La mamá de Carlos (06)

Hola, Mirtha. Hola, como, tardaste... Perdona, es que no se dormía. Bueno, contame algo tuyo ahora no?

La mamá de Carlos (VI: Seguimos conociéndonos).

Hola, Mirtha.

Hola, como, tardaste...

Perdona, es que no se dormía.

Bueno, contame algo tuyo ahora no?

Mirtha, yo creo que es algo, no digamos usual, pero que siempre rondo en una noche de calentura de toda madre. Sé de un caso que me contó un chico, cuando yo ejercía en una escuela en la cual daba ayuda sicología. Mas o menos detalles, me lo relato así.

Contame como empezó, mi amor.

Una de las cosas que recuerdo, fue un amiguito me presto una revista erótica, no me acuerdo el nombre.

Bueno, mi amor, no importa... y que paso. (Se trataba un tipo vengador, que se disfrazaba de esqueleto, y mataba mujeres, pero antes de matarlas las desnudaba, las dejaba en bombacha y corpiño, quizás se veía alguna teta, pero nada mas), Pero te imaginas, con doce años y ansioso.

Yo me encerraba en mi cuarto y las leía con una mano sostenía la revista y con la otra me tocaba....

Que te tocabas mi amor.

Usted sabe..

Ah! A mí me podes decir, te estabas haciendo una pajita con la otra mano no?

Sí.

No tienes por que avergonzarte... mi amor, pero seguime contando.

Bueno, fue que un sábado, por la tarde mi madre me pescó con las revistas bajo las sabanas, y en ves de enojarse conmigo me alentó y estuvimos toda la tarde en mi cama, hasta que a la noche llego mi padre. Leímos juntos, ella comentaba alegre las escenas por que le causaban mucha gracia y me hacia preguntas que a la vez me ayudaban a excitarme, mientras mi mano debajo de las sabanas, eran reemplazadas por las de ellas, no me voy a olvidar esa tarde por que entre revista y revista, ella me hizo tres pajas en toda la tarde.

Tres, mi amor...

Sí. Desde ese día no tuve que pedir le mas revistas al vecino, pues era ella quien se encarga de comprarla y un sábado en el mes era seguro que disfrutaba de su lectura y de las pajas que me hacia mi madre los dos metidos en mi cama.

Sobre los temas que hablábamos... ha ella le gustaba que le hablara cosas de chicas o me preguntaba si me gustaban las bombachitas de las chicas, esas conversaciones que eran mas preguntas que otra cosa. Como para saber cuales eran mis gustos, y tratar de complacerme.

Creo que ella se percata de mi necesidad y noche por medio, venia a arroparme y entre abrazos y caricias, charlábamos y terminábamos hablando de chicas, y momentos mas tarde, ella acentuaba sus caricias, sobre el slip, después lo corría y continuaba, haciéndome una paja, yo creo que por la alegría de su cara, le encantaba lo que hacia y lo había tomado como una obligación o costumbre más. Por las noches ella debía de pajear a su hijo querido.

Disimulando siempre que su interés era con el fin de enseñarme, diciéndome que ella siempre estaría para explicarme todo lo que quisiera saber sobre eso. Con el pasar del tiempo, ya venia preparada y antes que acabara sacaba un pañuelo, previamente preparado por ella para tal fin, y lo ponía sobre mi pancita y me decía que ya era todo un machito y no quería manchar las sabanas, con mi leche.

Yo, escuchaba y no lo podía creer, a la veces me excitaba mas y más, queriendo saber cada minúsculo detalle de cada encuentro o situación.

Cada vez, por las noches cuando venia a mi cuarto, todo iba tornándose un ritual con sus caricias sobre el slip y después me envolvía con sus dedos y comenzaba suavemente el movimiento ascendente y descendente, también me ponía un poco de saliva para lubricarme, incluso aveces traía crema Hinds y me la pasaba con sus mano por todo el tronco, era un trabajo muy delicado decía ella, y cuando tomaba consciencia de mi estado, momentos antes sacaba el pañuelito y lo ponía sobre mi el cual yo lo llenaba de leche, después lo doblaba y se lo llevaba.

Era obvio, que elle se calentaba a mas no poder, con las pajas que le realizaba a su hijito lindo, y también lo alentaba por un fetichismo por las bombachas, y reservaba cosas diferente para días de fiestas e incluso religiosas y sus cumpleaños. El sacaba provecho de eso también como me contó una vez.

Cuando, había visitas, pero descubrí que haciéndome el caprichoso, obtenía lo que quería, pues mi madre se cansaba y me gritaba y era una escusa para llevarme de los pelos a mi cuarto y quedarse unos instantes, para las visitas regañándome. Pero en cambio ella, hacia que me retaba en vos alta. Y yo le decía de mi estado y como me sentía y ella protestaba, me decía que estaba loco, pero accedía rápidamente.

