encanta!
Laura: ¡No pares, mi amor, oh sí!
Iker siguió comiéndole las tetas mientras ahora, con la mano libre le subía la falda del vestido. Luego de unos minutos de comerle las tetas, la tumbó sobre su escritorio y comenzó a pasar sus manos por sus piernas, culo, coño y tetas sin dejar de mirarla a los ojos.
Iker: ¡Estás buenísima! ¿Te gusta? ¡Pienso follarte entera!
Laura: ¡Me encanta, así, no pares, oh sí!
Iker comenzó a bajar la cabeza hacía su coño mientras Laura abría aún más sus piernas. Iker comenzó a pasar la lengua por su coño, de arriba abajo y en círculos, haciéndola gemir de placer mientras con una mano le levantaba el culo y con otra la pellizcaba los pezones. Lucía no podía más de tanta excitación, deseaba ser ella a la que su jefe le comiera el coño así y la que le comiera esa polla.
Laura: ¡Oh sí, cómeme el coño, así, mi amor, así, sigue! ¡Me encanta, mi amor! ¡Oh sí, no pares, así, más! ¡Me corro!
Laura le agarraba del pelo a Iker mientras él no dejaba de comerle el coño, cada vez con más intensidad, llevándola al cielo. Iker, pronto dejó las tetas de Laura para agarrarle el culo y comerle el coño con ganas, con ímpetu, haciéndola gritar.
Laura: ¡Oh sí, no pares mi amor, así, más, así, sigue! ¡Me encanta, mi amor, oh sí, no pares, así, más! ¡Me corro! – dijo mirando a Lucía con superioridad y excitación al verla masturbarse.
Luego de unos minutos y de que Laura encadenara un orgasmo con otro, Iker paró y subió a besarla al mismo tiempo que se colocaba entre sus piernas y Laura subía por instinto sus tobillos a sus hombros mientras él le restregaba la polla por su coño.
Iker: ¿Quieres que te folle?
Laura: ¡Hazme tuya, aquí y ahora! ¡No aguanto más! ¡Vamos, métemela ya!
Laura, al notar la punta de la polla de Iker en la entrada de su coño, no lo soportó más y agarró del culo a Iker empujando de él hacía ella e incrustándose su polla centímetro a centímetro entera en su coño. No paró hasta que la tuvo toda entera dentro.
Iker: ¡Oh, eres una puta muy caliente, oh sí, toma polla! – dijo dándola un pequeño azote y agarrando su culo.
Laura: ¡Oh sí, no pares, dame más fuerte! ¡Me encanta que me partas el coño en dos, mi amor, no pares, oh sí, más, más duro! ¡Fóllame, folla a tu puta!
Iker, luego de unos segundos, empezó una lenta follada mientras la agarraba con una mano del culo y con la otra le cogía una teta y se la pellizcaba y estrujaba.
Iker: ¿Te gusta? ¡Me encanta tu coño, puta!
Laura: ¡Oh sí, me encanta, dame más, necesito más, dame fuerte mi amor!
Iker comenzó a follarla cada vez más rápido mientras la azotaba el culo. Laura cada vez gemía más y más. Lucía ya no se perdía detalle y tenía su tanga por los tobillos mientras se masturbaba. Iker, luego de unos minutos de intensa follada, le sacó la polla y la penetró el culo de una estocada.
Iker: ¡Ahora vas a saber lo que es bueno, puta! – dijo empezando a follarla el culo de manera bestial.
Laura: ¡Oh sí, dame más, sí, así, fuerte, dame duro, me matas de placer, mi amor, folla mi culito, dame con todo, oh sí, no pares nunca de follarme así, dame más, oh sí! ¡Me corro!
Iker estuvo unos minutos follándola así, sin dejar de comerle, pellizcarle, lamerle ni amasarle las tetas en ningún momento. También le comía la boca y el cuello cada vez que Laura se corría. Luego de unos minutos de intensa follada, Iker estaba a punto de correrse.
Iker: ¡No voy a tardar en correrme, puta! ¿Dónde quieres que me corra? – dijo metiendo su polla de nuevo en su coño.
Laura: ¡Córrete dentro de mi coño, mi amor, dame toda tu leche en mi coño! ¡Vamos dame tu leche en mi coño, mi amor! – dijo haciéndole la pinza - ¡No pares de follar a tu puta hasta que te vacíes los huevos en su coño! ¡Oh sí, me corro, dámela toda!
Iker: ¡Me corro, puta, me corro dentro de tu coño! ¡Toma mi leche, oh sí, toda entera en tu coño!
Iker se corría como un bestia en el coño de Laura, que recibía loca de contenta la descarga de leche de su amado mientras se unía a él en un intenso orgasmo. Lucía se corrió al mismo tiempo que ellos. Cuando se calmaron se sentaron en el sillón de él, abrazados y se colocaron la ropa, tanto ellos como Lucía.
Laura: ¿Satisfecho? – dijo besándolo.
Iker: Mucho, mi amor – dijo riendo – Me encanta cuando te pones celosa – dijo azotando su culo.
