La mami del cole 2

Continuamos nuestra aventura...

CONTINUACION de “La mami del cole”

Después de un fin de semana sin vernos, llegó de nuevo el lunes, y con él, la vuelta al cole, y cómo no, volví a llegar pronto esperando verla. Al pasar por la calle del colegio no estaba allí, no sabía si habría acabado todo, se cansaría o tal vez fue sólo una aventura casual, o si por el contrario tendría algo que hacer y no había podido ir antes.

El caso es que me quedé sólo en el coche, después de aparcar mirando el móvil, hasta la hora de la salida en la que me reuní con el grupo, y al rato llegó ella, parecía estar apurada, con prisa, sin embargo, al pasar a mi lado, y con mucho disimulo, me saludó y me miró directamente a los ojos, como queriendo decir algo, sin decirlo…Me quedé un poco extrañado, no sabía que querría con aquel gesto, la seguí un poco con la mirada, para no ser descarado, y ella se dio la vuelta y me hizo un gesto con la mano, moviéndola en círculos…Ahora ya lo tenia claro, mañana la vería.

Al día siguiente, martes, fui incluso un poco antes, y sí, allí estaba, esperándome, pero esta vez vestía minifalda, medias, tacones, y cazadora torera. Subió en mi coche en la parte de atrás como siempre, y empezamos a hablar.

-Buenos días Fran, ayer me fue imposible venir y llevo todo el fin de semana pensado en tu polla en mi coño. – Mientras hablaba se iba quitando la cazadora, que colocó a un lado, debajo llevaba una camisa escotada blanca que se fue desabrochando, y debajo no llevaba nada, sus tetas quedaron expuestas. -¿te gusta mi conjunto? Las bragas van a juego con mi sujetador.- Se levantó la falda hasta la cintura y me mostró su coño depilado, se echó en el asiento de atrás y empezó a tocarse las tetas, meterse los dedos, gemir y hablar…

-Joder Bea, me encanta ese conjunto, y la ropa interior es lo mejor. Ayer te eché de menos, y mi polla también.

-Fran, hoy vamos a follar, tengo muchas ganas de tenerte dentro, mira mi coño, está empapado pensando en tu polla, aparca rápido por favor.

-No hay sitio, mierda, además, aquí no podemos follar, es un “cante”, se notaría mucho porque te iba a dar muy fuerte.

-No me puedo ir así a casa, estoy chorreando. ¿Qué propones?

-Espera que aparque…

Ella seguía frotándose el clítoris esperándome, y cuando aparqué, salté como una bestia al asiento de atrás, coloqué las cazadoras para tapar lo poco que se nos podía ver, y me lancé a besarla, apretando sus tetas sin miramientos, lamiendo su cuello y bajando hasta ellas, mordiendo sus pezones. Ella pasaba su mano sobre mi pantalón, notando mi dureza, me lo desabrochó y mi polla salió, la cogió con sus manos y empezó a pajearme mientras yo seguía comiendo tetas y pezones…

-Como tienes la polla Fran, necesito que me folles, ¿quieres que te la chupe un poco o ya estas listo?

-Bea aquí no podemos, pero como compensación te voy a chupar yo.

La cogí de las piernas y la recosté hacia un lado, como pude metí mi cabeza entre sus piernas y empecé a lamerle el coño. Mi lengua subía por su coño hasta su clítoris, lo succionaba y lamia con fuerza para volver a meter mi lengua en su coño. Con mi mano apretaba sus tetas y sus pezones, y cuando levantaba la cara veía su preciosa cara, con los ojos cerrados, y mordiéndose el labio, mientras gemía y me ayudaba, colocando su mano sobre la mía, a masajear sus tetas. Viendo que ella sola podía con sus tetas, me dediqué a su coño y a su culo, mientras mi lengua y mi boca trabajaban su clítoris, mis dedos exploraban su coño, metí dos de ellos y empecé a follarla con ellos. La miraba, estaba muy cachonda, disfrutando, y yo también disfrutaba. Saqué mis dedos y volví a meter mi lengua en su coño, moviéndola, lo llené de babas que caían a su culo, mi lengua bajaba hasta su culo y lo bordeaba, después subía a su clítoris y mis dedos ocupaban su lugar, apretando un poco su culo hasta que uno entró, entonces con un dedo en el culo, metí dos en su coño, y la folle con ellos, mirando su expresión, hasta que se corrió. Saqué mis dedos empapados y se los metí en la boca, me los chupó de una forma muy ardiente, se incorporó y me echó a mi hacia atrás.

-Ahora me toca a mi- y lanzándose como una loba se metió mi polla en la boca y empezó una mamada increíble. Su mano acompañaba a su boca cada vez que hundía mi polla en su garganta, y la otra masajeaba mis huevos. ¡Qué placer! No tardaría en correrme y así se lo hice saber.

-Bea, vas a hacer que me corra.

Sacándose la polla de la boca, y sin parar la paja, me dijo – Eso es lo que quiero, no te aguantes que es tarde- y acto seguido siguió engullendo con rabia mi polla hasta que lo noté, me venía, tensé mi cuerpo, ella sacó mi polla y abrió su boca sin dejar de pajearme y mirarme a los ojos, estiró la piel de mi capullo hasta atrás, casi haciéndome daño, y comencé a descargar en su boca, viendo como mi corrida entraba en ella, mientras Bea no paraba de pajearme y de mirarme. Al tercer borbotón su lengua empezó a moverse sobre mi capullo, recogiendo los últimos chorros de semen que salían, para después, sin dejar de mirarme, tragárselo todo.

