La mejor amiga de mi mujer

La mejor amigo de mi mujer tuvo un gran desengaño en su matrimonio, lo que la llevó a divorciarse y venir a vivir con nosotros, en done da inicio a esta historia.

La mejor amiga de mi mujer

Tengo 10 años de casado, y vivimos con mi mujer en la ciudad de Miami. Mi esposa es 5 años menor que yo, que tengo 35 años, y provenimos de un país Sudamericano.

Al poco tiempo de casarnos, decidimos venirnos a vivir a Miami en busca de mejores oportunidades, lo que se hizo realidad en poco tiempo.

Mi mujer tuvo que dejar atrás todas sus amistades y en especial a una amiga de toda la vida. Ellas son de la misma edad, fueron a la escuela primaria, secundaria y universidad juntas, en fin todo lo compartían, sus alegrías, sus tristezas y sus triunfos.

Al poco tiempo de casarnos, ella también contrajo matrimonio con un polaco. Todo iba bien hasta que su marido cambió de división en su trabajo y conoció a un colega ingeniero colega suyo, con quien compartía muchas horas.

Cierto día Natalia, - así se llama la amiga de mi mujer- fue a buscar a su marido Estéfano a la oficina y al entrar a su oficina, se llevó la más ingrata sorpresa de su vida, encontró a su marido besándose con otro hombre, ella ante la impresión recibida se desmayó. Se hizo todo un escándalo y la noticia se regó por todas las esferas sociales.

Natalia decidió divorciarse de su marido y como los comentarios seguían, decidió abandonar el país, para los cual llamó a mi mujer para que la recibiera por un tiempo hasta que todo se calmara.

Efectivamente, Natalia llegó a la casa. Yo la conocía antes de casarnos, y en realidad era un poquita desengañada y no muy atractiva. Al llegar a casa luego del trabajo, pude ver que la que tenía delante de mí era una mujer totalmente diferente, era un verdadero bombón de mujer. Ella mide 1,70 y es lo que se dice una mujer de gimnasio, con un cuerpo realmente escultural y sobre todo muy bonita. Tanto me impresionó que llegar a pensar que no era la misma persona que había conocida anteriormente.

Mi mujer la instaló en una habitación frente a la nuestra, pero que no tenía baño privado, y el de visita estaba desbaratado y lo estaban reparando, por lo cual tenía que utilizar el nuestro.

Yo por lo general salía bastante temprano de la casa y regresaba algo tarde, por lo cual no me afectaba lo del baño.

Luego de una semana la cual transcurrió sin nada anormal, pedí mis vacaciones , con la intención de ayudarla a Natalia a buscar lo que deseaba, ya sea apartamento y otras cosas, ya que mi mujer no podía, porque recién tenía un mes un su nuevo trabajo y le era imposible pedir vacaciones.

El primer día de vacaciones permanecí acostado en la cama mas tiempo del normal, cuando me levanto con un pantaloncito holgado y me dirijo al baño medio despierto medio dormido y con una mediana erección, abro la puerta y entro a orinar, sin darme cuenta que Natalia se encontraba en la ducha. De repente, ella abre la cortina sorprendiéndonos los dos, pero dentro de mi sorpresa, pude admirar ese bello cuerpo, unas tetas que placían chuparlas, y una entrepierna bastante abultada y con poco pelos. En general, era una mujer con un cuerpo deseable para cualquier humano.

Luego de la sorpresa inicial, los dos nos tapamos, yo me subí el shorcito que llevaba puesto, mientras ella tan solo atinaba a taparse con las manos, claro que estas no alcanzaban a cubrir todas esas delicias.

Me disculpé y salí inmediatamente del baño, permitiéndole que saliera tranquila de ahí.

Los días pasaron sin que ninguno de los dos mencionara el incidente, y por supuesto tampoco se lo mencioné a mi mujer.

Cierto día de fin de semana, nos preparábamos para irnos a la playa, cuando entro a mi cuarto a cambiarme de ropa, y me llevo una gran sorpresa, mi mujer estaba con Natalia en el baño probándose unos bikinis, pero con la puerta abierta. Cuando entré estaba totalmente desnuda Natalia y tratando de ponerse la parte baja del traje, ella se asustó al verme entrar y poder verla, sin poder hacer nada ya que se estaba poniendo la parte inferior del traje. Mi mujer me dijo que saliera que se estaban probando los trajes de baño, e inmediatamente salí a esperarlas en la sala.

Solo mi mujer hizo mención del incidente, luego de esto, nada. Ya en playa, estando en el agua, vino una ola que reventó frente a ella e hizo que se revolcara por la fuerza de la ola. Corrí a ayudarla y al levantarla un seno se le había salido del traje y ella no se había dado cuenta, se abrazó de mí y me agradeció con un beso. Le hice seña de su seno y ella inmediatamente se lo guardó. Al parecer esto le dio mayor confianza a Natalia, ya que comenzó a tratarme con mayor naturalidad y confianza.

