La manada se desplaza

Continuaré contando mi vida pues he descubierto que tengo un punto de exhibicionista que me gusta sobremanera.

Agradezco infinitamente las críticas que se me hacen a mis relatos, pues es la única forma de mejorar a la hora de escribir.

Continuaré contando mi vida pues he descubierto que tengo un punto de exhibicionista que me gusta sobremanera.

He leído aquí multitud de relatos donde los padres al enterarse de las relaciones incestuosas de sus hijos se lo toman de maravilla y se unen a ellos en una orgía familiar de sexo. Este no fue nuestro caso Ahora les expondré lo que nos pasó.

Mis hermanas viendo lo bien que se les daba el mundo de la moda decidieron montar un negocio basado en ella. Este consistía en la confección de ropa a medida, las mujeres de mi familia siempre han sabido coser de forma extraordinaria y ellas además sabían confeccionar y tenían imaginación para hacerlo.

Yo en un principio dudé de su viabilidad pues la ropa China es más barata y en crisis ya se sabe hay que ahorrar. Pero me equivoqué rotundamente, la gente de pasta quiere distinguirse de los plebeyos fardando de ropa a medida, las marcas fabrican las prendas como morcillas inundando el mercado de ropa idéntica, pero si te confeccionan la ropa a tu medida sabes cierto que será única y exclusiva.

Mis hermanas empezaron a tener tanto trabajo que no podían dedicarse más que ha confeccionar y coser trajes, vestidos, ... Entonces me pidieron ayuda, yo todavía estaba en para, ya sabéis el problema con los recibos. ( Para quien no lo sepa leed mis relatos que en el que está en sexo con maduras lo explico). La ayuda que necesitaban era más de intendencia ya que no podían salir a comprar telas, hilo, etc. Tampoco tenían tiempo de hablar con proveedores, mayoristas y realizar gestiones bancarias o de otro tipo. Pronto descubrí que era muy bueno en este trabajo y que los tres nos complementábamos muy bien.

Un par de meses más tarde uno de nuestros clientes, dueño de una inmobiliaria, se quejaba de que tenía una casa invendible, pues necesitaba muchas reparaciones y nadie quería en estos tiempos afrontarlas. Por simple curiosidad, le pedimos que nos la enseñara. Era una casa fantástica, tipo palaciega, grande con muchas habitaciones un jardín decimonónico precioso con piscina y una gran terraza y lo mejor de todo estaba dentro de la ciudad. Era esplendida, pero a simple vista se notaba que estaba muy deteriorada. La pregunté al dueño de la inmobiliaria que pedían por ella y al decirme el precio no me pareció tan caro como para ser invendible y así se lo comuniqué.

  • Apolo ten en cuenta que las reparaciones que hay que hacer igualan en costo al precio de la casa. - Me contestó.

  • Entonces si que se sube un pico. - Le dije.

  • Nos la quedamos.- Dijo de Momento Marta .

  • Si por favor Apolo es preciosa. - Apuntó maría.

  • Si aceptas el camino de vuelta te lo hago majándote la polla. Me dijo María al oído.

-Nos la quedamos. - Le dije al dueño de la inmobiliaria mirando a María.

Al arrancar  el coche María hizo como si se le caía algo, me desabrochó la cremallera y me sacó la polla. Y empezó a mamarme la polla lentamente dándome un placer infinito pues mis hermanas son unas chupapollas de cuidado. En la parte delantera del coche mi hermana Marta distraía al dueño de la inmobiliaria que estaba al volante. La corrida que tuve fue de campeonato y mi hermana se la tragó toda para evitar manchar la tapicería del coche.

Nos dieron un plazo de seis meses para acabar las obras, una eternidad, pero tenían que cambiar las tuberías, la instalación eléctrica, cambiar todos los cuartos de baño, instalar la calefacción y el aire acondicionado y modernizar la piscina que no tenía ni depuradora Y cuando acabasen pintarla toda y arreglar la fachada. Pudimos pagar la casa con el dinero de la herencia de mi padre, pero para pagar las obras tuvimos que hipotecarnos.

Mientras tonto en casa mi madre, como buena ama de casa, nos cocinaba limpiaba la casa y la ropa, lo que suelen hacer las madres. íbamos con mucho cuidado follando, pues mi madre es muy beata y no sabíamos como reaccionaría. Pero claro poco a poco nos fuimos relajando. Mis hermanas dejaron de llevar tanga por lo que cuando querían que las follase nos íbamos al cuarto de baño, con cualquier escusa las levantaba la falda les comía sus preciosos coños depilados, rápidamente, por desgracia, ante el peligro. Y se la metía como un animal hasta que se corrían. Nunca dormía solo pues cuando mi madre se dormía una de las dos venía a mi cama. Si venía Marta fallábamos de forma más pausada, si era María lo hacíamos como salvajes. Lo mejor eran los fines de semana cuando mi madre se iba con las amigas de viaje.

Y aquí empieza realmente la historia:

El fin de semana previo a que acabasen las obras decidimos montar una bacanal increíble, los tres  ese sábado. Cuando mi madre salió por la puerta mis hermanas se desnudaron al igual que yo, iríamos así todo el fin de semana. Para empezar una buena sesión de besos húmedos. Alternativamente nos íbamos besando metiéndonos las lenguas hasta la garganta que placer era increíble notar las lenguas de las gemelas recorriéndome toda la boca, mientras yo hacía lo mismo con ellas.