-Quiero follar contigo, si no es en tu coche, habrá que buscar otro lugar. Si no tienes problemas en visitarme mañana, te recibiré en mi casa. – Después se metió la polla en la boca y me la dejó limpia.

-No tengo ningún problema siempre que tengamos discreción. Dame tu dirección y mañana estoy allí. –

Me dio la dirección, estaba cerca, nos vestimos, ella salió del coche y yo a los cinco minutos.

Al día siguiente me presenté en su casa por la mañana, nos quedaba 1 hora para la recogida en el momento que llegué, llamé al telefonillo y ella me abrió enseguida. Era un segundo, subí aprisa las escaleras y busqué su puerta. Tenía otras cuatro puertas en el rellano, y ninguna estaba enfrente de ella, por eso cuando llamé a su puerta, Bea la abrió desnuda, me cogió de la mano y me metió dentro, cerró la puerta y se puso de rodillas. – Hola guapo, no voy a perder el tiempo con tonterías, hoy quiero esto- me bajó los pantalones y los calzoncillos y metió mi polla en su boca. No tardó en ponerla tiesa y dura con su lengua y sus labios, yo me quitaba la ropa como podía, cazadora, camisa… Cuando estuve desnudo la cogí de la cabeza y me follé un poco su boca. – ¿Ya estás cachonda zorrita? Seguro que has estado matándote a dedos pensando en esta polla. – Cuando tuve mi ración de dominación calmada la levanté, la empujé contra la pared, la puse los brazos apoyados en la pared sobre su cabeza, la empujé más, hasta que su cara y tetas se aplastaban contra la superficie fría de la pared, y cogiéndome la polla la penetré de una vez, hasta los huevos, deje mi polla dentro empujando todo lo que podía desde atrás mientras ella soltaba gemidos de placer, estaba muy mojada y mi polla entró sola.

-¿Esto es lo que querías?¿Mi polla en tu coño?- La cogí de las caderas y empecé a follarla fuerte, mi polla salía casi hasta la punta y entraba de golpe, ella gemía, aguantándose los gritos, con cada embestida, la daba duro y noté el instante en que se corrió, como su coño se apretó en mi polla, como sus piernas flojearon, como soltó un gemido largo, más alto que los anteriores, más intenso. Bajé el ritmo, no podría aguantar mucho más así, saqué mi polla de su coño y la dejé “libre”.

Me miró a los ojos y cogió mi polla con su mano. –Vaya corrida me has sacado cabrón, ahora pídeme lo que quieras, pero primero sígueme.- y llevándome de la polla me guió hasta una habitación, imagino que la suya, con cama de matrimonio, cabecero de forja, se arrodilló y comenzó otra mamada mirándome a los ojos.

-Bea, quiero follarte el culo.- Bea, comiéndose mi polla, levantó sus cejas y movió un poco su cabeza como asintiendo, entonces sacó mi polla de su boca, se incorporó y me dijo suave . – Empieza suave, la tienes muy grande, cuando dilate haz lo que quieras. – poniéndose a cuatro sobre la cama, puso su cabeza en el colchón, y con sus manos separó los cachetes y me mostró todo su culo y su coño. Yo me acerqué y se los comí todo, desde el culo hasta el coño, aprovechando para dilatarla un poco con mis dedos. Cuando creí que ya estaba lo suficientemente dilatada me coloqué detrás de ella, me cogí la polla desde la base y la coloqué en su culo. – Es la hora Bea, te voy a follar este culo hambriento de polla que tienes. – Y presionando un poco fui metiendo mi polla hasta la mitad, y la dejé ahí un rato, mientras Bea se quejaba levemente e intentaba abrir más su culo con sus manos.

Al momento empecé a meter y sacar mi polla de su culo, despacio, pero intenso, y en cada embestida metía un poquito más mi polla en ella, hasta que entro entera, y mis huevos se pegaron a su coño, un coño completamente empapado de flujos, que ahora mojaban mis huevos. –Ya está Bea, toda dentro, te voy a follar duro, si te hago daño me lo dices. –

-Fóllame Fran, fóllame como quieras, soy tu zorra, dame duro o blando, por el coño o por el culo, por donde quieras, pero dame ya.

La cogí de las caderas y empecé a follarla duro, apretándola contra mi en cada embestida, notando su humedad en mis huevos, ella gemía, apretaba su cara contra el colchón para silenciar sus gritos, metía mi polla y la sacaba por completo, viendo su culo dilatado, no pude aguantarme, bombeé rápidamente hasta que mi cuerpo se tensó, y mi polla descargo llenando su culo de mi leche, una y otra vez la apretaba contra mi hasta que terminé de correrme a gusto en ese culo, y después la saqué. Ella seguía con sus manos en sus cachetes separando su culo, y vi todo su agujero lleno de mi leche.

Ella permaneció así un momento, colocó sus manos en la cama y se puso a cuatro patas, hacía movimientos con sus caderas y su culo, y vi como poco a poco iba saliendo mi semen de su culo y caía por su coño y sus piernas.

-¿Te has quedado a gusto Bea?

-Mmmmm siiii…y otro día quiero follarte a ti, cabalgarte, pero eso será otro día. Tienes que irte, es tarde. Te avisaré cuando puedes venir el día anterior, tú sigue llegando pronto.

Me vestí y salí, cogí mi coche y me fui a la recogida.

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No lo leo todos los días así que intentaré contestar de cuando en cuando.

Un saludo