La mejor forma de pagar

-Entonces pana, tú me dices, aquí mi compa y yo te vamos a reventar el culo… pero con cariño, y luego te dejaremos ir, en cambio allá vas a estar todos los días recibiendo Güevo sin que nadie te tenga compasión alguna.

-Buenas Noches, disculpa pana pero aquí no te puedes estacionar-

-¿Por qué?

-Ya esto está cerrado, a menos que vayas al restaurant chino, solo te puedes estacionar allá.

-Es que andaba trotando pana…

-Bueno entonces ya puedes retirarte-

-Si…, Espera un momento- Dijo mientras sacaba su celular de un bolsillo, un Blackberry cualquiera.

Comenzó a entablar una conversación con la persona al otro lado del teléfono mientras que miraba al fondo evadiendo al Teniente Zambrano que en su intento por mantener la seguridad del lugar le había pedido que se marchase.

Pasaron unos cuantos segundos mientras Zambrano miraba al reloj… -Disculpa- Dijo levantando el dedo índice frente al hombre para captar su atención –Ya no se puede estar en estas áreas-

El hombre haciendo caso omiso a lo que Miguel acaba de decir siguió hablando mientras se recostaba del capó del carro, como si estuviera hablando con alguien de quien no sabía en años.

-Pana no puedes estar aquí, voy a pegarle una calcomanía al carro- le dijo amenazándolo después de todo era lo máximo que podía hacer.

-Coño marico, llámame en otro momento que tengo un militar aquí que me esta ladillando.

-No ladillando, solo hago mi trabajo y no puedo permitir que hayan vehículos a esta hora por aquí.

-Si, si…

-Dígame su nombre por favor…

-¿Para qué?

-Tengo que anotarlo aquí.

-¿Por qué?

-Esta haciendo caso omiso a mis avisos.

-No estoy haciendo caso omiso, solo le dije que ya me marcharía, que estaba trotando, además esto es publico, me puedo quedar un rato más si quiero.

-Tengo la tarea de encargarme que eso no ocurra porque ya esto esta cerrado, acaso no vio que el horario dice hasta las seis de la tarde- le dijo más avisándole que como pregunta, ya muchos soldados habían pasado avisando que estaban cerrando y debían irse de “El Laguito” al menos debían irse del área del lago y sus alrededores que son algo así como un parque, lleno de arboles y caminerías…

-¿Me da su nombre y apellido por favor?- dijo Zambrano hojeando en su libreta y quitándose el lapicero de la oreja derecha.

-Pedro Goitia- Le dijo de mala gana.

Zambrano con la experiencia que tenía, sabía que el hombre le estaba mintiendo.

-¿Me muestra sus papeles?

-Pana no los tengo, ya te dije que salí a trotar, dejé la cartera en mi casa.

Otra mentira que pudo detectar Zambrano, sin embargo seguía paciente tratando con aquél hombre, un treintañero que aún no había superado esa etapa juvenil en la que crees que te estas comiendo al mundo, quizás él, con 27 años era un mejor ejemplo de madurez.

-¿Los papeles del auto?

-Deja los busco un momento en la guantera.

El hombre se subió al vehículo y al parecer no pensaba salir, subió los vidrios que no permitían ver nada hacia adentro, Zambrano se paro frente al auto bloqueándole el paso y poniendo una mano hacia el parabrisas que al igual que el resto del auto tenían un papel ahumado lo suficientemente oscuro para que no pudiera ver nada. El motor del auto se encendió y pasados unos segundos los faros del Renault Logan rojo de “Pedro Goitia” también se habían encendido…

Zambrano seguía parado frente al auto impidiendo que saliera, golpeo el capó unas tres veces llamando al conductor, pero este lo que hizo fue comenzar a tocar corneta. Fue solo cuestión de segundos para que en un intento por fugarse e incrementando las complicaciones que tendría el hombre acelero el auto montando sobre la parte delantera al Teniente Zambrano que sorprendido de la situación se había aferrado a ambos lados del auto dejando caer la libreta que tenía en las manos junto a otras cosas a la calle.