Nos estábamos poniendo a tono, pero aún no estábamos cachondos, pues queríamos que fuese más un lujo para los sentidos que sexo salvaje. María sacó ambrosía y empezamos a dárnoslas. Yo me metía el trago en la boca y se lo pasaba a María, luego ella a Marta y finalmente esta me lo devolvía y yo me lo tragaba. Cuando empezaba María nos lo pasaba y se lo devolvíamos de la misma manera. Así estuvimos como media hora. Paramos antes de caer en la embriaguez pues el día sería largo.

Para comer teníamos fresas, por supuesto, las mojábamos en nata y nos las dábamos entre nosotros y para beber Cava. En ese momento entramos en un mundo de sensualidad que hizo que se nos erizase el cuerpo entero.

Yo empecé a besar a María mientras Marta se pintaba las tetas y el coño con Nata. Entonces comí mi postre, con mi lengua lentamente empecé por  un pecho y luego el otro. Que pechos, el paraíso está con mis hermanas, sus preciosos pechos con aureolas rosados idénticos, pues idénticas son ellas, sus pequeños pezones que estaban duros como piedras, por favor estaba en el cielo.

María quería atención y me la reclamó metiéndome un dedo untado de nata por el culo me tumbé en el suelo y empecé a comerle el coño. Marta  cogió mi polla que estaba más grande de lo que había estado jamás y se la metió poco a poco, cuando la tenía dentro, empezó a cabalgarme y a gemir como poseída y María le siguió, ellas se acariciaban se  besaban, disfrutaban como locas, las dos se corrieron a la vez era la primera vez que les pasaba y fue realmente delicioso, eso hizo que me corriese yo también.

Nos tumbamos los tres en el suelo mareados de tanto placer y riendo de pura felicidad. María dijo:

  • Yo esta no la he catado. - Cogiéndome la polla.

  • Y yo esta tampoco. - Le respondí acariciándole el coño a Marta.

  • Pero nenas algo habrá que hacer para empalmarme. - Les dije yo mirándoles lascivamente.

  • Ponte a cuatro patas y déjalo de nuestra parte.

Mientras marta me untaba el culo de nata con el dedo, María me lo lamia. Que placer por favor, que no se les ocurrirá a este par de diosas. Entonces cuando tenía el culo bien lubricado María me metió el dedo por el  hasta llegar al punto-g masculino y lo empezó a tratar. Me corrí sin que se me empalmase del placer que sentía. Entonces cambiaron y Marta me metió el dedo por el culo y ella consiguió que me empalmase con un toro bravo. Como recompensa le empecé a pasar mi lengua sobre sus hinchados labios vaginales y ella dio un suspiro de placer con mi lengua poco a poco se los fui abriendo y cuando encontré su clítoris lo empecé a lamer. Mientras maría se sentó encima mío y se ensartó en mi polla de un solo golpe. Las dos gemían de placer gritando auténticas barbaridades. En ese momento oímos:

QUE HACÉIS CABRONES PERVERTIDOS.

Mi madre estaba en la puerta roja de ira y empezó a decirnos que lo que hacíamos era una aberración ante los hombres y sobre todo ante dios, chilló hasta quedarse ronca y cuando eso pasó nos dijo.

  • Marcharos de mi casa que no quiero veros jamás.

  • Pero mama si no hacemos nada malo. - Dijo María.

  • Calla puta eso esta penado por la ley y por dios.

  • Mamá somos mayores de edad y lo hemos hecho libremente. - Le contestó María.

-Maldita zorra tu eres la peor seguro que ha sido cosa tuya .- Le dijo mi madre con los ojos inyectados en sangre.

  • mama estas siendo irracional, nos queremos y nos lo demostramos. Solo es eso- Le dije yo.

  • Tu el mayor de las tres el que debía vigilar su virtud me hablas así de una indecencia.

En ese momento, sin venir a cuento me corrí y llené la cara de Marte de semen, ella, como hacía siempre se lo comió. Eso encendió a mi Madre que le soltó una bofetada tan grande que le marcó la cara. Mi ira se volvió a disparar, habían tocado a una hembra de mi manada y eso no lo pensaba consentir ni a mi madre.

  • Mama porque eres mi madre te avisaré, vuelve a tocar a una de mis mujeres y no respondo de lo que pueda hacerte.

  • Como tus mujeres, son tus hermanas. - Dijo ella como una loca.

  • No mama son mis mujeres y so su protector, si alguien les ataca me ataca a mí.- Le contesté con ira asesina.

Mi madre más cabreada que yo, de tal palo tal astilla.

  • No os quiero ver jamás me voy a casa de una amiga y volveré el lunes, para cuando vuelva no estéis aquí.

Así que en dos días empaquetamos nuestras cosas y el domingo por la tarde nos fuimos a nuestra nueva casa. No volvimos a verla hasta poco antes de morir que quiso vernos para pedirnos perdón.

Al llegar a la nueva casa nuestra vida mejoró sustancialmente, nos hicieron a medida una cama enorme ellas mismas confeccionaron los edredones y las mantas y las sábanas pues era una cama de 3x3 y desde el primer día dormimos juntos y lo seguimos haciendo hasta ahora. Pero lo que pasó a partir de ese día lo contaré en sucesivos relatos.