La mejor madre VIII
Continuamos con la vida en común
Al día siguiente por la tarde, Isabel y su hijo fueron a casa de Laura a hablar con el padre de ella. Iker vestía unos vaqueros y una camiseta holgada mientras que Isabel vestía un vestido holgado sin ropa interior y zapatos de tacón. Cuando llamaron a la puerta, esta vez les abrió la madre de Laura. Era una mujer de 41 años, rubia con el pelo largo y liso, alta, con unas piernas largas y delgadas, con unas tetas más grandes que las de Isabel que se trasparentaban a través del vestido de chacha que llevaba.
Marina: Hola, pasad. ¡Bienvenidos! – dijo dejándoles paso y saludándoles con sendos besos en las mejillas a cada uno.
Isabel: Hola, querida – dijo devolviéndole los besos.
Iker: Hola, señora – dijo dándole dos besos.
Marina: No hace falta tantos formalismos – dijo sonriendo - ¡Somos familia!
Isabel pasó primera y saludo al padre de Laura y a la propia Laura, que estaban sentados en el sofá del salón. Iker saludó dándole la mano solemnemente al padre de Laura y con un beso a su ahora mujer. Isabel se sentó en un sillón al lado de su hijo mientras que Iker se sentó en el sillón al lado del padre de Laura. Marina se sentó en el sofá al lado de su marido y Laura al lado de su madre.
Iker: Antes que nada, quiero darle las gracias por acceder a que su hija se case conmigo. Le estoy muy agradecido – dijo sincero y serio – Y siento lo de su enfermedad. Me enteré ayer. Si necesita algo, no tiene más que pedirlo.
Camilo: Gracias hijo. Permíteme que te llame hijo a partir de ahora, al fin y al cabo ya eres parte de esta familia – sonrió a Iker – Laura siempre nos ha contado lo que sentía por ti, nunca nos ha ocultado nada – dijo mirándola y recibiendo un asentimiento de ella – Por eso resultó fácil aceptarte, ante todo está la felicidades de mi hija. Lo que no me esperaba es que tú también fueras dominante – dijo divertido.
Iker: Sí – dijo sonriendo – No lo sabía hasta que mi madre no hizo salir esa faceta mía y la verdad que me encanta – dijo agarrando la pierna de su madre sonriente.
Camilo: Bueno, como ya sabes a mí me queda poco tiempo – dijo serio – y a partir de ahora eres el heredero de todo lo que tengo.
Iker: ¿Por qué yo y no tu hija? – dijo curioso.
Camilo: Aunque quiero mucho a mi hija, sé que no sería capaz de manejarlo todo y muchas veces el negocio necesita mano dura. Tú la tienes – dijo serio – Por eso quiero que cuando yo falte te hagas cargo de todo, incluido de Marina – dijo agarrándola de la mano.
Iker: ¿En calidad de qué? – sabía que pasaría a ser una de sus putas, pero quería oírlo de los labios del padre de Laura.
Marina: En calidad de lo que quieras – dijo seria y sumisa – Si quiere que le caliente la cama, lo haré, si quiere que le cuide como una madre, lo haré…
Iker: Está bien, sí es lo que quieres, dejaré que calientes mi cama – dijo mirándola con intensidad.
Camilo: Estate seguro que calentará más que tu cama – dijo serio – Pero volviendo al negocio, ¿cuándo quieres empezar?
Iker: Mañana mismo – dijo serio – Yo puedo estudiar a distancia con ayuda de Laura y trabajar al mismo tiempo.
Camilo: Está bien. Mañana a primera hora te espero en esta dirección – dijo dándole una tarjeta.
Pasaron la tarde hablando y comiendo, hasta que antes de la cena, Camilo se dio cuenta de que Laura miraba ansiosa la puerta y a Iker. Riendo decidió poner fin a la reunión.
Camilo: Bueno, como veo que mi hija está ansiosa por irse con su marido – dijo divertido – será mejor que os vayáis.