Después de maniobrar con el auto dando unas cuantas vueltas “Pedro” logro hacer a un lado al Teniente Zambrano quien salió rodando a un lado de la calle, y quemando ruedas un poco acelero en dirección contraria para llegar a la salida del “Laguito” más rápido. Desde el piso Zambrano tomó su intercomunicador que había salido rodando junto con él y otras de sus pertenencias que ahora yacían tiradas en el suelo, entre ellas el arma que se le permitía portar.

-Águila 9, águila 9, bloquea las salidas del laguito- Dijo desesperado al intercomunicador tratando de que el soldado de turno “Edison Blanco” con el nombre clave Águila 9, respondiera e interfiriera con el intento de fuga del infractor.

________

-Entendido mi teniente- dije escuchando el llamado del Teniente Zambrano mientras por la vía derecha podía ver como se acercaba volando un vehículo rojo, me puse en medio de la salida para bloquearle el paso, al acercarse el carro se detuvo a unos pocos centímetros de mí. Tocó corneta tres veces y en eso volvió a acelerar, de no ser por que reaccione rápido y me tire a un lado me lleva por el medio… ¿Qué coño le pasa a ese carajo? Tomé mi intercomunicador y rápidamente llame al puesto de guardia que hay a la salida del paseo Los Próceres, ahí si iban a parar a ese desgraciado por las malas.

Pasados unos segundos mi teniente llego corriendo hacia mí.

-¿Que paso?

-Siguió de largo, pero ya hablé con los del puesto de guardia, y que le paso a usted que anda así? -Dije mirando a mi teniente que andaba algo sobresaltado y con las ropas y todo un poco descolocado, diferente a como suele andar.

-El maldito ese me llevo por el medio, se me cayo todo lo que tenia encima tengo que ir a buscarlo, pendiente si lo atrapan- me dijo mientras se daba vuelta y pegaba una carrera para ir a buscar sus cosas.

Fue solo cuestión de segundos para que en el intercomunicador escuchara que ya lo tenían, que nos dirigiéramos para allá. Tomé una de las motos que se nos prestan para la seguridad y con mi teniente atrás nos dirigimos a donde se encontraba detenido el hijo e´ puta que me había intentado atropellar a mí y que se había llevado a mi teniente por el medio.

Allí estaba detenido con las manos sobre el techo del auto mientras lo cateaban. Mi teniente explico que lo había atropellado, había intentado huir, y junto con eso se le sumaban otros cargos que enfrentaría, sin contar las penalizaciones de la fiscalía de transito terrestre.

Al cabo de un rato aparecieron también los papaítos del mantenido, vivía todavía con sus padres el muy pendejo, un viejo barrigón que a leguas se ve que es “rico de cuna” o que por lo menos tenía lo suyo, y junto a él, la que supongo que es su madre, una señora que a pesar de que debería tener unos 50 años o mas, lucía conservada, de botox seguro.

-¿Como nos vas a hacer esto?- le decía botando lagrimas la vieja, parecía una magdalena.

El tipo solo estaba callado y mientras mi teniente les explicaba lo que había pasado él solo asentía, por lo que pude escuchar, solo aceptando lo que había hecho, para eso Zambrano siempre es precavido con lo que hace, de modo que la única culpa la iba a tener el carajo.

Los padres llamaron al abogado de su familia, si hasta abogado tenían, en mi casa de broma y mi vieja era la que salía a defenderme cuando me metía en problemas.

Estuvimos un rato esperando hasta que no se quien llegara a reportar el caso, pero al final no apareció y todo el papeleo lo iba a tener que hacer mi teniente, para colmo sería él el que iba a escoltar al tipo a cada uno de los lugares a donde tenia que llevarlo para poder reportar el caso, resignado y aceptando todo lo que había hecho, al weon ese no lo quedaba de otra que acompañarnos.

-Te vamos a mandar pa´ los Teques, allá te van a…- Le decían cada uno de los otros militares con que nos cruzábamos mientras levantaban un antebrazo sobre el otro, con la más clara intención de decirle que iba a llevar mas güevo que una gallina. Al pobre tipo se le aguaban los ojos a cada que se lo decían.

