La Mansion Monserrat (2)

Yo solo gemía del placer, y disfrutaba de aquel momento tan glorioso… ella seguía hablándome al oído, y me dijo date la vuelta, que quiero probar ya ese pedazo de carne, caliente, delicioso y virgen que tienes en medio de esas dos piernas.

Capitulo II

Amaneció, y me dispuse a realizar mis deberes cotidianos, aunque no eran muchos, solo vigilar que los caballos tuvieran suficiente agua para tomar y velar que no les faltasen pacas de pasto.

Cuando llegue al establo, note a uno de los caballos un poco intranquilo, y me acerque para ver que le sucedía, vi que tenía una serie de picaduras en el dorso de la pierna posterior, quede un poco asombrado, ya que pensé que el animal se encontraba infectado con algún tipo de bacteria o virus, así que decide cambiarlo a otro lugar, pero en ese momento escuche un ruido muy extraño, eran como zumbidos, estaba en lo correcto, eran abejas africanizadas; un enjambre, era el causante de este embrollo, lo cual hizo que el caballo se alterase mas y me propinara un golpe con unas de sus patas, yo caí al suelo, casi inconsciente, y solo sentía las dolorosas picaduras de las abejas, no se de donde saque fuerzas para levantarme y pude escapar, al igual que el animal que corrió despavorido por el campo, pero yo no corrí con la misma suerte, ya que tenia el cuerpo todo hinchado de las picaduras y me sentía débil, tanto fue el dolor que me desmayé en pleno campo; quede inconsciente.

Cuando desperté estaba en la cama, mi padre estaba al lado mío, por suerte que el joven Manuel se encontraba en casa y me pudo inyectar una vacuna a tiempo, ya que habían sido muchas las picaduras y al parecer podría haber muerto si no se me hubiese atendido a tiempo. Solo escuchaba las voces de Manuel y mi padre, pero muy a lo lejos.

Pasaron algunos días, y Manuel le ordeno a Lucia, que me asistiera y vigilase por mi normal recuperación, Ella me inyectaba una serie de medicamentos y me ponía un ungüento en todas las heridas de mi cuerpo, para que el mismo se desinflamara y que las heridas no se me infectasen. Me fui recuperando poco a poco y me fui acostumbrando a las atenciones de Lucia, ya que ella me hacia sentir bien y me relajaba.

Un día, llego lucia bien temprano, algo raro en ella y se disponía a inyectarme, ya que traía en sus manos una jeringuilla, yo me baje el pantalón como siempre dejando mi trasero al descubierto, ya yo estaba esperando el pinchazo, cuando de repente siento que Lucia me agarra la verga; yo quede sin palabras, en ese momento.

Me entro un pánico, al escuchar su voz que me decía:

---Piensas que no te he observado lo caliente que eres, que a veces me espías cuando estoy con Don Marcos; ahhh pequeño mirón.

Después de escucharla a ella decir eso, me fue entrando una calentura, que se me puso dura, en un santiamén, y como no si me la sujetaba ella, y me daba un pequeño masaje, que rico, ahora que recuerdo.

Las cosas se fueron poniendo buenas, ella siguió, masajeándome la verga, era como una ligera paja y me susurraba al oído; te gusta cabron, te gusta.

Yo solo gemía del placer, y disfrutaba de aquel momento tan glorioso… ella seguía hablándome al oído, y me dijo date la vuelta, que quiero probar ya ese pedazo de carne, caliente, delicioso y virgen que tienes en medio de esas dos piernas.

Yo seguí sus ordenes y sentí como me empezaba a chupar el glande, lo atrapaba entre sus labios y succionaba, luego se lo metía entero a la boca, hasta su garganta y comenzaba a bajar y subir con sus labios, los cuales los sentía ardientes y no hacia nada mas que calentarme mas y mas.

Su boca succionaba, sus labios bajaban y subían, su lengua jugaba, todo al mismo tiempo. Yo sentía un río de fuego recorrer mis venas y concentrarse en mi verga, sentía que estaba descubriendo el mundo, sentía que nada de lo hasta ahí vivido (bueno… al fin y al cabo solo habían sido muchas pajas) había valido la pena.

Mi cuerpo entero empezó a temblar anunciando la avenida del fluido de la vida y Lucia aceleró sus movimientos y la fuerza de la succión, yo gemí cuando alcancé el orgasmo, perdí brevemente el contacto con la realidad y cuando abrí los ojos, vi sus labios manchados con mi semen.