Llegamos a casa, mi esposa fue al baño primero y nos quedamos Natalia y yo esperando nuestro turno. Natalia tocó el tema de la playa y me dijo que le apenaba mucho que le haya visto su seno. Le dije que no se preocupara, ya que lo que había visto era realmente algo hermoso y tentador. Ella me dijo, realmente te gustó? Le respondí que si, que ganas de besarlo no me faltaron. Pensé que se iba a enojar, pero por el contrario me dijo que bajara la voz que podía escucharnos mi mujer y que mejor seguiríamos hablando en otra ocasión.

Al día siguiente, mi mujer se fue temprano a la oficina, mientras tanto yo me había ido a correr en poco. Al regresar llegué fui directo al baño a darme una duchazo, y estando dentro, escucho a Natalia llamar a la puerta preguntando si podía pasar, le dije que me estaba bañando, a lo que respondió que tenía una urgencia de entrar al baño. Le dije que entrara y de inmediato se sentó en el servicio a orinar. Yo en forma por demás descarada me puse a observarla mientras estaba sentada en el inodoro, luego se levantó y se subió su pequeño pantaloncito de dormir, y se dio cuenta que la estaba mirando. Me quedó viendo a los ojos, como queriendo decirme algo, pero que no se atrevía. Finalmente me dijo te gustó lo que viste? Le respondí que me había encantado, y que me gustaría probar un poco de esos manjares que tiene por cuerpo. Ella quedó pensativa por unos segundos y luego reaccionó abriendo la cortina del baño y me dijo, bueno ya era tiempo que dieras ese paso que tanto deseaba.

Salí de la tina de baño y no trenzamos en largo y apasionado beso, nos acariciábamos mutuamente. Le comencé a sacar la ropa de dormir que tenía mientras la besaba por el cuello, a lo que ella respondía con ligeros gemidos. Esta realmente caliente y deseaba sacar toda esa pasión que tenía encerrada en su cuerpo. Fuimos a la cama de ella en donde la acosté y besaba sus senos, los mordisqueaba, mientras ella se retorcía de dolor y placer, poco a poco fui bajando por su abdomen hasta llegar a su monte de Venus. Era algo exquisito, abultado y totalmente rasurado. Ella de inmediato abrió las piernas para permitirme un mejor acceso y comencé mi tarea. Iba chupando cada parte de su intimidad, sus labios exteriores, los interiores y finalmente su bello capullo del clítoris al que le día un tratamiento especial. Le pasaba la lengua en forma de círculos y luego se lo succionaba, haciendo que ella se estremeciera completamente llena de placer y deseo. Con sus manos me apretaba contra su vulva como queriendo introducir por ahí. Yo con mi lengua comencé a hurgarle dentro de su vagina y ella cada vez más desesperada y gemía fuertemente y me decía me vengo papito, me vengo dale chúpame mas fuerte, dale más, más, más…….ahhhhgggg, se vino en un fuerte y prolongado orgásmo, mientras yo seguí chupando y no dejando caer ninguna gota de ese delicioso néctar que salía de su vagina.

De inmediato ella se levantó y me dijo que le tocaba el turno a ella. Se acostó encima mío restregándose mi pene contra su vagina y me besaba desesperadamente, movía se lengua y enrollando la mía en una besos frenético de placer y éxtasis. Me besaba el pecho, me mordía las tetillas, mientras con la mano me apretaba el pene. Rápidamente sube y con sus lindos labios toma mi glande, diablos! es delicioso. Luego su lengua comienza a trabajar, la pasa por toda la longitud de mi verga, llega a mis testículos, los chupa, casi se los traga, vuelve a mi pene y se lo mete casi todo en la boca, siento como su lengüita lo acaricia, estoy boca arriba y ella empieza a subir y bajar su boca por mi verga, cada vez la tengo más tiesa, a momentos suave, luego despacio, es toda una experta, esto hace que me hiciera acabar. Le llene la boca de semen mientras ella tragaba y tragaba sin dejar desperdiciar nada. Me lo siguió chupando por unos minutos más para que mi pene se parara nuevamente. Luego se sentó sobre mi pecho, poniéndome su vulva justo a la altura de mi boca, por lo que comencé a chuparla fuertemente, esto hizo que ella se calentara nuevamente pidiendo que se la metiera. Como yo demoraba en hacerlo, ella se levantó y se senté sobre mi pene, metiéndoselo totalmente, a lo que ella dio un grito de placer, de placer contenido por muchos días, semanas y meses. Me cabalgaba de manera loca, como una poseída mientras gritaba que me amaba, que le gustaba y que le diera más fuerte. Me juraba amor eterno y decía que sería mía para siempre.

Así estuvimos en este trajín toda la mañana y parte de la tarde, ya que mi mujer no regresaba hasta casi las 6 de la tarde.

Los días restantes de mis vacaciones (2 semanas), la pasamos haciendo el amor en todas las partes de la casa y a toda hora. Natalia lleva ya siete meses con nosotros y está cada día más contenta y dice que desea quedarse a vivir en Miami.

GOVICO