-Mira que yo conozco al Negrón, ese no te va a dejar con que sentarte- le decían otros hablándole del “líder” de los presos de esa prisión.

-Vas a entrar con el culo así- le decían mientras hacían un pequeño circulo con una mano, y cuando salgas lo vas a tener así, decían juntado las dos y haciendo un circulo mucho más grande.

Yo solo me reventaba a carcajadas con cada uno de los comentarios que le hacían, apenas entrara ese tipo a la cárcel, con la cara que tenía no iba a durar ni una hora con el culo virgo. Bueno, eso decía para el momento, porque ya después, siquiera iba a entrar así…

...

Eran eso de las tres de la mañana de ese mismo día cuando junto con mi teniente nos habíamos ido hacia dentro del fuerte, para presentar al tipo en no sé que lugar para que lo tuvieran detenido hasta que abrieran el caso o algo así.

Íbamos Concalves -otro soldado- que al igual que yo está prestando servicio, mi teniente, el futuro presidiario y yo por supuesto, pero no sé porque fue que el teniente Zambrano se tuvo que devolver dejándonos solo a los 3.

Apenas se fue, “por seguridad” Concalves decidió que le debíamos poner las esposas, ya la verdad que el tipo andaba de los más relajado con nosotros, no parecía que lo íbamos a llevar para que lo metieran preso, quizás era porque había aceptado lo que había hecho.

En una de esas que vamos caminando, mi compañero se detuvo poniendo su brazo sobre mi pecho para detenerme y dejando que el tipo siguiera adelante, más bien él volteo buscándonos y le hizo seña para que siguiera un poco hasta que le hizo que se detuviera también con una seña, acercándose a mi y entre murmullos comenzó a decirme si me quería ganar unos realitos…

-¿Sabes cuanta plata lleva encima el güevon este?

-No sé, el papá le debe haber dado algunas tablas (dinero)… le vi pasándole algo.

-¿Quieres ganarte algo tú fácil?

-¿Qué?

-¡No jodas!, sígueme la corriente.

Yo no entendía nada de lo que me quería decir pero, mientras hubiera beneficios para mi bolsillo todo bien…

-Mira marico… tu sabes que el panita aquí presente- dijo mientras me señalaba -y yo no andamos pendiente de llevarte pa´ ninguna parte, ese bicho al que atropellaste se lo merecía.

Al tipo le brillaron los ojos con las palabras que Concalves acaba de decir, sin embargo traté de repicarle porque la verdad que mi teniente no se merecía lo que el weon ese le había hecho. Él solo movió la cabeza de lado a lado mientras abría los ojos más de la cuenta diciéndome que solo lo siguiera…

-¿Y entonces?- dijo el tipo.

-Bueno… mi pana y yo andamos necesitados, sabes queremos algo de plata…

-Esta bien, ¿Cuanto quieren?- preguntó ya como esperanzado…

-No sé… puede ser…- Concalves me hizo una seña indicando su bolsillo trasero, entendí claramente y metiendo mi mano le saque la cartera.

-Unos 700 bs…- Dije , -todo lo que tenía en la cartera-.

-¿Me van a dejar sin plata?

-Bueno pana tu eliges, te quedas sin plata, o sin culo con que sentarte…

-No jodas… agárrense la maldita plata pero entonces déjenme ir…

-¡No pana! Tampoco creas que te la vamos a poner tan facilita…

-¿Que más quieren?

Yo miré expectante a mi compañero… algo me decía lo que venía…

-Pues, tú sabes que en el cuartel no hay ninguna mujer ni nada, y el último permiso que tuvimos yo y mi compa fue hace más de 2 meses…

Se hizo un silencio por unos segundos en el que el carajo parecía analizar lo que acaba de escuchar.

-¿A que va todo esto?-

-Pues en la cárcel te van a reventar el culo, pero aquí yo y mi compa te lo vamos a hacer con cariñito…- le dijo mientras con el puño cerrado le “acariciaba el mentón”.