Pero estas loco, hay gente...

Dale, mama tengo muchas ganas me duele.

Bueno, te hago, una sólita, y té quedas tranquilo, esta bien.... después antes de acostarme vengo y si tenes mas ganas te hago otra mi amor, pero no vuelvas a llamarme sabes.

Si mami, te lo prometo.

En casa ajena, las cosas cambiaban, según las circunstancias me llevaba a una habitación, que le pedía a la dueña, pues le decía que no me quería avergonzar, retándome, frente a otras personas por mi mal comportamiento, y lo demás se imaginaban que me estaba regañando, pero la verdad era que ella sabia que me tenia que hacer una pajita para calmarme. Ella protestaba como siempre y enseguida asedia...

Esta bien pero apúrate por si viene alguien....

Creo que esas escapadas a ella también le gustaban pues eran más emocionantes incluso por que no iba preparada como ella decía, como una negativa, sin ninguna trascendencia.

Me decía te gusto mi amor, yo asentía y agregaba, esto tiene que ser un secreto, solo entre vos y yo mi amor sabes.

Sí, mamá...

A mí me gustaba mas que ella me lo haga en casa ajena, me daba mas emoción, y yo creo que allá también, por que implicaba que una vez que comenzaba a hacérmela debía sacarme la leche rápido y a toda costa, creo que en esos momentos su imaginación volada a mil, pues me decía cosas que me calentaban enseguida como si me gustaban las tetas de tal o cual persona de la que estaba en la reunión o que ella me había descubierto tratando de mirarle la bombachas a alguna señora y acababa rápidamente sobre sus manos, a veces ella hablaba para exitarme mas y como para ella. Una vez habíamos entrado a una habitación se usaba de biblioteca y no había nada con que limpiarnos se levanto la falda y con las enaguas se limpio ella y después a mí y me decía ahora pórtate bien, me arreglaba y me daba un beso y salíamos del cuarto.

Te gusta mucho ver debajo de las faldas de las mujeres..

Si, y esa ves era la primera vez que vi debajo, de las de mi mama..

Era realmente muy excitante cada vez que estaba con ese chico, yo me cambiaba las bragas una ves que la sección concluía.

El día de mi cumpleaños fuimos al cine, yo había insistido en entrar llegamos a la primera función y no hay casi nadie dentro del cine, esa misma mañana compramos mis regalos y a la tarde era la fiesta con toda la familia, nos encontrábamos sentados en las ultimas filas y ella al ver que la película tenia algunos desnudos, yo había entrado por ir con ella sino no me hubieran dejado entrar. Bueno, ella se dio cuenta de mi excitación, puso su abrigo sobre mis piernas, me bajo el cierre, y comenzó, despacio como a mí y a ella le gustaba. Y me dijo: avísame cuando té este por llegar la leche, que por ser tu cumpleaños te voy a hacer un regalito y yo sé que te va a gustar. Cuando no pude mas, le avise, me viene la leche, inmediatamente se agacho y se la puso en la boca y me succiono toda la leche, la cual trago y después sin sacarcela de la boca continuo, hasta limpiármela toda. Esto es tu regalo de cumpleaños me dijo, y continuamos viendo la película, antes de que terminara, me tuvo que hacer otra, pues la tenia de nuevo parada no sé si por la película o por el solo pensamiento de que había acabado en la boca de mi mama, y que ella no se negaría en mi cumpleaños a chupármela de nuevo, y no se negó, pero al terminar, me dijo: esto te lo hago, solo hoy por tu cumpleaños.

Lo más extraño que la madre era muy recta esos tratamientos especiales los reservaba, para momentos relevantes una o un evento religioso. Religioso?

Si, al principio, y tampoco entendía, pero el me contó. Que después que, casi todas las veces que volvía de la iglesia, se portaba más cariñosa con su hijito, pienso que quizás era su forma privada de festejar o gozas de lo prohibido.

Que historia.... Y vos no sacaste ningún provecho de todo eso.

Bueno, las secciones duraron mas de un año, y tuve reuniones a solas con él y con su madre, y también reuniones que expresamos los tres nuestro punto de vista.

Y como fueron esas reuniones.... estoy super caliente.

Como vos lo dijiste esa es otra historia. Mañana, veni vos esta ves a casa y te cuento..

Ah!, los paños, se los hiciste hoy...

No, ahora mismo, que están todos dormidos, se los voy a hacer.

Bien, mañana, estoy sin falta en tu casa. Un beso.

Chau.. Te espero.

Continuara...

ddelfin@yahoo.com