Laura: No puedo evitarlo, amor, no soporto que ninguna se te acerque – dijo seria - ¿Te ha gustado correrte en mi coño? Hacía tiempo que no lo hacías.
Iker: Mucho – dijo morreándola – Pienso correrme mucho más ahí, pienso embarazarte muchas veces – dijo acariciando su teta.
Laura: Estoy deseando que lo hagas, mi amor – dijo viéndose con una barriguita de embarazada.
Luego de un rato de mimos y cariñitos, Laura salió del despacho de Iker para dejarlo atender una llamada. Se encaró a Lucía.
Laura: ¿Te has gustado lo que has visto, zorra? – dijo seria.
Lucía: No sé de qué me hablas – dijo nerviosa.
Laura: Sí lo sabes, mentirosa – dijo seria - ¡No te acerques a Iker! Él es mío y de nadie más, ¿entendido?
Lucía: Sí, no te preocupes – dijo intimidada.
Laura: A partir de la semana que viene me ocuparé de que lo cumplas, seré la nueva gerente de la empresa – le informó - ¡No quiero verte cerca de mi hombre! – le avisó.
Lucía: Sí, no te preocupes – dijo con miedo.
Laura: Y espero que hayas disfrutado del espectáculo – dijo yéndose – Iker es todo un semental – dijo pícara – Mi semental – recalcó.
Laura se fue para la casa e Iker pasó el día trabajando sin que su secretaria se le acercara más de la cuenta. Divertido se dirigió a su casa, dónde encontró a toda su familia. Jugó con los niños y pasó la tarde con ellos. Sus mujeres le atendían a él y a los niños. Celebraron en familia las notas de Laura. Cuando llegó la noche, se sorprendió de ver a las tres mujeres desnudas en la habitación.
Iker: ¿Pasa algo? – dijo divertido.
Isabel: Ya nos ha contado Laura lo de tu secretaria.
Marina: Queremos recordarte que tienes mujeres.
Laura: No tienes que buscar más.
Iker: No busco más – dijo serio – Con las tres putas que tengo me bastan y me sobran – dijo sincero.
Isabel: ¡Demuéstralo!
Iker, sabedor de lo que le esperaba, se dejó rodear por sus mujeres. Marina se colocó a su izquierda y comenzó a besarle la cara y el cuello, pasando por la oreja mientras le acariciaba el pecho. Misma operación hacía Isabel en su derecha. Entre ambas le desnudaban. Laura se colocó de frente y besaba su boca y su pecho. Iker ya tenía una erección de caballo. Dio gracias que sus hijos durmieran en habitaciones alejadas para no escuchar el espectáculo que iban a dar.
Iker: ¿Qué queréis, putas?
Laura/Marina/Isabel: A ti, amo.
Iker: ¿Qué deseáis, putas?
Laura/Marina/Isabel: Que nos hagas tuyas, amo.
Ese era el “ritual” siempre en la cama cuando estaban todos. Iker, ya desnudo, cogió a Marina de los pelos y la colocó encima de la cama a cuatro patas mirando para los pies de la cama y con las piernas abiertas.
Iker: ¡Vas a comer polla, putón! – dijo a Marina – Puta, cómele el coño a este putón – dijo a su madre – Putita, ¡dame teta! – dijo a Laura.
Marina comenzó a comerle la polla con una mirada de deseo y amor, mientras que Isabel con su barriga de embarazada de 4 meses, se colocó entre las piernas de la rubia mayor para comenzar a comerle el coño. Laura, con una sonrisa, se acercó y le puso sus tetas cerca de su boca para que se deleitase.
Isabel: ¡Qué rico coño tienes, putón!
Laura: ¡Sigue comiéndome las tetas, amo, no pares, oh sí!
Iker le comía las tetas a Laura con ansia, le encantaban sus tetas. Marina se tragaba entera su polla, ya era toda una experta en eso. Isabel le había cogido el gusto a comerle los coños a Laura y Marina. Marina se corrió cuando Isabel le mordió el clítoris e Iker le follaba la boca. Iker se dio cuenta.
Iker: Muy bien, putas – dijo agarrando ambas tetas de Laura con fuerza haciéndola gemir de placer – Alguien se ha corrido sin mi permiso, ya sabéis lo que os toca.
Laura/Marina/Isabel: Si, amo – dijeron contentas por el castigo que vendría ahora.
Laura, Isabel y Marina se colocaron encima de la gran cama que adornaba la habitación, y se pusieron a cuatro patas, con las piernas bien abiertas y sus culos y coños expuestos, mirando hacia Iker. Iker se colocó detrás de Isabel y le ensartó su polla en su coño de una estocada haciéndola gritar mientras con una mano les dilataba el culo con los dedos a Laura y a Marina.
Isabel: ¡Oh sí, amo, dame fuerte, usa a tu puta, oh sí, no pares, me encanta, soy tuya! ¡Me corro! ¡Castígame!
Marina: ¡Amo, castigue a este putón, que se lo merece! – decía al notar cómo Iker le metía varios dedos en su culo.