Ella me miro y me dijo, que había pasado un momento muy rico conmigo, y que algún día llegaría a ser un excelente amante, pero que me faltaba mucho por aprender (como no, si esta mamada era como mi iniciación; claro después de mis pajas); se despidió y me recalco que no le dijese a nadie de lo ocurrido; ya que tal vez si el destino quisiese podría ocurrir otra aventurilla mas.

Luego, me dirigí al baño, y bajo la ducha empecé a recordar cada minuto de ese evento, tanto fue la excitación que mi verga se puso dura nuevamente y como siempre, volví a caer en el rico juego de pajearme.

Las semanas transcurrieron y volvía a tornarse todo normal, lo único raro era que lucia y yo, estábamos un poco desapartados. Seria acaso por el acto que tuvimos, cada día me hacia la misma pregunta.

Empezaba la semana, era lunes precisamente, me acuerdo como si fuese ayer, cuando entro por el jardín, que bella niña, una joven simpática; le calcule mas o menos unos 20 años, me saludo con una gran sonrisa y paso seguido me pregunto si este lugar era la mansión Montserrat, yo casi mudo le respondí,

Claro bella dama. Venid a buscar al Dr. Manuel, acaso estas enferma, (que preguntas las mías)

----No Joven, estoy bien sana, este cuerpecito esta muy bien cuidado.

Esas palabras me llenaron de ansiedad, como no iban a ser placenteras si las dijo con una picardía y un contoneo, que me hicieron imaginar muchas cosas de ella.

Entonces que la trae por aquí

----Estoy buscando a mi tía Paulina, sabe usted si ella todavía trabaja acá.

Ahh, la sra. Pau, si señorita, ella es la cocinera de la casa; pero no sabia que tendría familiares vivos, que sorpresa me ha dado.

---si yo soy su sobrina, Hija de Leonor su hermana.

Entonces si es así la llevare donde esta ella.

La lleve a la cocina, y curioso por conocer la presencia de esa bella dama me quede cerca para ponerme al corriente. Trate de escuchar casi todo, pero hablaban en voz baja, después de dialogar por un buen rato, lo que mas me impresiono fue escuchar a doña Pau llorar, que pasaría, me extrañe muchísimo.

Aquella joven traía consigo una noticia muy desagradable, cual seria me pregunte. Al momento siguiente, solo escuche a doña Pau, gritar ¡Por que DIOS, mi hermana no!, mis sospechas se hacían ciertas, al parecer la hermana de Doña Paulina, Leonor había muerto; ya todo encajaba en su lugar.

La sra. Carmen, al escuchar los gritos de doña Pau, corrió a la cocina haber que estaba sucediendo, y luego le contó lo sucedido.

Ya en la noche, me enteré por parte de mi padre, que aquella joven, Milagros me dijo, se había quedado sin familia, ya que su padre había muerto hacia 3 años y ahora con el fallecimiento de su madre, solo le quedaba el amor de su tía Paulina, al parecer la sra. Carmen accedió que la joven se quedase en la mansión ayudando a su tía en los quehaceres del hogar.

Que gran noticia, pensaba yo en mi mente, esa niña, ese milagro de dios, se iba a quedar a vivir en esa casa, no se pero me sentía embobado por aquella joven y eso que solo tenia horas de conocerla; de repente recordé, que en la mañana no me había presentado, que tonto soy, pero me despreocupe ya que tiempo iba a ver de sobra para conocernos.

Paso el martes, y casi se fue toda la semana y no se presentaba el momento para verla nuevamente, no se pero sentía que esa semana no me sobraba tiempo, estaba ardua la faena, y solo pensar en esa niña me desconcentraba totalmente de todo lo que hacia, pero un buen día me llamo dona Pau y me la presento,, me volvió a saludar con una linda sonrisa, de lo embobado que estaba no le dije nada, pero me imagino que esa no el era el propósito de Pau, después de la presentación me mandaron a que le dijera donde se encontraban las hierbas y especias que su tía salía a buscar en el bosque.

--- cuídala y dile donde queda el lugar para que así valla aprendiendo, además ya estoy muy vieja para hacer esos trotes, me indicaba así la doña.

La joven muy callada, solo capto la orden y siguió detrás mió, caso en todo el camino no murmuramos ni una palabra de parte de ninguno de los dos, no se si era pena por parte mía o desconfianza por parte de ella.

Cuando llegamos al lugar, me decidí a romper el hielo

Y vives en la ciudad, me imagino que no te sientes bien, no es tu ambiente esto acá.

