La masturbación de Wet

La narración de la masturbación de una mujer llamada Wet, ella puedes ser tú...

"En el mismo momento en que llegaste…empecé a dilatar…"

Este era el modo en que Wet quería empezar su nueva historia para enviarla a un amigo que había conocido por Internet en un foro de escritores.

Wet era una tía de lo más normal, diría yo, de esas tías que sin pretenderlo emanan un rollo intelectual. De mediana estatura, pelo rojo teñido, ojos de ningún color definido que escondían secretos detrás de unas gafas de pasta anchas, labios rosáceos, casi siempre mordidos con esos dientes que procuraba llevar impolutos y unos pechos bastante prominentes en relación a su complexión, esos mismos pechos que cada vez que escribían dejaban asomar sus pezones por debajo de la camisa…y es que a Wet le excitaba escribir.

" empecé a dilatar y sentí desprender ese calor de entre mis piernas…"

Wet pensaba que esta no era la mejor manera de empezar la historia… pero ella era una escritora de tres al cuarto y… ¡¿Cómo podía expresarle a Erekt la manera en que le ponían todas aquellas palabras "calientes" que él le dedicaba por el Chat?!

Wet no conocía en persona a Erekt, aunque eran de la misma ciudad, pero por lo que habían hablado era un tipo moreno, muy alto, con unas manos enormes (Wet se imaginaba a cada instante esos dedos suyos) y con varios piercing a la vista, y no tan a la vista…un joven escritor de novelas policíacas – entre otras obras- que a Wet le volvía loca.

"…entre mis piernas, el pulso se aceleraba en mi zona inguinal hasta inflamar mis labios menores…"

Wet sabía que lo que escribía era una de sus peores historias pero eso era lo que a la pelirroja le estaba pasando en ese mismo momento; allí sentada en la oficina, delante del ordenador, con las piernas ligeramente abiertas hasta el tope que le dejaba su falda, mordiéndose insinuante el labio inferior, y con el pensamiento de Erekt al otro lado de la pantalla… posiblemente masturbándose.

"labios menores… el impulso de subirte encima de la mesa y bajar tu cremallera era lo que deseaban mis sudores…"

Wet seguía escribiendo, no podía parar, tenia que aprovechar ese momento en que se encontraba "cachonda" para transmitirle al papel los influjos de perversión que daba su mente para Erekt, solo para Erekt. Tan absorta en su pensamiento obsceno, en la flacidez de sus muslos ahora húmedos, en la calidez de sus senos rozando suavemente la camisa de seda del trabajo, con la imaginación en esa bragueta bajada que a Wet le hacia mojarse, tan absorta que no se dio cuenta que su mano derecha bajaba en dirección al espacio que queda entre sus piernas.

" sudores… gotas que van por mis pechos para pararse en mi monte de Venus, y allí mezclarse con el flujo que se desprende de mi vagina, flujo de anhelo de ti…"

Wet estaba ensimismada, su mano arrastraba todo aquello que se interponía en el espacio que la separa de su sexo; levantándose la falda dejó ver gran parte de sus piernas desnudas y un poco más hacia dentro se topó con sus braguitas, que consiguió esquivar con un fácil juego de muñeca, hasta que sus dedos tocaron su clítoris.

" anhelo de tí, ansias de agarrar fuerte entre mis manos tu miembro duro que quiero tener dentro de mí…"

Con los dedos Wet se acariciaba suavemente el clítoris y un gemido muy bajito salió de su boca entreabierta, sigilosa fue rodeándolo de carias en ambos sentidos, aprovechando su flujo para poder deslizar sus yemas, dos yemas de sus delicados dedos de escritora, despacio sobre su clítoris inflamado de excitación. Conforme su imaginación traía la imagen del torso de Erekt, ella cerraba los ojos y ejercía más presión y más, y cada vez más; ahora no había vuelta atrás, Wet no podía parar de masturbarse.

" dentro de mí, tan dentro que tu pene sienta mi calor interno, tan profunda que me hagas sentir en un éxtasis de delirio, penetrándome como siempre he soñado…"

Las mejillas de Wet se sonrojaban con intensidad, según la intensidad con que movía los dedos. Paró en seco el movimiento y decidió bajar la mano lentamente hasta llegar a sus labios externos más grandes de lo que acostumbran; Wet gimió con más intensidad, sus respiración se aceleró al compás de su ritmo cardiaco, la excitación que le producía la imagen de ella arrodillada besándole el pene a Erekt le hacia deslizarse por el sillón de despacho, y abrir las piernas y mojarse más y más.

"… siempre he soñado, y tener tu lengua entre mis pechos o mis pezones dentro de tu boca, mientras más abajo estas golpeando tu cuerpo en mis caderas…follándome…"

Wet estaba apunto de estallar por aquello que tenia entre manos; a la par de su pensamiento en Erekt penetrándola Wet introdujo un dedo en el interior de su vagina, y después el otro, y luego el de al lado. No podía más, mientras sus dedos entraban la otra mano manoseaba su clítoris con fuerza; se encontraba en "off" de todo, solo podía sentir el placer de su físico y de su mente, gritaba cada vez más fuerte, movía el cuerpo en círculos insinuantes mientras se mordía la boca, por que sabía que de un momento a otro caería en el éxtasis.

"…follándome…, sí Erekt, fóllame, hazme tuya, haz que caiga a tus pies…fóllame…"

Wet no paraba de repetirse esa frase, de pensar en esa escena. Su cuerpo vibró, su mente se paró, su sexo explotó; gimió y gritó sin privarse mientras ambas manos se movían a un ritmo impar. Wet sintió el placer que le salía de dentro y recorría su cuerpo entero en tensión, esa sensación que ella bien conocía… la de correrse con una masturbación.

The End.