Al carajo se le aguaron los ojos al escucharlo decir eso, y ahora aparte de las esposas con ambas manos, Concalves le sujetaba por las muñecas arrecostándole todo el güevo por el culo y restregándoselo un poco. Yo solo me mantenía al margen… ¿todo esto iba en serio? ¿Mi compañero de verdad le quería reventar el culo a este tipo?...

Pasamos por frente a un puesto de guardia donde estaban otros soldados, Concalves hizo unas señas y de allí le respondió otro soldado que apunto una linterna hacia donde íbamos pasando, deslumbrándonos por unos segundos y luego haciendo un gesto de aprobación soltando una sonrisa… Al parecer el maldito de Concalves había planeado todo.

La primera vez que yo había tenido sexo con un tipo había sido hace más o menos 3 meses o más, que mi teniente me había mandado a buscar un paquete a los Símbolos y el tipo resulto ser un maricon que quería que un militar se lo cogiera… Esta vez era un hombre que no quería, mas bien quería evitarlo… pero las intenciones de mi compañero no era dejarlo ir solo recibiendo dinero… Me daba cierta lastima por el tipo… pero el morbo era más…

-Entonces pana, tú me dices, aquí el convive y yo te vamos a reventar el culo… pero con cariño, y luego te dejaremos ir, en cambio allá vas a estar todos los días recibiendo Güevo sin que nadie te tenga compasión alguna.

Unas lágrimas corrieron por la cara del pobre tipo quien seguro ya se había resignado a lo que venía…

-¿Verdad?- pregunto Concalves mirándome.

Yo sacudí un poco la cabeza y luego respondí…

-Claro pana… tranquilo que no va a doler…

-Claro no te va a doler, este bicho lo tiene pequeño- dijo dirigiéndose hacia mi.

-¿Qué!?- respondí yo.

El tipo no pudo evitar reírse un poco por el comentario de Concalves…

-Entonces, me… me… me…- trató de decir…

-Te cojemos- dijo mi compañero.

-¿Y luego me dejan ir?-

-Claro…- Le dijo Concalves con una risa malvada dibujada en su cara…

Concalves es un tipo de estos que son de poco fiar, naturalmente hiperactivo, si te ahuevoneas te quita la guardia y dice que como no te vio por ahí la agarro para él. Un coño de su madre, sin embargo al igual que todos los de mi escuadrón, le tenía respeto al teniente Zambrano. En cuanto a físicamente, el maldito no esta tan papeado (fuerte) como yo, hace ejercicio, no para llegar a mi nivel, aunque digamos que tiene lo suyo, con los rasgos y el color de piel canela pero un poco más claro que el mio a pesar de ser proveniente del soleado Oriente del país. Los ojos negros al igual que el cabello que llevaba con el exigido corte militar.

Yo en cambio tengo 21 años, soy moreno, mulato mejor dicho, de piel morena oscura y con el pelo liso, una sonrisa impecable y cautivadora por lo “sexy” que me veía cuando me reía torciendo la boca hacia un lado, bueno, según dicen las jevas (novias) que he tenido y Ojos color miel, bastante claros. Con el cuerpo bastante trabajado por ejercicio que hacia antes y después de empezar a cumplir el servicio militar.

Dejamos la acera a un lado y fuimos bajando un pequeño cerro hasta quedar debajo de un puente de concreto que pasa sobre el rio Guaire, con el espacio suficiente para que una Gandola pase sobre él por lo que nos cubría por completo. Apenas se podía ver por la oscuridad de la noche, y eso a pesar de que había luna llena y nos alumbraba un poco más.

Estando a un lado del rio, Concalves comenzó a desabrocharse la correa y me dijo que hiciera lo mismo… Tire a un lado de la hebilla para desabrochármela y poder bajarme el pantalón, apenas lo hice aquella primera vez que había tenido con aquél tipo vino de nuevo a mi mente…

El maldito no me había pagado el dinero que me había ofrecido si tenía sexo con él… Hijo e puta! Ni siquiera me había escrito el condenado… Pero bueno… Me desabroche el botón del pantalón verde militar y bajándome el cierre comencé a sobarme por encima del bóxer un poco el chorizo para comenzar a despertarlo…

Ya mi compañero se había sacado el suyo y masturbándolo un poco le pidió al tipo que se bajara el pantalón…

-Les puedo dar mas dinero si quieren, transferirles mensual no sé….