Laura: ¡Oh sí, amo, castígueme, hazme ver quien es mi dueño!
Iker: ¡Toma polla puta, oh sí, cada día sois más guarras! ¡Te voy a romper el culo a pollazos, putón! ¡Y a ti, putita, te lo voy a romper para que no vuelvas a hacerme una escena de celos en el trabajo! ¡Toma polla, oh sí!
Isabel no paraba de correrse debido a la intensidad de la follada y a su sensibilidad por el embarazo. Por eso, a los pocos minutos de estar Iker follándola se desmayó tras un orgasmo extremadamente intenso. Iker al ver que estaba desmayada, sacó su polla de su coño y ensartó de una estocada a Marina por el culo.
Marina: ¡Oh sí, amo, reviéntame el culo, castígame, hazme tuya, muéstrame quien es mi dueño y señor, oh sí! ¡Me corro!
Laura: ¡Amo, no pares de usar mi culo con tus dedos! – dijo mirándolo con deseo.
Iker: ¡Ahora vais a saber que conmigo no se juega, putas! – dijo cogiendo de los pelos a Marina - ¡Toma polla, putón! ¡Zorra, perra!
Marina: ¡Oh sí, dame más, amo, soy tuya, oh sí, más duro, sigue!
Iker penetraba el culo de Marina con mucha intensidad, haciéndola correrse sin remedio. Luego de unos minutos, Iker mordió a Marina en el cuello clavándole los dientes mientras que Marina se corría como loca y caía rendida en la cama. Iker, miró a Laura y con una sonrisa maliciosa le rozó su polla en su encharcadísimo coño, pero la penetró el culo de una estocada.
Laura: ¡Oh sí, rómpeme el culo amo, sí, me matáis de placer! – dijo sintiendo una mezcla de placer y dolor - ¡Muévete, amo, empieza a taladrar mi culito!
Iker: ¡Eso quieres, eso tendrás, putita! – dijo dándole un azote en su culo - ¡Muévete perra, te voy a reventar el culo por puta!
Iker comenzó a moverse aumentando el ritmo de la follada hasta hacerla salvaje, dura, fuerte, con un ritmo vertiginoso y haciendo gritar a Laura, que se corría cada vez más intensamente.
Laura: ¡Oh sí, sigue así, no pares, me matas de placer, oh sí, más, más, darme más, oh sí, me corro! ¡No pares nunca de follarme así, amo! ¡Soy tuya, oh sí!
Iker la azotaba el culo al mismo tiempo que se la follaba bestialmente por el culo. Iker decidió follarla el coño, luego de morder su cuello y hacerla correrse como loca.
Iker: ¡Toma polla, putita, no voy a parar hasta preñarte, guarra! ¡Toma polla, putita mía, toma rabo!
Laura: ¡Oh sí, amo, no pares, préñame, me matas de placer, oh sí, me encanta, dame más, sí, oh sí!
Iker no paraba de darle polla a Laura que no paraba de correrse, encadenaba un orgasmo con el siguiente, todos muy intensos. Iker le dio la vuelta violentamente y empezó a comerle las tetas. Luego de unos minutos intensos de follada, Iker se corrió en su coño.
Laura: ¡Córrete dentro de mi coño, amo, dame toda tu leche en mi coño! ¡Vamos dame tu leche en mi coño, amo! – dijo haciéndole la pinza - ¡No pares de follar a tu putita hasta que te vacíes los huevos en su coño! ¡Oh sí, me corro, dámela toda!
Iker: ¡Me corro, putita, me corro dentro de tu coño! ¡Toma mi leche, oh sí, toda entera en tu coño!
Marina: ¡Vamos, amo, preña a tu putita! – dijo sabiendo el deseo de su hija de darle hijos ya a Iker.
Iker se corría como un bestia en el coño de Laura, que recibía loca de contenta la descarga de leche de su amado mientras se unía a él en un intenso orgasmo. Marina se corrió al mismo tiempo que ellos, tras el sonoro azote que le dio Iker. Cuando se calmaron se tumbaron en la cama, abrazados. Isabel reaccionó al sentir que se tumbaban.
Isabel: ¿Te ha gustado, amo? - dijo aún mareada – Perdón por desmayarme, pero ha sido muy intenso – dijo mirándolo con infinito amor y deseo - ¡No dejes nunca de follarme así! – le pidió.
Iker: Me ha gustado, cómo siempre – dijo sonriéndolas mientras se le acurrucaban más – Nunca dejaré de follaros así – prometió – Y nunca me fijaré en ninguna otra mujer.
Laura: Eso esperamos – dijo seria – No pensamos compartirte con nadie más.
Marina: Con nadie – secundó seria.
Todos se durmieron relajados esa noche. La vida para ellos era perfecta, con sus hijos, la familia que habían formado. Los negocios les iban muy bien. Laura le dio 6 hijos a Iker, cuatro niños y dos niñas. Isabel le dio dos hijas más a Iker mientras que Marina le dio un hijo más.