---- si y no, extraño muy poco la ciudad, tiene sus cosas buenas y sus cosa malas, además siempre me ha gustado la libertad y belleza de la naturaleza, el aire puro, el trinar de los pájaros, el amanecer, no se existen tantos cosas diferentes entre la ciudad y esto, pero no me arrepiento de nada. Es mas siempre había querido vivir en un lugar así, siempre le pedí a mi padre que me dejase venir de vacaciones a la casi de mi tía, pero nunca me dejaba, decía que era muy peligroso para una niña como yo, pero nunca vio que esa niña, ya era todo una mi mujer, que no le tiene miedo a nada, solo por disfrutar de los placeres y las bellezas que tiene la vida.

Que palabras, mas profundas las que escuche, mi perspectiva había cambiado, me imaginaba una joven inocente y tímida, pero la verdad las apariencias engañan, mas bien, era una mujer muy decidida a realizar sus metas y a disfrutar de la vida. Que forma de empezar una conversación.

--- y tu a que te dedicas

Básicamente ayudo a mi padre en sus labores y también realizo las mías, como verificar que todo ande bien en el establo, verificar algunos cultivos y a veces una , que otra cuestión con el jardín, mi padre esta muy viejo ya para realizar ciertas tareas, razón por la cual yo me encargo del trabajo mas fuerte.

--- ya veo, el hombre fuerte de la casa

Te estas burlando de mi acaso

---No para nada, que mal interpretado eres, solo te elogiaba

Me sentí apenado por mi forma tan grosera de expresarme, pero después no le di tanta importancia.

--- y cuantos años tienes Eduardo

Me sorprendió escuchar que me llamo por mi nombre (si seré bobo, acaso tenia otro). Estoy por cumplir los 17.

--- chispas, que joven eres, pensé que tenias como 20, tu cuerpo no parece de un adolescente, pareces ya un hombre hecho y derecho, no se, me parece que te desarrollaste muy temprano.

Tal vez sea así, no se me había pasado por la mente, eso de que aparento mas edad, como no conozco, a muchos jóvenes de mi edad, no me he comparado, o podría ser que trabajo muy duro y mantengo siempre mi cuerpo en forma.

---- ya creo que si, te ves bien formado, con unos grandes músculos, claro para tu edad.

Bueno gracias (me sonroje), y tu que edad tienes

--- yo tengo 22 añitos, pero como me ves

Estas bien rica

--- como

Que torpe seré, como se le ocurre decir eso (pero, ella estaba como quería, linda, bella, hermosa, un bombón).

--- que me quieres decir con rica

No nada (ya había metido la pata, así que tenia que sacarla), quise decir, que te ves joven, yo pensé que tenias como 19, para tener 22, los disimulas muy bien. Ya veo porque tanta madurez.

--- Ah bueno, oye yo creo que ya son suficientes especias, mejor regresamos antes que mi tía se preocupe.

Esta bien, como tu digas.

--- no me trates de tu, recuerda me llamo milagros, y me puedes decir mili, si quieres. No se me gustan que me llamen así, Mili, sencillo, corto y bonito.

Como tú digas mili.

Regresamos a la casona, después de contar una que otra historia en el camino, Gracias, me dijo cuando llegamos.

--- Gracias, por enseñarme el camino y por compartir estos momentos contigo, espero se repita mas a menudo, me has caído bien.

Me despedí, con una sonrisa de oreja a oreja, al saber que ya contaba con su amistad, algo me decía que ella y yo íbamos a formar algo muy bello.

Las semanas pasaron y yo y mili nos hicimos muy buenos amigos, nos encantaba contar historias de nuestros 2 mundos diferentes, yo en el campo y ella en la ciudad.

Un tarde, me llamo doña Pau, angustiada porque, Mili tenia ya rato de haberse ido a buscar unas yerbas para su tía, y no había vuelto, así que me mando a buscarla. Me angustie un poco, porque tal vez se había perdido, o tal vez se había topado con algún animal extraño.

Corrí haber que estaba sucediendo, la busque cerca donde se encuentran las yerbas, y no estaba, me preocupe mas y mas, la busque hacia el oeste y tampoco, ya estaba desesperado, pero no se que me paso por la mente, y pensé en el estanque; será que descubrió el estanque; es una aventurera, si en tal caso estuviese allá, pensé.

Me dirigí hacia allá y me lleve la sorpresa, milagros se estaba bañando, estaba desnudo, pues sus ropas estaban en la orilla, no lo podía creer y me dije:

Si la llamo tal vez, no podré apreciarla, mejor espero que salga, razón por la cual, me escondí, detrás de unos arbustos, al cabo de 2 minutos, fue saliendo del agua.