-Shhhh… cállate y ábrete el culo pana…

-Por favor…- le suplicó el tipo a mi compañero mientras por su cachete resbalaba otra lágrima.

-Shhhh ya vas a ver que te gusta… a todos les termina gustando…

El tipo asintió mientras tragaba un poco… Entonces Concalves se puso por detrás de él… -Ni se te ocurra hacer nada, mira que Gonzales y yo te molemos a palos si te nos intentas escapar antes- le dijo mientras le quitaba el seguro a las esposas y quitándole una le puso las manos por delante y se las volvió a abrochar. Ya el tipo resignado seguro siquiera intento a escapar, era cierto lo que decía Concalves… pues, tenía todas las de perder.

-Mira te sostienes de esa piedra y me paras el culito papá…-

Yo solo miraba expectante todo lo que mi amigo hacía mientras que seguía masajeando el güevo por encima del bóxer…

-Fffff, que he visto culos mejores pero sirve pa´ pasá el rato- dijo Concalves mientras le daba una nalgada al tipo para luego frotarse las manos como quien va a degustar su plato favorito.

-Ffff… Marico pásame un condón…

-¿Que?

-Pásame un Condón coño, ¿no tienes acaso?

-Ah si, pero…

-Ah coño verdad que también le vas a dar… usaré el mio, tendré que comprar otra caja de nuevo…

Mi compañero jorungo en el bolsillo trasero de su pantalón estampado y saco una billetera que luego arrojo hacia mi… Quedándose con un pequeño plástico que rompió mordiendo para luego dejarlo caer al piso y comenzar a ponerse el condón rápidamente poniéndoselo en la cabeza del güevo y luego deslizándolo hasta que lo recubría todo…

-Marico… estos bichos baratos lo que hacen es casi que córtate la circulación, pero que más se hace… Dijo hablándome para luego voltear y dirigir la punta de su pene hasta el culo de nuestro ahora esclavo… -ffff- gimió antes de siquiera comenzar a penetrarlo…

Poco a poco comenzó a enterrarle la cabeza, a pesar de que el lugar era oscuro, podía notar todo con facilidad…

Listo ya la cabeza está adentro...

-Por favor….- Sollozo -Me duele…-

-¿Que dijiste que?

-Me due…- Y antes de que terminara de decirlo Concalves lo tiro de la cadera metiéndole todo el bicho hasta el fondo…

Un fuerte grito de dolor resonó por bajo el puente…

-Vamos papá, que nos oyen- Dijo mi compañero tapándole la boca con una mano y con la otra sujetándole por la nuca mientras comenzaba a echar para atrás un poco y luego volvía a empujar rápidamente.

-No me caigas a mojón que por aquí ya te lo han metido, el culo de la vieja de la limpieza está más apretado que este- dijo dirigiéndose hacia mí de forma burlona.

Todo esto me parecía tan irreal y al mismo tiempo me daba un morbo que te cagas… Ya no aguantaba más y me baje el bóxer y comencé a masturbarme mientras miraba como mi compañero se estaba cojiendo a quien se había salvado de que le reventaran el culo en prisión, pero que al igual se lo habían reventado… Porque por lo que pude ver antes de que se lo metiera, el rata de Concalves tenía tremendo bichote… Si el mio media 19 cm cuanto debía medir el de él ¿21? Se veía bastante largo pero no mas grueso que el mio… y eso que yo soy más moreno de piel… seguro que el rata este era hijo de burro.

-Mierda marico… retiro lo dicho, tiene aguante el hijo e puta…- Dijo sin césar sus embestidas.

El sonido del rio tapaba algunos de los quejidos de dolor que escapaban de la ahora perra de Concalves...

