La máquina de sueños (1: las esclavas - 2)
Todas las personas tienen en su vida sueños no cumplidos y secretos inconfesables, pero probablemente los sueños más secretos son las fantasías sexuales. Por motivos culturales, sociales, religiosos, etc, se ven encerrados en el desvan del olvido y ahí quedan aunque pulsando siempre por salir. Es una batalla perdida, donde nadie puede ganar. Pero con la literatura se puede dar rienda suelta a nuestras pulsiones más íntimas y a nuestros deseos más inconfesables sin que traspasemos por ello la barrera de lo permitido, aunque entrando en terrenos prohibidos y alejados de la moral imperante. Pasen y lean este Relato donde un hombre aburrido y gris, cuenta su vivencia con una MÁQUINA maravillosa. Quizá le convenza el Relato y la compre y sea usted la próxima en contar sus experiencias.
LA MÁQUINA DE SUEÑOS
Escritora: Lilith Mórrigan
CAPÍTULO PRIMERO
Las Esclavas
SEGUNDA PARTE
Verónica vino como había prometido, para programar la máquina de sueños, conectó a ella un ordenador y apareció en su pantalla el logo de la empresa. Me informó que iba a instalar los programas que crearían mis historias y por eso era muy importante que estuviera atento para aceptar o rechazar a las personas que fuesen apareciendo en la pantalla.
Aparecían una cada vez, la mitad de la pantalla la ocupaba un rostro observado de frente y en la otra mitad de cuerpo entero desnuda girando lentamente.
La tarea que vamos a realizar en muy importante porque en tus historias vas a inter-actuar con estas personas y sólo con ellas, a si que no te dé vergüenza señalar tus preferencias, sería absurdo que por evitar mi opinión eligieras aquello que en realidad no deseas, yo no tengo opinión, son tus gustos, y elijas lo que elijas a mi me parecerá bien. Si eres homosexual no te cortes y pide hombres, si te gustan las mujeres lo mismo, dime lo que quieres y como lo quieres. Lo que aquí no instalemos no aparecerá en tus sueños.
Me gustan las mujeres - respondí y comencé a darle las instrucciones de mis fantasías.