Isabel: Sí, ya es tarde y tendréis que descansar.
Marina: Sí y ocuparme de él – dijo lasciva.
Laura: Yo me tengo que ocupar de mi amado marido – dijo abrazándolo y besándolo.
Iker: Anda, vámonos ya que estas dos no aguantan más – dijo divertido señalando a Isabel y a Laura.
Camilo: Hasta mañana – dijo saludando desde el sofá.
Marina: Adiós, pasarlo bien – dijo guiñando un ojo a ambas mujeres.
Isabel: No lo dudes – dijo riendo.
Laura: Sí mamá, nuestro semental nos dejará exhaustas – dijo pícara.
Isabel, Laura e Iker se fueron a su casa, con las pertenencias de Laura. Al llegar a casa, Isabel fue a colocar la ropa de la muchacha en el armario de la habitación principal, dónde dormirían todos. Laura, nada más entrar a la casa y ver cómo Isabel desaparecía hacía la habitación con su ropa, fue tras Iker, lo encontró en la cocina en la nevera bebiendo zumo. Sin pedir permiso, se acercó rápidamente y tras arrodillarse delante de él, le bajó los pantalones de forma violenta, le sacó la polla y la engulló sin dejar de mirarle a los ojos.
Iker: ¿Estabas deseosa eh? – dijo agarrando su cabeza - ¡Pónmela bien dura, puta, para que te reviente el coño y el culo a pollazos!
Laura: ¡Sí, amo! – dijo gimiendo y sacando la polla de su boca para empezar a lamerla mientras le pajeaba.
Iker dejó el zumo y cerró la nevera, pero no se movió. Dejó que Laura le pusiera dura la polla con su boca y sus manos y luego, sin previo aviso, le agarró la cabeza y le metió la polla hasta la garganta.
Iker: ¡Toma polla, puta! ¿No es esto lo que buscabas? ¡Pues esto tendrás! ¡Traga polla, puta!
Laura se atragantó y le dieron ganas de vomitar, pero se las aguantó y empezó a follarse su boca ella misma, violentamente, haciendo gemir a su ahora marido.
Iker: ¡Así me gusta, puta, que te folles tu solita la garganta! ¡Oh sí, toma polla, perra!
Laura siguió comiéndole la polla a Iker, follándose su propia garganta, ansiosa. Así los encontró Isabel cuando llegó a la cocina. Divertida fue al lado de su hijo.
Isabel: ¿Es que no podéis esperar? – dijo divertida.
Iker: ¡Esta puta necesita un correctivo! ¡Así traga polla, perra1 ¡Desnúdala y desnúdate tú! – dijo azotando a su madre en el culo.
Isabel: Sí, amo.
Isabel se desnudó al mismo tiempo que con habilidad desnudaba a Laura, que llevaba un vestido de flores que le llegaba por la rodilla, pero sin ropa interior. Isabel le dio teta a su hijo, que al ver las tetazas de su madre se puso a comérselas ansioso, le encantaban las tetas enormes de su madre. Luego de un rato así, Isabel comenzó a acariciar y pajear la polla de su hijo, totalmente ensalivada, al mismo tiempo que su hijo le metía sin miramientos el puño en su coño encharcado.
Isabel: ¡Oh sí, amo, no pare! ¡Prefiero su polla – dijo mirándolo con deseo – pero no está mal su mano!
Iker: ¡Calla y disfruta puta! ¡Dedea a esta puta! – dijo pellizcando los pezones de Laura con su otra mano.
Laura: ¡Oh sí, amo, no pares de follarme la boca, oh sí, me encanta! ¡Sigue puta jugando con mi coño, prepárame para recibir a nuestro hombre!
Iker estuvo un rato follando la boca a Laura salvajemente, mientras Isabel le follaba prácticamente el coño con su puño. Iker, luego de unos minutos así, le sacó la polla de la boca a Laura y fue al salón, con ambas mujeres siguiéndole. Se sentó en el sofá, abierto de piernas y con su polla erecta mirando al techo.