Se sostenía de la piedra mientras cerraba los ojos apretándolos y se dejaba que mi amigo lo destrozara… Se escuchaba el sonido de los zapatos del tipo deslizándose en la tierra con cada arremetida que mi compañero daba contra su culo, haciendo que hasta la piedra en que se apoyaba a veces se moviera… estuvo así como unos segundo hasta que acelero el ritmo… Ahora en vez de meter y sacar fuertemente había comenzado a hacerlo de forma rápida. Comenzó a gemir y luego de unos segundos dejo de embestirlo y sacó el güevo de dentro del tipo que no dejo de apoyarse en la piedra…

-ffff, mierda loco… tiempo sin echarme uno...- Dijo mientras se sacaba el condón y aún sin anudarlo lo lanzaba al Rio Guaire que junto con quien sabe que tanta basura lo hundió a su paso.

Yo me saque la billetera del bolsillo trasero y saque un condón…

-Ay si, uso Durex y tal…

-No jodas ese eres tu que los compra en los buhoneros (Vendedor ambulante)…

Me puse el condón y me fui aproximando sacudiéndome haciéndolo rebotar un poco para luego levantándome la franela verde también como todo el uniforme y sosteniéndola con el cuello acercarme e irle introduciendo la verga por el culo al tipo al que ni siquiera le conocía el nombre… aunque en realidad tampoco me interesaba saberlo…

No costó nada que entrara toda mi verga, a pesar que era mas gruesa que la de Concalves ya él le había abierto lo suficiente el culo como para facilitarme el trabajo, pero sin embargo el tipo apenas lo sintió comenzó a gemir no se si de placer o de dolor…

Una vez que estuvo toda adentro, tomándolo de la cintura tire de él para asegurarme de que así fuera. En leve quejido resonó debajo del puente pero luego lo único que se escuchaba era el sonido del rio correr y el chasquido que producían mis bolas al estrellarse con cada embestida que le daba a su culo…

El maldito tipo parecía que le había comenzado a agarrar el gusto, tenía los antebrazos cruzados levantándose apoyado de la roca y con la cabeza abajo con el culo parado dejándose hacer y de vez en cuando dejando escapar uno que otro gemido…

El sudor comenzó a correr poco a poco por mi frente, termine levantando el cuello y dejando que mi franela cayera sobre sus nalgas y comencé a concentrarme solo en el placer que me estaba dando…

Después de estar un rato sin sacarlo y solo yendo y viniendo dentro de él, la saque por completo y luego de una estocada volví a metérsela hasta el fondo… Marico, como lo estaba disfrutando… Estuve un rato haciendo lo mismo hasta que sentí como mis bolas comenzaban a picar un poco avisándome que en poco el condón quería lleno de blanca y espesa leche, acelere el ritmo y fue solo cuestión de segundos para sentir como los chorros salían disparados de mi verga y quedaban atrapados en el condón…

-Listo?- pregunto Concalves al notar que había cesado mis movimientos…

-Si papá- le respondí mientras me separaba de tipo y me sacaba el condón para luego amarrarlo pero mi compañero me detuvo.

-Espérate- me dijo mientras se acercaba al pana que nos acabábamos de tirar y tomándolo por la nuca y por el mentón lo volteaba hacia arriba mirando hacia la parte de abajo del puente, o el techo para nosotros.

-Vacíaselo en la cara…- Me dijo Concalves, el tipo miro hacia arriba tratando de verle la cara a mi compañero, y luego con mirada de perrito miro hacia mi.

Me daba cosa pero con el morbo de la situación me acerque a él voltee el condón y apretándolo desde la parte de arriba y deslizando las manos hice que unos cuantos chorros de mi leche cayeran sobre el manchándole la frente cayendo por su nariz y luego en pequeñas gotas resbalaban por su cuello…

-Lávate la cara en el rio- le dijo Concalves, él solo asintió y camino un poco, supongo que con la dignidad destruida y se arrodillo a una orilla a “Lavarse” la cara, porque en realidad iba a terminar con quien sabe que tantas enfermedades, ese rio esta tan contaminado que en realidad se estaba era ensuciando.

Se levanto y mi compañero subiéndole el pantalón le dijo…

-Buen trabajo papá, pero vámonos pal cuartel… ya no creo que te vaya a doler tanto cuando te vayas pa la cárcel de los Teques…

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Para quien quiera leer la primera vez (con un hombre) de este personaje: http://www.todorelatos.com/relato/85391/