La mamá de Carlos (04)

Mi mama, llama a la mama de Carlos, la mañana siguiente cuando yo estaba en la escuela.

La mamá de Carlos (IV: Las confesiones).

Mi mama, llama a la mama de Carlos, la mañana siguiente cuando yo estaba en la escuela.

Mirtha, podrás venir, a casa enseguida, que tengo que contarte algo.

Además me gustaría poder seguir conversando mas a fondo nuestra charla de los otros días sabes...

Bueno, pero tu marido se encuentra.

No él llamo que hoy no va a venir y como Miguelito esta en el colegio, pense que seria el momento oportuno para seguir hablando, claro esta si vos no tenes algo que te lo impida.

No, esta bien, yo siempre, quise hablas mas íntimamente con vos, pero nunca se me había presentado la oportunidad, y la ves pasada, me agrado mucho, poder intercambiar, opiniones con vos, opiniones que no son frecuentes que las comentes con cualquier persona no?.

Si, por supuesto, es que, estoy pasando por un momento complicado, con Miguel, como sabes.

Si lo sé, pero no te preocupes, prepara un café, y en quince minutos estoy allí, un beso.

Ok, te espero.

Y le pusiste lo paños para calmarle, la calentura que tienen a esta edad.

Sí, pero...

Pero que?

No fue todo...

Hay no seas así, contame...

No se tengo, un lío en la cabeza... no me es tan fácil, y a la ves tenia que contárselo a alguien.

Bueno, dale contame. Mira todas nosotras tenemos cosa que no se las podemos contar a nadie, por que no nos entenderían, y yo creo que en vos, voy a encontrar alguien en quien confiar, pues yo también te voy a contar cosas que no se las he dicho a nadie. Bien, que paso cuando le pusiste los paños fríos a Miguelito.

Bueno, cuando entre en la habitación se sobresalto, pues no me esperaba. Yo creo que se estaba tocando, lo cual al incorporarse en la cama para estar sentado disimulo.

Miguel, yo sé que a tu edad se están despertando ciertos deseos y también están ocurriendo ciertos cambios en tu cuerpo, por lo que mama te da a poner estos paños, para que cuando estés así no te pongas mal.

Y el que dijo.

Al principio, no quería pero insistí, y me puse como se pone toda madre cuando insiste, sabes.

Jauja, te entiendo, y que paso.

Bueno como había imaginado, estaba con una semi erección.

Hay, no hablas así entre nosotras, podemos hablar mas abiertamente no así si que te pido por favor que hables con otras palabras.

Que? Cómo queres que te hable?

Como, vos sabes, y como nos gusta a nosotras hablar de esas cosas. Así que volve a empezar y contame, así que la tenia casi paradita.

Ah, bueno. Sí la tenia casi parada.

Y la tiene grande.

Mirtha, que es mi hijo.

Si, ya sé boluda, pero se la tocaste o no?

Y sí.

Y como fue, no me dejes así contame.

Bien, me puse seria, y le dije que se dejara de pavadas que yo era su madre, y que de mi no tenia que tener vergüenza, que yo ya lo conocía desde pequeño. No lo convenció mucho mi explicación, pero mis manos ya habían corrido las sabanas, cuando lo vi no lo podía creer estaba con el slip, por las rodillas efectivamente se estuvo tocando antes que yo llegara.

Y que hiciste...lo tocaste...

No me anime, me quede como una tonta mirándosela, e inmediatamente le puse el paño, frío encima.

Bien Miguelito, quédate así, que estos paños te van a calmar y ya vas a ver que vas a dormir como un angelito y por las noches, no te vas a despertar con calores.

Me senté con él en su cama y se acurruco en mis brazos, me tape con sus sabanas y entro en una soñolencia la cual me inundo a mí también, ya me estaba por quedar dormida si no fuera por mi marido, que entra y moviéndome el hombro me dice.

Y como esta..