Iker: Vamos, putas, comerme la polla entre las dos – dijo agarrando su polla.
Laura/Isabel: Sí, amo.
Laura e Isabel se arrodillaron y se colocaron entre las piernas de Iker, que empezó a sobarle las tetas a ambas mujeres al mismo tiempo que ellas empezaban a lamerle su polla y sus huevos, cada una, por un lado.
Iker: ¡Oh sí, seguid así, putas, oh sí!
Laura e Isabel le lamían y comían la polla y los huevos a Iker, que disfrutaba mientras les amasaba y pellizcaba las tetas a ambas. Ambas mujeres se besaban y se comían la boca cuando sus lenguas coincidían, haciendo que Iker disfrutase más.
Iker: ¡Así me gusta, putas, que interactuéis la una con la otra, oh sí!
Laura e Isabel siguieron con lo suyo hasta que Iker decidió pasar a otro nivel. Las apartó de él y se fue a la habitación, ellas le siguieron de nuevo expectantes. Iker llegó a la habitación y se tumbó en la cama.
Iker: Putita, quiero que me cabalgues – dijo a Laura – y tú puta, quiero comerte el coño – dijo a su madre.
Laura/Isabel: Sí, amo.
Isabel fue hacia la cara de su hijo gateando, y le colocó el coño encima de su cara. Iker sacó la lengua y comenzó a comérselo. Laura, gateó hacia su polla y sentándose sobre ella con las piernas bien abiertas se la clavó entera, despacio para acostumbrarse a su tamaño. Laura comenzó a cabalgarlo despacio, suave, disfrutando de la polla de su amado.
Laura: ¡Oh sí, me encanta tu polla, amo, no puedo vivir sin ella, oh sí, más, sí!
Isabel: ¡Me encanta como usas tu lengua, amo, oh sí, no pares, me encanta! ¡Dame tu teta, puta!
Isabel se inclinó hacia delante y agarro las dos tetas de Laura para empezar a comérselas. Laura hizo lo mismo sin dejar de cabalgar a su amado. Iker seguía comiendo el coño a su madre, pero ahora le metía varios dedos dentro, haciéndola gritar más.
Laura: ¡Oh sí, me encanta, amo, no puedo parar, oh sí, más, sí, me corro! ¡Sigue comiéndome las tetas, puta!
Isabel: ¡Oh sí, no pares, amo, oh sí, más, me corro, me corro, me encanta! ¡Qué bien usas tu boca en mis tetas, puta!
Siguieron un rato así, hasta que Iker, dándoles un sonoro azote a ambas, les ordenó que pararan. Iker se levantó de la cama y les ordenó que se pusieran a cuatro patas sobre ella.
Iker: Poneos a cuatro patas sobre la cama, putas, que os voy a reventar todos vuestros agujeros – dijo meneándose la polla.
Laura/Isabel: Sí, amo – dijeron deseosas.
Laura e Isabel se colocaron a cuatro patas con las piernas bien abiertas, dejando expuestos ante Iker sus coños y culos para que los usara a su antojo. Iker se colocó detrás de su madre y sin miramientos le incrustó su polla en su coño de una estocada al mismo tiempo que con una mano le metía varios dedos en el coño y en el culo a Laura.
Isabel: ¡Oh sí, amo, folla a tu puta, oh sí, dame más, más, destrózame, así, no pares, sigue, así, más fuerte, más duro, oh sí, me corro!
Laura: ¡Oh sí, amo, juegue con su puta – dijo mirándolo con cara de viciosa – no dejes nunca de usarla! ¡Ven aquí, cariño! – dijo a Isabel.
Laura cogió la cara de Isabel y comenzó a besarla apasionadamente, poniendo más cachondo a Iker, que sacó su polla del coño de su madre y sin miramientos, pero suave, se la incrustó en su culo al tiempo que comenzaba a azotarla.
