La mejor acampada de mi vida

Carolina me enseñó lo placentero que es ser lesbiana. Una nueva compañera de acampada me enseñaría muchas más cosas...

Hola a todos! Os escribo la ardiente segunda parte de mi acampada con Carolina.

Esta es la primera parte: https://todorelatos.com/relato/134930/

Aquel primer día fue explosivo para mí. Carolina me mostró sus grandes armas de mujer y sus dotes en el sexo con mujeres. Acabamos durmiendo desnudas después de una noche apasionada. Nunca había sentido tanto placer, los hombres no me había hecho disfrutar en tal intensidad.

Me levanté con mucho calor y vi a Carolina tumbada bocabajo en la hamaca tomando el sol. Nos quedamos ya desnudas el resto de nuestra acampada. Empezaba a excitarme volver a ver ese culo que tanto me ponía.

-Arriba Carol! Deja de tanto broncearte y vamos al agua un poquito no?

-Anda! No seas aguafiestas!-me replicó Carol.

Carolina no quiso moverse y tuve que convencerla. Me puse de rodillas a su lado sin que me viera y empecé a besarle las piernas y fui subiendo hasta pararme en su culo donde le dediqué unos besitos de más, continué por su espalda hasta llegar a su cuello.

-MMM que traviesilla eres Carmen. Quieres que empiece a correrme ya?-me dijo con sonrisa pícara.

Se giró hacia mí y empezó a besarme metiendome su lengua hasta el fondo y yo igual acabando las dos desatadas.

-Eres una perra Carmen! Necesito enfriarme! Vamos juntas?

-Estoy sudando ya! Vamos a enfriarnos un poco. Sabía que funcionarian mis besos Carol!

El río tenía una temperatura ideal. Me metí de golpe debajo del agua, estaba tan caliente que necesitaba enfriarme rápidamente. Carol me abrazó de golpe por detrás apoyando sus tetas en mi espalda y me dió un beso. Después me susurró:

-Nunca había estado con una mujer como tu. Esta es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida y que siempre recordaré por tu dulzura, tu inocencia y por tu pasión cuando das rienda suelta a tus besos.

Estábamos sentadas en la orilla del lago cuando de golpe oímos un ruido y vimos a una chica que aparecía en la pequeña explanada del lago. Las dos íbamos desnudas y ruborizadas nos metimos en la tienda a ponernos algo de ropa.

-Ya es casualidad que nos hayan interrumpido nuestra acampada!-dijo enfadada Carolina.

-Sea como sea, esa chica era muy atractiva-le contesté.

-Eso sí que es verdad Carmen!

Me puse un sujetador y mis pantalones cortos para ir más cómoda.

Oí unos golpes de martillo y pude ver a la chica montando la tienda. Pude, mientras nos metimos en la tienda, observar que era una chica alta,delgada con el pelo moreno a media altura y una sonrisa especial. No sé si era porque nos pilló in fraganti.

Pensé que necesitaría ayuda y salí de la tienda cuando Carolina se despistó y me intentó decir que no con la cara.

-Hola! Necesitas ayuda?- le pregunté.

-Gracias, pero ya casi terminé. Cómo os llamáis?

-Me llamo Carmen y mi amiga Carolina, que está en la tienda. Cómo te llamas?

-Soy Tatyana, mucho gusto.

Nos dimos dos besos y empezamos a hablar de lo bonito que era este sitio. Me contó que le encantaba el campo ya que no le gusta el bullicio de las playas y que prefería este tipo de sitios para poder bañarse, tomar el sol y pasar un buen día. Le dije que fui yo quien buscó en el trabajo un acompañante para una excursión y solo se apuntó Carolina. Pensaba que sería divertido estar un día de acampada.

-Pues vi que os divertiais mucho si dentro del agua. No sabía que estabais y me llevé una sorpresa que no imaginaba.

-Porque lo dices Tatyana?- le pregunté ruborizada.

-Pensé que no habría nadie y curiosamente, iba a hacer lo que vosotras estábais haciendo.

Me dejó descolocada, no sabía ni que decir ni hacer. No sabía si se refería a estar en este lago o lo que pudo observar después viéndonos bañandonos desnudas abrazadas.