Bien, quizás es un principio de fiebre.

Yo le había contado, que lo veía mal que me parecía que tenia fiebre y que temía que este incubando alguna enfermedad, él me decía que no era nada, pero yo insistí, además ya sabia que no era una enfermedad, pero me daba pena verlo así.

Anda ahora voy, para la cama, no quiero que se despierte.

Bien te espero.

Cuando mi marido deja la habitación, y sin que se despertara Miguel, corrí las sabanas para retirar el paño y el paño ya había terminado su función de enfriar, y será que se acostumbro, pero ahora había tenido el efecto contrario, Miguel tenia una erección barbara.

Y ? decime la verdad, te mojaste no? Y por eso te sentís culpable.

Si, me moje toda la bombacha, no lo podía creer, esta exitadicima con mi propio hijo.

Se la tocaste.

Si.

Y conta.

Si no me pude resistir, me fije si estaba dormido, pense en que estaría soñando, pero no pude mas y se la toque, pero eso no fue todo, también poco a poco, lo empecé a masturbar muy lentamente por temor a que se despertara. Que iba a ser si abría los ojos y viese que su mama lo estaba...

Decilo... Su mama estaba caliente, con sus bragas todas mojadas, con miedo a que su marido volviera o su hijo despertara, y vieran que ella esta pajeando a su hijo en su propia cama mientras él dormía.

Vos, lo decís de una manera.

Pero es así no?, por eso estabas mojada no?

Sí.

Y que más...

Bueno, me puse a mirarlo mientras dormía, pues a la menor señal, iba a dejar de hacer lo que estaba haciendo, como vi que estaba durmiendo plácidamente, continúe masturbándolo.

Pajeándolo, ya te dije. Estabas caliente por que estabas pajeando a tu hijo.

Si, lo seguí pajeando, y sentía un río entre mis piernas, así mucho tiempo que no me sentía así, no sabes.

Me imagino, yo que con solo contármelo, ya estoy super caliente, me imagino vos en ese momento.

Mirtha, que decís.

Dale, no sea tonta y seguí contando.

Después de tiempito, me di cuenta que estaba por acabar, así que coloque mi camisón de manera que acabara sobre él y no manchar las sabanas. Y salí casi corriendo al baño a limpiarme, te imaginas si mi marido me viera eso me muero.

Bien, lo que me contaste, es muy caliente y yo estoy muy caliente, así que no te moleste que una mano la tenga bajo la falda.

Mirtha?

Mirtha, nada, decime que hiciste en el baño, por que nadie le hace la primera paja a su hijo y va i tira su leche en el inodoro.

Clara, se puso de todos los colores, era algo mas que rubor.

Me da vergüenza.

No seas boba, yo te voy a contar todo también, después de lo que me contaste, no té iras a esconder nada no?

Bueno cuando, llegue al baño, no la enjuague, sino que le pase la lengua y despacio poquito a poquito, me fui tomando toda la leche que me tiro en el camisón.

Ah! Que calentona que resultaste. Te chupaste toda la acabada de tu hijo te hizo sobre el camisón. Te imagino sobre el inodoro con la leche de tu hijo en la boca y pajeándote con tres dedos en tu conchita no?

Si, así fue, me pajee con una furia que solo tenia cuando andaba por los dieciocho años.

No era para menos. Y ahora que, te gusto y te sentís culpable.

Sí.

Mira que sos boba.

Yo, voy a contar, algo también, no es de mi hijo Carlos, pues me gustaría que es este más despierto al sexo, pero todavía no lo esta, y yo no lo voy a forzar sabes. Pero tengo muchas cosas por contarte, que no se las he contado a nadie, cosas simples y algunas ya mas complicadas, que siempre es bueno tener una amiga confesora, por eso de digo que es bueno que me lo hayas contado.

Bueno ahora contame vos.

Continuara...

ddelfin@yahoo.com