Que tetas, lindas como ellas, torneaditas y rozaditas alrededor del pezón, que ricas, solo las vi y ya sentía mi verga dura, un cuerpo rellenito, con unas buenas curvas, y un coño depiladito, parecía una niña la condenada, parecía un angelito, con ese chocho depilado, ya estaba caliente como ganas de masajearme la pinga, pero me las aguante.

Pensé que se iba a vestir, pero no fue así, se acostó sobre el suelo, como a tomar el sol, y luego, casi me muero hay mismo.

Mili empezó a tocarse los senos, Son hermosos. Ni grandes ni pequeños. Justos, se los empieza a peñiscar, hasta que quedan endurecidos... luego con la otra mano acaricia su pierna, hasta el muslo, sigue bajando sus manos hasta colocar su dedo índice sobre su pubis... pasa el dedo hacia abajo abarcando la extensión de lo que cubren sus labios. Luego guío su otra mano hacia su coño y con dos dedos separo los pliegues de su conchita, sus dos carnosos y rosados labios que encierran dentro un pequeño botón... Mueve sus dedos lentamente, y paso seguido se introduce uno, se estremeció un poco, le encantaba lo que hacia. y al parecer quería más.

Yo no podía creer lo que estaba viendo, no resistí más y empecé hacerme una paja grandiosa, como ella. Esperar a llegar a casa, era perder mucho tiempo, trate de no hacer ruido, para que no me descubriera, pero al parecer ella estaba también muy entretenida.

Ella seguía masturbándose, al igual que yo, seguía metiéndose su dedo, pero ahora con mas velocidad, y se seguía peñiscando los pezones, que placer debió sentir, ya que parecía que sufría unas pequeñas convulsiones. que la estremecían. No paso mas de un minuto, cuando escuche un grito desesperante, había llegado a su máximo punto de excitación , parece que fue al mismo tiempo, ya que yo también me corrí, mi leche ya no podía contenerse mas, que rico, que placer, había sentido, fue un momento místico, ver a esa mujer masturbarse de una forma tal especial.

Me limpie, y salí arrastrándome, por si acaso me atrapase in fraganti, pero ella parecía estar muy relajada todavía, me acorde de lo preocupada de su tía, así que esperaría a que se vistiese para entonces decir que la estaba buscando, claro sin decirle lo bien que la había pasado, al verla en ese acto tan pecaminoso, que solo me acuerdo y se me agua la boca, solo de pensar en lo rico que tenia que estar ese coño, mmmmmmmmm.

Cuando se vistió, Salí de repente y le dije; aja con que te encontrabas aquí, y no sabes lo angustiada que esta tu tía.

--- que tiene algo de malo que uno salga a dar un paseo.

No tiene nada de malo, pero al parecer el tiempo se te paso volando, ya que tienes mas de 2 horas de estar por acá.

--- además nunca me habías contado, que existía este lugar tan bello, estoy enojada contigo.

---- mentira, no me creas es broma. Pero me hubieras dicho que existía este lugar, a veces me da ganas de escaparme de esa casa.

Lo siento, algún día te lo iba a enseñar, pero se me había pasado, me perdonas.

---- no te preocupes, olvídalo, son cosas mías, es mas, vaheémonos que mi tía esta que se muere de un infarto, ya que no llego.

Pasamos al lado de donde me encontraba escondido, con miedo a que vieras las malezas dobladas, se veían como si algo hubiese estado allí (claro que era yo).

--- mmm, aquí huele como a semen

¿Como dices?

--- No nada, no he dicho nada olvídalo, cosas mías

Segunda vez que le escucho esa palabra, "COSAS MIAS", al parecer la niña conocía muy bien los olores, y hay me di cuenta que no era el angelito que me estaba imaginando, mas bien era una mujer deseosa, con ganas de hacer el amor, pero como las circunstancias están como están, no le basto de otra que complacerse ella misma. Disimulaba muy bien su cachonderia.

No le di pie a sus comentarios, y regresamos a la mansión.

Niña donde te has metido, pregunto angustiosa la tía.

--- Estaba conociendo mejor estos lados tía, y se me paso el tiempo, me perdonas.

Si pero para otra ocasión me avisas para no inquietarme, niña me tenias muy mortificada.

--- Como tú digas Tía.

Pase varias semanas pensando en aquel día, en el estanque, no lo podía borrar de mi mente.