-No te comprendo Tatyana…

Ella por fin reveló a lo que se refería. Vestía una camiseta de tirantes negra y un pantalón corto de color blanco. Se llevó las manos a la parte inferior de la camiseta y se la fue quitando hasta que explotó la sorpresa. Sus firmes tetas salieron a mi vista. Eran medianitas con los pezones pequeñitos. Tiró la camiseta dentro de la tienda y desafiante me dijo:

-Creo que estabas así hace un rato, te veo sorprendida.

-Esque no me esperaba un momento así. Nos pillas desnudas, enrollandonos en el río y ahora me muestras tus tetas, casi ni nos conocemos.

Mientras le decía todo esto, Tatyana se iba quitando el pantalón blanco que tenía y el tanga negro que tenía. Tatyana estaba desnuda ante mi, con una figura casi perfecta,con un poco de vello rasurado en su coño y un culo de infarto.

-Cariño, estabas así hace un rato. Me has excitado mucho. Soy bisexual y como os vi desnudas que os escondiais en vuestra tienda pensaba que me estabais invitando a vuestro espectáculo. Porque no me muestras lo que ya vi antes?

Sin perder ojo a sus preciosas tetas, empecé a desnudarme. Cuando terminé cogí y llamé a Carolina. Carol! Ven un momento! Mientras le guiñé un ojo a Tatyana. Carolina apareció desnuda, sin vestirse y se quedó quieta de la gran sorpresa que vió. Aparte de verme desnuda a mi, podía disfrutar de Tatyana.

-Encantada Carol. Soy Tatyana y me gustó mucho cuando os vi. Me dejais unirme a vosotras chicas? Podemos pasarlo muy bien. Soys muy guapas y teneis buenos cuerpos. Después de eso. Le susurró: Dejadme que me una a vosotras, tres mejor que dos no?

Carol afirmó con la cabeza y Tatyana le dió un pico. Vino hacia mi y me susurró lo mismo. Era un bellezón y si quería pasarlo bien no le iba a decir que no. Estaba muy cachonda. -Claro que sí cariño, danos todo lo que sabes. Me dió otro pico como a Carolina.

-¿Nos vamos al agua chicas? Quiero probarla. Vosotras ya la habéis aprovechado y mucho.

Tatyana tenía un culo espectacular, medianito pero firme. Mientras iba hacia dentro del lago lo disfruté mucho y a ella se unió Carolina. Mis dos bellezones para mi y juntas se fueron hacia la cascada. Tatyana se puso debajo de ella y Carolina se metió debajo del agua para estar igual de mojada que Tatyana.

-Eres muy sexy Carolina. Me encanta tu cuerpo.Tienes un encanto especial. Con su mano empezó a tocarle el rostro y bajó a tocarle las tetas. Mientras con la otra, movía con rapidez el dedo en el coño de Carolina. Gemía bastante alto.-Me gusta tu pecho. Carolina la miró, y de repente se abalanzó sobre ella le dió un gran morreo cayendo las dos una encima la otra. Cuando salieron de debajo del agua se dieron un besito y de golpe, Carolina me hizo una señal.

-Y tu que? No te vas a unir a nosotras Carmen?

-Claro! Ahora voy! No os vais a quedar las dos solas pasándolo bien. Llegue a su altura y Tatyana me dió un azote en el culo. Estabas deseándolo con la mirada desde que me desnudé delante tuya y ahora te vas a enterar!

Se abalanzó hacia mí y empezó a chuparme las tetas. Me estaba empezando a calentar. Me estaba haciendo una de las cosas que más me ponen en el sexo. Que me muerdan mis pezones. Mientras empezaba a gemir, una boca familiar empezaba a besarme el cuello. Carolina me estaba provocando una calentura brutal y después se giró y me besó con pasión, mientras su dedo jugaba con mi coño.

Tatyana dejó de chuparme las tetas y de golpe, empezó a besar a Carolina. Ver como chocaban sus tetas entre si me provocó un orgasmo después de estar tan caliente.

Nos fuimos las 3 a la orilla extenuadas de tanta calentura.

-Mmm Tatyana, madre mia! Eres un huracán!

-Lo sé, por eso cada vez que follo con alguien siempre repiten.

-Pues solo tienes que darme tu telefono! le dijo Carolina. Repetiremos!

CONTINUARÁ...