Isabel: ¡Oh sí, amo, folla mi culo, oh sí, dame más, azótame, me estás destrozando, me encanta, así, no pares, sigue así, más fuerte, más duro, oh sí, me corro!
Iker: ¡Toma polla, puta, toma rabo, oh sí, sois un par de putones!
Iker comenzó a follar a su madre violentamente por el culo y por el coño, mientras Isabel se corría sin parar. Laura mientras ayudaba a su amado, masturbándose y comiéndole las tetas y la boca a Isabel. Luego de unos minutos de intensa follada, Isabel cayó desmayada a la cama. Iker al ver a su madre desmayada con una sonrisa de felicidad, pasó a follarse a Laura por el coño.
Iker: Vas a recibir el mismo tratamiento que la puta de mi madre – dijo metiendo su polla suavemente en su coño.
Laura: ¡Lo estoy deseando, amo, oh sí, dame, me corro, no pares, así, más, amo, más, me encanta, folla a tu puta, oh sí, dame duro!
Iker comenzó a follar a Laura bestialmente su coño, al mismo tiempo que la azotaba y que le pellizcaba los pezones. Laura no paraba de gritar y berrear pidiendo más. Iker, luego de unos minutos de ver como Laura se corría sin parar, le sacó la polla de su coño y se la incrustó en su culo, lento.
Iker: ¡Oh sí, me encanta tu culo, zorra! – dijo azotándola - ¡Te lo voy a reventar, puta!
Laura: ¡Sí destrózamelo, amo, oh sí, dame, no pares, así, dame más duro amo, más, me encanta, folla a tu puta, oh sí, dame duro, me corro!
Iker comenzó a follar el culo y el coño a Laura bestialmente, al mismo tiempo que la azotaba. Laura no paraba de correrse pidiendo más. Iker, luego de unos minutos de ver como Laura se corría sin parar, le sacó la polla de su culo, y la colocó de un empujón al lado de su madre, que ya empezaba a reaccionar. Juntó sus caras y justo cuando su madre abría los ojos, se corrió bestialmente en sus caras y bocas.
Iker: ¡Tomar leche, putas, oh sí, me encanta correrme en vuestras caras y bocas, oh sí, me corro, beber mi leche, putas!
Laura: ¡Oh sí, amo, danos tu deliciosa leche, oh sí, me corro!
Isabel: ¡Mmmmhmmh!
Laura e Isabel se corrían mientras recibían toda la corrida de Iker en sus caras y bocas. Iker se corría como un animal, le encantaba correrse encima de sus putas. Cuando terminó Iker de correrse, Isabel y Laura comenzaron a lamerse la corrida de Iker de la cara la una de la otra. Luego se tumbaron en la cama abrazados los tres.
Laura: ¿Te has quedado a gusto, mi amor? ¡Cada vez me follas mejor, amor! – dijo besándolo apasionadamente.
Iker: Cada día va a ser mejor mis amores – dijo abrazando a ambas - ¡Me alegro de que te guste porque no pienso parar nunca!
Isabel: Doy fe – dijo sonriendo – Eso esperamos, mi amor. ¿Ya te lo ha dicho Iker? – dijo a Laura.
Laura: Eso espero – dijo acariciando su pecho - ¿Decirme el qué?
Iker: Que he pensado en embarazar ya a mi madre – dijo sorprendiendo a Laura – Quiero tener muchos hijos y quiero empezar ya – dijo mirando a ambas.
Laura: Me alegro mucho cariño – dijo abrazando a Isabel por encima de Iker – Te vamos a dar muchos hijos – dijo a su marido.
Isabel: Muchos, mi amor – dijo riendo – Vas a tener todo un equipo de fútbol.
Iker: Bueno, mis amores, vamos a cenar – dijo azotando a ambas.
Laura e Isabel se lavaron y lavaron a Iker, que no dejaban hacer nada y le mimaban en todo siempre. Cenaron tranquilamente y fueron a dormir, después de hacer el amor todos juntos en el salón mientras veían una película.